[Roleo Yavin IV + Obtenciones] Encuentros del Pasado. (Revisado)
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Re: [Roleo Yavin IV + Obtenciones] Encuentros del Pasado. (Revisado)
xD, me siguen molando, siguelo xD
Lumen Gres- Mensajes : 545
Fecha de inscripción : 28/09/2011
Localización : La venganza y la Sangre.
Re: [Roleo Yavin IV + Obtenciones] Encuentros del Pasado. (Revisado)
Obtención Valida.
Relan- Mensajes : 1758
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 32
Localización : Pekin, China
Re: [Roleo Yavin IV + Obtenciones] Encuentros del Pasado. (Revisado)
Fantástico como siempre Tairon.
Tengo ganas de saber que ocurre en el capítulo final.
Tengo ganas de saber que ocurre en el capítulo final.
Davisto- Mensajes : 719
Fecha de inscripción : 01/09/2011
Re: [Roleo Yavin IV + Obtenciones] Encuentros del Pasado. (Revisado)
Increíble roleo. Me ha gustado muchísimo, además que es extenso. Buena suerte con el final, Tairon.
Krazhen Skirata- Mensajes : 1164
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Edad : 29
Localización : SantiagoCity
Re: [Roleo Yavin IV + Obtenciones] Encuentros del Pasado. (Revisado)
Muy buen roleo Tairon, enhorabuena.
Invitado- Invitado
Re: [Roleo Yavin IV + Obtenciones] Encuentros del Pasado. (Revisado)
Y tu supongo que serás el mamón que me detendrá, ¿no?
JAJAJAJJAJAJAJJAJAJAJAJ
Eso me causó risa jajajaja.
Él ROLEO ES ESTUPENDO, SÍGUELO.
JAJAJAJJAJAJAJJAJAJAJAJ
Eso me causó risa jajajaja.
Él ROLEO ES ESTUPENDO, SÍGUELO.
:)- Mensajes : 1324
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Re: [Roleo Yavin IV + Obtenciones] Encuentros del Pasado. (Revisado)
Capítulo Diez - El Destino...
(Capítulo Final)
Primera Parte
Cada vez, mi respiración se más rápida y agónica.
Todo había acabado, había logrado mi objetivo... ¿pero a qué precio? Supongo que al precio de la muerte.
Caminé lentamente hacia atrás, y luego me giré.
Me dirigí al gran ventanal que había al final de la habitación, para
observar lo que me esperaba fuera, pero no me dio tiempo a mirar por
ella.
Una perturbación en la Fuerza me detuvo.
Miré a mis lados, y luego me volví a girar, mirando a la puerta.
Abrí mis ojos, debido a la gran sorpresa.
El cuerpo, aún con vida de Khan, ya no estaba allí... no estaba contra la pared, donde lo dejé.
- ¿Qué coño está pasando aquí? - Dije, alterado.
Miré hacia la entradilla que había antes de la puerta que daba a la sala donde me encontraba, buscando a alguien.
Notaba que algo se acercaba... alguna presencia que se hacía más poderosa cada vez.
De pronto, suspiré fuertemente, y elevé mis brazos.
Mediante la Fuerza, hize que se cerraran las compuertas de seguridad que había desactivada en la entrada a esa sala.
- Hay alguien... estoy seguro...
Comenzé a caminar lentamente hacia las compuertas, para asegurarme de lo que notaba.
Lentamente, elevé mi brazo derecho, y posé mi mano sobre la puerta, no sé por que lo hize, pero algo me obligaba.
De pronto, respiré pronfundamente, y salté hacia atrás.
La puerta salió lanzada hacia mí, pero conseguí esquivarla con bastante
facilidad.
En
cuestión de segundos, aparecieron tres o cuatro Soldados Clon, los
cuales entraron en la sala, y comenzaron a dispararme a bocajarro.
Comenzé a saltar de un lado a otro, varias veces, para esquivar sus disparos, pero de pronto, el fuego se detuvo.
