[Roleo de Cambio de Facción] Capítulo V: Rebelión [Revisado]
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[Roleo de Cambio de Facción] Capítulo V: Rebelión [Revisado]
Autor: Zabuza.M
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CAPITULO V: REBELIÓN
(Tremendo salto en la historia, del Capítulo 1 al 5)
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- ¿Es realmente esto lo que deseas?
- ¿Es realmente ésto... lo que siempre quisiste?
- ¿Es realmente ésto, lo que en verdad eres?
- No... no... debo resistir... ¡¡NO ERES MAS FUERTE QUE YO!!
El eco alcanzaba el gran salón donde Regulus estaba sentado sobre una de las alfombras, sumergido en una meditación, la cual se veía corrompida por pensamientos los cuales Regulus estaba manteniendo ocultos durante un largo tiempo... se acercaba el momento, y cuando ése momento llegara, se daría cuenta, y cuando menos se lo espere, la puerta ya estará cerrada... no habrá camino atrás.
Se levantó con cuidado de la alfombra; se le notaba bastante agitado, hacía ya muchos días que había estado meditando diariamente, intentando encontrar la fuerza por medio de ella, pero no se resistía, sentía que aún faltaba algo, pero debía esconder ese sentimiento... debía contener esas emociones; La ira, el odio, la tristeza. Todas ellas recorrían el cuerpo de Regulus, volviéndolo corrupto ante el deber de un Jedi.
Abrió la puerta de su habitación, y tan rápido como entró, fue hacia el baño. Cerró la puerta rápidamente y comenzó a abrir el agua caliente, dejando que el vapor inundara la pequeña habitación del baño, mientras Regulus se arrecostaba contra la pared, ya abrumado.
Abrió el agua fría, y juntó con sus dos manos un poco de agua en ellas, con las que se lavó el rostro sudoroso que tenía diariamente, luego de meditar. Llevó su mano derecha hacia el espejo que tenía en frente, claro, no podía ver nada; el vapor del agua caliente lo mantenía borroso para toda vista, así que sacó un poco el vapor que quedaba en el vidrio, y se miró al espejo... no se reconocía, sabía que había cambiado en algo, algo que lo había estado haciendo dudar.
La vista se le aclaró, y en el espejo logró ver detrás de el, la figura de un Jedi, su compañero Xever, el cual parecía también agitado.
- ¡Rápido, los maestros nos llaman, nos están atacando!
- ¡¿Nos atacan?! ¡¿Quiénes?!
- ¡Los solitarios! ¡No importa, no hay tiempo para charlas ahora, acompáñame!
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Un poco más tarde
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Un grupo de iniciados estaban bajo la vigilancia de los dos padawan, un total de 5 iniciados para ser más específicos. Xever y Regulus habían quedado a cargo de la vigilancia y protección de los futuros padawan. Regulus caminaba de lado a lado, se le notaba impaciente y ansioso, mientras que Xever estaba parado en frente de los iniciados, que junto con ellos, observaban las acciones de Regulus un tanto extrañas.
Xever se acercó a Regulus - Hey, ¿estás bien? ¿algo nervioso?
- ¿Nervioso? Más bien enojado... no entiendo por qué los maestros nos dejan a cargo de cuidar a unos iniciados, en vez de llevarnos con ellos, ¡habríamos sido de gran ayuda!
- Habríamos sido un gran estorbo querrás decir. Mira, sé que te gustaría participar en este tipo de cosas, a mi también y te comprendo pero, a veces las cosas no son como tú las vez. Parece que las vieras desde otro mundo, y no es así.
Regulus parecía enfadado con su amigo, no entendía por qué el no pensaba igual que el, por qué no quería vivir las mismas aventuras que él quería vivir. Parecía que Xever careciera de adrenalina, de la sensación de querer estar en el campo de batalla, nunca bajando la guardia pensando que podrían venir desde cualquier lado, incluso desde tu propio equipo.
Las horas pasaban, y no parecía haber ningún peligro por el cual preocuparse de que pudiera llegar. Tiempo después llegaron los Jedi, no pareció haber sido una de sus batallas estrellas, pero al menos era algo. Los iniciados estaban a salvo y eso era lo importante para todos, asegurar el futuro de la academia y perseverar.
Regulus se había retirado junto con Xever de la zona, estaban un poco cansados, en especial Regulus; con toda la presión que tenía dentro de el, luego de las meditaciones, necesitaba descargarse.
- Xever... estaba pensando... ¿y si en realidad no sabemos bien si... el lado en el que estamos, es en realidad el bueno?
