[Roleo Tython] Soldado Zez [Revisado]

Capítulo I

-Marine ¿me está escuchando? - Exclamó el capitán de fragata Van Den'Var.

-Sí, señor - Respondí, volviendo a mirar la pantalla.

-Bien, como verá - Prosiguió el capitán de fragata Van, señalando la pantalla que en estos momentos mostraba una coordenada situada cerca de la órbita de Tython - una nave de la república quedó misteriosamente inutilizada en este punto. Su tarea es dirigirse hacia allí, y cerciorarse del estado de la nave. Pensamos que ha podido ser atacada por una nave de droides imperiales. Coja inmediatamente su nave pequeña y diríjase hacia allá.

-Entendido, señor - Le respondí.

Acto seguido, abandoné la estancia, y me dirigí al hangar de despegue. Salté a mi nave, abriendo las compuertas y cabinas. Me senté en mi asiento, ajustándome el cinturón. Activé los motores, ascendí, y abandoné la órbita de Tython, dirigiéndome hacia el punto marcado.


Una vez allí, pude comprobar que la nave republicana se encontraba pegada a la nave imperial, como el capitán Van sospechaba. Activé el panel de comunicaciones, poniéndome en contacto con la base.

-Aquí el Marine Zez, ¿me reciben? - dije.

La cara del capitán Van surgió en la pantalla, y habló.

-Recibido. Informe de la situación, Marine

-La nave imperial se encuentra situada al lado de la republicana, señor. Seguramente, han enviado droides de combate para robar o destruir la nave republicana, señor.

-Avance hacia la nave y adéntrese, Marine.

-Entendido, señor.

Una vez acabada la conversación, apagué el monitor de comunicaciones. Activé los motores auxiliares, y me dirigí hacia la nave Republicana. Todo parecía correcto, pero la nave imperial detectó mi nave. Mandó una ráfaga de disparos hacia mi nave, y golpeó con estos el ala derecha de la nave. A duras penas, cambié la trayectoria, dirigiéndome hacia la nave republicana.


-Vamos, vamos...

Intenté aguantar la nave horizontal, aunque me costaba, debido a que el ala estaba considerablemente dañada. Mantuve la trayectoria hacia el hangar de la nave republicana. Haciendo un último esfuerzo, aterricé en el hangar, golpéandome contra el monitor. Cerré lentamente mis ojos por el cansancio, aunque pude vislumbrar un destello azul cerca de mi nave.

Continuará

Esta bueno, pero deberías especificar algunas cosas, así el roleo se hace mas largo y divertido para el lector.

Buen roleo, aunque un pelin corto. Espero la continuación.

Capítulo II

Abrí lentamente mis ojos. No sabía cuanto tiempo había estado incosciente, pero sabía que había conseguido sobrevivir. Lentamente, abrí la cabina de la nave, y me asomé con precaución. Me encontraba en el hangar de la nave republicana, estacionado cerca de otra nave, de aspecto republicano también. Una nave que llevaba una insignia muy familiar: la insignia del ejército clon. Bajé de mi nave de un salto y me acerqué a la otra, a paso ligero. Más cuando pensaba haber legado, me di cuenta de que el hangar estaba separado por un campo de fuerza, separándome a mí de la otra nave. Di la vuelta, dirigiéndome a mi propia nave. Volví a sentarme, e intenté activar los motores. El sistema me indicó que el ala derecha de la nave estaba completamente averiada, lo que me impediría la salida de la nave republicana. Sólo me quedaba una opción, y era investigar el crucero.

