[CAMBIO DE FACCIÓN] Jedi a Mandaloriano.

Esseles

Una tarde en Esseles, el Caballero Jedi Xeried Phoenix, entró lentamente en el templo, a la llamada de su transmisor, por orden del consejo, dictando estos, una misión muy importante que debía hacer en un planeta llamado Basilisk. Contempló el interior con inquietud. Xeried se adentró más, hasta entrar en el Hall principal, observando a los padawan, maestros, y demás Jedi pasando.
Xeried Piensa al verlos: - Por última vez, creo yo... - Dijo más inquieto.
Xeried comprobó sus túnicas, para comprobar que lo llevaba todo, su sable, su cinturón con diversos artilugios, etc...
Dentro del Hall, Xeried fue a paso ligero hacia el consejo Jedi, donde esperaba los detalles de la misión por los maestros. Al entrar al consejo, Xeried vio a todos los maestros reunidos. Sin más, el maestro Andrew Kai se levantó de su asiento, para decirle con firmeza...
Andrew Kai: - Xeried, debes ir a Basilisk, un planeta habitado por mandalorianos, creemos que ahí se cuecen cosas muy malas... Un grupo de seis clones de Eclipse irá contigo. Dos sargentos, y cuatro soldados de asalto. La misión es explorar el planeta para ver si hay rastros de contrabandistas, cazarrecompensas, e incluso de Sith, o diversos enemigos. - Andrew Kai se puso más serio, y dijo en un fuerte tono: - No tienes por qué enfrentarte a ellos, tienes ese comando de apoyo, y solo necesitamos información para intentar sabotear sus planes. Recuerda que Basilisk es un planeta hostil, de naturaleza mandaloriana, y donde habrá mala gente.-
Xeried: - Lo haré maestros, no se preocupen, intentaré hacerlo bien. - Dijo mientras se arrodillaba en el suelo, para reverenciarse.
Sharet Giett: - Muy importante, Xeried... - Dijo con un tono misterioso.
De repente, todos los maestros dijeron a la vez y alto: Que la fuerza te acompañe.
Xeried: - Gracias, maestros. - Dijo mientras en su rostro se dibujaba una sonrisa pequeña.
De inmediato, sin pensarlo, Xeried partió a su caza, donde le esperaban los clones. Estos montaron con rapidez en sus naves, encendiendo los motores, y ascendiendo, esperándome para ir detrás mía. Rápidamente encendí los motores, ascendí con rapidez, y despegué mientras me comprobaba que llevaba todo. Conecté la radio sin más, para hablar con los clones, e indicarles.
Xeried: -R- Señores, vamos coordenadas a Basilisk, lo sabrán, supongo, y los detalles de la misión.
Sargento Clon: -R- Sí, señor, cubriremos sus espaldas.
Tras un tiempo de vuelo sobre el espacio, se podía divisar el planeta, cada vez más cercano, donde aterrizarían...
Una vez aterrizados sobre una zona llana, y sin obstáculos, descendieron, aterrizaron, apagaron motores y radios, y salieron a la superficie.