De un salto, me volví a colocar en el centro de la sala, y tomé uno de mis Sables Láser.
Lo prendí, y lo giré hacia atrás.
Dos de los cuatro Soldados que ocupaban las puertas, se apartaron, dejando paso a otro, pero éste iba vestido de otra forma...
Llevaba dos grandes franjas azules, que recorrían toda su armadura.
Estaba claro que no era un Clon, pero si que me buscaba.
- ¿Tu eres ese Sith que tanto buscan?
No le respondí, solo esbozé una leve sonrisa, una arrogante sonrisa, lo que le
irritó.
- Supongo que sí... - Dijo, imitando mi gesto -, yo soy un Cazarrecompensas, contratado por la República para borrarte del mapa.
- Vaya... ¿de tal viles gestos de vale la República? - Dije, entre sonrisas.
- Ese no es mi problema... a mí me pagan por matarte, no por responder preguntas estúpidas.
- Lástima... no llegarán a pagarte.
- Jajajajajaja, asqueroso Sith, no me subestimes.
- Lo mismo digo. - Dije, cambiando totalmente mi carácter.
- Imbécil.
Rápidamente,
el Cazarrecompensas elevó su brazo izquierdo, y de lo que parecía una
muñequera, salieron varios dardos dirigidos contra mí.
Rodé por el suelo ágilmente para esquivarlos, y me volví a poner de pie, sin hacer nada, mirándole simplemente.
- ¡Vamos estúpidos Soldados, ¿para qué estais?! - Les gritó.
Acto seguido, los cuatro Clones elevaron sus fusiles, y abrieron fuego contra mí.
- Que ingenuos... - Dije, negando con la cabeza.
Comenzé a desviar rápidamente sus disparos, reflejándolos contra los emisores.
Dos cayeron al instante, y los otros dos, continuaron disparándome sin ningún resultado.
De
pronto, aquel mercenario tomó una espada de su espalda, y se lanzó
contra mí, haciendo así que los Clones restantes abortaran el fuego.
Bloqueé su ataque, y, fácilmente, desequilibrándole, hize que se cayera al suelo.
Intenté ponerle el pie sobre la cabeza, pero lo evitó.
Rodó hacia un lado, y se levantó rápidamente.
- ¡Vas a morir!
Se abalanzó contra mí con toda su ira, pero era demasiado lento.
Me giré, y le golpeé con la culata de mi Sable Láser en la nuca, haciendo que perdiera de nuevo el equilibrio.
- Vaya, veo que esa armadura que llevas te hace más pesado, eh... - Dije, con una
nueva risa.
Le
miré, dando la espalda a los otros Soldados, y entonces, preveyendo sus
acciones, me giré violentamente, y lanzé mi Sable Láser hacia ellos.
El Sable los atravesó, uno por uno, haciendo que sus cabezas rodaran por el suelo.
Rápidamente recogí mi arma, y me giré, pero mi enemigo ya había ganado ventaja con aquel despiste.
Estaba a poca distancia de mí cuando, de repente, elevó su brazo derecho, y de su
muñequera salió algo que me impactó y cegó por unos momentos.
Caí al suelo para esquivar aquello que no pude lograr identificar, y luego volví a
mirar hacia él.
Era un lanzallamas, y lo dirigió de nuevo hacia mí.
- Vaya, veo que al Sith no le gusta el fuego... - Dijo, riéndose.
De nuevo, una pequeña llama iluminó el principio de su antebrazo, mostrando como se
preparaba el ataque, y no tuve más remedio que hacer lo que hize.
- ¡Asqueroso mamón!
Tras decir eso, furioso, salté hacia atrás, y, mediante mi Sable Láser, agujereé el gran cristal.
El lanzallamas se activó, y casi me cogió.
Logró quemar las puntas de mis largos ropajes, a excepción de la armadura.
Rápidamente, el fuego se extendió por todos los ropajes.
Comenzé a caer, en llamas, hacia el suelo, sin saber lo que me esperaba abajo.
