[Roleo en Yavin IV]
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[Roleo en Yavin IV]
Introducción:
Para celebrar la legalización oficial del templo Massassi en Yavin IV, decidí hacer una historia completa de mi transformación o metamorfosis de sith a kissai, y mi desarrollo en el templo, anexado de una intrigante historia de secretos que quizá den a conocer más información sobre el pasado de Sorrow Ankh e incluso sobre Ankh en sí. Pido mucha atención a todos los que siguen esta doctrina (Ankh).
Dividí el primer capítulo en dos partes, pues la falta de inspiración me ha tenido bloqueado, espero les guste:
Pasado, parte I:
Sorrow se hallaba en los bastos bosques que ocultaban la base subterránea de Tatooine. Su corazón estaba afligido, y su mente solo producía pensamientos impuros, llenos de cólera, porque el destino le había golpeado fuertemente esta vez.
Había dejado las opacas túnicas para vestir acorazados uniformes; su sable ya no inspiraba grandeza, sino pena. Ya no merecía el respeto del más mínimo y débil ser que la fuerza acogiera.
Los vientos a su vez soplaban fuertemente, haciendo ondular la blanca cabellera del guerrero mientras efímeras saetas cortantes que adornaban el magno paisaje, acompañaban al guerrero en donde solo y afligido se lamentaba.
Algo más le perturbaba, la borrosa imagen de un recuerdo endeble y un sentimiento opaco, algo sobrenatural quizá, o incluso un sueño extraño ahora invadían su mente llena de prejuicios. No, no era nada de eso; jamás había sentido algo así, como si todo a su alrededor muriese de repente y helaran llamas negras, emanando gritos de miseria y sufrimiento. Supo de inmediato que un exponente del lado oscuro le acompañaba. Sus ojos reflejaban histeria, su corazón latía fuertemente y el sudor empezaba a empapar su cuerpo por completo. De entre las hojas una túnica opaca con paso lento aparecía, se podía ver claramente entre la desfachatez de su cabello la blanca sonrisa de un joven de piel pálida y cuerpo delgado. Su cabello era totalmente blanco y sus ojos oscuros y brillantes como el metal.
Sorrow, quien apenas tuvo tiempo de levantarse antes de que el ser oscuro se le acercase, llevó sus torpes manos hacia el sable y sujetándolo con ambas manos lo encendió y lo ondeó , cortando las hojas que a su alrededor caían desnudando los inmensos robles de anciana edad.
Pronto una fuerza superior a la suya, le arrebató el arma que su antiguo maestro le había obsequiado, un sable único forjado con palabras sabias de magos y hechiceros del Sith, sable que sólo podía ser activado por sus manos y que ahora estaba en manos ajenas.
El color rojo iluminó efímeramente el lugar, pues una vez el sable tocó las frías manos del sith, inmediatamente se apagó, quedando aparentemente inútil, este susurró palabras claras que traducían muerte; Sorrow, ¿qué ha pasado? - Preguntaba sonriente el ser oscuro que le atormentaba. Una vez dicho esto, encendió el sable que le había arrebatado con mirada esquizofrénica y fría al mismo tiempo.
- Pensé que éramos amigos, Sorrow Ankh, Hermanos inseparables y ahora me has abandonado. ¿Tan rápido te alejaste de mí?
Así susurraba el sith a los oídos de Sorrow mientras lentamente acercaba el sable a su garganta.
el silencioso guerrero, atemorizado y paralizado aun por la reacción que le había producido el sable cerca a su cuello y que ahora se hallaba encendido en las manos del ser que le asechaba, enmudecía.
Para celebrar la legalización oficial del templo Massassi en Yavin IV, decidí hacer una historia completa de mi transformación o metamorfosis de sith a kissai, y mi desarrollo en el templo, anexado de una intrigante historia de secretos que quizá den a conocer más información sobre el pasado de Sorrow Ankh e incluso sobre Ankh en sí. Pido mucha atención a todos los que siguen esta doctrina (Ankh).
Dividí el primer capítulo en dos partes, pues la falta de inspiración me ha tenido bloqueado, espero les guste:
Pasado, parte I:
Sorrow se hallaba en los bastos bosques que ocultaban la base subterránea de Tatooine. Su corazón estaba afligido, y su mente solo producía pensamientos impuros, llenos de cólera, porque el destino le había golpeado fuertemente esta vez.
Había dejado las opacas túnicas para vestir acorazados uniformes; su sable ya no inspiraba grandeza, sino pena. Ya no merecía el respeto del más mínimo y débil ser que la fuerza acogiera.
Los vientos a su vez soplaban fuertemente, haciendo ondular la blanca cabellera del guerrero mientras efímeras saetas cortantes que adornaban el magno paisaje, acompañaban al guerrero en donde solo y afligido se lamentaba.
Algo más le perturbaba, la borrosa imagen de un recuerdo endeble y un sentimiento opaco, algo sobrenatural quizá, o incluso un sueño extraño ahora invadían su mente llena de prejuicios. No, no era nada de eso; jamás había sentido algo así, como si todo a su alrededor muriese de repente y helaran llamas negras, emanando gritos de miseria y sufrimiento. Supo de inmediato que un exponente del lado oscuro le acompañaba. Sus ojos reflejaban histeria, su corazón latía fuertemente y el sudor empezaba a empapar su cuerpo por completo. De entre las hojas una túnica opaca con paso lento aparecía, se podía ver claramente entre la desfachatez de su cabello la blanca sonrisa de un joven de piel pálida y cuerpo delgado. Su cabello era totalmente blanco y sus ojos oscuros y brillantes como el metal.
Sorrow, quien apenas tuvo tiempo de levantarse antes de que el ser oscuro se le acercase, llevó sus torpes manos hacia el sable y sujetándolo con ambas manos lo encendió y lo ondeó , cortando las hojas que a su alrededor caían desnudando los inmensos robles de anciana edad.
Pronto una fuerza superior a la suya, le arrebató el arma que su antiguo maestro le había obsequiado, un sable único forjado con palabras sabias de magos y hechiceros del Sith, sable que sólo podía ser activado por sus manos y que ahora estaba en manos ajenas.
El color rojo iluminó efímeramente el lugar, pues una vez el sable tocó las frías manos del sith, inmediatamente se apagó, quedando aparentemente inútil, este susurró palabras claras que traducían muerte; Sorrow, ¿qué ha pasado? - Preguntaba sonriente el ser oscuro que le atormentaba. Una vez dicho esto, encendió el sable que le había arrebatado con mirada esquizofrénica y fría al mismo tiempo.
- Pensé que éramos amigos, Sorrow Ankh, Hermanos inseparables y ahora me has abandonado. ¿Tan rápido te alejaste de mí?
Así susurraba el sith a los oídos de Sorrow mientras lentamente acercaba el sable a su garganta.
el silencioso guerrero, atemorizado y paralizado aun por la reacción que le había producido el sable cerca a su cuello y que ahora se hallaba encendido en las manos del ser que le asechaba, enmudecía.
Sorrow Ankh- Mensajes : 319
Fecha de inscripción : 01/10/2011
Localización : Dathomir
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