[Roleo de Obtención] Creaciones. [Tragew]

por Vozher Lun Jul 22, 2013 2:52 am

En el azulado cielo de Kashyyyk, se puede ver la silueta del majestuoso Aiwha con un sujeto encima de él, sobrevolando los terrenos. Van a velocidades muy rápidas, y apenas puede respirar, pero le gusta. Asciende con este mismo, estando a una altura altísima, y pasa con facilidad las altas montañas, riendo. Es entonces cuando logra ver, desde esa posición, un agujero entre unos árboles, del cual salen cientos de babosas que apenas pueden arrastrarse. Asqueado, vuelve la vista hacia el frente. Vuelve a descender, en un cambio de velocidad repentino, y se acerca a la superficie, a la altura de las construcciones de los wookies. Las ignora, sin deseo de destruirlas, ya que no es lo que busca, y sigue buscando por los terrenos, paciente. Le ordena a su aiwha que se detenga, dándole algunas palmadas en su lomo. Una vez está mucho mas cerca del suelo, se posiciona, flexionando sus rodillas. Y, salta sin mas, adrenalínico. Cae de pie entre árboles mucho mas pequeños, con su objetivo en vista. Se acerca rápido pero sigiloso, sin perderla de vista. La sigue durante minutos, con espada empuñada. Lo enciende y, estando en el instante preciso, salta ayudado con la Fuerza, cayendo en el lomo de la criatura. Aferrado a ella, mira su cuerpo, analizando la situación y buscando el lugar. Tiene suerte. Clava su espada allí mismo, con suerte de no perforar ningún órgano vital. La otra parte de la espada Sith queda clavada en el suelo y la otra en su cuerpo, frenando su cuerpo con la fricción de la espada. Entonces, la anakkona está desangrándose y se cansa al luchar con la espada, cayendo exhausta en poco. Se acerca lentamente hacia su cabeza, mirándola, y se da cuenta de que todavía tiene energías al verla en movimiento de nuevo. Retrocede unos pasos, atrayendo su espada, y se queda allí, esperando una reacción de ella. No la quiere matar, pero tampoco dejarla escapar sin mas. Vuelve a moverse por los terrenos, intentando perderse entre las hojas. Mientras tanto, el sujeto grita, saltando impulsado por la fuerza. Cae de piernas abiertas en el lomo de su Aiwha, y de una palmada en su lomo comienza a volar por los árboles, esquivándolos con habilidad. Está a unos centímetros de la anakkona, y es su última oportunidad para atraparlo. Va saltar pero antes de hacerlo, distingue entre la espesura del bosque a una figura negra y grotesca, emitiendo varios sonidos. Lo espera, con su espada empuñada, y al estar cerca de él, salta con una pirueta. En el aire, baja su espada hasta la altura de su cuello, decapitándolo. Cae de pie encima de la anakkona, aun con su espada en mano. La clava repetidas veces, ahora con furia, y se detiene al estar a un paso de matarla. Ahora solo tiene que transportarla antes de que muera. Cierra sus ojos por unos segundos y se concentra, iniciando un nuevo proceso. Y, los abre al escuchar pasos en su espalda, que cada vez se convertían en mas y mas. Se gira, hacia los Banthas, y se queda observándolos. Mira a su Aiwha y esta misma comienza a atacar a los banthas, furiosa, hiriéndolos y haciéndolos retroceder. Ríe un poco y se acerca hacia los Banthas, ondeando su espada. La clava en la cabeza de uno de ellos y de esta misma saca su ojo, contemplando la sangre correr entre sus dedos. Guarda el ojo y, ordena a la criatura acorralar a los Banthas por el otro lado. Los Banthas corren en su dirección, acercándose poco a poco. Logra levitar mediante la fuerza a la herida Anakkona y colocarla encima de la estampida de los Banthas que corren, asegurándola. Los mismos Banthas que corren cargan en sus lomos a la anakkona, y poco a poco se van dirigiendo hacia la nave.

Lo que tanto había esperado... estaba por comenzar. Era hora de crear y aprender los secretos del lado oscuro de la fuerza. Tenía que crear un nuevo monstruo.