Basilisk

Rápidamente, los clones se pusieron sus cascos, deslizando sus dc-15s con rapidez, un arma que les vendría bien, práctica, buena para esta situación. Xeried empuñó su sable, sin prenderlo, andando sobre la superficie, delante de los clones, mientras le seguían. Una vez después de tanto caminar, llegaron a una pequeña ciudadela, con seres de todas las razas, comprando, incluso haciendo cosas más fuertes, e ilegales.
Xeried: - Aquí hay mucho material, señores...
Uno de los soldados pudo observar a dos personas, uno con sombrero, y otro, como suponían, un mandaloriano, con casco y demás. Los Clones y Xeried se cubrieron detrás de unos matorrales secos, a espiar. Rápidamente uno de los sargentos hechó sobre la pared, cercana adonde hablaban, un micrófono.
Mandaloriano: - ¿Tienes el cargamento de armas listo? Lo necesito ya, varios compradores esperan con ansia en varios mundos sus armas, como en Tatooine, Socorro... - Dijo este con impaciencia.
Cazarrecompensas: - Cállate un poco, ya casi las tengo, haber si viene el Sith, y nos da el cargamento.
Rapidamente, los clones, y Xeried se miraron con rapidez, al oir que había Sith por medio.
Cazarrecompensas: - Creo que ahí viene, aguanta, nos llevará a una llanura, donde nos espera el cargamento de armas.
Mandaloriano: No sé si fiarme de este Siit...
Sith: Señores, les buscaba, a sus naves, rápido, iremos desapercibidos en estas y no habrá muchos problemas...
El sith, comenzó a caminar lentamente, sin más. Xeried, según clases y clases de sith que había visto, y sus ropajes, vio perfectamente que este era un Caballero Sith. Sin más, el sith caminando, justo al lado de la pared del transmisor, se paró. Giró su cabeza hacia la izquierda, observando el artefacto tecnológico, típico de un clon.
El sith dijo entre sus compañeros: - Jedi... Debemos darnos prisa, ya saben donde estamos, ¡NO PIERDAN EL TIEMPO, MALDITA SEA! - Exclamó muy alterado y con mucha rabia mientras iba a su nave con rapidez. Ambos, el mandaloriano y cazarrecompensas, montaron en sus respectivas naves, despegando, siguiendo al Sith. Rapidamente, el Sargento Clon, lanzó con todas sus fuerzas un chip a la nave, para saber por donde iban. Este encendió una pequeña pantalla, para saber donde estaban. Rapidamente, se dirigieron a sus naves, para seguirlos por el cielo, sin que se dieran cuenta, mientras el Sargento dictaba cada vez la posición del sith, cazarrecompensas y mandaloriano. Una vez estos nombrados, llegaron al punto de encuentro, se podía divisar una figura, alta, corpulenta, y enmascarada, sobre una nave. Se trataba de un guardián sith, que custodiaba y esperaba a estos tres individuos... Rápidamente los clones y el Jedi aterrizaron detrás de unas montañas rocosas, que separaban un aterrizaje del otro. Rapidamente, los clones, todos, guardaron las dc-15s, como arma secundaria en el cinturón, y agarraron dc-15x, francotiradores. Xeried mantenía su sable agarrado, sin prenderlo, mientras que subía la montaña, hasta la cima, siguiendo a los clones, quienes esta vez, iban delante. Una vez llegaron a la cima, cargaron sus armas, principal y secundaria, y apuntaron con la mira a la cabeza de los individuos, sin disparar.
Xeried: - No disparen, los sith sabrán como defenderse y descubrirán nuestra posición...
Comenzaron a llegar, con lentitud, 5 naves basilisk, aterrizando sin más. De estas bajaron mandalorianos, con diversas armas en sus manos, desde Westar, hasta repetidores.
Xeried: - A la de tres, quiero que concentren el fuego sobre los sith, y sobre los amigos que acaban de llegar... Se que está en congtra de lo que he dicho, pero vamos a intentar hacer esto rápido... Antes de eso... - Xeried Sacó de sus túnicas un transmisor, con conexión al consejo jedi de esseles, Hablando sobre la situación cada vez más espinosa. El consejo respondió que dieran la orden de disparo, pero la maniobra se tenía que hacer a la primera, si no, huir, ya sabían lo que tenían que hacer.
Andrew Kai: - ¿Me podrían decir sus coordenadas, por favor?
El Sargento saca con rapidez un pequeño panel con diversos rasgos del planeta, diciendo: - Claro, señor. Estamos a 14º al Norte del centro, o el eje, del planeta.
Andrew Kai: - Perfecto, si necesitan refuerzos, avísennos. Una cosa más... ¡SIN FALTA! - Dijo con una voz, cortándo este la transmisión de inmediato.
Xeried: - Ya oyeron señores, actuemos. ¿Tienen los Blancos fijados?
Clones: - Sí, señor.
Xeried: - 1, 2, 3. ¡Disparen! - Dijo con seguridad.
El guardián sith, dijo con seriedad, sin perder los papeles, como si le diera igual: - Cúbranse, escoria. Con mucha rapidez, estos se cubrieron, oyendo los disparos de los clones. Estos solo impactaron, por desgracia, en dos personas.
Soldado Clon: - Señor, hemos hecho dos bajas.
Xeried: - Maldita sea... él ya lo sabría. ¡Todos a sus naves!
Guardián Sith: - Fuego a discrepción sobre esas colinas, no paren hasta que tengan agujeros esas escorias.
Los mandalorianos, y el cazarrecompensas, dispararon a los clones y a Xeried, sobre la colina, con rabia y rapidez. Estos causaron, como los clones a ellos, dos bajas, una a un sargento, y otra un soldado.
Los Sith usaron su velocidad de la fuerza, para ir rápidamente a la cima de la colina, prendiendo sus sables. Xeried Prendió su sable láser con rapidez, observando a la cara, controlando a ambos sith. Los clones, comenzaron a disparar hacia los sith, a lo que estos se defendían como en un juego, acercándose más. Los clones sacaron sus dc-15s sin más, removiendo el seguro y dispararon... Los sith se acercaron, cortando a uno, una mano, y enterrando el sable en su abdomen, a otro, decapitándole en el acto, al sargento, cortándole las piernas, y enterrando el sable en su cabeza, y al último soldado, lo mataron atrózmente, a cortes.
