[Roleo de Rhelg] Per Aspera Ad Inferi [Relan]
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[Roleo de Rhelg] Per Aspera Ad Inferi [Relan]
Per Aspera Ad Inferi
Ellos habían saqueado mi pueblo, llegaron como jinetes en dragones del lado oscuro, aterrizaron en las fértiles tierras de mi pequeñísima aldea, los dragones gemían como auténticas bestias y su aliento congelaba las casas, las consumía en una especie de líquido gélido que después congelaba a diferencia de otros dragones que generalmente escupían ácido, fuego o químicas; estos eran sumamente aterradores y cuando volaban era como el estruendo de una tormenta, ellos abrasaban la superficie con su frío y desolador hielo, acabando con todos los aldeanos que corrían y salían de sus casas atemorizados, los jinetes que estaban encima de las bestias voladoras, controlándolas, eran sujetos de túnicas negras, sólamente negras y su rostro era irreconocible, se veía como un agujero negro el cual absorbía almas, almas de gente inocente; no había motivo por el cual atacaran, sólo eramos un pueblo dedicado a la agricultura y a la venta de nuestros productos, no le hacíamos daño a nadie, ellos no tenían motivo por el cuál venir, sólo se sentían bien haciendo un genocidio, una masacre, era su razón de vida, asesinar al prójimo, eran seres que ascendían del abismo, del averno o del elíseo. Las historias locales contaban que además del Imperio Sith, existían unos seres de instinto asesino, homicidas por naturaleza y sádicos por cometido, arraigados a las doctrinas del lado oscuro y que venían de los espesos bosques de Vjun, del inhóspito planeta de Almas y del gélido planeta de Odacer-Faustin, todos servían a un oscuro nigromante, un hechicero sin escrúpulos que controlaba el oscuro arte de levantar a los muertos y de maldecir todo a su alrededor con sus hechizos repletos de corrupción, miles de hombres seguían su causa, muchos de ellos estaban corrompidos por la ambición, la codicia y el reverso tenebroso. En ellos vivía la anarquía, el desorden y la aniquilación; cualquier tierra que azotaban se manchaba en frívola muerte, asolada por las sombras, bañadas en la sangre de gente inocente, a pesar de ser un relato que espero que llegue a las manos de otra persona no tengo porque mentirles, estaba aterrado, esos sujetos en su azote maligno infundían terror a todos los pobladores, no sabía si eran espíritus, si estaban muertos o que eran, sólo se les veía la forma y estaban entre sus túnicas, atacaban todo a su paso, lo destruían, lo consumían, ejecutaban a toda persona que estuviera de frente y muchos de ellos devoraban cadáveres; todo cambió, cuando uno de ellos descendió y tocó la plaza central de la aldea agrícola, este era el cabecilla de los devoradores de almas, como decía la leyenda, era el nigromante, el frío y oscuro nigromante. El brujo pisaba los cadáveres bañados en sangre fresca y sus pasos se escuchaban como el abrasador fuego que ardía sobre las casas gracias a la devastación, era seguido por cientos de esos devoradores de almas, todos bajo el aterrador silencio, eran los verdugos que provenían del elíseo, no había ya escapatoria para los residentes de esa zona, estaban condenados a la perdición y la historia escrita por los pobladores, se habría vuelto realidad.Sin más, me oculté en varios escombros con tan sólo un pequeño libro y un bolígrafo bastante viejo cuya tinta aún era ferviente sin embargo en algún momento se acabaría, estaba muy asustado y toda la gente que alguna vez conocí ya estaba muerta, no existía y sus almas en penas eran devoradas por estos sujetos, eran guardadas en sombríos recipientes y los gritos de las almas en tal desesperación recaían dentro de mis oídos, lágrimas bajaban por mis ojos y una fuerte migraña recubría mi cabeza, no pensaba en nada más que en mi muerte, habían logrado lo que querían con su azote, atemorizar a toda la población, pero pensándolo