El mismo joven, de piel blanca como la nieve y los ojos amarillos como el sol, camina entre las cálidas junglas de Drongar con el libro de Alquimia Sith bajo su brazo, en silencio. Apenas se oyen sus pasos y el sonido de la maleza siendo apartada con su mano. Se detiene, al no poder seguir avanzando y, cerrando sus ojos, se concentra lo suficiente para hacer una de las técnicas que manejaba con un poco mas de facilidad. Coloca sus dos puños apretados en su pecho y, alzando la vista hacia el sol que apenas se filtraba entre las hojas, extiende sus brazos de golpe, empujando toda la maleza que tenía a su alrededor. Avanza entonces mucho mas rápido, saliendo al rato de la frondosa jungla. Alza la vista y puede ver entonces la Academia Dark Sith, con una leve sonrisa dibujada en su rostro. Suspira y, aproximándose, saluda con su mano a uno de los guardianes, sonriéndole. Se desliza con rapidez por la fortaleza y llega finalmente al atrío principal, un gran salón que a esas horas estaba vacío. Camina hacia una de las puertas con rapidez, mirando repetidas veces a su alrededor. Posa su mano en la manilla y con un movimiento de muñeca, la abre despacio, evitando el molesto ruido que hacía al abrirla. Pasa al pasillo y la cierra a su espalda, sintiéndose ahora mucho mas tranquilo. Impulsado por la Fuerza, comienza a correr con mas facilidad, recorriéndolo en cosa de segundos y llegando entonces a otro salón, pero con mas conexiones. Sortea las puertas y, al elegir una, la abre con la misma lentitud de antes, con sus ojos cerrados. Tuvo suerte. La cierra de un portazo y camina un poco, viéndose en segundos en la Arena de las Bestias, donde posiblemente, estaría. Mira a su alrededor y entonces, paseándose entre las celdas, se detiene al encontrar lo que quería. Y, mira hacia su otro lado, viendo lo otro que también necesitaba. Su día de suerte. Abre la jaula de la anakkona y luego la del nexu, dejándolos libres tras varias semanas de sufrimiento, soportando las pésimas condiciones de vida, como el hambre y la desesperación. Retrocede unos pasos y se apoya de espaldas en una de las murallas, expectante. El duelo de ambas bestias estaba por comenzar y el que ganase, se convertiría en algo mayor.

Avanza unos pasos hacia el ganador, sonriendo. Pasa su mano por el largo cuerpo de la anakkona y, pasando por encima del cuerpo del nexu, se aproxima a una de las mesas con los utencilios necesarios para lo que iba hacer. Deja el libro encima de este y, toma la daga, mirándola. La vuelve a dejar en su lugar y, agarrando la mesa, se acerca junto a ella hacia la anakkona, que comenzaba a deborar el cuerpo inerte del nexu. Aparta su cuerpo y, mediante la fuerza, logra levitar algunos centímetros a la gran anakkona, forzándola a moverse. La empuja con la fuerza y, una vez está en el suelo, pronuncia unas palabras en idioma desconocido, alzando llamas alrededor de la criatura. No tiene escapatoria al estar en medio de un mar de llamas que poco a poco la va consumiendo y sofocando, pero no quiere quemarla, si no que mantenerla quieta. Toma la daga de la mesa y, avanzando, camina por las llamas confiadamente, cada vez sonriendo mas. Al llegar a su cuerpo, clava la daga con furia en su espalda, rajándola. Hace el mismo procedimiento durante varios minutos, rajándola y clavándola, haciéndole sufrir un dolor inaguantable. Saca la daga y, desocupándose, se para fuera de las llamas, concentrándose. Se gira hacia ella y, dando inicio, alza sus manos hacia ella, apuntándole. Estas mismas comienzan a temblar y derepente, una vez toda la energía y el lado oscuro está concentrado en la criatura, comienza a crear. Poco a poco, mientras el lado oscuro de la fuerza se va haciendo mas intenso, la anakkona va demostrando cambios en su lomo, abriendo algunos orificios. De estos mismos, van formándose lentamente alas, desarrollándose lentamente y saliendo tras un largo proceso. Ahora, está mucho mas cansado y agotado, pero todavía le alcanza. Largos y afilados dientes se forman en la mandíbula, creando varias filas en cada una de estas. Tiene planeado seguir experimentando, pero está demasiado cansado para seguir. Se gira y, tomando el frasco con líquido negro, se acerca nuevamente hacia la bestia, mirándola. Vierte el veneno Sith en ella, vaciándolo completamente. Sufre el último dolor agonizante, y en algunos instantes mas, su piel se ha convertido en una fuerte coraza, algo difícil de penetrar. Su creación, está lista.

Contempla desde lejos a su nueva bestia, riendo de lo macabra que se ve. Abre entonces las demás jaulas de otras anakkonas y observa la nueva lucha que se forma entre las anakkonas normales, y el monstruo que le pertenece. Se atacan entre todas, y todas se ven heridas gravemente, excepto la suya. Les ha ganado facilmente, y eso solo tiene un significado.

+ Anakkona transmutada.

Agradecería que si algo está mal, no cierren tema, y me den tiempo de editarlo.

Gracias.

por Invitado Mar Jul 23, 2013 9:50 am

Gran roleo Andrés, ya volví de mi ausencia!

por Tragew Mar Jul 23, 2013 10:28 pm

Ya te comenté que debías hacer.

Edit: Obtención válida.

por Vozher Miér Jul 24, 2013 12:04 am

Ahora shi

por Lettow Miér Jul 24, 2013 12:48 am

ta pro man, siga asi

por Vozher Sáb Jul 27, 2013 12:50 am

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