[Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
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[Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
Planeta de Drongar, en las pronfundidades de las ruinas.
Yo me encontraba en una de las catacumbas de los antiguos señores Dark Sith, hasta que de pronto noté una sensación extraña que se aproximaba hacia la superficie del planeta, lo ignoré al pensar que era un simple carguero que buscaba cristales o algo similar. Pasaron bastantes horas mientras yo continuaba en mi interminable meditación y/o reflexión cuando en mi cabeza me vinieron las imágenes de hace unas cuántas décadas, se trataba sobre el antiguo Templo Jedi de la Resistencia, conocida como Resistencia Jedi y siempre liderada por el Maestro Whie junto al Maestro Neo y en algunas ocasiones mi antiguo y primer maestro, Koth Sakras.
- ¿Resistencia Jedi? - Era lo que pensaba en ese momento, sin saber porqué.
Una vez pensado eso, me acordé que esos Maestros antiguos de la Resistencia Jedi estaban tanto en Alderaan como en otras mediaciones, me puse mis túnicas cubriéndome todo el cuerpo y me dispuse a dirigirme hacia la Superficie pero ocurrió un improvisto, aquella sensación que noté hace horas se trataba de una escaramuza de sujetos que al parecer eran sensibles a la Fuerza y los cuáles logré observar desde la lejanía.
Sin más dilación, me acerqué poco a poco entre la maleza hasta llegar a estar a unos escasos metros de dónde se encontraba el supuesto lidero el cuál tenía el rostro tapada como los demás, solo escuché 3 palabras; ''Corulag'', ''Maestro Eekn'' y ''Resistencia Jedi''.
Así mismo pensé, - ¿Corulag? Esto me inquieta y supongo que se trata de la Resistencia Jedi, deberé dirigirme hacia allí lo antes posible.
[..]
Pasó un largo tiempo desde la llegada de estos sujetos sensibles a la Fuerza y su ida, lo cuál aproveché para dirigirme al hangar y subirme a mi nave la cuál tenía abandonada desde hace ya mucho tiempo, en mi exilio.
Tras activar los motores y el panel de navegación, retracté el tren de aterrizaje al interior de la nave cuando comencé a ascender y poniendome rumbo hacia el susodicho planeta de Corulag.
Tras llegar a las mediaciones del planeta de Corulag, instantáneamente me dispuse a descender hacia un descampado para no cubrir sospechas entre los habitantes del planeta, logré aterrizar con éxito pero eso no hizo que al bajarme de mi nave estuviera rodeado por cuatro (4) sujetos los cuáles estaban encapuchados hasta las orejas. Uno de ellos se acercó a mi con gesto de amistad y de saludo, le contesté igual con un apretón de manos, al finalizar ese apretón noté una sensación extraña acerca de estos sujetos.
- Muy buenas, viejo amigo - dijo el que le había hecho el apretón de manos.
- ¿Lo conozco? Siento la confusión pero si me enseñaseis los rostros os lo agradecería - dije en tono duro y fuerte.
De repente estos sujetos se desencapucharon todos, quedando libres sus rostros y al observarles a todos me quedé sorprendido, eran aquellos viejos Maestros Jedi que ví durante mis meditaciones y aquellos con los que pasé largo tiempo de mi juventud.
- Como no habeis empezado por ahí maestros, mis más cordiales saludos Maestros Whie, Esmic Eekn, Koth y San - finalizé con un gesto de reverencia.
- Saludos ya no tan joven Sikurd, nos alegra verte - exclamó el Maestro Koth.
- Igualmente mi antiguo Maestro, ya ves que no he parado con el entrenamiento pero, me surge una duda - tras tragar saliva preguntó - ¿qué hacéis aquí?
- Todo es simple Sikurd, hemos decidido crear un Templo Jedi como en antaño con nuestros ideales y principios, el crear una nueva justicia sin la corrupción ni habladuría de otros, como observarás somos Maestros de distintas mediaciones, las cuáles nos fuimos porque sus ideales comenzaron a cambiar y nos gustaban cada vez menos o no se asemejaban a los nuestros, pero por otro lado, te estuvimos buscando Sikurd, llevamos una escaramuza incluso a el planeta el cuál nos informaron de que estabas exiliado pero veo que te evadiste bien de ellos y venir aquí de incógnito.
- Así es Maestro, sin mas dilación, querría que me enseñarais las instalaciones y hablarais sobre todo y que será de mi acerca de mi ingreso a vuestro Templo.
Terminé caminando con los cuatro (4) maestros por un sendero que nos llevó hacia el Templo de la Resistencia Jedi en el cuál se podían observar mas miembros y viejos conocidos.
Continuará.
Yo me encontraba en una de las catacumbas de los antiguos señores Dark Sith, hasta que de pronto noté una sensación extraña que se aproximaba hacia la superficie del planeta, lo ignoré al pensar que era un simple carguero que buscaba cristales o algo similar. Pasaron bastantes horas mientras yo continuaba en mi interminable meditación y/o reflexión cuando en mi cabeza me vinieron las imágenes de hace unas cuántas décadas, se trataba sobre el antiguo Templo Jedi de la Resistencia, conocida como Resistencia Jedi y siempre liderada por el Maestro Whie junto al Maestro Neo y en algunas ocasiones mi antiguo y primer maestro, Koth Sakras.
- ¿Resistencia Jedi? - Era lo que pensaba en ese momento, sin saber porqué.
Una vez pensado eso, me acordé que esos Maestros antiguos de la Resistencia Jedi estaban tanto en Alderaan como en otras mediaciones, me puse mis túnicas cubriéndome todo el cuerpo y me dispuse a dirigirme hacia la Superficie pero ocurrió un improvisto, aquella sensación que noté hace horas se trataba de una escaramuza de sujetos que al parecer eran sensibles a la Fuerza y los cuáles logré observar desde la lejanía.
Sin más dilación, me acerqué poco a poco entre la maleza hasta llegar a estar a unos escasos metros de dónde se encontraba el supuesto lidero el cuál tenía el rostro tapada como los demás, solo escuché 3 palabras; ''Corulag'', ''Maestro Eekn'' y ''Resistencia Jedi''.
Así mismo pensé, - ¿Corulag? Esto me inquieta y supongo que se trata de la Resistencia Jedi, deberé dirigirme hacia allí lo antes posible.
[..]
Pasó un largo tiempo desde la llegada de estos sujetos sensibles a la Fuerza y su ida, lo cuál aproveché para dirigirme al hangar y subirme a mi nave la cuál tenía abandonada desde hace ya mucho tiempo, en mi exilio.
Tras activar los motores y el panel de navegación, retracté el tren de aterrizaje al interior de la nave cuando comencé a ascender y poniendome rumbo hacia el susodicho planeta de Corulag.
Tras llegar a las mediaciones del planeta de Corulag, instantáneamente me dispuse a descender hacia un descampado para no cubrir sospechas entre los habitantes del planeta, logré aterrizar con éxito pero eso no hizo que al bajarme de mi nave estuviera rodeado por cuatro (4) sujetos los cuáles estaban encapuchados hasta las orejas. Uno de ellos se acercó a mi con gesto de amistad y de saludo, le contesté igual con un apretón de manos, al finalizar ese apretón noté una sensación extraña acerca de estos sujetos.
- Muy buenas, viejo amigo - dijo el que le había hecho el apretón de manos.
- ¿Lo conozco? Siento la confusión pero si me enseñaseis los rostros os lo agradecería - dije en tono duro y fuerte.
De repente estos sujetos se desencapucharon todos, quedando libres sus rostros y al observarles a todos me quedé sorprendido, eran aquellos viejos Maestros Jedi que ví durante mis meditaciones y aquellos con los que pasé largo tiempo de mi juventud.
- Como no habeis empezado por ahí maestros, mis más cordiales saludos Maestros Whie, Esmic Eekn, Koth y San - finalizé con un gesto de reverencia.