Quité el seguro y cargué mi dc-15a. Me adentré por el primer pasillo que encontré. Todo estaba silencioso, demasiado silencioso. Una vez me adentré suficiente, el camino se bifurcaba. Decidí tomar el camino de la derecha. Éste desembocaba en una sala amplia, con varios contenedores rectangulares, que no supe distinguir a primera vista. Pero no me encontraba sólo. Cuatro droides de combate se encontraban en la sala, de espaldas a mí. Pese a mi lentitud, me permitió cubrirme tras un contenedor, quedando oculto a estos. Me superaban en número, pero yo estaba entrenado en combate. Rápidamente, salí parcialmente de mi escondite, lanzando un disparo poco acertado hacia una pareja de droides. El disparo se desvío e impacto en un contenedor, el cuál estalló, destrozando ambos droides. Me di cuenta al instante de que eran contenedores de combustible, y no podía quedarme parado mucho tiempo, ya que me habían detectado. Rodé hacia otro contenedor, y segundos después mi anterior escondite estallaba en una pequeña explosión. Con otro gesto rápido, mandé una ráfaga de disparos, esta vez acertada, que me permitió destruir la otra pareja de droides. Había tenido suerte, pero no podía quedarme mucho tiempo en la sala celebrándolo.


La siguiente sala era mucho más pequeña, quizás cuadrangular. Cuando me quise dar cuenta, varios droidekas en el fondo de la sala lanzarona una ráfaga de disparos hacia mí. Estos impactaron en una pantalla láser, que dividía la sala. La suerte me volvió a sonreir, aunque no sabía si volvería a ser así. Inspeccioné rápidamente la parte en la que estaba, sin dejar de mirar a los droidekas. Cerca de mí, a varios pasos, había una puerta de metal, cerrada a primera vista. Puse el seguro y me colgué la dc-15a al hombro, y desenfundé el cortossis. Ejecuté un corte circular limpio, y la puerta cayó al suelo con un golpe seco. Pase dentro de la sala, y escuché el sonido de varias blásters apuntándome directamente a la cabeza

Un capitán me miraba fijamente cruzado de brazos, sentado en el suelo. A ambos lados del capitán, se encontraba un soldado clon que me apuntaba con su bláster a la cabeza. Solté un suspiro, y entonces escuché la voz del capitán hablándome:

-Indentifíquese - dijo el capitán.

-Marine Zez-Kai, Tython - le respondí acto seguido, con voz firme.

-Oh de Tython - respondio el capitán - Vinimos hace unas horas para investigar la avería del crucero republicano, y descubrimos la proximidad de la nave imperial. Los droides de asalto nos han acorralado en esta sala, hasta que has llegado tú. Esperábamos un refuerzo de la base, y tú eres todo lo que nos llega... - añadió el capitán, con un tono irónico.

Los dos soldados soltaron una carcajada, como respuesta del comentario de su superior.

-Basta de bromas, - dijo el capitán, para sofocar las risas - Necesitamos llegar de nuevo al hangar donde se haya nuestra nave. ¿Y tú como has llegado hasta aquí, chico?

-Mi capitán de fragata me envió para investigar también la misteriosa avería de la nave republicana. La nave imperial detectó mi proximidad, y lanzó una serie de disparos hacia mi nave. El ala derecha de mi nave está inutilizada. - le expliqué al capitán.

-Vaya, vaya. Bueno, si conseguismos salir de ésta, te llevaremos en nuestra nave chico. Ahora, ésta es la situación - el capitán rebuscó en su bolsillo, y sacó una especie de holocrón de la nave. Lo dejó en el suelo y apretó un botón. El holocrón envió una imagen tridimensional de la nave, mostrando nuestra localización y el camino a seguir hasta el hangar.


-Y ahora, no hay tiempo que perder. ¡Vamos! - dijo el capitán para finalizar, y se levantó de un salto. Acto seguido, salió fuera de la estancia y de reojo llegué a ver como preparaba su dc-15a.

-Sí, señor - respondieron ambos soldados, descolgando su dc-15s y siguiendo a su superior.

-Zez, ¡vamos, ven! - gritó el capitán, al ver que tardaba.

Solté un suspiro, y descolgué mi dc-15a, tras enfundar mi cortossis.

-Sí, señor - pronuncie.