- ¿Qué me quieres decir con eso?
Se detuvieron en uno de los pasillos iluminados por una tenue luz desde los muros de roca, que formaban sombras dependiendo de su altura.
- Que... o sea, sé que... el Lado Oscuro ha hecho atrocidades pero... el lado oscuro nos ofrece algo ¡mucho más de lo que podemos creer! - Se lograba notar un gran entusiasmo en las palabras de Regulus, mientras caminaba de lado a lado, poniendose y sacandose las manos de la cabeza - Es decir, lo que demoramos en conseguir de poder aquí, ¡en el lado oscuro es mucho mas fácil y rápido! ¡¿Acaso no puedes creerlo?!
- Me estas preocupando bastante como estás últimamente - Xever fijó la mirada en la cara de Regulus; éste (Regulus) tenía una sonrisa de oreja a oreja en la cara, podrá haber sido por el entusiasmo, pero esta no inspiraba felicidad, inspiraba ambición, ¡ansias de poder! - Tus emociones, dejas que fluyan en tu cuerpo e interfieran en nuestro camino, ¡TÚ! Camino, es algo de lo que debes arreglar, y debe parar ya mismo... no queremos que hayan incidentes.
- Está bien... está bien, te haré caso... perdona. Eh estado durmiendo muy poco últimamente, y el que no me dejen participar de la acción me debe haber afectado, perdona.
- No pasa nada, no es tu culpa.
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2 DÍAS DESPUÉS
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- ¿Qué es lo que estoy haciendo mal? Es decir... sigo las órdenes de mis maestros... entreno más de lo que debería... ¿por qué? ¿Por qué no soy más fuerte? - Regulus estaba sumergido en lo más profundo de sus sentimientos, con la mirada perdida en el techo de su habitación, mientras estaba descansando en su cama.
La puerta sonó muy fuerte, debía ser una emergencia. Regulus se sobresaltó, pero mantuvo la calma y caminó hacia su puerta. La abrió, y era uno de los Maestros Jedi de la academia.
- Joven Regulus, venga conmigo, es urgente.
- Pe-pero... que pasa? - Regulus se rascaba la nuca con su mano derecha, estaba bastante confundido. Los maestros no lo llamaban para urgencias, a no ser en un caso de ataque.
- No hay tiempo de explicarlo, venga conmigo, rápido.
Los pasos del maestro Jedi eran rápidos y largos, se notaba la urgencia. Regulus lo intentaba seguir a su paso, pero estaba un poco cansado, iba detrás de el.
Llegaron a una habitación bastante iluminada, donde allí se encontraban dos caballeros en sus puestos, y dos puestos en los extremos.
- Por favor Regulus, tome asiento.
Las miradas de todos cayeron sobre Regulus, y éste se encogió de hombros al notarlo.
- Bien... Joven Regulus... Mmm, ¿cómo se ha encontrado últimamente? Los maestros me han dicho que ha estado visitando diariamente la sala de meditación.
- Sí... no he podido dormir muy bien desde que voy a meditar, pero intento descansar lo mejor que puedo y relajarme... esto... ¿pasa algo?
- Bueno... hay algo que me interesaría comentarte a ti... mejor dejo que lo observes. - El Maestro se levantó con un aparato en su mano derecha, y caminó con pasos lentos hacia el lugar donde estaba Regulus. Puso el aparato de color gris, y de forma redonda sobre la mesa, y éste comenzó a proyectar una imagen.
"Descripción del Holograma:
- De noche, con poca iluminación y estaba Regulus a las afueras de la Academia de Ruusan.
Éste llevaba una capucha que cubría su cabeza y parte de su cara, al parecer no quería ser reconocido.
Poco después llegó un sujeto con las mismas prendas que él, y allí estuvieron horas y horas hablando.
El sujeto desconocido de la capucha alza la cabeza hacia el aire, y ve al Dron sobrevolando sus cabezas,
poco después el Dron cae, y sólo se recupera las grabaciones de dicho Dron. "
- Y bien Regulus... dijiste que habías tenido unos problemas para dormir, ¿no? No será que... ¿has estado hablando con alguien... que tú quieres que nosotros no sepamos?
Hubo un momento de silencio en la sala, solo se escuchaban murmullos que hacían los Caballeros susurrandose entre sí, seguramente sobre la conversación del Maestro Jedi con el Padawan Regulus.
- ¿No tienes nada que decirme, Regulus? ... Supongo que eso lo demuestra todo.
- ¡Está bien, está bien! ¡Lo confieso! ... Estuve... dando información a una persona cuyo nombre no debo decir.