- Saludos ya no tan joven Sikurd, nos alegra verte - exclamó el Maestro Koth.
- Igualmente mi antiguo Maestro, ya ves que no he parado con el entrenamiento pero, me surge una duda - tras tragar saliva preguntó - ¿qué hacéis aquí?
- Todo es simple Sikurd, hemos decidido crear un Templo Jedi como en antaño con nuestros ideales y principios, el crear una nueva justicia sin la corrupción ni habladuría de otros, como observarás somos Maestros de distintas mediaciones, las cuáles nos fuimos porque sus ideales comenzaron a cambiar y nos gustaban cada vez menos o no se asemejaban a los nuestros, pero por otro lado, te estuvimos buscando Sikurd, llevamos una escaramuza incluso a el planeta el cuál nos informaron de que estabas exiliado pero veo que te evadiste bien de ellos y venir aquí de incógnito.
- Así es Maestro, sin mas dilación, querría que me enseñarais las instalaciones y hablarais sobre todo y que será de mi acerca de mi ingreso a vuestro Templo.
Terminé caminando con los cuatro (4) maestros por un sendero que nos llevó hacia el Templo de la Resistencia Jedi en el cuál se podían observar mas miembros y viejos conocidos.
Continuará.
Última edición por Sikurd el Vie Sep 16, 2011 1:36 pm, editado 1 vez
Nysrogh- Mensajes : 1953
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Edad : 30
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
Buen Roleo! ^^
Najron- Mensajes : 256
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Edad : 29
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
Muy bueno sikurd, me alegro de tenerte de vuelta ^^
SaNoNx- Mensajes : 88
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
Buen roleo Sik, me alegra saber que estas con los viejos compañeros que tuviste.
Hisame- Mensajes : 112
Fecha de inscripción : 31/08/2011
:)- Mensajes : 1324
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
Buenisimo SIkurd, me gusto mucho leerlo. Sigue asi
Jose- Mensajes : 453
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Edad : 26
Localización : Cádiz
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
Planeta de Corulag, Templo de la Resistencia Jedi
Pasaron unas horas desde la llegada al susodicho planeta y Templo, en el cuál fui dirigido a mis aposentos en los cuáles observé en una mesita que había unos ropajes y una nota, me dispuse a ponerme los ropajes los cuáles eran de colores marrón y beige, acto seguido llevé mis manos hacia la nota y así abriéndola, leyendo pués.
Deje la nota tras doblarla encima de la mesita y me dirigí hacia la puerta dónde abrí tras girar el pomo de la puerta y salí hacia un pasillo alargado al parecer lleno de puertas y que supuse que serían los aposentos de otros miembros, caminé tranquilamente por ese pasillo pero noté algo extraño en aquello, ya que no notaba ni un ápice de sensibilidad a la Fuerza, es como si todo estuviera vacío, no se tornaba nada de vida en aquel lugar. Seguidamente llegando al final del pasillos, podía ir en dos direcciones una era hacia ''Los Exteriores del Templo'' y el otro se dirigía hacia ''Hall Central'', pero por la situación que rodeaba esos pasillos, pensé; - ¿Qué ocurrirá aquí? Le preguntaré a Esmic en cuánto le vea.
Continué el camino hacia el Hall Central, dónde al salir de ese pasillo se tornaba una luz cegadora antes de entrar aquella sala y justo al llegar al Hall Central me topé con varios miembros del Templo, de los cuáles reconocí a varios como al Caballero Mytt o al Padawan Balar, pero al fondo en una hamaca en una pequeña colina observé como siempre hacia al Maestro Koth con sus similares ropajes y su cabello anaranjado, parecía que los años no habían hecho mella en él.
Me acerqué hasta su posición y le miré fijamente, mis ojos se tornaban llorosos ante la emoción de ver a mi Antiguo Maestro de la primera Resistencia Jedi, quise hablarle pero no podía ante el nerviosismo y el entusiasmo, pero de pronto escuché.
- Joven Sikurd, tiempo sin vernos, ¿cierto? - Dijo soltando una pequeña carcajada.
- Ehm.. sí.. sí Maestro Koth, muchísimo tiempo - Exclamé entre tartamudeos.
- Veo que has logrado llegar bastante lejos tras mi aprendizaje, y supongo que te habrán tocado otros maestros en tu camino.
- Así es Maestro, ahora mismo según me informaron mi maestro es Esmic Eekn.
- Mm, te instruirá bien, es un buen maestro y gran Jedi.
- Lo sé Maestro, me alegra de volver a verle debo ir a visitar las instalaciones y a mi Maestro, que la fuerza lo acompañe.
Finalizado el encuentro con el Maestro Koth me dirigí a un pequeño portón que al parecer llevaba a otro Hall que al entrar fue donde me encontré con mi Maestro Esmic Eekn, que lucía unas túnicas ceremoniales Jedi, de tonalidades negras, marrones y beige, claramente sin cambiar su aspecto alguno con su cabello corto y su color blanquecino.
Lo seguí observando claramente esperando respuesta alguna de acercamiento hasta que elevó su mano y me dirigí hacia él, se podía observar que se encontraba hablando con el Maestro Whie, viejos compañeros de siempre.
- Y aquí está mi joven aprendiz, jeje - Sonó en tono vacilón el Maestro Esmic.
- Si maestro, aquí estoy, ¿instrucciones? - Dije en tono serio.
- Chico, deberías relajarte y no ser tan rígido, de momento ningunas, eso sí, quiero que entrenes todo lo que puedas con los demás compañeros ahora si puedes dirígete hacia el Hall de Entrenamientos y entrena, más tarde hablaremos tengo asuntos que arreglar ahora.
- De acuerdo maestro, que la fuerza lo guíe.
Me fuí de aquel lugar dirigíendome hacia el Hall de Entrenamientos.
[..]
Pasaron varias horas y yo continuaba entrenando sin parar, necesitaba mejorar para poder llegar a la prueba de Caballero en forma, había entrenado con el Guardián Ursan, bastante hábil y que no pude vencer, también me topé con el Caballero Mytt y el Caballero Luk.
De repente un ave extraña se acercó hacia mi posicón y se posó en mi hombro soltando de su boca una pequeña carta que estaba firmada por el Maestro Esmic, la cuál al abrirla decía;
Finalizé de leerla y la cerré, continuando así mi entrenamiento.
Continuará.
Pasaron unas horas desde la llegada al susodicho planeta y Templo, en el cuál fui dirigido a mis aposentos en los cuáles observé en una mesita que había unos ropajes y una nota, me dispuse a ponerme los ropajes los cuáles eran de colores marrón y beige, acto seguido llevé mis manos hacia la nota y así abriéndola, leyendo pués.
Saludos joven Sikurd, aquí en esta nota
te expresamos el Alto Consejo Jedi los siguientes pasos
que debes seguir como tal, comenzarás de Padawan
y serás el aprendiz de el Maestro Esmic Eekn,
el cuál te enseñará lo esencial en tu trayectoria,
seguidamente te agradecemos esa fidelidad que nos
has dado desde antaño.
Att; Alto Consejo Jedi.
Deje la nota tras doblarla encima de la mesita y me dirigí hacia la puerta dónde abrí tras girar el pomo de la puerta y salí hacia un pasillo alargado al parecer lleno de puertas y que supuse que serían los aposentos de otros miembros, caminé tranquilamente por ese pasillo pero noté algo extraño en aquello, ya que no notaba ni un ápice de sensibilidad a la Fuerza, es como si todo estuviera vacío, no se tornaba nada de vida en aquel lugar. Seguidamente llegando al final del pasillos, podía ir en dos direcciones una era hacia ''Los Exteriores del Templo'' y el otro se dirigía hacia ''Hall Central'', pero por la situación que rodeaba esos pasillos, pensé; - ¿Qué ocurrirá aquí? Le preguntaré a Esmic en cuánto le vea.