Continuará

Capítulo III

Quité el seguro de mi dc-15a y coloqué la carga a ésta. Salí inmediatamente de la habitación, dirigiéndome cerca de los otros tres clones. Estos miraban fijamente a los droidekas, ya con sus armas listas para el combate. El capitán empezó a hablar.


-Nos dividiremos en dos grupos. Cada grupo atacará un droideka, no será difícil - explicó el capitán - Zez, tú irás con el soldado Tf1415 - y señaló al clon más lejano al grupo - Yo iré con el soldado TF1001 - y señaló por última vez al otro soldado clon.

-Sí, señor - le respondí.

-De acuerdo, señor - respondieron ambos soldados a coro.

Tomemos posiciones, cada pareja detrás de varias cajas. A la señal del capitán, cada pareja lanzaríamos a la vez una ráfaga de disparos contra el mecanismo de la barrera que dividía la sala, aislándonos de los droidekas. Al impactar la ráfaga de disparos, la fina pared de energía desapareció. Como si lo previnieran, los droidekas lanzaron disparos rápidos hacia nuestra posición.


El soldado y yo nos crubrimos detrás de las cajas, mientras el capitán y el otro soldado disparaban y destruían el primer droideka. El otro droideka vaciló, y se giró hacia la otra pareja, lo que me permitió el tiempo necesario para asestarle un disparo en el pecho. El droideka se partió por la mitad debido a mi disparo preciso, y se desmoronó en el suelo en pedazos.

-Buen trabajo. ¡Vamos rápido! - exclamó el capitán, sin darnos descanso alguno.

Al final de la sala, había una compuerta medio rota, quizás por los disparos de los droides. Avancemos a la siguiente sala, que se dividía por dos pasarelas algo estrechas, dejando entre nosotros el vacío. Nos volvíamos a dividir, aunque avencemos a paso ligero. Cuando lleguemos a mitad de la sala, nos surgieron varios droides de batalla B2.


Esquivé como pude el disparo del primer droide, ya que la plataforma no me permitía demasiado movimiento. Apunté directamente al pecho del droide, lanzándole un disparo preciso. El droide se quedó quieto un instante, lo que me permitió lanzar una bomba a sus pies. La pasarela se tambaleó, y se resquebrajo debajo de los droides. Estos cayeron al vacío, y se perdieron de vista. La otra pareja parecía haber destruído sus correspondientes droides. Después de salvar la distancia de la pasarela que había destruído la bomba, conseguimos llegar al final de la pasarela y crucemos rápidamente hasta el final de la sala, llegando hasta un pasillo que se extendía horizontalmente a ambos lados. Enfrente de nosotros se encontraba la puerta a unos ascensores. ¿Funcionarían? El capitán se quedó un instante parado, y nos indicó mediante un gesto de mano que vigiláramos ambos extremos del pasillo. Demasiado tarde. Por cada extremo, surgían una veintena de droides de asalto, que ya nos lanzaban ráfagas de disparos. Esquivemos éstas, cubriéndonos pegados contra la pared. Los droides no tardarían en llegar.


-Zez, ¡rompe la puerta! - me dijo el capitán, señalando los ascensores - nosotros te cubrimos, muchacho.

Los soldados empezaron a disparar a los droides, abatiendo unos diez o doce droides B1. Los disparos nos pasaban cerca, aunque nuestra posición era algo ventajosa. Colgué mi dc-15a en mi hombro, desenfundando rápidamente el cortossis. Clave éste en la plancha metálica del ascensor, y haciendo esfuerzo con ambas manos, efectué un corte circular a lo largo de la puerta. Mientras yo realizaba la tarea, el capitán se encargó de cubrirme las espaldas, mientras cada soldado clon lanzaba a su respectivo extremo del pasillo una granada que consiguió mantener alejados los droides.

-Buen trabajo, Subamos por los ascensores - indicó el capitán.