Xeried al ver la bizarra y horrible escena, atacó por igual a los sith, peleando a cortes limpios, sin fuerza. Con rabia por sus compañeros, recién conocidos pero leales clones, cada vez se centró más en el caballero, a quién asestó un tornado con la fuerza, tirándole al suelo, y lanzando su sable láser contra su cuello, lo cual impactó, matándole en ese instante. El sith, aprovechó que no tenía sable, para asestarle un golpe mortal en la cabeza. Xeried, con muchos reflejos, se agachó con rapidez, barriendo y empujando con la fuerza al sith. Acto seguido, atrajo su sable y el del sith, utilizando el difícil Jar'Kai. Los predió, ondeandolos con maestría, mirando al sith con rabia. Este, levantándose, hizo un gesto de lado, el cual significo que los mandalorianos atacaran... Estos dispararon a Xeried hacia todo su cuerpo, intentando este esquivar todos los disparos, salvo tres, que impactaron en su pierna, en su hombro y en su brazo. Este, herido casi de muerte, calló por la montaña hacia abajo, rodando. Una vez en el suelo, casi muerto, herido sin poder levantarse, se arrastró hacia los sujetos que le dispararon. El sith saltó rápidamente, con fuerza hacia el suelo, andando, al lado del cuerpo casi sin vida de Xeried. El sith prendió su sable con fuerza, y cuando menos, se lo esperaba, recibió un disparo en el pecho, en su armadura, de uno de los soldados que le enterraron el sable en el abdomen y le cortaron una mano, que seguía vivo, con sus últimos minutos de vida...
El sith calló al suelo con fuerza, herido, mientras los mandalorianos y el cazarrecompensas se giraron a ver de donde provenía. Xeried dibujó una pequeña sonrisa en su rostro demacrado por los golpes. El cazarrecompensas recibió un tiro en su cráneo, muriendo en el acto, el primer mandaloriano igual, hasta que, una vez sabiendo de donde venían los tiros, los mandalorianos restantes concentraron su fuego en el pobre soldado, quien acabó muriendo. Para sorpresa de estos, al ver el cuerpo de Xeried, vieron que este estaba levantado, con un aura rodeando su cuerpo. El consejo jedi sabía con la mente lo que pasaba, y transfería la energía necesaria a Xeried para sobrevivir. Prendió su sable, pasándo al lado del Guardián Sith, creyendo que estaba muerto. Con fuerza, Xeried despedazó a los mandalorianos restantes. Una vez todos muertos, La energía de Xeried se fue, quien se quedó atónito frente al destrozo atroz que hizo. Pues con rapidez, sintió como un sable láser penetraba su abdomen, caliente como un géiser. Xeried se dio la vuelta, con su último aliento, y miró al guarián detrás suya. Sin pensarlo, Xeried prendió su sable y le dió un tajo en el cuello, decapitandole sin más...
Xeried: - Adiós, Sith... - Dijo con sus últimas esperanzas.
Xeried agarró su transmisor, llamando, ya de rodillas, ensangrentado, con lágrimas de pena y odio en sus ojos, y un agujero en su abdomen, al consejo jedi. Este explicó su situación con detenimiento mientras el consejo se asombraba por momentos. El consejo ordenó una alerta roja en toda la academia, y envió con rapidez naves de auxilio, con médicos clones y sanadores jedi.
Xeried se encontraba en el suelo, en un charco de sangre, aún vivo, sufriendo en silencio, con los ojos abiertos, observando el cielo azul y despejado que le rodeaba. Este sonrió un poco, observando todo eso. Xeried cerró los ojos lentamente, cuando oyó unas voces de clones y de jedi.
Médico Clon: - Está ahí, ¡El Jedi está ahí!
Sanador Jedi: - ¡Está aquí señores! ¡Xeried!
Sanadora Jedi:- ¿Tiene pulso? Xeried, ¿me oyes? Despierta...
Sharet Giett: - Xeried... Has aguantado como un héroe, no caigas ahora...
Andrew Kai: - Hay que llevarlo rápidamente al centro de sanación ¡¡YA!!
Una vez llevando su cuerpo al centro de sanación, Xeried tuvo unas operaciones y unas recuperaciones de urgencia, quedando en coma, no se sabe si para siempre, o iba a morir.
Cinco semanas después, por la mañana, un día soleado en Esseles, Xeried abrió los ojos lentamente, ¡No había muerto!, ¡Sobrevivió! Su habitación estaba vacía, no había enfermeros ni nadie acompañándole... Xeried se quitó la vía de su muñeca, y comenzó a andar, cojeando y muy cansado. Lentamente, oyó escándalo en el Atrio de la academia, donde Andrew daba charlas a todos los miembros de la academia, explicando, entre algunas noticias, la de Xeried, y una tal apertura en Basilisk de una base mandaloriana, donde estaría el escuadrón Werda Kyram, que no  tenía nada que ver con los mandalorianos con los que Xeried luchó, y estos serían aliados de la república. Xeried entró en el salón lentamente, a espaldas de los que miraban a Andrew, pero Andrew y lo que estaban de pie mirando al público, le vieron entrar. Se quedaron con la boca abierta, mirándole, dado a que creían que él iba a morir... El público supuso que creían que había alguien o algo detrás, por la cara del consejo jedi, mirando así para atrás. Al verle, todos se quedaron con cara de alegría, viéndole vivo. Xeried Sonrió con ganas, mirando a todo las personas.
Un tiempo después, Xeried, se encontraba en su habitación, recogiendo sus cosas, para partir a otro planeta, y dejar Esseles por un largo, largo periodo de tiempo, y así, su vida de jedi. Sin más, antes de marchar, pasó por el consejo, donde dijo lo que iba ha hacer. El consejo le miró con una sonrisa, y Andrew Kai, se acercó hacia él, sonriendo más que nadie, diciéndole.
Andrew Kai: - Si esa es tu decisión, que así sea... Que la fuerza te acompañe. - Dijo sonriendo felizmente.
Xeried despegó con su caza hacia la atmósfera, para después salir a la galaxia e ir a su planeta natal, Kashi. Allí se exilió micho tiempo, féliz, con una parte grande de su familia, nadie sabiendo donde iba, ni volviéndolo a ver.
Una semana después, en el cuartel de Basilisk del escuadrón Werda Kyram, apareció un nuevo Werda Kyram, llamado Solus'Tal, entrando en las filas de los Mandalorianos.
Así llega la supuesta desaparición de Xeried. Pero, quién sabe...