bien, algo más deseaban además de clavarnos en la miseria de la muerte, algo había aquí, otra cosa querían y nada me soltaba de tal superstición. Escuché a los jinetes sobrevolando la zona, los dragones del lado oscuro escupían su gélida baba sobre los establecimientos y los reducían a cenizas, sólo podía escuchar la destrucción y madres llorando por sus crías muertas, mujeres llorando a sus esposos y niños siendo secuestrados por los devoradores, llorando por sus madres y lamentando haber tenido tan mal futuro, ya no existía el presente para ellos, todo se había acabado, intenté correr lo máximo que pude, caí sobre una oleada de cadáveres que yacían tirados en el suelo, bajo este yugo putrefacto, ganas de vomitar me daban y cada vez me sentía peor, atado a tal estupefacto aroma bañado en muerte, tan sólo pensar que era gente que alguna vez fue parte de mi vida, seguí corriendo con mucho cansancio, cada vez me apresuraba más y veía como el pueblo se desplomaba rápidamente. Me metí en un pequeño mercado, las ventanas estaban rotas, la tecnología no funcionaba, los hangares estaban destrozados, las naves averiadas y los guardias republicanos estaban todos muertos, decapitados, con sus extremidades amputadas, crucificados o colgados de las farolas de iluminación. Entré al mercado por la puerta, todo estaba oscuro y las paredes estaban con sangre adherida, esta vez coagulada y no fresca, olía horrible, el lugar estaba áspero y una densa neblina rodeaba los interiores; allí presencié uno de los peores actos de mi vida, la ejecución de una mujer, recordarlo me trae migrañas, era tan joven, su cabello era marrón, sus ojos eran azules y me veían con desesperación, con pena y con ganas de segregar miles de lágrimas, la mujer murió por ejecución, su cabeza salió disparada al tener contacto con la hoja de acero que blandía ese devorador, tras ejecutarla, empezó a reírse de forma macabra y me miró a los ojos, sólo pude ver su sonrisa y sus ojos de color rojo. Yo me quedé pálido, soltaba lágrimas y me pegué a la pared de acero con investidura plástica donde sentía la sangre en mi espalda y al mismo tiempo que el sujeto intentó matarme, aparecieron otros tres, el que estaba en el medio de esos dos, era sombrío, sus ojos eran amarillos y su cuerpo era esquelético, su sonrisa era amplia, esbozó la sonrisa un largo tiempo hasta que movió su dedo hacia mi y me señaló, violentamente, diría yo. Los hombres se acercaron a mi y empezaron a golpearme, realmente no recuerdo bien lo que sucedió, estuve consciente varios segundos, sentí unas cuerdas a mi alrededor y caí inconsciente.
Intentaba escapar pero los sujetos me tenían amordazado y me golpeaban cada vez que hacía algo brusco, mi cabeza sangraba y chorros tocaban el suelo, muchas veces goteando, me resbalaba cuando los sujetos me llevaban por los brazos con mi propia sangre, mi sangre se tornaba cada vez más oscura y cuando alzaba la cabeza, echando mis ojos hacia el nigromante, mi cabeza empezaba a dar cada vez más vueltas, por alguna razón no podía verla, tenía que echar la mirada hacia abajo, tenía aún mi libro y mi bolígrafo, los sujetos tenían una apariencia horrible, me echaron a una especie de cárcel (o algo así lo consideraban) en el calabozo de la guardia republicana, ya con esto presencié que la seguridad toda fue asesinada y que el pueblo había sido tomado, no habían comunicaciones ni nada y los exploradores habían sido asesinados, me di cuenta de esto cuando vi la celda donde se me insertó, estaban muertos todos. Las voces de los acólitos al nigromante se escuchaban al otro lado, en una especie de ritual o misa ocultista, su religión era muy extraña y en mi tiempo como escritor nunca escuché algo similar ni siquiera en los Sith comunes y corrientes, porque estos sujetos son muy brutales y viven del exterminio como fuente enérgica, son asquerosos y no es normal lo que estoy viendo, a mi alrededor