Continué el camino hacia el Hall Central, dónde al salir de ese pasillo se tornaba una luz cegadora antes de entrar aquella sala y justo al llegar al Hall Central me topé con varios miembros del Templo, de los cuáles reconocí a varios como al Caballero Mytt o al Padawan Balar, pero al fondo en una hamaca en una pequeña colina observé como siempre hacia al Maestro Koth con sus similares ropajes y su cabello anaranjado, parecía que los años no habían hecho mella en él.
Me acerqué hasta su posición y le miré fijamente, mis ojos se tornaban llorosos ante la emoción de ver a mi Antiguo Maestro de la primera Resistencia Jedi, quise hablarle pero no podía ante el nerviosismo y el entusiasmo, pero de pronto escuché.
- Joven Sikurd, tiempo sin vernos, ¿cierto? - Dijo soltando una pequeña carcajada.
- Ehm.. sí.. sí Maestro Koth, muchísimo tiempo - Exclamé entre tartamudeos.
- Veo que has logrado llegar bastante lejos tras mi aprendizaje, y supongo que te habrán tocado otros maestros en tu camino.
- Así es Maestro, ahora mismo según me informaron mi maestro es Esmic Eekn.
- Mm, te instruirá bien, es un buen maestro y gran Jedi.
- Lo sé Maestro, me alegra de volver a verle debo ir a visitar las instalaciones y a mi Maestro, que la fuerza lo acompañe.
Finalizado el encuentro con el Maestro Koth me dirigí a un pequeño portón que al parecer llevaba a otro Hall que al entrar fue donde me encontré con mi Maestro Esmic Eekn, que lucía unas túnicas ceremoniales Jedi, de tonalidades negras, marrones y beige, claramente sin cambiar su aspecto alguno con su cabello corto y su color blanquecino.
Lo seguí observando claramente esperando respuesta alguna de acercamiento hasta que elevó su mano y me dirigí hacia él, se podía observar que se encontraba hablando con el Maestro Whie, viejos compañeros de siempre.
- Y aquí está mi joven aprendiz, jeje - Sonó en tono vacilón el Maestro Esmic.
- Si maestro, aquí estoy, ¿instrucciones? - Dije en tono serio.
- Chico, deberías relajarte y no ser tan rígido, de momento ningunas, eso sí, quiero que entrenes todo lo que puedas con los demás compañeros ahora si puedes dirígete hacia el Hall de Entrenamientos y entrena, más tarde hablaremos tengo asuntos que arreglar ahora.
- De acuerdo maestro, que la fuerza lo guíe.
Me fuí de aquel lugar dirigíendome hacia el Hall de Entrenamientos.
[..]
Pasaron varias horas y yo continuaba entrenando sin parar, necesitaba mejorar para poder llegar a la prueba de Caballero en forma, había entrenado con el Guardián Ursan, bastante hábil y que no pude vencer, también me topé con el Caballero Mytt y el Caballero Luk.
De repente un ave extraña se acercó hacia mi posicón y se posó en mi hombro soltando de su boca una pequeña carta que estaba firmada por el Maestro Esmic, la cuál al abrirla decía;
El consejo me ha encomendado una misión,
necesito que estes preparado para dentro de cinco (5) días,
porque es el día que partiremos, entrena y te instruiré de mientras.
Un saludo, Maestro Esmic Eekn.
Finalizé de leerla y la cerré, continuando así mi entrenamiento.
Continuará.
Última edición por Sikurd el Sáb Sep 17, 2011 10:56 pm, editado 1 vez
Nysrogh- Mensajes : 1953
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Edad : 30
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
Bravísimo Sikurd, bravísimo.
Jose- Mensajes : 453
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Edad : 26
Localización : Cádiz
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
Me gusta mucho, espero la continuación ansioso, me dejaste intrigado.
Arrow Tainted- Mensajes : 1278
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 30
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
Me gusto, me gusto...
Rezov- Mensajes : 659
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
Templo de la Resistencia Jedi, Hall de Meditación
En el Hall de Meditación se podía notar una calma y armonía la cuál me sentía cómodo, a cada paso que daba me sentía mas en simbiosis con el medio ambiente de mi alrededor, era algo extraño para mí ya que me recordaba a aquellos momentos que tenía de reflexión en el planeta de Drongar.
Me acerque al riachuelo que había no muy lejos desde mi posición, me acabé agachando y tras flexionar las rodillas me senté observando el recorrido del agua a una velocidad considerada que siguiendo la corriente en dirección contraria se podía ver una pequeña cascada que no paraba de expulsar agua, desconocía su función o de dónde sacaba tanta agua.
Antes de comenzar la meditación me giré hacia los dos costados en busca de alguien reconocido del Templo, o más que sea si había alguien mas conmigo en aquel lugar meditando, así era, se encontraba justo debajo de la cascada sentado con los ojos cerrados el Caballero Mytt Caelum.
Al observarle me volví hacia el frente observando el riachuelo, y acto seguido cerré mis ojos mientras comenzaba a pensar en que me depararía el futuro y qué pasaría en mi misión dentro de cuatro (4) días junto a mi maestro, Esmic Eekn.
[..]
Pasaron unas largas horas durante mi meditación, y logré hallar bastantes respuestas acerca de mi futuro, aun siendo Padawan era costoso ver esas imágenes acerca del futuro pero eran simples lagunas, no determinadas del todo. Me apoyé con las dos manos en el suelo y mientras me apoyaba en ellas, hice un movimiento rápido y conciso que acabo dejándome incorporado de pie, fui caminando hacia la salida del Hall de Meditación, pero algo llmaó mi atención en ese momento.
- ¡Padawan Sikurd! Espere.
Me volteé y ahí se encontraba, era el Caballero Mytt, al parecer terminó su jornada diaria de meditación, era bastante común en él meditar cada día pero no sé que querría de mi en ese momento.
- Saludos Caballero Mytt, ¿qué desea? - Dije en un tono firme.
- Me he enterado sobre la misión que tendrás con el Maestro Esmic, quería decirte que un peligro se acerca hacia vosotros, deberás ir preparado - Dijo en tono de preocupación.
- ¿Sí? Mm, comprendo, en mis pequeñas lagunas conseguí observar algo, pero no todo, igualmente gracias Caballero.
- No, joven Padawan, no se vaya y sígame, necesitará esto que le daré.
Salimos apresurados del Hall y nos dirigimos por los exteriores hasta un árbol robusto y de apariencia desastroza, parece que los años hicieron mella en él hasta que con un movimiento de la mano del Caballero un pequeño cajón artificial salió desde dentro del árbol, llevo sus manos al interior de dicho cajón y sacó de él un amuleto extraño con una piedra similar a la de los cristales de los sables láser.
- Tome Padawan, lo necesitará - Al finalizar eso, me hizo un gesto de entrega del amuleto.
- Gracias Caballero, pero no tenía porqué.
- Si tenía, ahora debo marchar a entrenar, que la fuerza lo guíe - dijo yéndose de aquel lugar.
- Mientras Me colgaba el amuleto en mi cuello, lo observé un momento y noté una sensación de unión y afinidad hacia al Fuerza.
[..]
Templo de la Resistencia Jedi, Hall Central
Ya oscurecía en los exteriores y mandaron a todos los Iniciados y Padawan's a sus respectivas habitaciones o si tenían algunas obligaciones dirigirse hacia el Hall Central, yo era uno de esos Padawan que tenían obligación y saqué un libro de la biblioteca para leerlo mientras me encontraba en el Hall Central.
Todo estaba en calma en aquel lugar, se podía observar a otros Jedi's ocupados y concentrados con sus obligaciones e instrucciones, yo mientras continuaba leyendo aquel libro pero noté una sensación en mi lado derecho que se trataba del Padawan Kaent, un viejo conocido mío el cuál nos volvimos a encontrar tras un largo tiempo en en ese Templo.