Los caballeros se susurraban entre sí - Confesó más rápido de lo que esperaba... - Pensaron.
- ¿Qué tipo de información le diste?
- Información sobre los futuros planes de la Academia... sospechas... de todo. Eh... escucha, eh estado yendo a meditar diariamente, ya que eh empezado a sentir... una especie de... perturbación dentro de mi ser... mis emociones... no las puedo controlar, pero eso desata mi poder verdadero, mi fuerza verdadera, ¡eso es lo que deseo! - La cara de Regulus lo decía todo, pasó de tener una cara de preocupado, a tener una sonrisa macabra digna de actuación del Joker - ¡Aquí no me pueden dar eso! ¡NADIE! - Regulus golpeó la mesa con su puño derecho, y los caballeros actuaron rapidamente contra el, dejandolo inmóvil tomandolo desde sus brazos contra la silla.
El maestro Jedi volvió caminando hacia su lugar, se notaba decepcionado. - Pobre pobre... elegiste un mal momento para traicionarnos así... ¿sabes lo que significa dar ese tipo de información? ... ¡¿Acaso lo sabes?! Eso no tiene perdón, ¡arriesgas las vidas de los iniciados, dando información sobre nuestros planes! ¡¿NO LO ENTIENDES?! Uggh... Caballeros... - El maestro dejó de hablar, se sentó en uno de los asientos que tenía cerca, y les hizo una señal con sus manos, dandoles la orden de capturar a Regulus.
- Padawan Regulus... en nombre de la república galáctica y por orden del consejo Jedi, queda arrestado por estar trabajando y dando información sobre la Academia, a los Sith. - Recitó el maestro Jedi, mientras tenía los brazos apoyados sobre sus codos en la mesa, y sus manos sobre su cabeza.
Uno de los caballeros le susurró a Regulus - ¿Quieres saber algo gracioso? Jaja... no nos quedan esposas de la fuerza, ¿sabes? ... Dicen que si no te mueves, va a ser mejor.
- ¡¿QU...?! ¡¡¡AAAAHHHH!!! - Uno de los Caballeros había encendido su sable, y había cortado con mucha rapidez los brazos de Regulus, junto con sus piernas, dejando solamente el torso del chico, con su cabeza.
- Rápido, ¡llévenselo hacia el hospital y ponganlo en un tanque de Bacta! Al menos así no morirá... - Dicho esto, el maestro Jedi se retiró de la sala, mientras los Caballeros cargaban con el cuerpo del Padawan, totalmente destrozado desde su cintura hacia abajo.
Afuera lo esperaba gran parte de la Academia Jedi, Mandalorianos, Jedi, Iniciados, todos observando con vergüenza y desprecio el traslado del Padawan Regulus hacia el tanque de bacta.
- ¡Escoria!
- ¡Maldito imbécil!
- ¡Como te atreves!
Las emociones de los Jedi se habían colado en sus caminos, dejando salir la rabia que tenían ante el traidor Regulus, éste se sentía muy adolorido, pero se lograba ver una sonrisa leve en su rostro, era lo que él quería que pasara.
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(( A partir de aquí comienza como perspectiva desde los Sith, en el ataque de Prakith a Ruusan ))
Los Sith habían aterrizado ya hace bastante en Ruusan, la batalla ya había comenzado y las bajas eran impresionantes. El uso de los Sables, de la fuerza y de las armas por los Jedi y los Sith en ese enfrentamiento era increíble. Tanto como Ruusan como Prakith sabía bien lo que hacía... por suerte todos sabemos como iba a terminar...
Cuatro cadaveres estaba cerca, se sentían las pisadas de los Sith pasar entre ellas... otros dos cadaveres dispersos en distintos lados de la zona, fue una batalla sangrienta para los Jedi, muy decepcionante y una de las peores... los Sith... orgullosos de su victoria, decidieron NO irse a Prakith con el objetivo cumplido, sino que entraron a la academia de Ruusan a la fuerza, asesinando a todo guardia que se le interponga, registrando cada habitación de la Academia.
- ¡Maestro, creo que encontramos algo! Parece ser... - Un par de papeles de alta importancia estaban acumulados sobre uno de los escritorios de los Maestros Jedi, uno de los Sith apagó su sable de color rojo, y se lo guardó en la cintura, justo en el cinturón. Tomó ese par de Hojas, y los vio lo más rapido que pudo - Maestro... creo que hay alguien que podría interesarle, mire: Regulus, Padawan Jedi. Actitudes: Apasionado por el entrenamiento y el uso del sable y la fuerza, aunque ansioso de participar en las batallas, se nota ambición dentro de el, me preocupa. Estado Actual: Capturado, herido gravemente dentro de Tanque de Bacta. Localización actual: Tanque de Bacta; Hospital de Ruusan, parece que es algún tipo de reporte sobre un Padawan, y parece actual.