Empezé
a girar sobre mí mismo en el aire, mientras caía, intentando así
deshacerme de mis ropajes, para quedar con la armadura solamente.
Me
posé con precisión en el suelo, y tiré los ropajes por el suelo,
quedando prácticamente a salvo... o eso pensé, hasta que ví mi
alrededor.
- ¡Rodeadlo!
- ¡Rodeadlo, que no escape!
Se comenzaron a oir voces a mi alrededor, y eso fue lo que me llamó la atención.
En cuestión de segundos, decenas de Caballeros Jedi me rodearon por completo, y prendieron sus Sables Láser.
- ¡Mierda, mierda! - Susurré.
Cada vez venían más, y se agrupaban, de manera que yo no pudiera
escapar.
Sus murmullos resonaban por todos lados, y yo, cada vez, me encontraba más y más confunso.
La cabeza me daba vueltas, no sabía lo que hacer... lo único que tenía en claro esque hasta ahí había llegado...
Sabía que, morir, tendría que morir allí, pero era mejor morir luchando,
que allí, esperando a que me decapitaran sin poder defenderme.
Gire mis Sables Láser, y miré a todos, desafiante.
- ¡Vamos, venid a por mí! ¡Que alguien se atreva a enfrentarse a mí!
El silencio inundó el lugar.
Todos guardaron silencio, y me miraron exaltados.
- ¡Vamos! ¡Si tan valientes sois, ¿por qué no
dais la cara, uno por uno, en vez de en grupo?! ¡¿A qué esperais?! -
Grité, a viva voz, a todos mis lados.
Nadie se atrevía, hasta que de pronto...
Un grito se escuchó por mi espalda, y me giré de inmediato.
Un Jedi, cubierto por armaduras solamente, se dirigía hacia mí, corriendo, y blandiendo su Sable Láser, de un lado a otro.
De pronto, saltó hacia mí, pero era demasiado débil.
Me
eché hacia atrás para esquivar su ataque, y, con una rápida estocada,
cuando cayó al suelo, introduje mi sable en su pecho, produciéndole la
muerte instantánea.
Me giré hacia los demás, y elevé mi voz.
- ¡¿Alguno más?! ¡Vamos, valientes Caballeros Jedi!
Todo estaba en silencio.
Todos me miraban atentamente, analizándome, y mirando mis gestos.
No
parecía que aquel momento se fuera a acabar nunca, hasta que, de
repente, se empezaron a escuchar murmullos por una parte de aquel
círculo de Jedis.
Los observé atentamente, y entonces, se denotó como el grupo se comenzaba a abrir, dejando paso a alguien.
- ¡Malditos cobardes! - Se escuchó, tras aquel grupo de Jedis.
De pronto, una persona, cubierta por completo con túnicas marrones, hizo acto de presencia.
Elevó su mirada, y miró el grupo... pero a mí no, cosa que me extrañaba.
- ¿Montais todo esto por un simple Sith? Vaya Guardianes de la paz estais hechos... - Dijo, de nuevo, en alto.
Lentamente, elevó su mirada hacia mí.
Yo solo pude verle los ojos, aunque por supuesto, el me vio el rostro por completo... pero algo extraño pasó.
Observé como de pronto, comenzó a abrir los ojos, sorprendido por algo.
- No puede ser... - Susurró.
Me extrañé, y le miré a fondo.
- S... ¿Sílic? - Dijo, elevando su voz, de nuevo.
- ¿Qué? - Dije, confunso.
- Dios... no puede ser...
- ¿Quién eres? - Le dije, extrañado.
- Nos volvemos a encontrar Sílic... ha pasado mucho tiempo... muchísimo...
- ¿De... de qué hablas, quién eres?
Elevó sus brazos, y, con un lento ademán, retiró sus capuchas de la cabeza, dejando al descubierto su rostro.
Le miré la cara, y entonces caí en quién era...
- ¡Dios!, ¡¿Qué haces tú aquí?! - Le dije, exaltado.
- ¡Soy General de las tropas Jedi, y me han enviado para acabar con tu vida... pero no esperaba que fueras tu...!