- ¿Qué tal estas viejo amigo? - Se dirigió ami Kaent.
- Bien, bien, ya me ves, ¿y tu qué?
- Yo nada, en pocos días tendré la prueba a Caballero Jedi, lo han informado ya en el Consejo.
- Me alegra saber eso compañero, y espero que la superes sé que eres un Gran Jedi.
- Gracias amigo, debo marchar a entrenar con mi maestro, que la fuerza te acompañe.
- Igualmente - le contesté mientras observaba su ida.
Tras esa situación, logré terminarme el libro sobre la Historia de la Orden Jedi y sus inicios, miré hacia mis lados y en frente buscando al Guardián Ursan, el cuál me estaba entrenando respecto al sable láser y a la fuerza, mientras mi maestro tenía otras ocupaciones en el Consejom así fue como lo encontré y nos dirigimos a una zona que desconocía y emprendimos un viaje hasta un Hall de Entrenamientos rocoso, parecía un simulador, pero se notaba que eran unos entrenamientos artificiales.
Me pegué hasta casi la madrugada entrenando con el Guardián, esperando a mi maestro y nuevas instrucciones.
Continuará.
En el Hall de Meditación se podía notar una calma y armonía la cuál me sentía cómodo, a cada paso que daba me sentía mas en simbiosis con el medio ambiente de mi alrededor, era algo extraño para mí ya que me recordaba a aquellos momentos que tenía de reflexión en el planeta de Drongar.
Me acerque al riachuelo que había no muy lejos desde mi posición, me acabé agachando y tras flexionar las rodillas me senté observando el recorrido del agua a una velocidad considerada que siguiendo la corriente en dirección contraria se podía ver una pequeña cascada que no paraba de expulsar agua, desconocía su función o de dónde sacaba tanta agua.
Antes de comenzar la meditación me giré hacia los dos costados en busca de alguien reconocido del Templo, o más que sea si había alguien mas conmigo en aquel lugar meditando, así era, se encontraba justo debajo de la cascada sentado con los ojos cerrados el Caballero Mytt Caelum.
Al observarle me volví hacia el frente observando el riachuelo, y acto seguido cerré mis ojos mientras comenzaba a pensar en que me depararía el futuro y qué pasaría en mi misión dentro de cuatro (4) días junto a mi maestro, Esmic Eekn.
[..]
Pasaron unas largas horas durante mi meditación, y logré hallar bastantes respuestas acerca de mi futuro, aun siendo Padawan era costoso ver esas imágenes acerca del futuro pero eran simples lagunas, no determinadas del todo. Me apoyé con las dos manos en el suelo y mientras me apoyaba en ellas, hice un movimiento rápido y conciso que acabo dejándome incorporado de pie, fui caminando hacia la salida del Hall de Meditación, pero algo llmaó mi atención en ese momento.
- ¡Padawan Sikurd! Espere.
Me volteé y ahí se encontraba, era el Caballero Mytt, al parecer terminó su jornada diaria de meditación, era bastante común en él meditar cada día pero no sé que querría de mi en ese momento.
- Saludos Caballero Mytt, ¿qué desea? - Dije en un tono firme.
- Me he enterado sobre la misión que tendrás con el Maestro Esmic, quería decirte que un peligro se acerca hacia vosotros, deberás ir preparado - Dijo en tono de preocupación.
- ¿Sí? Mm, comprendo, en mis pequeñas lagunas conseguí observar algo, pero no todo, igualmente gracias Caballero.
- No, joven Padawan, no se vaya y sígame, necesitará esto que le daré.
Salimos apresurados del Hall y nos dirigimos por los exteriores hasta un árbol robusto y de apariencia desastroza, parece que los años hicieron mella en él hasta que con un movimiento de la mano del Caballero un pequeño cajón artificial salió desde dentro del árbol, llevo sus manos al interior de dicho cajón y sacó de él un amuleto extraño con una piedra similar a la de los cristales de los sables láser.
- Tome Padawan, lo necesitará - Al finalizar eso, me hizo un gesto de entrega del amuleto.
- Gracias Caballero, pero no tenía porqué.
- Si tenía, ahora debo marchar a entrenar, que la fuerza lo guíe - dijo yéndose de aquel lugar.
- Mientras Me colgaba el amuleto en mi cuello, lo observé un momento y noté una sensación de unión y afinidad hacia al Fuerza.
[..]
Templo de la Resistencia Jedi, Hall Central
Ya oscurecía en los exteriores y mandaron a todos los Iniciados y Padawan's a sus respectivas habitaciones o si tenían algunas obligaciones dirigirse hacia el Hall Central, yo era uno de esos Padawan que tenían obligación y saqué un libro de la biblioteca para leerlo mientras me encontraba en el Hall Central.
Todo estaba en calma en aquel lugar, se podía observar a otros Jedi's ocupados y concentrados con sus obligaciones e instrucciones, yo mientras continuaba leyendo aquel libro pero noté una sensación en mi lado derecho que se trataba del Padawan Kaent, un viejo conocido mío el cuál nos volvimos a encontrar tras un largo tiempo en en ese Templo.
- ¿Qué tal estas viejo amigo? - Se dirigió ami Kaent.
- Bien, bien, ya me ves, ¿y tu qué?
- Yo nada, en pocos días tendré la prueba a Caballero Jedi, lo han informado ya en el Consejo.
- Me alegra saber eso compañero, y espero que la superes sé que eres un Gran Jedi.
- Gracias amigo, debo marchar a entrenar con mi maestro, que la fuerza te acompañe.
- Igualmente - le contesté mientras observaba su ida.
Tras esa situación, logré terminarme el libro sobre la Historia de la Orden Jedi y sus inicios, miré hacia mis lados y en frente buscando al Guardián Ursan, el cuál me estaba entrenando respecto al sable láser y a la fuerza, mientras mi maestro tenía otras ocupaciones en el Consejom así fue como lo encontré y nos dirigimos a una zona que desconocía y emprendimos un viaje hasta un Hall de Entrenamientos rocoso, parecía un simulador, pero se notaba que eran unos entrenamientos artificiales.
Me pegué hasta casi la madrugada entrenando con el Guardián, esperando a mi maestro y nuevas instrucciones.
Continuará.
- Spoiler:
- Obtención; Un amuleto que lleva un cristal en él, no tiene cualidades especiales para combate, es simple roleo.
Nysrogh- Mensajes : 1953
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Edad : 30
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
Buen roleo me gusto mucho
Nyr- Mensajes : 177
Fecha de inscripción : 04/09/2011
Localización : Chile
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
Muy currado y conseguido.
.Helios- Mensajes : 192
Fecha de inscripción : 11/09/2011
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
Bien presentado, bien escrito y salgo yo Espero la continuacion
Myttod/Insaii- Mensajes : 13
Fecha de inscripción : 14/09/2011
Edad : 30
Localización : Madrid
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
buen roleo tioo jaja me gusto jaja )))
Kvothe- Mensajes : 235
Fecha de inscripción : 24/08/2011
Edad : 112
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
Me gustó mucho Sik, como todas las historias que haces, enserio, te quedó genial, menos por el pantallazo xDDD, pero la historia me gustó bastante.
Darth Tairon- Mensajes : 2341
Fecha de inscripción : 23/08/2011
Edad : 28
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
Me gusta... Ok si es solo para roleo, está bien, lo obtienes.