- Parece que tenemos a la persona que buscabamos... al final ese Sith no estaba mintiendo, decía la verdad sobre que tenía un contacto Jedi dentro de la Academia, y que le pasaba información... Jájaja, al principio sonaba increíble... ahora me da pena haberlo matado... - Esbozó una sonrisa, uno de los maestros Sith que dirigían la búsqueda del chico. - Rápido, tenemos que encontrar ese maldito hospital, llevarnos al Padawan e irnos, ¡búsquenlo y llevenlo a una nave! -
Un grupo de Sith conformado por 3 personas salió a buscar el hospital de la Academia para tomar al chico, no tardaron mucho en encontrar esa zona de las instalaciones. Vaciaron el tanque de Bacta tan rapido como pudieron, entre 2 tomaron lo que quedaba del cuerpo del chico; de verdad estaba desecho, y rápidamente lo llevaron hacia una de las naves de los Sith, con el motivo de llevarlo hacia el lado oscuro, prometerle poder... seducirlo y salvarlo de su muerte en vida.
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No se había visto un cuerpo en tan mal estado como el de Regulus desde hace bastante tiempo, uno de los Sith, experto en sanación, tenía en sus manos el destino del Jóven Padawan, o bueno, Ex-padawan. No podía hacer regenerar las partes de su cuerpo, pero sí podía mejorarlas, hacerlas más resistentes... comenzó a ponerle prótesis metálicas conectada a los nervios por medio de cables y ondas eléctricas que reactivarían el funcionamiento del cuerpo de Regulus. Pasaban horas y horas dentro de la sala del hospital en la academia de Prakith, era un procedimiento bastante difícil y largo, pero para nada imposible.
Fuera de la sala de "operaciones"... se encontraban un grupo de Sith hablando entre ellos en voz baja.
- ¿Que haremos con el? Al pobre padawan lo convirtieron en un simple torso con cabeza, ¡no nos sirve de nada! yo opino que se lo demos de comer a las criaturas hambrientas... nos ayudaría más.
- No... paciencia, debemos de tener paciencia, vosotros no sabéis pensar más allá de lo superficial, ese chico en el estado que va a estar en un tiempo, nos puede valer mucho más de lo que piensas. Con su adiestramiento en Ruusan, su conocimiento sobre la Teoría debe ser magnífico, y el entrenamiento que le daremos aquí... inigualable.
El Sith que habia propuesto dar a Regulus como comida de criaturas hambrientas se echó para atrás con la mirada enfurecida, las cejas hacia abajo y mirando hacia el vacío, sumergido en sus pensamientos.
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CAPITULO V: REBELIÓN
(Tremendo salto en la historia, del Capítulo 1 al 5)
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- ¿Es realmente esto lo que deseas?
- ¿Es realmente ésto... lo que siempre quisiste?
- ¿Es realmente ésto, lo que en verdad eres?
- No... no... debo resistir... ¡¡NO ERES MAS FUERTE QUE YO!!
El eco alcanzaba el gran salón donde Regulus estaba sentado sobre una de las alfombras, sumergido en una meditación, la cual se veía corrompida por pensamientos los cuales Regulus estaba manteniendo ocultos durante un largo tiempo... se acercaba el momento, y cuando ése momento llegara, se daría cuenta, y cuando menos se lo espere, la puerta ya estará cerrada... no habrá camino atrás.
Se levantó con cuidado de la alfombra; se le notaba bastante agitado, hacía ya muchos días que había estado meditando diariamente, intentando encontrar la fuerza por medio de ella, pero no se resistía, sentía que aún faltaba algo, pero debía esconder ese sentimiento... debía contener esas emociones; La ira, el odio, la tristeza. Todas ellas recorrían el cuerpo de Regulus, volviéndolo corrupto ante el deber de un Jedi.
Abrió la puerta de su habitación, y tan rápido como entró, fue hacia el baño. Cerró la puerta rápidamente y comenzó a abrir el agua caliente, dejando que el vapor inundara la pequeña habitación del baño, mientras Regulus se arrecostaba contra la pared, ya abrumado.