Nos adentremos en el ascensor, mientras yo apretaba el botón que hizo ascender el ascensor hacia una planta superior. Logré escuchar unos últimos disparos de los droides que habíamos dejado atrás. Todo se volvió a quedar en silencio, por poco tiempo. Volvieron a resonar los disparos, mientras el ascensor se meneaba bruscamente y se detenía en seco.

-Mantened la calma, muchachos.

Un nuevo disparo volvió a golpear el ascensor, y pudimos ver como se iluminaba el techo. Una cuchilla rasgaba éste, cortándolo de forma circular. Una vez efectuado el corte, gran parte del techo se desmoronó hacia nostros, aunque conseguimos destruir el material con disparos. Varios droides de combate aéreo se encontraban sobre nosotros, preparados para dispararnos. Más estábamos precavidos, y lancemos los cuatro a una varios disparos hacia estos. Los droides los esquivaron moviéndose ágilmente, pero nosotros conseguimos saltar y engancharnos al poco techo que quedaba de ascensor. El otro ascensor se encontraba a la misma altura que el nuestro, y no dudemos. Uno tras otro saltemos al otro ascensor, viendo como después de varios disparos, el anterior ascensor se desmoronaba al vacío.

-¡Atentos, soldados! - gritó el capitán, quizás demasiado tarde.

Un disparo de los droides de combate aéreo me rozó el pecho, haciendo que perdiera el equilibrio. Perdí el contacto con el suelo, y caí lentamente al vacío, viendo como mis demás compañeros se disponían a sujetarme, tarde.

Continuará

Me está encantando muy buena,pero un consejo, no abuses de los recursos, repito muy bueno.

Capítulo IV

Veía como me desmoronaba al vacío. Tenía que hacer algo. ¿Años y años de entrenamiento para merecerme este final? Llevé rápidamente mi mano derecha a las fibrocuerdas, accionándolas. Éstas salieron disparadas hacia el ascensor, y se engancharon en un saliente. Las fibrocuerdas frenaron bruscamente mi caída, aunque resistieron la fuerza ejercida por mi peso. Rápidamente, sujeté con ambas manos la fibrocuerda, y empecé a trepar, apoyando mis pies contra la pared del ascensor. Cuando me acercaba al techo del ascensor, podía ver los disparos entrecruzados entre mis compañeros. Habían derribado un droide de combate aéreo, y éste, o las piezas que quedaban de éste, estaba tirado por el suelo. Llegué cerca del saliente donde me había sujetado, pero mis compañeros no se habían percatado de esto. Un droide se lanzó rápidamente hacia el capitán, pero éste se apartó con rapidez a un lado, esquivando al droide, que por inercia continuó su vuelo, acercándose a mi posición. Con mi mano libre, desenfundé el cortossis, y lo clavé con todas mis fuerzas en la cara del droide que pasaba cerca de mí. Por el impacto, el droide se desestabilizó, y se estampó contra una pared, destrozándose. Enfundé el cortossis, y salté al techo del ascensor. Los otros clones parecían haber destruído los droides de combate aéreo, por lo que la situación estaba controlada.... o no.

-Oh, Zez, creíamos que habías muerto - dijo el capitán, al verme.

-Capitán - dijo un soldado clon, con tono impaciente

-Espere, soldado... - le dijo el capitán clon - Zez, como decía...

-¡Capitán, el ascensor! - gritó el soldado clon, de nuevo.

El ascensor casi llegaba al tope, y si seguíamos en el techo nos aplataríamos. Rápidamente, volví a desenfundar el cortossis, y lo clavé en la plancha metálica del techo del ascensor. Con todas mis fuerzas, empecé a realizar un corte circular, para que pudieramos volver a entrar en el ascensor. Detrás de mí, notaba la impaciencia de los otros, y uno de los soldados contando marcha atrás: <cinco, cuatro, tres, dos...>. En el último segundo, la plancha cedió, y nos vimos arrojados al interior del ascensor. Cuando toquemos suelo, la voz automática indicó: Planta superior, hangares. Había estado cerca.