Jensaarai- Mensajes : 5197
Fecha de inscripción : 27/08/2011
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
Hall Central del Templo de la Resistencia Jedi, unos años más adelante
Todo en el planeta de Corulag se tornaba tranquilo y pacífico, y en una de las copas de los árboles se podía divisar a un sujeto que se vestía con túnicas marrones negras y verdes, parecía un Caballero Jedi del Templo, hecho y derecho el cuál era muy reconocido entre sus miembros por sus hazañas en el pasado como Padawan Jedi de el Maestro Esmic que fue, sí, se trataba del mismísimo Caballero Jedi Sikurd Gres, tras años de enseñanzas y aprendizaje por su maestro había logrado ese cargo tras minuciosas pruebas.
- Mmm, esta visión del Templo y de las afueras de este mismo son increíbles, un lugar apartado del mundo entero - dijo así el Caballero pensativo en la copa del árbol observando el horizonte.
Unos minutos pasaron mientras estaba reflexivo con esa imagen de su querido Planeta.
- ¡Caballero Gres! ¡Caballero Gres! - exclamó fuertemente un joven chico que se dirigía hacia el Hall Central buscando al Caballero.
Seguidamente el Caballero Sikurd Gres dió un pequeño salto mediante la Fuerza cayendo flexionado detrás de la posición de aquel joven Padawan.
- ¿quién me reclama? soy el Caballero Sikurd Gres - se escuchaba con voz potente y seria.
- Al fin lo encuentro señor, lo reclaman en los exteriores del Templo, el Maestro Esmic y el Maestro Whie.
- Muchas gracias joven, pero, ¿cuál es su nombre? - dijo confuso al joven antes de marchar.
- Me llamo Kaent Síferot, Padawan Jedi del Templo.
- Encantado Kaent, ya nos veremos en un futuro -dijo con tono vacilante - que la fuerza lo guíe.
El Caballero Gres corrió rápidamente por las instalaciones del Templo hasta llegar a los exteriores, antes de eso, tuvo que pasar por un pasillo por el cuál se encontraban las salas de los aposentos y finalmente el Consejo, tras girar a la derecha pudo llegar mediante una luz que se tornaba al final, y salió al exterior, miró fijamente hacia las mediaciones del Templo y cerca de un Lago logró divisar a su Maestro Esmic y junto a él, el Maestro Whie.
Caminó a paso ligero llegando tranquilamente pero algo confuso por el qué lo querían y si sería sobre alguna misión.
- Saludos maestros, ya vine como usted pedían que hiciera.
- Saludos Sik, ¿cómo estás? - dijo el Maestro Esmic.
- Bien maestro, me encuentro en forma, ¿y usted?
- ¿Yo? Como siempre, nada cambia ya en un viejo como yo jeje - dijo en un tono vacilante el maestro Esmic.
- Bueno, vayamos a lo que te llamamos, nos han informado de que las líneas del Imperio se mueven con velocidad, así que tendrás que llegar a un planeta no muy lejos, y conseguir un cristal conocido como el Permafrost - dijo terminando de dictar la misión el Maestro Whie.
- Comprendo maestro, ¿para cuando desea la salida?
- Mm, simplemente debes llevarte contigo al Padawan Kaent, que por algo hicimos que él mismo te avisara, será tu próximo aprendiz, Sik, enséñale como sabemos que tu sabes enseñarle y llévatelo a esta misión a que coja experiencia fuera de este planeta, que la fuerza te acompañe Caballero - dijo al terminar el Maestro Whie.
- Igualmente maestros, cuidaros - dije en un tono serio después de este me giré totalmente dirigiéndome a las mediaciones donde se encontraba mis aposentos y coger el material necesario.
Acto seguido a la llegada de sus aposentos, tras un trayecto por todo el Templo saludando y observando al Centinela Myt, viendo como entrena el Guardían Wheyvuz entrenando con unos jóvenes iniciados en el salón de entrenamientos, al fin llegué a mis aposentos del cuál cogí mi sable láser azul y me lo guardé en la manga derecha como prevención a que me quitasen el mío, nunca sabría que pasará en estas misiones, cogí una mochila donde metí todo lo necesario para una misión, túnicas de frío, cortador de fusión, martillo láser, y algunas cosas de más.
Ya tenía todo preparado, solo quedaba encontrar al Padawan Kaent, e informarle de todo lo sucedido respecto a su futuro pero me encontraba algo cansado no sé porque, pero me extrañaba el estar cansado, así que me tumbé en mi cama y al cerrar los ojos logré dormir y así mientras descansaba.
[..]
Pasaron dos (2) horas en aquel planeta tranquilo
Logré despertarme y mientras abría mis ojos me fui incorporando poco a poco acabado sentado en la cama y observando la mochila y mi sable láser £lectrum ßlue, me lo colgué en el cinturón al atraerlo mediante la fuerza y cogí la mochila colgándomela a la espalda.
Salí de mis aposentos, y caminé todo el pasillo pensando en aquel joven chico, el cuál seria mi futuro Padawan y al llegar al Hall Central, estuve un rato mirando a todos pasar esperando a localizarle, me acerqué a un joven Iniciado y le pregunté por él, este me contesto que se encontraba en el salón de entrenamientos. Inmediatamente me dirigí a los entrenamientos donde observé al joven entrenar con entusiasmo y destreza contra el Caballero Luk, y al levantarme hice un gesto con la mano que de repente pararon y apagaron los sables láser arcaicos de entrenamiento, el Caballero se retiró y yo me dirigí hasta la posición del chico que me miraba fijamente.
- Saludos Padawan Kaent Síferot, ¿cómo se encuentra? - dijo el Caballero mirándole a los ojos fijamente.
- No me puedo quejar la verdad, ¿y usted Caballero?
- Bien, pero vine explícitamente hasta aquí por el hecho de que me han encomendado una misión la cuál durará varios días, y me han mandado a que te lleve conmigo en esta misión.
- ¿Una misión? ¿Yo? Ehm, me alegra mucho, jamás pude salir de este planeta.
- Por cierto, vete a prepararte con tus cosas y.. - justo cuando se estaba marchando a sus aposentos el chico - serás a partir de ahora mi aprendiz, y te enseñaré todo, eres mi responsabilidad, no me defraudes.
- ¡Entendido! - exlamó mientras iba corriendo hasta sus aposentos donde se le denotaba un breve sonrisa.
Continuará.
Todo en el planeta de Corulag se tornaba tranquilo y pacífico, y en una de las copas de los árboles se podía divisar a un sujeto que se vestía con túnicas marrones negras y verdes, parecía un Caballero Jedi del Templo, hecho y derecho el cuál era muy reconocido entre sus miembros por sus hazañas en el pasado como Padawan Jedi de el Maestro Esmic que fue, sí, se trataba del mismísimo Caballero Jedi Sikurd Gres, tras años de enseñanzas y aprendizaje por su maestro había logrado ese cargo tras minuciosas pruebas.
- Mmm, esta visión del Templo y de las afueras de este mismo son increíbles, un lugar apartado del mundo entero - dijo así el Caballero pensativo en la copa del árbol observando el horizonte.
Unos minutos pasaron mientras estaba reflexivo con esa imagen de su querido Planeta.
- ¡Caballero Gres! ¡Caballero Gres! - exclamó fuertemente un joven chico que se dirigía hacia el Hall Central buscando al Caballero.
Seguidamente el Caballero Sikurd Gres dió un pequeño salto mediante la Fuerza cayendo flexionado detrás de la posición de aquel joven Padawan.
- ¿quién me reclama? soy el Caballero Sikurd Gres - se escuchaba con voz potente y seria.
- Al fin lo encuentro señor, lo reclaman en los exteriores del Templo, el Maestro Esmic y el Maestro Whie.
- Muchas gracias joven, pero, ¿cuál es su nombre? - dijo confuso al joven antes de marchar.
- Me llamo Kaent Síferot, Padawan Jedi del Templo.
- Encantado Kaent, ya nos veremos en un futuro -dijo con tono vacilante - que la fuerza lo guíe.
