[Roleo de Achillea] Donde comenzó todo

La senda era estrecha, y había sido invadida por la abundante vegetación, por lo que se veía, no había sido transitada desde hace muchísimo tiempo.
El maestro Shas observo una extraña huella en el suelo, pero la tapó rápidamente arrastrando un poco de arena con su pie, mientras Keyk se encontraba más atrás observando la impresionante vegetación que le rodeaba.

¡Maestro!, exclamo Keyk, ¿ha visto esta planta?...
Si Keyk, como podrás ver, la naturaleza es la dueña y señora de este lugar, por cierto, yo que tú no me acercaría mucho a la planta en cuestión.
En un rápido ademán Keyk retiro su mano, justo antes de tocar la punta de una de las coloridas hojas de la planta.
No te entretengas Keyk, debemos llegar antes del anochecer.

Maestro y aprendiz caminaban juntos por la senda, el uno parecía inpasivo, mientras que el joven Keyk se sentía fascinado con la vegetación del lugar.
Al llegar a un punto del camino, Shas tocó el hombro de Keyk y reclamando su atención le señaló lo que parecía una torre, no parecía estar lejos, era una gruesa torre que se alzaba tras los árboles.

¿Es allí maestro?, preguntó Keyk.
Si, Keyk, contesto Shas, el antiguo enclave Jedi de Tython.



La emoción broto de nuevo en Keyk, quería llegar cuanto antes, e incluso adelantó a su maestro.
Al llegar, pudieron observar un gran edificio flanqueado por varias estatuas, del cual colgaban varios estandartes que parecían datar de una época antigua.
Juntos bajaron una escalinata empedrada que reflejaba los últimos rayos de sol sobre un mármol emblanquecido.
Ante ellos se alzaba una robusta puerta que parecía impenetrable. Un instante después, se oyó un gran ruido, y la puerta comenzó a abrirse lentamente.
Pudieron observar una silueta en el interior.



¡Maestro Gres!, exclamó Shas al identificar la silueta que se encontraba frente a ellos.
Les estaba esperando, respondió el maestro Gres al mismo tiempo que hacia un ademán invitándoles a entrar.

Una vez dentro, pudieron observar un gran corredor, iluminado por una puerta trasera que daba a un esplendido patio.

¿Te han encomendado proteger este lugar, Gres?, preguntó Shas.

En ese instante un grupo de niños cruzo el pasillo a toda prisa, entre risas y saltos.

¡¿Iniciados?!, preguntó de nuevo Shas.
Con el resurgir del Imperio Sith, el consejo de Achillea ha decidido dividir a los iniciados, pudiendo impedir así lo que tu bien sabes, no queremos perder al futuro de la orden ¿verdad?.
Te presento al maestro Resk, instructor de combate y encargado de la seguridad del templo.
El maestro Resk era un zabrak de alta estatura y complexión seria.
Saludos maestro Shas, respondió Resk al mismo tiempo que se inclinaba levemente, en señal de reconocimiento.
Saludos maestro Resk, no le veía desde aquella misión en Yav..., respondió Shas, sin acabar la frase.



Keyk observaba con atención la conversación entre los tres maestros.
Este es mi joven aprendiz, indicó Shas al mismo tiempo que agarraba el hombro de Keyk.
Los maestros dirigieron sus miradas hacía el joven Keyk al mismo tiempo que Keyk se inclinaba levemente en señal de respeto.

Durante la conversación había acabado de anochecer y un grupo de iniciados junto a su tutor se dirigían hacia los dormitorios.

En ese instante, se produjo un ruido y el tutor cayó al suelo abatido.
Keyk corrió a socorrerle, pero había sido alcanzado por un disparo en el pecho.