FIN

Aclaraciones:

- Xeried se exilia a Kashi, despareciendo hasta nadie sabe cuando.
- Aparece en el escuadrón Werda Kyram, un joven llamado Solus'Tal, de Werda Kyram

Gracias por ver mi roleo. Un saludo.

PD: Perdón por la colocación del roleo, si no les gusta, y por el color, si le falta, estaba cansado, y es mi primer roleo, así escrito. Disculpen. Gracias.

Bonito roleo y bienvenido a Werda Kyram

Buen roleo Xeried. Suerte con los mandalorianos.

Buen roleo Xeried, mucha suerte.

Cambio de facción en revisión.

Notas para el autor: Concuerdo con Nysrogh, no puntualizas los motivos por los cuales abandonas la Orden Jedi ni la creación, nacimiento o aparición de tu nuevo personaje. En general, la narración cuenta con varios errores ortográficos que por estar dispersos a lo largo del texto no desmejoran (tanto) la calidad, aunque si los corriges estaría de perlas. Con respecto a algunos aspectos lógicos: la actuación del Sith me resulta extraña, al igual que en roleos ajenos a este describen a los Jedi de una manera no acorde a Star Wars; las heridas que provoca la hoja del sable de luz no sangran porque se cauterizan al instante.

Fuera de todo eso, me gustó porque se nota que te empeñaste para redactarlo y que saliera bien, estaremos esperando a que corrijas los errores. Saludos.