Abrió el agua fría, y juntó con sus dos manos un poco de agua en ellas, con las que se lavó el rostro sudoroso que tenía diariamente, luego de meditar. Llevó su mano derecha hacia el espejo que tenía en frente, claro, no podía ver nada; el vapor del agua caliente lo mantenía borroso para toda vista, así que sacó un poco el vapor que quedaba en el vidrio, y se miró al espejo... no se reconocía, sabía que había cambiado en algo, algo que lo había estado haciendo dudar.
La vista se le aclaró, y en el espejo logró ver detrás de el, la figura de un Jedi, su compañero Xever, el cual parecía también agitado.
- ¡Rápido, los maestros nos llaman, nos están atacando!
- ¡¿Nos atacan?! ¡¿Quiénes?!
- ¡Los solitarios! ¡No importa, no hay tiempo para charlas ahora, acompáñame!
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Un poco más tarde
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Un grupo de iniciados estaban bajo la vigilancia de los dos padawan, un total de 5 iniciados para ser más específicos. Xever y Regulus habían quedado a cargo de la vigilancia y protección de los futuros padawan. Regulus caminaba de lado a lado, se le notaba impaciente y ansioso, mientras que Xever estaba parado en frente de los iniciados, que junto con ellos, observaban las acciones de Regulus un tanto extrañas.
Xever se acercó a Regulus - Hey, ¿estás bien? ¿algo nervioso?
- ¿Nervioso? Más bien enojado... no entiendo por qué los maestros nos dejan a cargo de cuidar a unos iniciados, en vez de llevarnos con ellos, ¡habríamos sido de gran ayuda!
- Habríamos sido un gran estorbo querrás decir. Mira, sé que te gustaría participar en este tipo de cosas, a mi también y te comprendo pero, a veces las cosas no son como tú las vez. Parece que las vieras desde otro mundo, y no es así.
Regulus parecía enfadado con su amigo, no entendía por qué el no pensaba igual que el, por qué no quería vivir las mismas aventuras que él quería vivir. Parecía que Xever careciera de adrenalina, de la sensación de querer estar en el campo de batalla, nunca bajando la guardia pensando que podrían venir desde cualquier lado, incluso desde tu propio equipo.
Las horas pasaban, y no parecía haber ningún peligro por el cual preocuparse de que pudiera llegar. Tiempo después llegaron los Jedi, no pareció haber sido una de sus batallas estrellas, pero al menos era algo. Los iniciados estaban a salvo y eso era lo importante para todos, asegurar el futuro de la academia y perseverar.
Regulus se había retirado junto con Xever de la zona, estaban un poco cansados, en especial Regulus; con toda la presión que tenía dentro de el, luego de las meditaciones, necesitaba descargarse.
- Xever... estaba pensando... ¿y si en realidad no sabemos bien si... el lado en el que estamos, es en realidad el bueno?
- ¿Qué me quieres decir con eso?
Se detuvieron en uno de los pasillos iluminados por una tenue luz desde los muros de roca, que formaban sombras dependiendo de su altura.
- Que... o sea, sé que... el Lado Oscuro ha hecho atrocidades pero... el lado oscuro nos ofrece algo ¡mucho más de lo que podemos creer! - Se lograba notar un gran entusiasmo en las palabras de Regulus, mientras caminaba de lado a lado, poniendose y sacandose las manos de la cabeza - Es decir, lo que demoramos en conseguir de poder aquí, ¡en el lado oscuro es mucho mas fácil y rápido! ¡¿Acaso no puedes creerlo?!
- Me estas preocupando bastante como estás últimamente - Xever fijó la mirada en la cara de Regulus; éste (Regulus) tenía una sonrisa de oreja a oreja en la cara, podrá haber sido por el entusiasmo, pero esta no inspiraba felicidad, inspiraba ambición, ¡ansias de poder! - Tus emociones, dejas que fluyan en tu cuerpo e interfieran en nuestro camino, ¡TÚ! Camino, es algo de lo que debes arreglar, y debe parar ya mismo... no queremos que hayan incidentes.
- Está bien... está bien, te haré caso... perdona. Eh estado durmiendo muy poco últimamente, y el que no me dejen participar de la acción me debe haber afectado, perdona.
- No pasa nada, no es tu culpa.
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2 DÍAS DESPUÉS
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- ¿Qué es lo que estoy haciendo mal? Es decir... sigo las órdenes de mis maestros... entreno más de lo que debería... ¿por qué? ¿Por qué no soy más fuerte? - Regulus estaba sumergido en lo más profundo de sus sentimientos, con la mirada perdida en el techo de su habitación, mientras estaba descansando en su cama.
La puerta sonó muy fuerte, debía ser una emergencia. Regulus se sobresaltó, pero mantuvo la calma y caminó hacia su puerta. La abrió, y era uno de los Maestros Jedi de la academia.
