[Yavin IV] Sombría Búsqueda

por Invitado Mar Feb 07, 2012 9:14 pm

Korriban, oscuro planeta de los Sith conocido como Pesegam durante el reinado de Xim, fue el único planeta en el sistema de Horuset , situado al otro lado de la galaxia de Koros Major. Era el mundo natal de los especie sith y un planeta sagrado para la Orden Sith , que alberga las tumbas de muchos antiguos y poderosos Señores Oscuros de los Sith , y que contiene una inmensa lado oscuro poder. Después de la Oscuridad de los Cien años , el resto de los Jedi Oscuros se cruzaron con la especie sith y gobernó los Sith utilizando sus poderes de la Fuerza. Después de la Gran Guerra Hiperespacial, Korriban fue abandonada y se convirtió en un mundo estéril. Era el sitio de una Academia Sith, y se convirtió en la sede de la Orden Sith. Estaba cerca de Bosthirda y se encuentra en la Bhelfia Nache y Kamat Krote líneas hiperespaciales. Durante milenios fue la Capital del Imperio Sith y el principal hogar o sede de los Sith. El Imperio Sith fundado en 6.900 ABY por los Jedis oscuros hasta el día de hoy sigue en pie con más fuerza que a pesar de sus derrumbes siempre recuperó sus fuerzas como la potencia imperial que ahora es y fue. Bajo el manto de magia Sith, este desolado mundo se convirtió más infernal y peligroso. Los Señores Sith erigieron gigantescos palacios y complejos funerarios en honor a sus Señores Oscuros. Alrededor de 5.000 ABY , el planeta se convirtió en un punto final de la recién formada Daragon Camino carril de hiperespacio, cuando fue descubierta por Gav y Jori Daragon. Este hecho provocó la Gran Guerra Hiperespacial . Después de la caída del Imperio Sith, el planeta perdió mucha de su importancia en la galaxia , con el tiempo desapareció de los mapas celestes durante miles de años. A pesar de la creencia de los Sith como una especie se extinguió después de la final de la guerra, los enclaves aislados de Kissai y massassi existido en el planeta más de un milenio después de la caída de su imperio.

¡Oh! Sagrada Korriban, mundo de tesorería, joyería y poderosas reliquias Sith ¡Venid todas a mi! Yo os buscaré y os obtendré hasta que el poder sobresalga de mis venas como rojizos glóbulos sanguíneos de la dermis, tengo muchos enemigos, muchas amenazas me esperan pero no tengo miedo y es algo que conforma mi poderío y me hace cantar victoria de una vez por todas... Yo simplemente bendecí mi bastón, agarré mi bolso, me colgué mi Espada Sith, me intercalé mi armadura nuevamente, salí de la sala sacramental por el acceso hasta llegar al hangar y ahí me subí a mi nave para iniciar mi nueva travesía que esta vez beneficiaría al máximo mi poderío y las umbrías estremecerían a la Orden Jedi como la presencia del lado oscuro de la fuerza ordenó en mi mente, yo era un esclavo de ella y sólo debía derramar sangre si esta me lo pedía, pero me tendría que beneficiar siendo su mismo esclavo...