Esseles

Una tarde en Esseles, el Caballero Jedi Xeried Phoenix, entró lentamente en el templo, a la llamada de su transmisor, por orden del consejo, dictando estos, una misión muy importante que debía hacer en un planeta llamado Basilisk. Contempló el interior con inquietud. Xeried se adentró más, hasta entrar en el Hall principal, observando a los padawan, maestros, y demás Jedi pasando.

Xeried Piensa al verlos: -P-  Por última vez, creo yo... - Dijo más inquieto.

Xeried comprobó sus túnicas, para comprobar que lo llevaba todo, su sable, su cinturón con diversos artilugios, etc...

Dentro del Hall, Xeried fue a paso ligero hacia el consejo Jedi, donde esperaba los detalles de la misión por los maestros. Al entrar al consejo, Xeried vio a todos los maestros reunidos. Sin más, el maestro Andrew Kai se levantó de su asiento, para decirle con firmeza...

Andrew Kai: - Xeried, debes ir a Basilisk, un planeta habitado por mandalorianos, creemos que ahí se cuecen cosas muy malas... Un grupo de seis clones de Eclipse irá contigo. Dos sargentos, y cuatro soldados de asalto. La misión es explorar el planeta para ver si hay rastros de contrabandistas, cazarrecompensas, e incluso de Sith, o diversos enemigos.

Andrew Kai se puso más serio, y dijo en un fuerte tono: - No tienes por qué enfrentarte a ellos, tienes ese comando de apoyo, y solo necesitamos información para intentar sabotear sus planes. Recuerda que Basilisk es un planeta hostil, de naturaleza mandaloriana, y donde habrá mala gente.

Xeried: - Lo haré maestros, no se preocupen, intentaré hacerlo bien. - Dijo mientras se arrodillaba en el suelo, para reverenciarse.

Sharet Giett: - Muy importante, Xeried... - Dijo con un tono misterioso.
De repente, todos los maestros dijeron a la vez y alto: - Que la fuerza te acompañe.

Xeried: - Gracias, maestros. - Dijo mientras en su rostro se dibujaba una sonrisa pequeña.

De inmediato, sin pensarlo, Xeried partió a su caza, donde le esperaban los clones. Estos montaron con rapidez en sus naves, encendiendo los motores, y ascendiendo, esperándome para ir detrás mía. Rápidamente encendí los motores, ascendí con rapidez, y despegué mientras me comprobaba que llevaba todo. Conecté la radio sin más, para hablar con los clones, e indicarles.

Xeried: -R- Señores, vamos coordenadas a Basilisk, lo sabrán, supongo, y los detalles de la misión.

Sargento Clon: -R- Sí, señor, cubriremos sus espaldas.

Tras un tiempo de vuelo sobre el espacio, se podía divisar el planeta, cada vez más cercano, donde aterrizarían...

Una vez aterrizados sobre una zona llana, y sin obstáculos, descendieron, aterrizaron, apagaron motores y radios, y salieron a la superficie.

Basilisk

Rápidamente, los clones se pusieron sus cascos, deslizando sus dc-15s con rapidez, un arma que les vendría bien, práctica, buena para esta situación. Xeried empuñó su sable, sin prenderlo, andando sobre la superficie, delante de los clones, mientras le seguían. Una vez después de tanto caminar, llegaron a una pequeña ciudadela, con seres de todas las razas, comprando, incluso haciendo cosas más fuertes, e ilegales.

Xeried: - Aquí hay mucho material, señores...

Uno de los soldados pudo observar a dos personas, uno con sombrero, y otro, como suponían, un mandaloriano, con casco y demás. Los Clones y Xeried se cubrieron detrás de unos matorrales secos, a espiar. Rápidamente uno de los sargentos hechó sobre la pared, cercana adonde hablaban, un micrófono.

Mandaloriano: - ¿Tienes el cargamento de armas listo? Lo necesito ya, varios compradores esperan con ansia en varios mundos sus armas, como en Tatooine, Socorro... - Dijo este con impaciencia.

Cazarrecompensas: - Cállate un poco, ya casi las tengo, haber si viene el Sith, y nos da el cargamento.

Rápidamente, los clones, y Xeried se miraron con rapidez, al oir que había Sith por medio.

Cazarrecompensas: - Creo que ahí viene, aguanta, nos llevará a una llanura, donde nos espera el cargamento de armas.