El Caballero Gres corrió rápidamente por las instalaciones del Templo hasta llegar a los exteriores, antes de eso, tuvo que pasar por un pasillo por el cuál se encontraban las salas de los aposentos y finalmente el Consejo, tras girar a la derecha pudo llegar mediante una luz que se tornaba al final, y salió al exterior, miró fijamente hacia las mediaciones del Templo y cerca de un Lago logró divisar a su Maestro Esmic y junto a él, el Maestro Whie.
Caminó a paso ligero llegando tranquilamente pero algo confuso por el qué lo querían y si sería sobre alguna misión.
- Saludos maestros, ya vine como usted pedían que hiciera.
- Saludos Sik, ¿cómo estás? - dijo el Maestro Esmic.
- Bien maestro, me encuentro en forma, ¿y usted?
- ¿Yo? Como siempre, nada cambia ya en un viejo como yo jeje - dijo en un tono vacilante el maestro Esmic.
- Bueno, vayamos a lo que te llamamos, nos han informado de que las líneas del Imperio se mueven con velocidad, así que tendrás que llegar a un planeta no muy lejos, y conseguir un cristal conocido como el Permafrost - dijo terminando de dictar la misión el Maestro Whie.
- Comprendo maestro, ¿para cuando desea la salida?
- Mm, simplemente debes llevarte contigo al Padawan Kaent, que por algo hicimos que él mismo te avisara, será tu próximo aprendiz, Sik, enséñale como sabemos que tu sabes enseñarle y llévatelo a esta misión a que coja experiencia fuera de este planeta, que la fuerza te acompañe Caballero - dijo al terminar el Maestro Whie.
- Igualmente maestros, cuidaros - dije en un tono serio después de este me giré totalmente dirigiéndome a las mediaciones donde se encontraba mis aposentos y coger el material necesario.
Acto seguido a la llegada de sus aposentos, tras un trayecto por todo el Templo saludando y observando al Centinela Myt, viendo como entrena el Guardían Wheyvuz entrenando con unos jóvenes iniciados en el salón de entrenamientos, al fin llegué a mis aposentos del cuál cogí mi sable láser azul y me lo guardé en la manga derecha como prevención a que me quitasen el mío, nunca sabría que pasará en estas misiones, cogí una mochila donde metí todo lo necesario para una misión, túnicas de frío, cortador de fusión, martillo láser, y algunas cosas de más.
Ya tenía todo preparado, solo quedaba encontrar al Padawan Kaent, e informarle de todo lo sucedido respecto a su futuro pero me encontraba algo cansado no sé porque, pero me extrañaba el estar cansado, así que me tumbé en mi cama y al cerrar los ojos logré dormir y así mientras descansaba.
[..]
Pasaron dos (2) horas en aquel planeta tranquilo
Logré despertarme y mientras abría mis ojos me fui incorporando poco a poco acabado sentado en la cama y observando la mochila y mi sable láser £lectrum ßlue, me lo colgué en el cinturón al atraerlo mediante la fuerza y cogí la mochila colgándomela a la espalda.
Salí de mis aposentos, y caminé todo el pasillo pensando en aquel joven chico, el cuál seria mi futuro Padawan y al llegar al Hall Central, estuve un rato mirando a todos pasar esperando a localizarle, me acerqué a un joven Iniciado y le pregunté por él, este me contesto que se encontraba en el salón de entrenamientos. Inmediatamente me dirigí a los entrenamientos donde observé al joven entrenar con entusiasmo y destreza contra el Caballero Luk, y al levantarme hice un gesto con la mano que de repente pararon y apagaron los sables láser arcaicos de entrenamiento, el Caballero se retiró y yo me dirigí hasta la posición del chico que me miraba fijamente.
- Saludos Padawan Kaent Síferot, ¿cómo se encuentra? - dijo el Caballero mirándole a los ojos fijamente.
- No me puedo quejar la verdad, ¿y usted Caballero?
- Bien, pero vine explícitamente hasta aquí por el hecho de que me han encomendado una misión la cuál durará varios días, y me han mandado a que te lleve conmigo en esta misión.
- ¿Una misión? ¿Yo? Ehm, me alegra mucho, jamás pude salir de este planeta.
- Por cierto, vete a prepararte con tus cosas y.. - justo cuando se estaba marchando a sus aposentos el chico - serás a partir de ahora mi aprendiz, y te enseñaré todo, eres mi responsabilidad, no me defraudes.
- ¡Entendido! - exlamó mientras iba corriendo hasta sus aposentos donde se le denotaba un breve sonrisa.
Continuará.
Nysrogh- Mensajes : 1953
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Edad : 30
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
EXCELENTE ROLEOS, me han gustado mucho mucho mucho, espero que continúes así!.
Horus- Mensajes : 1399
Fecha de inscripción : 22/08/2011
Edad : 29
Localización : Venezuela
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
Muy buenos roleos, Sikurd. Me han gustado
Krazhen Skirata- Mensajes : 1164
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Edad : 29
Localización : SantiagoCity
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
Muy buenos. Me gustaron mucho.
Lordunknown- Mensajes : 200
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Localización : Las sombras.
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
Sexy mami, sexual, para bailar esto es una bomba (
mola, pero ese calvo de la imagen es re feo, quien sera...
Hall central...pijo de mierda!!! esto es ESPAÑA!!!! se llama: receptorio franquista central.
lean mis roleos los demas u os matara dios algun dia
mola, pero ese calvo de la imagen es re feo, quien sera...
Hall central...pijo de mierda!!! esto es ESPAÑA!!!! se llama: receptorio franquista central.
lean mis roleos los demas u os matara dios algun dia
Lumen Gres- Mensajes : 545
Fecha de inscripción : 28/09/2011
Localización : La venganza y la Sangre.
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
Plataforma de Aterrizaje del Planeta de Corulag
Me encoentraba algo cansado y agotado ya que antes de venirme a la plataforma me encontré con jóvenes discípulos del Ashla y me entretuve dándoles clase, seguidamente, una brisa fría proveniente del norte paso cerca de mi aspeando mis túnicas al unísono del viento.
Así pensé mientras me cruzaba de brazos mirando hacia la maleza - A ver cuando viene mi aprendiz, deberemos marchar pronto hacia la misión encomendada por los Maestros.
- ¡Maestroooo! - se escuchaba un grito a los lejos entre la maleza - Ya estoy listo, subámonos a la nave y dirijámonos a la Galaxia - de entre la maleza a una velocidad bastante rápida salió mi aprendiz el cuál llegó a la plataforma y nos subimos a mi nave, poniéndonos rumbo hacia la Galaxia.
Las compuertas se cerraron justo al entrar nosotros a la nave, no sentamos cada uno en un asiento y seguidamente encendí los motores y el pnale de navegación, poniendo rumbo hacia el planeta de Hoth.
- Maestro, ¿Hoth no es un planeta del Imperio? - dijo con cara de preocupación.
- Así es mi joven aprendiz, deberemos usar nuestras artes de la Fuerza para salir ilesos y poder engañar a la vigilancia que posean en dicho planeta.
La nave salió de la atmósfera del planeta de Corulag mientras hablábamos y al llegar a las afueras encendí el hiprepropulsor y salimos despedidos hacia el destino marcado; Planeta de Hoth.
[..]
Llegamos al Sistema en el que se encontraba el planeta de Hoth, no pudimos ir directamente ya que las sospechas de que habría vigilancia del Imperio eran ciertas, en el panel se detectaba una flota del Imperio no muy grande, parecía mas bien un pequeño transbordador de vigilancia.
De repente el transbordador al observar que nos acercábamos buscaron nuestra comunicación para hablar con nosotros, y lo lograron.
- Aquí Transbordador Gladius, en representación al Imperio Galáctico, ¿qué veníis hacer a este planeta?
- Aquí Dov O'Connell, comerciante de armas, nos diríjimos mi joven esclavo y yo hacía una petición en ese planeta por el conocido Capitán Rashux.