Dakhan aterrizó en pleno terreno árido en el mismísimo centro del desierto a pocos kilómetros del famoso Oasis de Korriban con extensiones fluviales y algunos ríos como diques secos a su alrededor y grandes ruinas de la Antigua Korriban. Dakhan se levantó de la silla de mando, la gran compuerta de la nave de carga se abrió y salió de ahí bajando por un tren de aterrizaje recién desplegado por el personal de pilotaje de la nave. Dakhan se veía tan confiado de su éxito, de que obtendría la tesorería y de que saldría victorioso de Korriban a Yavin IV como el héroe que todos sus inferiores creían o al menos así le aclamaban como un gran líder y miembro del Imperio Sith. Sus pasos en la arena resonaban por el peso de su armadura y su túnica se desplegaba de su armadura por la fuerza del viento, su visor soltaba un brillo rojo y en su mano izquierda tenía unos prismáticos que le permitían ver todo lo que sucedía a los lejos, caminaba algo sediento por el terreno árido desplazándose por la espesura del desierto y por algunas ruinas aparcadas en plena zona árida como si nada, las ruinas eran un reto por la dificultad de caminar sobre ellas y hacerse un camino en el Desierto de Korriban. ¡Era el principal rival de un aventurero! En la Antigüedad los investigadores Jedi creían que el mismísimo Desierto de Korriban cobraba vida y simplemente ponía ruinas y mataba a sus aventureros, pero era sólo un mito ¡Véase la estupidez de cada Investigador Jedi! Por la mente de Dakhan pasaba este mito, esbozó una gran sonrisa y se empezó a reír de forma macabra entre su máscara. El llegó a una torre de vigía que estaba al lado de unas estacas de madera enterradas y adheridas a lo que quedaba de suelo fértil fuera de la zona desiértica, ahí Dakhan se acercó y vió que había un Soldado Sith custodiando la ambientación, este visualizó a Dakhan y bajó por las escaleras de la misma torre de seguridad con su Rifle Bláster en ambas manos y con su casco puesto, este se acercó y le habló a Dakhan con algo de desprecio ¿Y usted es...? ―le preguntó el infante― entonces Dakhan le miró fijamente a los ojos y le colocó sus manos sobre su cuello, apretándole y estrangulándolo con mucha fuerza. Finalmente el Soldado Sith murió de la nada, dejando la torre de vigía completamente vacía ¡Con respeto, imbécil! ―le gritaba con mucho desprecio al cadáver― Tras hacer todo esto descolgó de su cinturón sus prismáticos, se los colocó a la altura de sus ojos y empezó a visualizar el otro lado del establecimiento, aumentándole en algunos casos el Zoom y también retirándolo para posponer la calidad de visión. Duró varios minutos viendo la situación, hasta que notó que había un Lagarto grisáceo, cuando aumentó el Zoom se dió cuenta que era un enigmático, temible y poderoso Dragón Hssiss del lado oscuro de la fuerza lo que generalmente no sería bueno. La muñequera derecha de Dakhan sonó haciendo un chirrido espantoso muy tecnológico. Tras revisar su comunicador, tenía un mensaje encriptado proveniente de Yavin IV, el lo visualizó un momento y lo leyó murmurando: ―Habrá una gran tormenta en Korriban al anochecer, será mejor que te apresures― Dakhan se percató de esto por lo que pasó por su mente una visión de la gran tormenta que se aproximaba y nuevamente volvió a la consciencia, cerró la pequeña compuerta de su comunicador GPS, levitó el cadáver del Soldado Sith y lo lanzó violentamente en contra del Dragón Hssiss de forma brusca, luego empezó a correr con la fuerza hasta la posición del dragón del lado oscuro y deslizó su Espada Sith violentamente, clavándola contra una de sus patas, tras esto saltó a su columna vertebral por lo que la criatura gritaba fuertemente lanzando infinidades de materia oscura de su boca como si fuera fuego. Dakhan clavó su espada sobre la espalda de la criatura y se colgó de su cuello, lanzando un disco de la muñequera izquierda de su Lanvarok en contra la nuca de la criatura después de saltar, esto le decapitaría rápidamente. Vió caer a la criatura y desclavó su Espada Sith violentamente, colgándosela a su espalda, la criatura soltaba cantidades de su veneno en vez de sangre, ya había muerto. Dakhan siguió caminando por el camino pedregoso mirando a cada lado en busca de cualquier amenaza, que en pocas palabras eran poca cosa para el poderío que había obtenido.