- ¡Pues aquí me tienes...!
- Mi antiguo Aprendiz... veo que has crecido mucho...
-
Vandir... - Susurré. - ¡Y tu - Dije, elevando la voz -, mi primer
Maestro... sí, nos volvemos a reecontrar, pero esta vez como enemigos!
- Jajajaja, eso parece... pero tu no eres enemigo para mí Sílic... he mejorado mucho.
- ¡Qué incrédulo eres! ¿Te crees que yo no?
- Ah sí, perdona, olvidé que ahora eres un poderoso Guardián del Sith... una persona increíblemente fuerte...
- Más de lo que tu nunca soñarías.
- ¡Comprobémoslo! - Dijo, tomando su Sable Láser. - ¡Que empieze la batalla! - Terminó.
Comenzó a correr hacia mí, ondeando su Sable, y con una expresión de ira en la cara.
De pronto, saltó hacia mí, intentando atacarme.
Rodé hacia la izquierda, y me lenvaté rápidamente.
Elevé mi brazo derecho, y, mediante la Fuerza, le empujé.
Comenzó a rodar por el suelo, pero se levantó rápidamente.
- Ahora te vas a enterar... - Susurró.
De nuevo, se lanzó contra mí, y comenzó a realizarme multitud de cortes.
Empezé a bloquearlos y evadirlos fácilmente, hasta que decidí contraatacar.
Entrechoqué mi Sable Láser con el suyo, y acerqué mi cara a él.
- Ahora te demostraré mi verdadero poder, mi antiguo Maestro. - Le susurré.
Acto seguido, solté el lazo que había entre los dos Sables, me agaché, y con todas mis fuerzas, le golpeé en el estómago.
Luego me volteé hacia atrás, e intenté clavarle mi Sable por la espalda, pero erré en mi intento.
Se movió a tiempo, y me golpeó con el puño en la cara, lo que hizo aumentar mi ira.
Me giré violentamente, y me abalanzé contra él.
Esta vez fui yo el que empezó a atacarle ferozmente con el Sable.
Al
principio, defendía bastante bien mis ataques, pero cuantos más
segundos transcurrían más le costaba, hasta que al final, no pudo más, y
de una elegante estocada, lanzé su Sable por los suelos.
Rápidamente, elevé mi Sable, y lo coloqué pegado a su cuello.
Tragó saliba, y me miró acobardado.
- Que pena... pero irónico a la vez, ¿no crees? - Le dije, riéndome.
- A... ¿a qué te refieres? - Dijo, nervioso.
- El Aprendiz... ha superado al Maestro... aunque eso tampoco era muy difícil... - Dije, riéndome.
Le miré atentamente, y, en cuestión de segundos, mi sonrisa desapareció, dejando paso a mi siguiente acción.
Fruncí el ceño, y elevé mi Sable, para ganar fuerza al realizar mi ataque.
Él cerró los ojos, sabiendo de su final.
- ¡Muere! - Grité, a la vez que hacía descender mi Sable con fiereza... aunque no terminé de hacerlo.
Escuché como comenzaban a cargarse fusiles láser, y una voz que resonó en todo el paraje.
- ¡Alto, o abriremos fuego!
Sin terminar mi ataque, me giré, y observé a mi derecha.
Una
decena de Soldados Clon me estaba apuntando directamente a la cabeza, y
de pronto, una dura patada en el pecho me debilitó, y, mediante la
Fuerza, me arrebataron el Sable.
Todo lo hizo mi antiguo Maestro, el cual ya se había levantando.
- Sílic... debistes matarme cuando pudistes... ¡ahora morirás tu!
Hizo una señal, y, rápidamente, los Soldados Clon volvieron a elevar sus armas, y me apuntaron.
- ¡Abran fue...! - De pronto, mi enemigo fue interrumpido en su orden, pero yo no supe por el que.
Todos
los Jedis elevaron su mirada, dirigiéndola así a lo que hubiera detrás
de mí, en la parte superior, y entonces, lo que ellos habían escuchado
hace unos segundos, llegó por fin a mis oídos.