los cadáveres están repletos de mordiscos y heridas graves cosa que no parece de un dragón, es humana, humanoide o de todo lo que tenga dentadura de ese tamaño. Estaba muy horrorizado con estos acontecimientos en mi celda sólo veía hacia la puerta para que nadie pasara, no quería que ninguno me hiciera algo o volverme una víctima de ellos, la verdad, estos seres no deberían tener vida, no sé si estén vivos, pero nada así puede existir, son demonios, espíritus, entes malignos, no tienen piedad, compasión, no tienen clemencia ni respeto hacia la vida, destruyen todo a su paso y poco le importa la naturaleza, prefieren destruirla antes que preservarla. Escuché la puerta, ahí entraron varios sujetos con túnicas de colores rojizos y al frente estaba el nigromante, se bajó su capucha y su rostro era imposible de definir, podía ver miles de personas ahí, miles de almas o de entes espirituales, no tenía un rostro definido; podía ver la muerte, el castigo, el dolor, la ira, el odio, la ambición, la codicia, los deseos sádicos y malignos, era horrible lo que divisaba ahí, no podía evitar verlo o algo así causaba en mi el nigromante, su piel estaba putrefacta y los acólitos de colores rojizos bajaron sus capuchas y cada uno tenía rostros esqueléticos y putrefactos, se inclinaron con la mirada hacia el suelo y el nigromante recitó una serie de palabras, las palabras interferían en mi oído, luego en mi cabeza, no podía moverme y me parece que estaba a punto de morir, pero por suerte sólo fue un dolor pasajero, me siento mejor tras la ida de esos sujetos de ahí pero siento que mi piel está en necrosis, la he visto negra horas después del "raro" ritual que hacían los Sith, ya era de noche y no sentía mi cuerpo, me vi en un vidrio y mi rostro era horrible, sentía cada vez más dolor y sobresalían estructuras óseas de mi cuerpo, creí que iba a morir, seguiré escribiendo cuando tenga fuerzas, no puedo continuar con tal dolor infernal.
Per Aspera Ad Inferi [...]
- Spoiler:
- Es un relato en primera persona de un civil que va escribiendo su experiencia en un pueblo que es azotado por la pestilencia de los Sith de Rhelg, es prisionero y sigue en cautiverio siendo parte de experimentos y rituales a duras penas pudiendo escribir pero contando su terrible y cruenta historia. Lo iré continuando.
Última edición por Darth Irek el Mar Oct 15, 2013 5:08 pm, editado 1 vez
Invitado- Invitado
Re: [Roleo de Rhelg] Per Aspera Ad Inferi [Relan]
En serio se ve bueno lo empezare a leer, espero sus consejos. Mailor
Fitsen- Mensajes : 80
Fecha de inscripción : 23/10/2012
Re: [Roleo de Rhelg] Per Aspera Ad Inferi [Relan]
"Los hombres se acercaron a mi y empezaron a golpearme"
El amorsh.. <3
Si sigue el relato así vere Gore en su esplendor..
Buen Relato estimado, recuerda no ser tan duro con tus relatos (Hay menores de edad que leen esto o eso dicen...)
El amorsh.. <3
Si sigue el relato así vere Gore en su esplendor..
Buen Relato estimado, recuerda no ser tan duro con tus relatos (Hay menores de edad que leen esto o eso dicen...)
Relan- Mensajes : 1758
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 32
Localización : Pekin, China
Re: [Roleo de Rhelg] Per Aspera Ad Inferi [Relan]
Relan escribió:"Los hombres se acercaron a mi y empezaron a golpearme"
El amorsh.. <3
Si sigue el relato así vere Gore en su esplendor..
Buen Relato estimado, recuerda no ser tan duro con tus relatos (Hay menores de edad que leen esto o eso dicen...)
Sigue siendo igual de duro, que me encantan tus roleos asi
Vozher- Mensajes : 868
Fecha de inscripción : 29/07/2012
Localización : Chile
Darth Plagueis- Mensajes : 1410
Fecha de inscripción : 05/02/2012
Re: [Roleo de Rhelg] Per Aspera Ad Inferi [Relan]
Lo seguiré continuando en la actual línea de tiempo como Rhelg. Hoy si es posible será terminado dicho roleo.
Un saludo.
Un saludo.
Invitado- Invitado
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