Los pensamientos retumbaban la cabeza de Dakhan mientras seguía caminando por el camino pedregoso como si nada, revisaba también su comunicador en busca de cualquier señal y se guiaba por el mapa que había en este, ya que el mismo se encontraba perdido. El Desierto de Korriban era demasiado grande, ancho y extenso como para ir por un sólo camino perfecto. Tras caminar varios minutos, delante de él empezaron a salir extensiones de agua seguramente conectaban con el antiguo riego de la Vieja Ciudad Sith, al otro lado estarían las tumbas. Caminó durante una hora, hasta que finalmente llegó a lo que parecía un cementerio con un gran Mausoleo al frente, deslizaba su Espada Sith por que esto era señal de la antigua masacre que llevó a cabo el Imperio Sith con sus mismos Zombies de Korriban, esto no le sonaba bien por que sería un camino difícil para llegar a las Tumbas que este buscaba. Cuando pisó la primera piedra del cementerio de este se levantó un centenar de cadáveres que sobresalían del terreno árido como si fueran agua, cada uno con distintas armaduras y con arena del entorno sobre su cuerpo, se veían horrendos y espantosos, eran para tenerles miedo. Los no-muertos se armaron y empezaron a gritar de desesperación, trataban de ahuyentar a Dakhan como si fuera un individuo cualquiera, este simplemente de su espalda descolgó su bastón de forma violenta y empezó a deslizarlo con una agilidad inigualable y con una destreza que demostraba poderío a cualquiera. Sin más, adherió el Bastón al suelo y empezó a recitar unas cuantas frases acompañadas de un cántico, del suelo sobresalieron varias cadenas que empezaron a agarrar a cada no-muerto y destrozándole, reduciéndoles nada más a simples huesos y polvo, los apretaban y estos morían por la presión. Dakhan reía de forma macabra viendo como este era superior y les superaba en poderío y los no-muertos no podrían hacer nada en su contra. Cantidades de sangre sobresalían de cada cadáver y volaban por toda la zona y los cuerpos chorreaban cantidades de sangre, la putrefacción era elevada y el aroma estaba por toda la zona, esto podía provocar náuseas y vómitos a cualquiera. ¡Era horrible! con sólo ver la masacre que estaba haciendo Dakhan con su uso de la hechicería a miles de cadáveres revividos por un virus creado a base de Alquimia Sith. Con esto demostraba que ningún virus, nigromante o hechicero era rival para él, para el poder del lado oscuro y de un sombrío sith que busca todos los secretos del reverso tenebroso y estudia diariamente cada rama con intensidad. ¡Nadie! pero absolutamente nadie podía vencerle, se sentía tan exitoso su moral también afectaba en su poder, lo hacía más poderoso aún y lo mantenía vivo. Sus ganas de hacerse tan poderoso y vencer a la Orden Jedi de una vez por todas, exterminarla sin piedad alguna sin embargo debía beneficiarse. ¡Pasó una hora! Las hordas de no-muertos habían vuelto al inframundo todos muertos por el hechizo de Dakhan. Los devolvió a su muerte y rompió el hechizo que les mantenía con vida, Dakhan tan feliz de su éxito, siguió caminando ignorando las oleadas pulverizadas de cadáveres y de restos como la sangre y los mosquitos que estaban en la zona tratando de devorar cadáveres.