- Ese nombre del Capitán no tenemos ninguna información, ¿usted está tratando de engañarnos?
- No, amí se me informó sobre susodicho Capitán.
- Le pido que se de la vuelta de inmediato y no se acerque o tendremos que atacarles por intrusos en Territorios del Imperio.
- De acuerdo, solo queremos ver el planeta y nos dejas pasar - Hice con un gesto mediante la comunicación hacia la mente del que mandaba en el Transbordador.
- Sí, pueden pasar y ver el planeta, sois bien recibidos.
Conseguimos pasar el bloqueo de aquel transbordador, pero dentro de muy poco tiempo no tardarían de darse cuenta si no es en el Transbordador, sería en el planeta, cuando nos enfrentemos a escuadrones de Imperiales y quién sabe si algún Sith.
Comenzamos a descender poco a poco hacía una de las plataformas de aterrizaje del planeta, que se encontraba cerca de una famosa cueva de hielo conocida desde antaño, para la extracción de cristales Permafrost. La nave aterrizó sin complicaciones y abrimos las compuertas, mientras nos bajamos de la nave mandé a mi droide BLX que se encargara de la nave y la pusiera en modo camuflaje.
Mientras, nos ajustamos las túnicas mi aprendiz y yo, poniéndonos rumbo hacia dicha cueva, se tornaba una tormenta medianamente fuerte por donde nosotros nos encontrabamos y tuvimos que refugiarnos durante un par de horas.
La tormenta cesó y nos dirigimos a una velocidad sigilosa pero a la vez rápida, para conseguir los cristales permafrost cuánto antes. Nos detuvimos en una colina y cogí los prismáticos, me los puse y dirigí la vista hacia la cueva de hielo donde debíamos que conseguir dichos cristales, se podía ver que estaba custodiada por 4 soldados imperiales y un capitán imperial.
- Bien Kaent, como habrás observado llega la hora de la acción, ¿estás preparado?
- Sí maestro, podremos con esos simples Imperiales.
- Bien, no los mataremos, un Jedi no mata si no es atacado antes o porque es de extrema necesidad, intentaremos dejarlos aturdidos en el suelo y cuando despierten que no recuerden nada, o si se acuerdan que ya estemos muy lejos de aquí. Tu te encargarás de los soldados de asalto, yo me encargaré del capitán, intenta sobretodo quitarle las armas e inmovilizarlos pero sobretodo taparles la boca o dejarlos incosciente.
- Sí, vamos al lío.
Bajamos la colina poco a poco, sin armar mucho ruido por si los Imperiales se encontraban atentos, nos escondimos tras una roca a pocos metros de la posición de los Imperiales cuando le dí la señal a Kaent, se deslizó rápidamente por la nieve hasta que los Imperiales se dieron cuenta de su posición, el joven aprendiz consiguió atraer las armas de 3 soldados de asalto haciéndoles chocar contra ellas y dejándoles incoscientes, yo mientras salté por encima de la roca, le atraje las armas al Capitán y caí justo en su enfrente.
Me fue directo a impactar un puñetazo en la cara, pero lo elevé mediante la fuerza y lo derribé contra la roca mas cercana, mientras vi que uno de los Imperiales corría despavorido, le lancé una pequeña esfera de la fuerza formada desde las palmas de mis manos y al impactarle salió lanzado a la nieve, cayendo incosciente.
- Buen trabajo mi joven aprendiz, adentrémonos en la cueva antes de que despierten y consigamos esos cristales - dijo suspirando ante la actuación física que tuvo que realizar.
Se adentraron dentro de la cueva, encendieron una antorcha mediante la Fuerza y cada vez se adentraron más hasta que llegaron a una parte de la cueva dónde era bastante luminosa, mas de lo normal diría yo. Nos pusimos a ellos en busca de los cristales Permafrost, le enseñé la forma y descripción que tienen dichos cristales.
Nos pasamos tres (3) horas buscando los dichosos cristales hasta que de repente, de casualidad observé dentro de un cubo enorme de hielo, pude deducir que ahí dentro habían dos (2) cristales Permafrost, pasé la mano por encima de aquel cubo de hielo y mediante la Fuerza pude notar que ahí se hallaba tal cantidad de ese cristal, lleve mis manos a la espalda descolgando de la mochila una pica láser y comenzamos a picar Kaent y yo aquel cubo, mientras yo picaba minuciosamente el cubo el mediante la Fuerza iba dándole los retoques para no dañar el cristal.
[..]
Pasaron varios minutos después de aquello, y conseguimos obtener aquellos dos cristales.
Saqué mi portacristales y al abrirlo metí los dos permafrost con cuidado, seguidamente salimos de aquella cueva de hielo pero justo al llegar al final aquellos Imperiales que nos encontramos vigilando la cueva estaban apuntándonos con las armas.
- Vaya, vaya.. pero si tenemos a dos intrusos en mi sector del planeta - dijo el que era el Capitán.
- Mmm, Capitán debería dejarnos marchar sin salir ileso ninguno de nosotros, ¿o prefiere eso?
- Usted a callar, aquí mando yo, dame esos cristales y aquí no habrá pasado nada, a parte, por vuestras cabezas seguramente el Gran Moff nos dará una buena recompensa.
- Mm, deberás arrebatármelos - dije tras llevar mi mano al frente y meterles un rápido empujón de la fuerza.
Salimos mi aprendiz y yo rápidamente de aquella cueva, mientras salíamos y llegábamos a la colina los Imperiales comenzaron a dispararnos.
- Maestro, deberíamos enfrentarles, o avisarán a más Imperiales.
- Tienes razón, vuelve y si deseas, encárgate de ellos o al menos déjalos incoscientes, nadie debe morir en esta misión aunque sean enemigos nuestros son personas que cumplen órdenes.
Mi aprendiz salió disparado hacia la posición de los Imperiales, logró encargarse de los cinco (5) con facilidad a pesar de que tuvo que matar a uno de los soldados de asalto ya que tuvo que reflejar uno de sus disparos. Yo le esperé en la nave junto a mi droide de mantenimiento BLX, hasta que él llegó sin problemas, al parecer como él me contó no surgió ningún imprevisto y podríamos salir fácilmente de aquel dichoso planeta dominado por el Imperio.
Logramos salir del planeta, pero aún nos quedaba pasar aquel Transbordador, fuimos sigilosamente por su derecha y pudimos ver que no dieron señales de vida, así que pusimos rumbo hacia el planeta de Corulag y el Templo de la Resistencia Jedi.
Continuará.
Obtención; 2 Cristales Permafrost.
Me encoentraba algo cansado y agotado ya que antes de venirme a la plataforma me encontré con jóvenes discípulos del Ashla y me entretuve dándoles clase, seguidamente, una brisa fría proveniente del norte paso cerca de mi aspeando mis túnicas al unísono del viento.
Así pensé mientras me cruzaba de brazos mirando hacia la maleza - A ver cuando viene mi aprendiz, deberemos marchar pronto hacia la misión encomendada por los Maestros.
- ¡Maestroooo! - se escuchaba un grito a los lejos entre la maleza - Ya estoy listo, subámonos a la nave y dirijámonos a la Galaxia - de entre la maleza a una velocidad bastante rápida salió mi aprendiz el cuál llegó a la plataforma y nos subimos a mi nave, poniéndonos rumbo hacia la Galaxia.
Las compuertas se cerraron justo al entrar nosotros a la nave, no sentamos cada uno en un asiento y seguidamente encendí los motores y el pnale de navegación, poniendo rumbo hacia el planeta de Hoth.
- Maestro, ¿Hoth no es un planeta del Imperio? - dijo con cara de preocupación.
- Así es mi joven aprendiz, deberemos usar nuestras artes de la Fuerza para salir ilesos y poder engañar a la vigilancia que posean en dicho planeta.
