[Roleo - Zonama Sekot] [RealHawk] - Relatos [Aequans]

Unos pasos se escuchaban retumbar por el interior del templo del Zonama Sekot, yo y el guerrero Vosperg nos encontrábamos caminando hacia las afueras del lugar. En el áspero planeta de Zonama Sekot había unos molestos Yuuzhan Vong que desde hace unos días asediaban el templo, esperando a los grupos de aprendices en la salida de las misiones para interceptarlos. En eso un día, mi hermano Vosperg y yo, nos hicimos pasar por aprendices, estábamos dispuestos a acabar con esos estúpidos Yuuzhan Vong que solo se dedicaban a molestar. Salimos del templo acompañados de demás aprendices, pero no habían aparecido aún. Al parecer hoy nos tenían preparado algo más grande. Cuando llegamos a los caminos dirección a la selva, empezamos a notar algo fuera de lo normal, lo que nos alteró. Los demás aprendices solo charlaban y se preguntaban que hacíamos nosotros ahí.

Debemos ser sutiles. - Le dije a Vosperg, el cual de inmediato asintió.



Todo parecía muy corriente hasta que de repente apareció alguien en el camino. Nosotros con descaro, empezamos a disimular, esperando que sucediera algo. Los aprendices encendieron sus sables láser, mientras que un Yuuzhan Vong apareció entre los matorrales por sorpresa, acabando con la vida de uno de los aprendices. Fue ahí cuando Vosperg y yo deslizamos nuestros sables láser y atacamos al Yuuzhan Vong rápidamente. Logramos obligarle a retraerse pero pronto aparecerían más Yuuzhan Vong. Empezamos a pelear con ellos, mientras que aquella misteriosa preséncia seguía allí mirando a los seguidores encapuchados. Eso si era más sospechoso ya que sentía una fuerza oscura en él. Algo aquí empezaba a no cuadrar. Tal vez era un Sith, pero que hacia un Sith apoyado por los Yuuzhan Vong. Era algo realmente incoherente. Cuando terminamos de matar al último Yuuzhan Vong nos quedamos mirando a aquel ente. Obligamos a los aprendices a quedarse detrás de nosotros, esperando algo.

Nos están siguiendo, cubriros. - Dije yo exaltado debido a la peligrosidad que suponía.

El Sith deslizó un sable láser, mientras comenzó a caminar hacia nosotros. Encendió el rojizo sable láser, que al parecer era un sable dual. Se trataba de un Sith bastante peligroso que merodeaba por allí en busca de materiales tal vez. Vosperg se lanzó hacia el Sith, pero lo atrapó en una espiral de rayos que lo mandó a volar lejos. Sabía que no era buena idea atacar por separados. Ya solo quedaba yo y los aprendices, Vosperg necesitaba recuperarse. El Sith sin embargo se alejó de mi, realizando una mueca la cual me quería decir que fuera detrás de él. Comencé a caminar detrás de él, aún con el sable, lanzando preguntas al aire las cuales parecía ignorar y no responder.

No piensas responderme al parecer. - Dije yo sabiendo que tenía razón.

El Sith seguía avanzando sin decir ni una mínima palabra adentrándose entonces en lo más profundo del bosque. Allí logré visualizar antiguas runas con raras inscripciones. El Sith comenzó a murmurar algo, y de repente una puerta se abrió entre las runas. El Sith esperaba que entrase primero, por lo cual entré, vigilando mis epaldas cuidadosamente.

Atacaré cuando menos se lo espere, no me fío de él. - Pensé yo indeciso.

Nos adentramos más al fondo de aquellas ruinas, llegando a una sala donde observé un gran destello. Donde el lado oscuro de la fuerza se había potenciado increíblemente al estar allí adentro. El Sith empezó a dar unos pasos alrededor de mi persona esbozando una sonrisa sádica en su rostro lo cual me produjo aún una sensación más incómoda de la que tenía. Mi sable cayó al suelo, mientras aquella extraña aura de poder rodeaba mi cuerpo.