Pasó el camino pedregoso el cual resonaba a muerte, se encontraban cadáveres fácilmente, ejecutados, cadáveres clavados a estacas y algunos que yacían vivos gritaban de dolor, otros eran comidos por los insectos. ¡Un espanto! que le causaba asombro a Dakhan la brutalidad que seguía habiendo en el Imperio Sith no le seguía pareciendo muy asombroso ya que estos actos de brutalidad siempre los han hecho los Merodeadores Sith sobre todo en el mismo Planeta Korriban para lucir su poderío y sus habilidades con el sable láser. Dakhan, se encontraba a pocos kilómetros del Sepulcro de Ludo Kressh, era el objetivo a donde se dirigía y el punto de encuentro donde su nave de carga se estacionaría para extraerlo, ahí buscaría el holocron que tanto deseaba, el poderoso artefacto que mostraba las enseñanzas de un verdadero Sith. Una gran muralla cubría por todos los extremos al Sepulcro Sith y esta tenía una gran puerta al frente de oro, se encontraba cerrada y asegurada. Al parecer el arquitecto no quería que nadie profanara el lugar. Dakhan presionó el botón de su comunicador y llamó ¡Vengan acá, escorias! ―gritó fuertemente y de forma apresurada― Entonces Dakhan envió las coordenadas de la puerta, que era el objetivo en este caso la gran y poderosa puerta blindada en varios materiales ordenada en lujoso oro de 24 quilates. Entonces al instante llegó la gran nave la cuál sacó un láser de destrucción masiva, lo desplegó por completo y apuntó hacia la gran muralla. Dakhan movió su mano señalando a la puerta, el operador del láser con solo ver la señal no esperó para destrozar la puerta, disparo el gran cañón y la destrozó reduciéndola a ruinas y cenizas. Dakhan levitó los escombros y los lanzó al otro lado rápidamente, caminó por la muralla agujereada y entró con lentitud, se encontró con el Sepulcro Sith de Ludo Kressh donde posiblemente estaría el Holocron Sith. Descolgó su Espada Sith de su espalda, la empuñó y pasó por el Sepulcro. Era una zona demasiado amplia, tenía varios accesos pero el objetivo estaba en el pasillo principal, sólo tenía que bajar a las catacumbas, pasar la cámara falsa y entrar a la cámara de Ludo Kressh. Al pisar el pasillo, los cadáveres que yacían en el suelo se levantaron, en total eran unos cuatro, su apariencia era horrenda y combinaba demasiado con el entorno principalmente por el color de sus huesos, los restos de carne que estaban en sus huesos, el óxido que yacía en su cuerpo, las armaduras rotas y restos de tela como también su rancio y putrefacto olor corporal. Estos se levantaron armándose con las mazas, hachas, lanzas del suelo y se posicionaron en combate para asesinar a Dakhan al ver que era una amenaza en el Templo Sith. ¿Creen que pueden vencer a un nigromante? ―se preguntó tras reirse― Los no-muertos le miraron con muchísimo desprecio, se notaba la rabia en lo que quedaba de sus ojos, rugieron fuertemente y se abalanzaron en contra de Dakhan. Este reaccionó velozmente cortándole la cabeza al que se aproximaba a él, al voltearse bloquea con su Espada Sith las lanzas y hachas, lanzando más de una al suelo se volteó nuevamente pateando el pecho de un no-muerto, clavándole la espada en su abdomen y cortándole la cabeza también. A los dos restantes los fulminó a cortes de forma veloz, reduciéndolos a restos de huesos mientras que clavó su Espada Sith al que sobrevivió. Ya muertos, decidió colgarse su Espada Sith nuevamente y seguir caminando por el oscuro acceso del pasillo principal