- Joven Regulus, venga conmigo, es urgente.
- Pe-pero... que pasa? - Regulus se rascaba la nuca con su mano derecha, estaba bastante confundido. Los maestros no lo llamaban para urgencias, a no ser en un caso de ataque.
- No hay tiempo de explicarlo, venga conmigo, rápido.
Los pasos del maestro Jedi eran rápidos y largos, se notaba la urgencia. Regulus lo intentaba seguir a su paso, pero estaba un poco cansado, iba detrás de el.
Llegaron a una habitación bastante iluminada, donde allí se encontraban dos caballeros en sus puestos, y dos puestos en los extremos.
- Por favor Regulus, tome asiento.
Las miradas de todos cayeron sobre Regulus, y éste se encogió de hombros al notarlo.
- Bien... Joven Regulus... Mmm, ¿cómo se ha encontrado últimamente? Los maestros me han dicho que ha estado visitando diariamente la sala de meditación.
- Sí... no he podido dormir muy bien desde que voy a meditar, pero intento descansar lo mejor que puedo y relajarme... esto... ¿pasa algo?
- Bueno... hay algo que me interesaría comentarte a ti... mejor dejo que lo observes. - El Maestro se levantó con un aparato en su mano derecha, y caminó con pasos lentos hacia el lugar donde estaba Regulus. Puso el aparato de color gris, y de forma redonda sobre la mesa, y éste comenzó a proyectar una imagen.
"Descripción del Holograma:
- De noche, con poca iluminación y estaba Regulus a las afueras de la Academia de Ruusan.
Éste llevaba una capucha que cubría su cabeza y parte de su cara, al parecer no quería ser reconocido.
Poco después llegó un sujeto con las mismas prendas que él, y allí estuvieron horas y horas hablando.
El sujeto desconocido de la capucha alza la cabeza hacia el aire, y ve al Dron sobrevolando sus cabezas,
poco después el Dron cae, y sólo se recupera las grabaciones de dicho Dron. "
- Y bien Regulus... dijiste que habías tenido unos problemas para dormir, ¿no? No será que... ¿has estado hablando con alguien... que tú quieres que nosotros no sepamos?
Hubo un momento de silencio en la sala, solo se escuchaban murmullos que hacían los Caballeros susurrandose entre sí, seguramente sobre la conversación del Maestro Jedi con el Padawan Regulus.
- ¿No tienes nada que decirme, Regulus? ... Supongo que eso lo demuestra todo.
- ¡Está bien, está bien! ¡Lo confieso! ... Estuve... dando información a una persona cuyo nombre no debo decir.
Los caballeros se susurraban entre sí - Confesó más rápido de lo que esperaba... - Pensaron.
- ¿Qué tipo de información le diste?
- Información sobre los futuros planes de la Academia... sospechas... de todo. Eh... escucha, eh estado yendo a meditar diariamente, ya que eh empezado a sentir... una especie de... perturbación dentro de mi ser... mis emociones... no las puedo controlar, pero eso desata mi poder verdadero, mi fuerza verdadera, ¡eso es lo que deseo! - La cara de Regulus lo decía todo, pasó de tener una cara de preocupado, a tener una sonrisa macabra digna de actuación del Joker - ¡Aquí no me pueden dar eso! ¡NADIE! - Regulus golpeó la mesa con su puño derecho, y los caballeros actuaron rapidamente contra el, dejandolo inmóvil tomandolo desde sus brazos contra la silla.
El maestro Jedi volvió caminando hacia su lugar, se notaba decepcionado. - Pobre pobre... elegiste un mal momento para traicionarnos así... ¿sabes lo que significa dar ese tipo de información? ... ¡¿Acaso lo sabes?! Eso no tiene perdón, ¡arriesgas las vidas de los iniciados, dando información sobre nuestros planes! ¡¿NO LO ENTIENDES?! Uggh... Caballeros... - El maestro dejó de hablar, se sentó en uno de los asientos que tenía cerca, y les hizo una señal con sus manos, dandoles la orden de capturar a Regulus.
- Padawan Regulus... en nombre de la república galáctica y por orden del consejo Jedi, queda arrestado por estar trabajando y dando información sobre la Academia, a los Sith. - Recitó el maestro Jedi, mientras tenía los brazos apoyados sobre sus codos en la mesa, y sus manos sobre su cabeza.
Uno de los caballeros le susurró a Regulus - ¿Quieres saber algo gracioso? Jaja... no nos quedan esposas de la fuerza, ¿sabes? ... Dicen que si no te mueves, va a ser mejor.