La nave salió de la atmósfera del planeta de Corulag mientras hablábamos y al llegar a las afueras encendí el hiprepropulsor y salimos despedidos hacia el destino marcado; Planeta de Hoth.
[..]
Llegamos al Sistema en el que se encontraba el planeta de Hoth, no pudimos ir directamente ya que las sospechas de que habría vigilancia del Imperio eran ciertas, en el panel se detectaba una flota del Imperio no muy grande, parecía mas bien un pequeño transbordador de vigilancia.
De repente el transbordador al observar que nos acercábamos buscaron nuestra comunicación para hablar con nosotros, y lo lograron.
- Aquí Transbordador Gladius, en representación al Imperio Galáctico, ¿qué veníis hacer a este planeta?
- Aquí Dov O'Connell, comerciante de armas, nos diríjimos mi joven esclavo y yo hacía una petición en ese planeta por el conocido Capitán Rashux.
- Ese nombre del Capitán no tenemos ninguna información, ¿usted está tratando de engañarnos?
- No, amí se me informó sobre susodicho Capitán.
- Le pido que se de la vuelta de inmediato y no se acerque o tendremos que atacarles por intrusos en Territorios del Imperio.
- De acuerdo, solo queremos ver el planeta y nos dejas pasar - Hice con un gesto mediante la comunicación hacia la mente del que mandaba en el Transbordador.
- Sí, pueden pasar y ver el planeta, sois bien recibidos.
Conseguimos pasar el bloqueo de aquel transbordador, pero dentro de muy poco tiempo no tardarían de darse cuenta si no es en el Transbordador, sería en el planeta, cuando nos enfrentemos a escuadrones de Imperiales y quién sabe si algún Sith.
Comenzamos a descender poco a poco hacía una de las plataformas de aterrizaje del planeta, que se encontraba cerca de una famosa cueva de hielo conocida desde antaño, para la extracción de cristales Permafrost. La nave aterrizó sin complicaciones y abrimos las compuertas, mientras nos bajamos de la nave mandé a mi droide BLX que se encargara de la nave y la pusiera en modo camuflaje.
Mientras, nos ajustamos las túnicas mi aprendiz y yo, poniéndonos rumbo hacia dicha cueva, se tornaba una tormenta medianamente fuerte por donde nosotros nos encontrabamos y tuvimos que refugiarnos durante un par de horas.
La tormenta cesó y nos dirigimos a una velocidad sigilosa pero a la vez rápida, para conseguir los cristales permafrost cuánto antes. Nos detuvimos en una colina y cogí los prismáticos, me los puse y dirigí la vista hacia la cueva de hielo donde debíamos que conseguir dichos cristales, se podía ver que estaba custodiada por 4 soldados imperiales y un capitán imperial.
- Bien Kaent, como habrás observado llega la hora de la acción, ¿estás preparado?
- Sí maestro, podremos con esos simples Imperiales.
- Bien, no los mataremos, un Jedi no mata si no es atacado antes o porque es de extrema necesidad, intentaremos dejarlos aturdidos en el suelo y cuando despierten que no recuerden nada, o si se acuerdan que ya estemos muy lejos de aquí. Tu te encargarás de los soldados de asalto, yo me encargaré del capitán, intenta sobretodo quitarle las armas e inmovilizarlos pero sobretodo taparles la boca o dejarlos incosciente.
- Sí, vamos al lío.
Bajamos la colina poco a poco, sin armar mucho ruido por si los Imperiales se encontraban atentos, nos escondimos tras una roca a pocos metros de la posición de los Imperiales cuando le dí la señal a Kaent, se deslizó rápidamente por la nieve hasta que los Imperiales se dieron cuenta de su posición, el joven aprendiz consiguió atraer las armas de 3 soldados de asalto haciéndoles chocar contra ellas y dejándoles incoscientes, yo mientras salté por encima de la roca, le atraje las armas al Capitán y caí justo en su enfrente.
Me fue directo a impactar un puñetazo en la cara, pero lo elevé mediante la fuerza y lo derribé contra la roca mas cercana, mientras vi que uno de los Imperiales corría despavorido, le lancé una pequeña esfera de la fuerza formada desde las palmas de mis manos y al impactarle salió lanzado a la nieve, cayendo incosciente.
- Buen trabajo mi joven aprendiz, adentrémonos en la cueva antes de que despierten y consigamos esos cristales - dijo suspirando ante la actuación física que tuvo que realizar.
Se adentraron dentro de la cueva, encendieron una antorcha mediante la Fuerza y cada vez se adentraron más hasta que llegaron a una parte de la cueva dónde era bastante luminosa, mas de lo normal diría yo. Nos pusimos a ellos en busca de los cristales Permafrost, le enseñé la forma y descripción que tienen dichos cristales.
Nos pasamos tres (3) horas buscando los dichosos cristales hasta que de repente, de casualidad observé dentro de un cubo enorme de hielo, pude deducir que ahí dentro habían dos (2) cristales Permafrost, pasé la mano por encima de aquel cubo de hielo y mediante la Fuerza pude notar que ahí se hallaba tal cantidad de ese cristal, lleve mis manos a la espalda descolgando de la mochila una pica láser y comenzamos a picar Kaent y yo aquel cubo, mientras yo picaba minuciosamente el cubo el mediante la Fuerza iba dándole los retoques para no dañar el cristal.
[..]
Pasaron varios minutos después de aquello, y conseguimos obtener aquellos dos cristales.
Saqué mi portacristales y al abrirlo metí los dos permafrost con cuidado, seguidamente salimos de aquella cueva de hielo pero justo al llegar al final aquellos Imperiales que nos encontramos vigilando la cueva estaban apuntándonos con las armas.
- Vaya, vaya.. pero si tenemos a dos intrusos en mi sector del planeta - dijo el que era el Capitán.
- Mmm, Capitán debería dejarnos marchar sin salir ileso ninguno de nosotros, ¿o prefiere eso?
- Usted a callar, aquí mando yo, dame esos cristales y aquí no habrá pasado nada, a parte, por vuestras cabezas seguramente el Gran Moff nos dará una buena recompensa.
- Mm, deberás arrebatármelos - dije tras llevar mi mano al frente y meterles un rápido empujón de la fuerza.
Salimos mi aprendiz y yo rápidamente de aquella cueva, mientras salíamos y llegábamos a la colina los Imperiales comenzaron a dispararnos.
- Maestro, deberíamos enfrentarles, o avisarán a más Imperiales.
- Tienes razón, vuelve y si deseas, encárgate de ellos o al menos déjalos incoscientes, nadie debe morir en esta misión aunque sean enemigos nuestros son personas que cumplen órdenes.
Mi aprendiz salió disparado hacia la posición de los Imperiales, logró encargarse de los cinco (5) con facilidad a pesar de que tuvo que matar a uno de los soldados de asalto ya que tuvo que reflejar uno de sus disparos. Yo le esperé en la nave junto a mi droide de mantenimiento BLX, hasta que él llegó sin problemas, al parecer como él me contó no surgió ningún imprevisto y podríamos salir fácilmente de aquel dichoso planeta dominado por el Imperio.
Logramos salir del planeta, pero aún nos quedaba pasar aquel Transbordador, fuimos sigilosamente por su derecha y pudimos ver que no dieron señales de vida, así que pusimos rumbo hacia el planeta de Corulag y el Templo de la Resistencia Jedi.
Continuará.
Obtención; 2 Cristales Permafrost.
Nysrogh- Mensajes : 1953
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Edad : 30
Re: [Roleo Corulag] Los Caminos de la Fuerza
Me encanta tu forma de narrar y ese color de letra , sigue asi maquina.
DREKJU- Mensajes : 148
Fecha de inscripción : 25/08/2011
Página 1 de 2. • 1, 2
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