Tras varios minutos de caminar por el acceso, llegó a una habitación que al otro lado tenía unas escaleras a un subterráneo, pero no fue esto lo que le llamó la atención. Cuando entró habían varios sujetos con túnicas alrededor de un círculo con una Espada Sith, en efecto eran hechiceros miembros de alguna secta, el se escondió tras uno de los estantes y observó lo que trataban de hacer. ¡Queridos hermanos estamos todos hoy reunidos para la resurreción, la búsqueda de la perfección interior! ¡La colaboración es nuestro deber! ¡Para que hagamos esto de un lugar respetable! ¡Yo soy el buen Sith, el que conoce a los demás y ellos me conocen a mi! ¡El conocedor del poder! ―decía uno de los sectarios que al parecer encabezaba el grupo― Dakhan vió que querían hacer una clase de ritual, quizás para revivir a Kressh este sacó su Espada Sith nuevamente y pateó la estantería haciendo que caiga encima de uno de los sujetos en túnica, luego corrió velozmente saltando contra uno de ellos clavándole su Espada Sith en el mismísimo corazón, en este caso el pecho. Se movió velozmente a la izquierda, cortándole la cabeza a sectario que iba a atacarle mientras que le apuntó al cuello al líder y este pidió misericordia ¡Por favor! ¡No me asesines! ―decía el sujeto muy asustado― entonces Dakhan le miró a los ojos y le preguntó ]i]¿Qué intentabas hacer? ―le preguntó con seriedad―[/i] ¡Sólo intentaba revivir a mi señor! ―exclamó mirándole a los ojos― ¿O sólo tratabas de robar el holocron? ―le preguntó nuevamente― entonces el sujeto se asustó y dejó de mirarle fijamente, quedándose callado. Dakhan asintió a lo que dijo y le cortó la cabeza sin piedad alguna, viendo como caía de su cuello e impactaba con el suelo, pateó el pecho del cadáver y le pisó lo que sobraba de cuello, el suelo se llenaba de sangre por la decapitación rápida. Dakhan empezó a reirse de forma macabra por lo que hizo con el cadáver, al parecer le causaba demasiada gracia cuando asesinaba a alguien, tras hacer esto desclavó la Espada Sith del círculo y la dejó en el suelo, siguió por el acceso hasta ver una escalera subterránea. La observó seguidamente, no confiaba en que ese fuera el camino, se quedaba pensativo, muy pensativo hasta que la visualizó bien y decidió bajar pisando cada escalón lenta y cuidadosamente observando a los lados en busca de cualquier peligro. Por su mente retumbaban pensamientos y visiones sobre Ludo Kressh, esto le atormentaba completamente, no lo hacía parecer sano, su mente en realidad no estaba nada despejada. Se recostó de la pared al verse atormentado por sus memorias, golpeaba su cabeza de la pared también. Hasta que su mente se despejó nuevamente y terminó de recostarse, colocó sus pies firmemente y siguió bajando las escaleras sin miedo alguno. Llegó hasta la cámara falsa del Sepulcro Sith y ahí se encontró a dos accesos a la izquierda y otro a la derecha, se quedó pensativo por un momento cuando apareció un sujeto de túnicas grisáceas con ondas púrpuras, este descolgó una especie de Bastón y apuntó a Dakhan. Dakhan le miró y empezó a reirse de él, descolgó su Espada Sith y empezó a correr salvajemente golpeándole con la espada y embistiéndolo con fuerza bruta, el sujeto cayó al suelo golpeándose contra el suelo. Dakhan saltó sobre él y le clavó la Espada Sith en el pecho, pero el sujeto desapareció en humo y apareció detrás de Dakhan clavándole una daga a su espalda, lo que provocó que Dakhan gritara con mucha fuerza del dolor, reaccionó y le agarró su mano derecha torciéndola a un lado y clavándole la Espada Sith sobre la costilla derecha, al desclavarla, decidió cortarle el cuello y lentamente le cortó la mano izquierda hasta que le clavó la Espada Sith en el pecho.