Salimos fuera del ascensor. Sólo había un camino que continuar, así que avancemos hasta llegar fuera del pasillo. Forcemos la puerta, y continuemos corriendo buscando el hangar. En la siguiente sala, aparecieron de nuevo un escuadron de Droides B1. Rápidamente nos cubrimos, adoptando una formación defensiva. Empezaron las hostilidades, y los disparos de los droides nos pasabn rozando, aunque sin ningún peligro. A la señal del capitán, nos dispersamos, y lancemos disparos desde los flancos. Los droides no podían seguirnos, y cada vez quedaban menos. Con nuestros últimos disparos, todos los droides acabaron amontonados en un amasijo de metal en el centro de la sala. Surgimos de nuestros escondites, y avancemos a la siguiente sala de la nave. Según las indicaciones del capitán, la siguiente sala nos conduciría al hangar, permitiéndonos escapar. Momentos después, una fuerte sacudida de la nave interrumpió nuestro avance.

-¿Qué sucede? - preguntó un soldado, algo intrigado.

-Parece ser que atacan la nave. Tenemos que llegar al hangar y rápido - sentenció el capitán.

Nos dirigimos rápidamente a la siguiente sala, y algo nos sorprendió completamente. Estábamos rodeados de droides, por todas partes, y cuando intentábamos retroceder a la sala anterior, las puertas se cerraron. Un droide B2, que parecía estar al mando, se adelantó.


-Soldados Republicanos, bajad las armas y entregaos - dijo el droide, con su voz mecánica singular.

El capitán miró significativamente a ambos soldados, que parecían algo asustados. Estos mantenían en parte la compostura, aunque temblaban aferrándose a sus dc-15s. Luego me miró a mí, pero yo no estaba asustado. Me había curtido en mil batallas, y si tenía que morir por la república, lo haría. El capitán captó eso en mí, y gritó:

-¡Por la República!


Conseguimos destruir varios droides, aunque la diferencia de número era significativa. Retrocedimos hasta cubrirnos detrás de unos pilares, y varios disparos nos pasaron rozando, aunque los droides se nos echaban encima. A nuestro lado, había una especie de panel de control, parpadeando intermitentemente. Era el fin.

-Ha sido un placer luchar con soldados valientes como vosotros - dijo el capitán, con un tono de orgullo en su voz.

Los droides iba a disparar para acabar con nosotros cuando...

Un nuevo temblor sacudió la nave, y las luces de la sala se volvieron de un tono rojizo, intermitentes. Un fuerte sonido retumbó por la sala, en forma de alarma. Miré hacia la fuente del temblor, y lo entendí todo. La nave imperial había abierto brecha con un potente disparo en la sala, y los droides se veían arrojados hacia el espacio, pero no todo era bueno. Nos sujetemos al pilar para evitar seguir el mismo camino que los droides, aunque no podíamos aguantar mucho más tiempo.
Los gritos se sucedían, y me fijé por última vez en el panel que estaba cerca de nosotros. Éste emitía una nueva tonalidad de luces, como si algo hubiera cambiado en la sala. Sin pensarlo, desenfundé mi cortossis y lo clavé fuertemente en el medio del panel. La alarma cesó, y la pared dañada y agujereada por el disparo se recubrió completamente con planchas metálicas, que sellaron de nuevo la estancia.

-Por poco no lo contamos. Estamos cerca del hangar, ¡vamos! - dijo el capitán, al instante.

Nos dirigíamos al hangar, cuando el capitán me detuvo por el brazo. Descolgó un rifle de precisón de su espalda, y me lo colocó en las manos. Asentí lentamente, y seguí al capitán que ya alcanzaba a los dos soldados clon.

-Ya estamos en el hangar, muchachos -dijo el capitán, mientras pegaba una patada a la puerta y se adentraba el primero en éste.

Continuará
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Obtención de un rifle de precisión o francotirador DC-15x

Buenos capítulos, me han gustado. Estaré atento a los próximos.