[Roleo de Cambo de Facción] Krisis

Pierdo el norte, encuentro el sur
Olvido recuerdos, obtengo echos
Paso del pasado, persigo el presente

Un día mas de exilio, un día mas de verguenza, decepción, rabia e impotencia. ¿De que me servía ser  uno de los mejores guerreros de mi raza si no era capaz de protejerlos o llevarlos a la gloria? Tan sólo títulos y recuerdos de dias mejores poseía ya, me encerraba en el pasado glorioso, aunque efímero.

Nadie sabía nada de mi, todos sabian quien era, más no me conocían. Ni siquiera mis hijos, tan sólo mi esposa podría llegar a entender una cuarta parte de mi pensar. Ni siquiera yo sabía lo que tenía claro, ¿Luchar? no, más no, ¿Huir? nunca, ¿Envejecer en un sitio alejado? jamás.

Esta historia comenzó en Ygziir y en Ygziir acabaría. Me levanté de la roca donde meditaba y a mis espaldas observé el templo a Yun'Yammka ya derruido, sólo ruinas quedaban de lo que era la residencia del mejor ejército de aquel entonces. Me interné caminando entre los escombros mientras observaba a mi anfibastón reptar entre estos, y, al caer la noche, mi figura desapareció.

...

Abrí los ojos en mi cama, todo parecía haber sido un sueño, un sueño demasiado extraño. Cada noche soñaba con lo mismo... ¿Por qué?, ¿Por qué tenía sueños con un yuuzhan vong derrotado?, todo esto me sobrepasaba, así que decidí pasar de ello.
Me levanté acercándome a la pila y empapé mi cara de agua con ambas manos. Me quité el viejo trapo que usaba como camisa y poco a poco me fui ajustando la armadura. Al terminar tomé mi casco con mi mano diestra y con la zurda colgué al hombro mi westar. Al salir de la cabaña los tonos azabache y rojizos de mi coraza brillaron como si de una estrella se tratase.

Llevé mi mano a taparme los ojos cuando una nave comenzó a descender delante de mi residencia sin previo aviso, alterando el hábitat de los bosques de Columus. "Otra vez..." pensé al reconocer la nave que aterrizó. Me ajusté el casco deprisa para ocultar mi rostro, aunque con la armadura se reconocía a la perfección quien era, pues esta era única en la galaxia. Una silueta descendió de la nave y se acercó a mi.

- Krisis Skirata, ha pasado tiempo

- No tanto como el que quería, Andrew

- Vamos, es hora de volver a casa