- ¡¿QU...?! ¡¡¡AAAAHHHH!!! - Uno de los Caballeros había encendido su sable, y había cortado con mucha rapidez los brazos de Regulus, junto con sus piernas, dejando solamente el torso del chico, con su cabeza.
- Rápido, ¡llévenselo hacia el hospital y ponganlo en un tanque de Bacta! Al menos así no morirá... - Dicho esto, el maestro Jedi se retiró de la sala, mientras los Caballeros cargaban con el cuerpo del Padawan, totalmente destrozado desde su cintura hacia abajo.
Afuera lo esperaba gran parte de la Academia Jedi, Mandalorianos, Jedi, Iniciados, todos observando con vergüenza y desprecio el traslado del Padawan Regulus hacia el tanque de bacta.
- ¡Escoria!
- ¡Maldito imbécil!
- ¡Como te atreves!
Las emociones de los Jedi se habían colado en sus caminos, dejando salir la rabia que tenían ante el traidor Regulus, éste se sentía muy adolorido, pero se lograba ver una sonrisa leve en su rostro, era lo que él quería que pasara.
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(( A partir de aquí comienza como perspectiva desde los Sith, en el ataque de Prakith a Ruusan ))
Los Sith habían aterrizado ya hace bastante en Ruusan, la batalla ya había comenzado y las bajas eran impresionantes. El uso de los Sables, de la fuerza y de las armas por los Jedi y los Sith en ese enfrentamiento era increíble. Tanto como Ruusan como Prakith sabía bien lo que hacía... por suerte todos sabemos como iba a terminar...
Cuatro cadaveres estaba cerca, se sentían las pisadas de los Sith pasar entre ellas... otros dos cadaveres dispersos en distintos lados de la zona, fue una batalla sangrienta para los Jedi, muy decepcionante y una de las peores... los Sith... orgullosos de su victoria, decidieron NO irse a Prakith con el objetivo cumplido, sino que entraron a la academia de Ruusan a la fuerza, asesinando a todo guardia que se le interponga, registrando cada habitación de la Academia.
- ¡Maestro, creo que encontramos algo! Parece ser... - Un par de papeles de alta importancia estaban acumulados sobre uno de los escritorios de los Maestros Jedi, uno de los Sith apagó su sable de color rojo, y se lo guardó en la cintura, justo en el cinturón. Tomó ese par de Hojas, y los vio lo más rapido que pudo - Maestro... creo que hay alguien que podría interesarle, mire: Regulus, Padawan Jedi. Actitudes: Apasionado por el entrenamiento y el uso del sable y la fuerza, aunque ansioso de participar en las batallas, se nota ambición dentro de el, me preocupa. Estado Actual: Capturado, herido gravemente dentro de Tanque de Bacta. Localización actual: Tanque de Bacta; Hospital de Ruusan, parece que es algún tipo de reporte sobre un Padawan, y parece actual.
- Parece que tenemos a la persona que buscabamos... al final ese Sith no estaba mintiendo, decía la verdad sobre que tenía un contacto Jedi dentro de la Academia, y que le pasaba información... Jájaja, al principio sonaba increíble... ahora me da pena haberlo matado... - Esbozó una sonrisa, uno de los maestros Sith que dirigían la búsqueda del chico. - Rápido, tenemos que encontrar ese maldito hospital, llevarnos al Padawan e irnos, ¡búsquenlo y llevenlo a una nave! -
Un grupo de Sith conformado por 3 personas salió a buscar el hospital de la Academia para tomar al chico, no tardaron mucho en encontrar esa zona de las instalaciones. Vaciaron el tanque de Bacta tan rapido como pudieron, entre 2 tomaron lo que quedaba del cuerpo del chico; de verdad estaba desecho, y rápidamente lo llevaron hacia una de las naves de los Sith, con el motivo de llevarlo hacia el lado oscuro, prometerle poder... seducirlo y salvarlo de su muerte en vida.
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No se había visto un cuerpo en tan mal estado como el de Regulus desde hace bastante tiempo, uno de los Sith, experto en sanación, tenía en sus manos el destino del Jóven Padawan, o bueno, Ex-padawan. No podía hacer regenerar las partes de su cuerpo, pero sí podía mejorarlas, hacerlas más resistentes... comenzó a ponerle prótesis metálicas conectada a los nervios por medio de cables y ondas eléctricas que reactivarían el funcionamiento del cuerpo de Regulus. Pasaban horas y horas dentro de la sala del hospital en la academia de Prakith, era un procedimiento bastante difícil y largo, pero para nada imposible.