Unas leves palmadas...
solo unas, pero de pronto, unas segundas las acompañaron, unas terceras
aparecieron al segundo... eran aplausos, así era.
En pocos segundos, resonaba por todo el lugar un fuerte aplauso, lo cual detuvo a los Jedi.
Yo estaba paralizado, y para averiguar que era aquello por fin, me giré lentamente, y elevé mi mirada.
Lo que allí encontré me erizó los pelos de todo el cuerpo.
Una amplia sonrisa se dibujó en mí.
- ¡Bien hecho, Guardián! - Se escuchó, en un gran grito... un grito de Darth Gevura.
De pronto, un gran número de espadas láser comenzaron a prenderse, y la
parte superior de aquel edificio, en donde había acabado con la vida del
traidor, se iluminó por completo de rojo.
Yavin IV estaba allí... había llegado al fin.
(Capítulo Final)
Primera Parte
Cada vez, mi respiración se más rápida y agónica.
Todo había acabado, había logrado mi objetivo... ¿pero a qué precio? Supongo que al precio de la muerte.
Caminé lentamente hacia atrás, y luego me giré.
Me dirigí al gran ventanal que había al final de la habitación, para
observar lo que me esperaba fuera, pero no me dio tiempo a mirar por
ella.
Una perturbación en la Fuerza me detuvo.
Miré a mis lados, y luego me volví a girar, mirando a la puerta.
Abrí mis ojos, debido a la gran sorpresa.
El cuerpo, aún con vida de Khan, ya no estaba allí... no estaba contra la pared, donde lo dejé.
- ¿Qué coño está pasando aquí? - Dije, alterado.
Miré hacia la entradilla que había antes de la puerta que daba a la sala donde me encontraba, buscando a alguien.
Notaba que algo se acercaba... alguna presencia que se hacía más poderosa cada vez.
De pronto, suspiré fuertemente, y elevé mis brazos.
Mediante la Fuerza, hize que se cerraran las compuertas de seguridad que había desactivada en la entrada a esa sala.
- Hay alguien... estoy seguro...
Comenzé a caminar lentamente hacia las compuertas, para asegurarme de lo que notaba.
Lentamente, elevé mi brazo derecho, y posé mi mano sobre la puerta, no sé por que lo hize, pero algo me obligaba.
De pronto, respiré pronfundamente, y salté hacia atrás.
La puerta salió lanzada hacia mí, pero conseguí esquivarla con bastante
facilidad.
En
cuestión de segundos, aparecieron tres o cuatro Soldados Clon, los
cuales entraron en la sala, y comenzaron a dispararme a bocajarro.
Comenzé a saltar de un lado a otro, varias veces, para esquivar sus disparos, pero de pronto, el fuego se detuvo.
De un salto, me volví a colocar en el centro de la sala, y tomé uno de mis Sables Láser.
Lo prendí, y lo giré hacia atrás.
Dos de los cuatro Soldados que ocupaban las puertas, se apartaron, dejando paso a otro, pero éste iba vestido de otra forma...
Llevaba dos grandes franjas azules, que recorrían toda su armadura.
Estaba claro que no era un Clon, pero si que me buscaba.
- ¿Tu eres ese Sith que tanto buscan?
No le respondí, solo esbozé una leve sonrisa, una arrogante sonrisa, lo que le
irritó.
- Supongo que sí... - Dijo, imitando mi gesto -, yo soy un Cazarrecompensas, contratado por la República para borrarte del mapa.
- Vaya... ¿de tal viles gestos de vale la República? - Dije, entre sonrisas.
- Ese no es mi problema... a mí me pagan por matarte, no por responder preguntas estúpidas.
- Lástima... no llegarán a pagarte.
- Jajajajajaja, asqueroso Sith, no me subestimes.
- Lo mismo digo. - Dije, cambiando totalmente mi carácter.
- Imbécil.
