[Roleo/Obtención] La Búsqueda

El sol que entraba comúnmente a mi habitación irrumpió como de costumbre sobre mi cara avisándome el inicio de un nuevo día, pero el sol no era el mismo, al igual que la Orden, una luz había dejado de iluminar a la República.

Arreglaba como de costumbre la reciente armadura que había encontrado en el Planeta de Alderaan colgando en mis hombros la que un día estuvo en los de un héroe, salía de mi habitación equipado completamente sin olvidarme del arma que siempre me acompañaba, al salir a los pasillos de la academia logré observar la cara de los Iniciados ansiosos por adquirir una gran sabiduría de manos de una sombra que parecía estar siendo devorada por sombras mas grandes, la espera de estos iniciados parecía ser compensada por otros que daban la clase en lugar de quien se encontraba ausente pero los efectos no eran los mismos los gestos de entusiasmo y los relatos sobre las historias que les habían contado parecían perdidos, al Igual que ella.

El consejo Jedi me había permitido formar parte de su cúpula como oyente, algo que me había servido mucho para comprender los designios, deberes y lazos de los jedi no solo con sigo mismos sino con los demás, su entrega y sacrificio para mantener la armonía y cuidar a los más débiles era algo que me parecía admirable, Un padawan que caminaba por los pasillos de Ruusan me interceptó y tranquilamente me avisaba de una reunión a la cual debía asistir inmediatamente.




Los guardianes que protegían el recinto en que los que se llevaban a cabo las Reuniones del consejo me daban paso al interior en donde se podían ver sentados tranquilamente a los distintos miembros, fui recibido con una calurosa Bienvenida como de costumbre y el inicio a la reunión comenzó en donde los distintos temas a tratar que por su puesto no eran pocos, pasaron las horas y muchas decisiones se concretaban con el voto de todos los concejales y la opinión de los que no teníamos voto, la reunión había concluido para mí por lo que me levanté de la silla que me correspondía para retirarme. A punto de salir de la misma sala escuche el llamado de uno de los maestros Jedi que me invitaba a tomar asiento para tratar un último asunto que no se encontraba dentro del protocolo, un asunto de suma importancia, una desaparición.

Adellie Lucius Caelum Shan fue el nombre que resonó en la sala, ha desaparecido Adellie señores escuché al maestro repetir el nombre acompañado del suceso que daría inicio a mi ardua búsqueda, al escuchar el nombre un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y el desconcierto que sentía hacía que las hipótesis que tenía cada concejal fuera ignorada por mi conciencia, antes de escuchar cualquier otra intervención me dirigí a la puerta del recinto que abrí con un fuerte golpe, la desesperación se apoderaba de mí y podía analizar todo lo que había visto y todo cobraba sentido en mi cabeza, los Iniciados desconcertados, la fría luz que había entrado por mi cuarto, estaba extraviada al igual que los pensamientos que antes ocupaban mi mente, serían dejados para una próxima ocasión.

Tomé rumbo hacia su habitación y en el camino había logrado ver a Eresse Shan y a Sikurd Caelum conversando, sabía de que se tratada y solo me desviarían de mi objetivo. Ingresé hacia su habitación intentado encontrar algún rastro de un rapto violento, de un secuestro, pero todo se mantenía en orden y se respiraba en este lugar una gran armonía digna de muchas horas de su presencia en él, comencé a buscar entre sus objetos lo más importante, sus escritos de los cuales en algunas ocasiones había podido ver como eran realizados por ella, comencé a echarles un rápido vistazo y encontraba lugares como Naboo, Endor, Ilum, era lo que mis ojos podían ver, sabía que no tenía tiempo.

¡Malcom! - Escuché la voz de Sikurd quien irrumpía mi indagación - Ella escapó, ha sido su voluntad y quizá también la voluntad de la fuerza.

En ese momento entró un vocero del consejo que me venía a buscar.

La investigación la debe realizar el consejo, es su tarea no la tuya, soldado. - Exclamaba el Jedi que parecía un guardián.

Bien, entonces no interrumpo más las tareas del consejo - Dije mientras sonreía levemente y guardaba en mi armadura los escritos que había hurtado del cuarto de Adellie, el Guardián no se había dado cuenta, sin embargo Sikurd quien tenía unos ágiles sentidos había logrado observarme pero el sabía lo que era necesario hacer por lo que decidió ignorar en ese momento mis actos que por supuesto el consejo rechazaría y todo lo que tenía planeado se vería frustrado.

Espero que la encuentren - Dije al guardián y luego cambié mi mirada hacia Sikurd al cual asentí con mi cabeza para retirarme de la habitación que luego sería materia de investigación pero que sin sus escritos sería de poca ayuda, era mi deber, el de un amigo, el de un hermano, el de un sujeto en busca de su sombra, mi búsqueda había comenzado.