Fuera de la sala de "operaciones"... se encontraban un grupo de Sith hablando entre ellos en voz baja.
- ¿Que haremos con el? Al pobre padawan lo convirtieron en un simple torso con cabeza, ¡no nos sirve de nada! yo opino que se lo demos de comer a las criaturas hambrientas... nos ayudaría más.
- No... paciencia, debemos de tener paciencia, vosotros no sabéis pensar más allá de lo superficial, ese chico en el estado que va a estar en un tiempo, nos puede valer mucho más de lo que piensas. Con su adiestramiento en Ruusan, su conocimiento sobre la Teoría debe ser magnífico, y el entrenamiento que le daremos aquí... inigualable.
El Sith que habia propuesto dar a Regulus como comida de criaturas hambrientas se echó para atrás con la mirada enfurecida, las cejas hacia abajo y mirando hacia el vacío, sumergido en sus pensamientos.
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Las ondas eléctricas fueron enviadas desde las protesis hacia los nervios conectados por medio de cables, y estas hicieron funcionar el cuerpo de Regulus y reactivarlo, este se sobresaltó.
- Donde... espera... Do- ¡¿Donde estoy?! - Estaba nervioso, miraba hacia los lados y solamente veía un ambiente tétrico y oscuro. Miró hacia su izquierda, un chico de cabello rubio con una mirada fría sobre el estaba a su lado, al parecer el era el médico el cual le había puesto las prótesis. Miró a su cuerpo, estaba totalmente cambiado, ya no era la misma persona... Ya no era Regulus.
- Tranquilo tranquilo, está usted en mis aposentos, mi nombre es Hakras.
- ¿Aposentos? Uggh... debe ser la Academia Sith de Prakith... me... ¿me han sacado de Ruusan en el estado que estaba antes? - Mientras decía esto, notó que la mesa donde estaba acostado (que era de metal) comenzaba a moverse, dejando a Regulus posicionado de pié.
- Así es... atacamos a Ruusan hace un rato... Tskk-¡JAJAJAJ! ¡HUBIESES VISTO COMO ESTABA TODO! ¡TOTALMENTE DEVASTADO! ¡LA ACADEMIA! ¡¡JAJAJAJAJAJA!!
- ¿Y a este que le pasa ahora? - Pensó Regulus - Y... supongo que también fuiste el que me... hizo esto, mejor dicho... el que me recuperó mi cuerpo - Hakras asintió con la cabeza, se dió vuelta, y tomó un par de prendas que tenía sobre una de las mesas y se la entregó a Regulus.
- Toma, ponte este uniforme... bienvenido a la academia Sith de Prakith...
- Donde... espera... Do- ¡¿Donde estoy?! - Estaba nervioso, miraba hacia los lados y solamente veía un ambiente tétrico y oscuro. Miró hacia su izquierda, un chico de cabello rubio con una mirada fría sobre el estaba a su lado, al parecer el era el médico el cual le había puesto las prótesis. Miró a su cuerpo, estaba totalmente cambiado, ya no era la misma persona... Ya no era Regulus.
- Tranquilo tranquilo, está usted en mis aposentos, mi nombre es Hakras.
- ¿Aposentos? Uggh... debe ser la Academia Sith de Prakith... me... ¿me han sacado de Ruusan en el estado que estaba antes? - Mientras decía esto, notó que la mesa donde estaba acostado (que era de metal) comenzaba a moverse, dejando a Regulus posicionado de pié.
- Así es... atacamos a Ruusan hace un rato... Tskk-¡JAJAJAJ! ¡HUBIESES VISTO COMO ESTABA TODO! ¡TOTALMENTE DEVASTADO! ¡LA ACADEMIA! ¡¡JAJAJAJAJAJA!!
- ¿Y a este que le pasa ahora? - Pensó Regulus - Y... supongo que también fuiste el que me... hizo esto, mejor dicho... el que me recuperó mi cuerpo - Hakras asintió con la cabeza, se dió vuelta, y tomó un par de prendas que tenía sobre una de las mesas y se la entregó a Regulus.
- Toma, ponte este uniforme... bienvenido a la academia Sith de Prakith...
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Tenía pensado seguir con el capítulo II de los Roleos, pero por un problema que tuve se me borró el roleo a mitad de la creación y lo dejé un poco de lado. Decidí hacer algo un poco más importante para mi personaje, el cambio de facción. La traición de mi PJ Onrol a Ruusan va a afectar los próximos roleos, pero antes de hacer los próximos intentaré completar los capitulos II, III y IV.
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