Rápidamente,
el Cazarrecompensas elevó su brazo izquierdo, y de lo que parecía una
muñequera, salieron varios dardos dirigidos contra mí.
Rodé por el suelo ágilmente para esquivarlos, y me volví a poner de pie, sin hacer nada, mirándole simplemente.
- ¡Vamos estúpidos Soldados, ¿para qué estais?! - Les gritó.
Acto seguido, los cuatro Clones elevaron sus fusiles, y abrieron fuego contra mí.
- Que ingenuos... - Dije, negando con la cabeza.
Comenzé a desviar rápidamente sus disparos, reflejándolos contra los emisores.
Dos cayeron al instante, y los otros dos, continuaron disparándome sin ningún resultado.
De
pronto, aquel mercenario tomó una espada de su espalda, y se lanzó
contra mí, haciendo así que los Clones restantes abortaran el fuego.
Bloqueé su ataque, y, fácilmente, desequilibrándole, hize que se cayera al suelo.
Intenté ponerle el pie sobre la cabeza, pero lo evitó.
Rodó hacia un lado, y se levantó rápidamente.
- ¡Vas a morir!
Se abalanzó contra mí con toda su ira, pero era demasiado lento.
Me giré, y le golpeé con la culata de mi Sable Láser en la nuca, haciendo que perdiera de nuevo el equilibrio.
- Vaya, veo que esa armadura que llevas te hace más pesado, eh... - Dije, con una
nueva risa.
Le
miré, dando la espalda a los otros Soldados, y entonces, preveyendo sus
acciones, me giré violentamente, y lanzé mi Sable Láser hacia ellos.
El Sable los atravesó, uno por uno, haciendo que sus cabezas rodaran por el suelo.
Rápidamente recogí mi arma, y me giré, pero mi enemigo ya había ganado ventaja con aquel despiste.
Estaba a poca distancia de mí cuando, de repente, elevó su brazo derecho, y de su
muñequera salió algo que me impactó y cegó por unos momentos.
Caí al suelo para esquivar aquello que no pude lograr identificar, y luego volví a
mirar hacia él.
Era un lanzallamas, y lo dirigió de nuevo hacia mí.
- Vaya, veo que al Sith no le gusta el fuego... - Dijo, riéndose.
De nuevo, una pequeña llama iluminó el principio de su antebrazo, mostrando como se
preparaba el ataque, y no tuve más remedio que hacer lo que hize.
- ¡Asqueroso mamón!
Tras decir eso, furioso, salté hacia atrás, y, mediante mi Sable Láser, agujereé el gran cristal.
El lanzallamas se activó, y casi me cogió.
Logró quemar las puntas de mis largos ropajes, a excepción de la armadura.
Rápidamente, el fuego se extendió por todos los ropajes.
Comenzé a caer, en llamas, hacia el suelo, sin saber lo que me esperaba abajo.
Empezé
a girar sobre mí mismo en el aire, mientras caía, intentando así
deshacerme de mis ropajes, para quedar con la armadura solamente.
Me
posé con precisión en el suelo, y tiré los ropajes por el suelo,
quedando prácticamente a salvo... o eso pensé, hasta que ví mi
alrededor.
- ¡Rodeadlo!
- ¡Rodeadlo, que no escape!
Se comenzaron a oir voces a mi alrededor, y eso fue lo que me llamó la atención.
En cuestión de segundos, decenas de Caballeros Jedi me rodearon por completo, y prendieron sus Sables Láser.
- ¡Mierda, mierda! - Susurré.
Cada vez venían más, y se agrupaban, de manera que yo no pudiera
escapar.
Sus murmullos resonaban por todos lados, y yo, cada vez, me encontraba más y más confunso.
La cabeza me daba vueltas, no sabía lo que hacer... lo único que tenía en claro esque hasta ahí había llegado...
Sabía que, morir, tendría que morir allí, pero era mejor morir luchando,
que allí, esperando a que me decapitaran sin poder defenderme.
Gire mis Sables Láser, y miré a todos, desafiante.