Dejó al cadáver en el suelo y le pasó por encima pisándolo sin ningún remordimiento, se metió por la izquierda pero los dos accesos llevaban al mismo camino sólo que con diferentes pasillos. El pasillo era todo de piedra, tenía adornos y grabados Sith en ambas paredes de los dos lados tallados en oro y piedra tosca, habían varios esqueletos a los lados con lanzas clavadas y bolsas de lana en el suelo con varios yelmos y junto a más y más oleadas de cadáveres, saqueadores, profanadores y de esa calaña. Dakhan había tenido suerte o era su poderío que le mantenía vivo en el Sepulcro de Kressh. Finalmente logró llegar a la Cámara de Ludo Kressh, ahí se encontraría a varios sujetos haciendo un ritual, justamente cuando llegó con una sonrisa en su rostro los encapuchados se dieron cuenta y rápidamente encendieron unos sables láser, al parecer eran herejes que también querían profanar el Templo Sith y robar el Holocron de Ludo Kressh que yacía en su Sepulcro en Korriban. ¿Qué haces aquí, idiota? ―le preguntó un encapuchado― y Dakhan respondió riéndose ¡Jaja! ¡Vine a asesinarte! ―dijo con un tono sarcástico― Entonces ambos rápidamente se batieron en un duelo mientras que los demás sectarios también decidieron unirse al duelo, todos le llevaban ventaja a Dakhan pero no eran rival para él, Dakhan descolgó de su cinturón dos dagas colgándose luego su Espada Sith, entonces corrió hasta uno de los sectarios y le mutiló rajando su garganta a nivel del cuello con ambas dagas, pateándole sus rodillas y luego se acercó a otro de estos, le cortó su mano izquierda y le cortó el cuello violentamente. Saltó en contra de otro que tenía a su izquierda clavándole ambas dagas a los dos lados de su cuello. Aún quedaba vivo el supuesto Líder, que vestía unas túnicas rojizas y tenía un gran bastón con una hoja piramidal al frente entonces este lanzaba descargas eléctricas de su mano izquierda a Dakhan y este se cubría con el poder de las dagas, los rayos se desviaban a varios ángulos. Dakhan se apresuró y empezó a correr para embestir al desconocido por lo que lanzó su daga izquierda a la pierna del sujeto y luego se lanzó contra él, clavándole una daga sobre su hombro derecho. Empezó a golpearle su rostro violentamente, pero el sujeto se levantó pateando a Dakhan y dejándolo atrás tirado, se levantó nuevamente y descolgó su Espada Sith clavándola en el estomago del encapuchado y golpeándole con su codo en el rostro. Ignoró el cadáver y siguió caminando, hasta que finalmente encontró la Tumba Sith de Ludo Kressh y este cortó las cadenas que cubrían el sepulcro notando un cadáver allí y una gran espada, pero no vio el holocron entonces es cuando aparece una presencia espiritual detrás de él, tocándole el hombro y este se voltea preguntándose quién es. Cuando vió, era un sujeto de piel rojiza flotando en el aire con una gran túnica, en efecto era Ludo Kressh, el poderoso Sith y aprendiz de Marka Ragnos entonces este le habló Un verdadero Sith nunca comparte su poder, pero no tengo opción... y supongo que me hiciste un favor, estos Sith sólo buscaban reprimir mi energía, la que mantiene aún a mi espíritu para usarla en contra de mi amado Imperio Sith el que Naga Sadow dañó en un principio pero que hoy en día está regenerado. ¡Muchas gracias! ¡Mereces usar lo que un día me perteneció pero mis secretos no serán difundidos! ―tras hablar, desapareció lentamente― Apareció sobre la Espada Sith un Holocron con apariencia fúnebre, varias extensiones rojas y un cristal de color azulado flotando. Dakhan lo agarró muy asombrado, se lo colgó en la mochila como también agarró la Espada Sith de Ludo Kressh y salió del establecimiento, subiendo las escaleras de forma rápida. Esquivaba los cadáveres que yacían en el suelo, llegó al otro lado y salió del Sepulcro Sith. Allí se encontraba la gran nave de carga esperándole, este se subió sabiendo que esta aterrizó y se acomodó en una silla, colocando el holocron en el suelo y observándolo detalladamente.

OBTENGO:

Holocron de Ludo Kressh
Espada Sith de Ludo Kressh

por Invitado Mar Feb 07, 2012 9:37 pm

Obtenciones Validas, como siempre imprecíonado con tus roleos, El Roleo es claro e lógico todo en orden en esta validación mientras que el Holocrón es válido aunque no fue muy conocido en un comics aparece que Ludo lo posee junto a su Espada en la Tumba, Cierro Tema.

por Invitat Miér Feb 08, 2012 5:49 pm

Por primera vez, corregiré a mi compañero.

Obtención inválida.

La razón es que el holocron de Ludo Kressh (que creo que existe puesto que no me acuerdo dónde, pero recuerdo haberlo visto), fue robado por el mismo Darth Revan (que tampoco recuerdo dónde lo vi, no recuerdo si fue una de las sagas poco famosas o en un juego como el Kotor, no recuerdo bien). El hecho es que no está donde roleas su obtención.

En cuanto a la espada, obtención válida.

Un saludo.

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