El maestro Gres corrió hacía la entrada al mismo tiempo que encendía su sable láser, se detuvo en la puerta y dirigió su mirada hacia el cielo, dos destructores imperiales se encontraban sobre el enclave.
En un movimiento brusco reflecto dos disparos que parecían provenir del bosque, dirigiendo su mirada hacia el mismo, pudo observar a un columna de soldados de asalto que se dirigían hacia el enclave. Un instante después una ráfaga de disparos impactó contra la fachada del edificio, provocando que cayeran varios casquillos en el interior.
¡Iniciados, cubrios detrás de las columnas!, gritó el maestro Gres, superponiendo su voz al estruendoso ruido de los miles de disparos que impactaban contra el templo.
Rápidamente el maestro Gres junto al maestro Shas que se encargaba de cubrirle, apagó el sable y colgándolo su viejo cinturón alzó sus manos, cerrando las puertas del templo.
¡Eso les entretendrá por un tiempo! exclamó el maestro Gres.

¡Maestro!, ¡el hangar ha sido alcanzado!, bramó Resk desde el otro lado del corredor.

Resk y yo nos quedaremos y los entretendremos, maestro Gres llévese a mi Padawan y a los iniciados al claro del bosque en el que aterrizamos, Keyk sabe como llegar.

¡Salgamos por el patio!, exclamo el maestro Gres, mientras corría sable en mano.
Keyk corría junto a el y al grupo de iniciados pero no podía evitar dirigir su mirada hacia su maestro al otro lado del corredor.

Consiguieron saltar el muro del patio e internarse en el bosque.
Alguien nos ha traicionado, y ha desvelado nuestro paradero a los Sith, afirmaba el maestro Gres mientra corría sorteando la maleza del bosque.

En ese instante, se oyó un grito y el maestro Gres dirigió su mirada hacía el grupo de iniciados, uno de los iniciados había sido atrapado por un Terentatek.

Keyk gritó, ¡Terentateks!.



En un esplendido salto tirabuzoneado, el maestro Gres decapitó al Terentatek que cayo inerte contra el suelo, soltando de entre sus garras al joven iniciado, este se encontraba pálido y asustado. Keyk lo ayudó a levantarse y lo cargó sobre sus hombros.
Mientras, Gres ordenaba al resto de iniciados aligerar el paso.

Tras correr durante algún tiempo, consiguieron llegar a uno de los extremos del claro, para su desgracia la nave había sido descubierta y dos soldados de asalto flanqueaban la rampa de acceso. El piloto yacía muerto en la explanada.

En ese instante el maestro Gres, ordenó a Keyk que preparara al grupo de iniciados para correr hacia la nave.
Alzando una de sus manos, el maestro Gres derribó dos árboles que se encontraban frente a la nave.

Los soldados de asalto, acudieron rápidamente a ver que había sucedido. En ese instante Keyk echó a correr con los iniciados en dirección a la nave.

¡Eh vosotros!, exclamó uno de los soldados de asalto, antes de comenzaran a disparar.

En ese instante el maestro Gres, salto hacia la explanada y reflecto ambos disparos impactando en el pecho de los dos soldados de asalto.

Tras subir a la nave y encender todos los comandos, iniciaron el despegue.

No será fácil sortear a esos destructores, dijo Keyk.
Déjalo en mis manos, afirmo el maestro Gres.
El maestro Gres, gran conocedor de la fuerza, uso esta para dirigir la nave hacia la atmósfera, eludiendo el bloqueo.

Mientras tanto...en el enclave.

Una fuerte explosión produjo un enorme boquete en las puertas del templo, y un columna de soldados de asalto irrumpió en el corredor.
El maestro Shas consiguió reflectar los disparos que iban orientados hacia el.
Mientras el maestro Resk atravesaba a uno de los soldados de asalto con su sable.

En ese instante, parte del techo se derrumbo produciendo una enorme humareda de polvo en el corredor.
El maestro Shas, no conseguía ver nada. Hasta que consiguió divisar una silueta oscura, ataviada con ropajes negros y encapuchada.

En ese instante el sable del maestro Shas cayó al suelo, y el se desplomó segundos después.

Buen trabajo maestro Resk, exclamó el hombre de ropajes oscuros, al mismo tiempo que observaba el cuerpo inerte del maestro Shas, al que Resk había atravesado con su sable.

Keyk a bordo de la nave, noto una gran conmoción y supo que su maestro lo había abandonado.
En ese instante el maestro Gres, activo el salto al hiperespacio.

FIN...

(Hay escasez de imágenes porque creo que la mejor imagen es la que tu puedas crear en tu mente.)