- ¡Vamos, venid a por mí! ¡Que alguien se atreva a enfrentarse a mí!
El silencio inundó el lugar.
Todos guardaron silencio, y me miraron exaltados.
- ¡Vamos! ¡Si tan valientes sois, ¿por qué no
dais la cara, uno por uno, en vez de en grupo?! ¡¿A qué esperais?! -
Grité, a viva voz, a todos mis lados.
Nadie se atrevía, hasta que de pronto...
Un grito se escuchó por mi espalda, y me giré de inmediato.
Un Jedi, cubierto por armaduras solamente, se dirigía hacia mí, corriendo, y blandiendo su Sable Láser, de un lado a otro.
De pronto, saltó hacia mí, pero era demasiado débil.
Me
eché hacia atrás para esquivar su ataque, y, con una rápida estocada,
cuando cayó al suelo, introduje mi sable en su pecho, produciéndole la
muerte instantánea.
Me giré hacia los demás, y elevé mi voz.
- ¡¿Alguno más?! ¡Vamos, valientes Caballeros Jedi!
Todo estaba en silencio.
Todos me miraban atentamente, analizándome, y mirando mis gestos.
No
parecía que aquel momento se fuera a acabar nunca, hasta que, de
repente, se empezaron a escuchar murmullos por una parte de aquel
círculo de Jedis.
Los observé atentamente, y entonces, se denotó como el grupo se comenzaba a abrir, dejando paso a alguien.
- ¡Malditos cobardes! - Se escuchó, tras aquel grupo de Jedis.
De pronto, una persona, cubierta por completo con túnicas marrones, hizo acto de presencia.
Elevó su mirada, y miró el grupo... pero a mí no, cosa que me extrañaba.
- ¿Montais todo esto por un simple Sith? Vaya Guardianes de la paz estais hechos... - Dijo, de nuevo, en alto.
Lentamente, elevó su mirada hacia mí.
Yo solo pude verle los ojos, aunque por supuesto, el me vio el rostro por completo... pero algo extraño pasó.
Observé como de pronto, comenzó a abrir los ojos, sorprendido por algo.
- No puede ser... - Susurró.
Me extrañé, y le miré a fondo.
- S... ¿Sílic? - Dijo, elevando su voz, de nuevo.
- ¿Qué? - Dije, confunso.
- Dios... no puede ser...
- ¿Quién eres? - Le dije, extrañado.
- Nos volvemos a encontrar Sílic... ha pasado mucho tiempo... muchísimo...
- ¿De... de qué hablas, quién eres?
Elevó sus brazos, y, con un lento ademán, retiró sus capuchas de la cabeza, dejando al descubierto su rostro.
Le miré la cara, y entonces caí en quién era...
- ¡Dios!, ¡¿Qué haces tú aquí?! - Le dije, exaltado.
- ¡Soy General de las tropas Jedi, y me han enviado para acabar con tu vida... pero no esperaba que fueras tu...!
- ¡Pues aquí me tienes...!
- Mi antiguo Aprendiz... veo que has crecido mucho...
-
Vandir... - Susurré. - ¡Y tu - Dije, elevando la voz -, mi primer
Maestro... sí, nos volvemos a reecontrar, pero esta vez como enemigos!
- Jajajaja, eso parece... pero tu no eres enemigo para mí Sílic... he mejorado mucho.
- ¡Qué incrédulo eres! ¿Te crees que yo no?
- Ah sí, perdona, olvidé que ahora eres un poderoso Guardián del Sith... una persona increíblemente fuerte...
- Más de lo que tu nunca soñarías.
- ¡Comprobémoslo! - Dijo, tomando su Sable Láser. - ¡Que empieze la batalla! - Terminó.
Comenzó a correr hacia mí, ondeando su Sable, y con una expresión de ira en la cara.
De pronto, saltó hacia mí, intentando atacarme.
Rodé hacia la izquierda, y me lenvaté rápidamente.
Elevé mi brazo derecho, y, mediante la Fuerza, le empujé.
Comenzó a rodar por el suelo, pero se levantó rápidamente.
