[Roleo Plympto] Relatos de un aprendiz.

''Saludos, joven viajero. Debo decir que no es de buena educación hurgar en las cosas de los demás, pero, ya que estás leyendo mi diario, me presentaré como es debido. Mi nombre es Anmad, Anmad Bulq. Soy el hijo de el célebre guardián Anhiler Bulq. Y aunque tan solo soy un simple aprendiz, y bueno, mi historia no es cosa importante, sabía que algún día alguien vería mi diario y se interesaría por mis hazañas y las de mis hermanos Dark Sith. Ese es el objetivo de este diario que tú ahora mismo estás leyendo.''


El aprendiz paró de escribir. Tragó algo de saliva y pensó en la continuación.


''Mi historia nunca fue que digamos normal, para nada. Yo me crié en los lugares más salvajes de Plympto. Mi única compañía era la naturaleza y sus suaves sonidos que son como música para los oídos. Hasta que un día encontré mi lugar. Fue él, Anhiler Bulq. Él me sacó de esos salvajes lugares, y me llevó a un recóndito templo situado en éste planeta. Al llegar, todos me recibieron con una cálida sonrisa. He notado una gran cantidad de midiclorianos en su interior. Este chico es increible. Les dijo Anhiler a todos. Todo era perfecto.
Fui instruido duramente allí, tanto en el manejo de mi sable como en el control de los midiclorianos.
Entonces llegó el día en el que ascendí. Tras un intenso exámen de combate, fui ascendido a Aprendiz. Se me otorgó mi primer sable, y se me informó sobre las estrategias de combate. Pero no todo era luchar y matar. También debía aprender a respetar a mis hermanos, a cuidarlos y tratarlos por igual.''


Entonces tomó otra pequeña pausa. Metió la pluma en el tintero y continuó escribiendo.
Sin avisar apareció en la habitación el Guardián Anhiler. Este entró a hurtadillas, y suavemente apoyó mi mano sobre mi hombro.

- ¿Qué es lo que haces? -Le preguntó al aprendiz.
- Eh .. uh .. nada. Simplemente hacía un diario para que el que lo encuentre, supiera como era la vida en nuestra época. Además de verlo con mis amigos para recordar viejos tiempos cuando ya sea anciano. -Le respondió éste.
- Es una buena idea. Continúa entonces, y, siento haberte interrumpido. - Se excusó el guardián.
- Gracias, y no importa. Adiós padre. - Respondió mientras cogía la pluma de nuevo.


El guardián salió de la habitación. Era ya muy tarde, el joven aprendiz ya estaba bostezando. Los párpados le pesaban y la cabeza se tambaleaba de vez en cuando. Entonces decidió cerrar el diario y acostarse. Ya seguiré mañana. Pensó.

Está verdaderamente muy bueno, me gustó el sentido que le tomaste a la historia, y como fue. La verdad que te felicito.

Felicidades Anmad me encantó tu diaro, la historia muy original, la manera de narrar, me encanto cuando parabas de escribir y tragabas saliba, bueno en resumen sigue así.

Van (ferran23Funny)

Muy bueno, sigue así joven aprendiz jaja

Esta bueno, aunque te matare.

Plympto - Una cálida mañana.

Ya amaneció. Se oía un revuelto por los interiores de la academia además de un continuo murmuro, como si estuvieran nerviosos.
Entonces noté como alguien entraba en mi habitación. Entrecerré mis ojos de modo que era imposible notar que estaba despierto, y entonces vi a mi padre, el Guardián Anhiler. Tenía una gran cara de preocupación, y entonces empezó a gritar.


- ¡Anmad, Anmad, despierta! -Gritó.


Abrí los ojos lentamente, y bostecé falsamente haciéndome el dormido. Le miré a los ojos y comencé a hablar.


- ¿Qué es lo que pasa padre?, ¿cuál es el motivo de tanta preocupación? -Le pregunté.
- El motivo es que atacan el planeta. Vistete rápido, vas a luchar. -Me contestó.


Entonces dejé de fingir, y me levanté de mi cama de un salto. Me puse mi túnica, y agarré mi puñado de sables. Le miré a los ojos bastante decidido, inspirando confianza. Salimos del templo y nos dirigimos a la zona del combate.
Múltiples disparos y explosiones eran la banda sonora. El suelo temblaba bajo nuestros pies, y la vegetación ardía. Entonces me dirigí hacia la zona donde se concentraban la mayor parte de los disparos.
Los droides de combate me dispararon a bocajarro. Pero yo, reflejé todos sus disparos agilmente.



Tras derrotar a los droides, vi como un gran grupo de imperiales se dirigían al interior del templo. Estaban disparando a sus grandes columnas intentando tirarlo. Entonces comencé a correr mediante la fuerza. Los imperiales me esperaban armados, y al llegar, empezaron a dispararme en ráfagas. Entonces, mientras esquivaba todos sus disparos, comencé a concentrar una gran cantidad de midiclorianos que rápidamente expulsé en forma de un gran empujón de la fuerza.



Los imperiales salieron disparados en todas las direcciones, empotrándose violentamente con las paredes y columnas del templo.


- Ha sido fácil .. -Murmuré.


Entonces sentí que alguien me seguía. Me giré bruscamente, y pude observar su roja armadura. Era un miembro de la guardia imperial, y estaba ya preparado para asentarme un corte.



Rápidamente di una voltereta hacia atrás, apoyando mis manos en el suelo, de forma que esquivé su ataque. Mientras hacía esto, comencé a concentrar midiclorianos en las palmas de mis manos, y formé una gran bola de fuerza que lancé contra él. Esta le golpeó bruscamente, y salió disparado hacia atrás. Al verlo, corrí rápidamente hacia él, dándole el golpe que acabaría con el guardia.

Al salir del templo, vi que los disparos habían cesado. La lucha había terminado, y todos los dark sith se habían reunido para celebrar la victoria en el combate. Ninguno de nuestros hermanos había caído en la batalla, y eso nos alegraba a todos.


- Me alegro de que estés bien, hijo mío ... -Dijo el Guardián Anhiler.
- Yo también, padre. Me alegro de que estés bien.


Todos volvieron al templo para celebrar lo ocurrido. A mi no me gustaban mucho este tipo de ceremonias, así que decidí ir a mi cuarto y terminar de escribir mi diario. Cogí pluma y tintero y comencé a escribir lo ocurrido.

''Y así fue, como salvamos nuestro hogar ...''.


/Y .. fin.