- Ahora te vas a enterar... - Susurró.
De nuevo, se lanzó contra mí, y comenzó a realizarme multitud de cortes.
Empezé a bloquearlos y evadirlos fácilmente, hasta que decidí contraatacar.
Entrechoqué mi Sable Láser con el suyo, y acerqué mi cara a él.
- Ahora te demostraré mi verdadero poder, mi antiguo Maestro. - Le susurré.
Acto seguido, solté el lazo que había entre los dos Sables, me agaché, y con todas mis fuerzas, le golpeé en el estómago.
Luego me volteé hacia atrás, e intenté clavarle mi Sable por la espalda, pero erré en mi intento.
Se movió a tiempo, y me golpeó con el puño en la cara, lo que hizo aumentar mi ira.
Me giré violentamente, y me abalanzé contra él.
Esta vez fui yo el que empezó a atacarle ferozmente con el Sable.
Al
principio, defendía bastante bien mis ataques, pero cuantos más
segundos transcurrían más le costaba, hasta que al final, no pudo más, y
de una elegante estocada, lanzé su Sable por los suelos.
Rápidamente, elevé mi Sable, y lo coloqué pegado a su cuello.
Tragó saliba, y me miró acobardado.
- Que pena... pero irónico a la vez, ¿no crees? - Le dije, riéndome.
- A... ¿a qué te refieres? - Dijo, nervioso.
- El Aprendiz... ha superado al Maestro... aunque eso tampoco era muy difícil... - Dije, riéndome.
Le miré atentamente, y, en cuestión de segundos, mi sonrisa desapareció, dejando paso a mi siguiente acción.
Fruncí el ceño, y elevé mi Sable, para ganar fuerza al realizar mi ataque.
Él cerró los ojos, sabiendo de su final.
- ¡Muere! - Grité, a la vez que hacía descender mi Sable con fiereza... aunque no terminé de hacerlo.
Escuché como comenzaban a cargarse fusiles láser, y una voz que resonó en todo el paraje.
- ¡Alto, o abriremos fuego!
Sin terminar mi ataque, me giré, y observé a mi derecha.
Una
decena de Soldados Clon me estaba apuntando directamente a la cabeza, y
de pronto, una dura patada en el pecho me debilitó, y, mediante la
Fuerza, me arrebataron el Sable.
Todo lo hizo mi antiguo Maestro, el cual ya se había levantando.
- Sílic... debistes matarme cuando pudistes... ¡ahora morirás tu!
Hizo una señal, y, rápidamente, los Soldados Clon volvieron a elevar sus armas, y me apuntaron.
- ¡Abran fue...! - De pronto, mi enemigo fue interrumpido en su orden, pero yo no supe por el que.
Todos
los Jedis elevaron su mirada, dirigiéndola así a lo que hubiera detrás
de mí, en la parte superior, y entonces, lo que ellos habían escuchado
hace unos segundos, llegó por fin a mis oídos.
Unas leves palmadas...
solo unas, pero de pronto, unas segundas las acompañaron, unas terceras
aparecieron al segundo... eran aplausos, así era.
En pocos segundos, resonaba por todo el lugar un fuerte aplauso, lo cual detuvo a los Jedi.
Yo estaba paralizado, y para averiguar que era aquello por fin, me giré lentamente, y elevé mi mirada.
Lo que allí encontré me erizó los pelos de todo el cuerpo.
Una amplia sonrisa se dibujó en mí.
- ¡Bien hecho, Guardián! - Se escuchó, en un gran grito... un grito de Darth Gevura.
De pronto, un gran número de espadas láser comenzaron a prenderse, y la
parte superior de aquel edificio, en donde había acabado con la vida del
traidor, se iluminó por completo de rojo.
Yavin IV estaba allí... había llegado al fin.
Darth Tairon- Mensajes : 2341
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Re: [Roleo Yavin IV + Obtenciones] Encuentros del Pasado. (Revisado)
Fantástico como siempre.
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Davisto- Mensajes : 719
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