Mandaloriano: No sé si fiarme de este Siit...

Sith: Señores, les buscaba, a sus naves, rápido, iremos desapercibidos en estas y no habrá muchos problemas...

El sith, comenzó a caminar lentamente, sin más. Xeried, según clases y clases de sith que había visto, y sus ropajes, vio perfectamente que este era un Caballero Sith. Sin más, el sith caminando, justo al lado de la pared del transmisor, se paró. Giró su cabeza hacia la izquierda, observando el artefacto tecnológico, típico de un clon.

El sith dijo entre sus compañeros: - Jedi... Debemos darnos prisa, ya saben donde estamos, ¡NO PIERDAN EL TIEMPO, MALDITA SEA! - Exclamó muy alterado y con mucha rabia mientras iba a su nave con rapidez.

Ambos, el mandaloriano y cazarrecompensas, montaron en sus respectivas naves, despegando, siguiendo al Sith. Rapidamente, el Sargento Clon, lanzó con todas sus fuerzas un chip a la nave, para saber por donde iban. Este encendió una pequeña pantalla, para saber donde estaban. Rapidamente, se dirigieron a sus naves, para seguirlos por el cielo, sin que se dieran cuenta, mientras el Sargento dictaba cada vez la posición del sith, cazarrecompensas y mandaloriano. Una vez estos nombrados, llegaron al punto de encuentro, se podía divisar una figura, alta, corpulenta, y enmascarada, sobre una nave. Se trataba de un guardián sith, que custodiaba y esperaba a estos tres individuos...

Rápidamente los clones y el Jedi aterrizaron detrás de unas montañas rocosas, que separaban un aterrizaje del otro. Sin más, los clones, todos, guardaron las dc-15s, como arma secundaria en el cinturón, y agarraron dc-15x, francotiradores. Xeried mantenía su sable agarrado, sin prenderlo, mientras que subía la montaña, hasta la cima, siguiendo a los clones, quienes esta vez, iban delante. Una vez llegaron a la cima, cargaron sus armas, principal y secundaria, y apuntaron con la mira a la cabeza de los individuos, sin disparar.

Xeried: - No disparen, los sith sabrán como defenderse y descubrirán nuestra posición...

Comenzaron a llegar, con lentitud, 5 naves basilisk, aterrizando sin más. De estas bajaron mandalorianos, con diversas armas en sus manos, desde Westar, hasta repetidores.

Xeried: - A la de tres, quiero que concentren el fuego sobre los sith, y sobre los amigos que acaban de llegar... Se que está en contra de lo que he dicho, pero vamos a intentar hacer esto rápido... Antes de eso... - Xeried Sacó de sus túnicas un transmisor, con conexión al consejo jedi de esseles, Hablando sobre la situación cada vez más espinosa.

El consejo respondió que dieran la orden de disparo, pero la maniobra se tenía que hacer a la primera, si no, huir, ya sabían lo que tenían que hacer.

Andrew Kai: - ¿Me podrían decir sus coordenadas, por favor?

El Sargento saca con rapidez un pequeño panel con diversos rasgos del planeta, diciendo: - Claro, señor. Estamos a 14º al Norte del centro, o el eje, del planeta.

Andrew Kai: - Perfecto, si necesitan refuerzos, avísennos... ¡SIN FALTA! - Dijo con una voz, cortándo este la transmisión de inmediato.

Xeried: - Ya oyeron señores, actuemos. ¿Tienen los Blancos fijados?

Clones: - Sí, señor.

Xeried: - 1, 2, 3. ¡Disparen! - Dijo este con seguridad.

El guardián sith, dijo con seriedad, sin perder los papeles, como si le diera igual: - Cúbranse, escoria. - Con mucha rapidez, estos se cubrieron, oyendo los disparos de los clones. Estos solo impactaron, por desgracia, en dos personas.

Soldado Clon: - Señor, hemos hecho dos bajas.

Xeried: - Maldita sea... él ya lo sabría. ¡Todos a sus naves!

Guardián Sith: - Fuego a discrepción sobre esas colinas, no paren hasta que tengan agujeros esas escorias.

Los mandalorianos, y el cazarrecompensas, dispararon a los clones y a Xeried, sobre la colina, con rabia y rapidez. Estos causaron, como los clones a ellos, dos bajas, una a un sargento, y otra un soldado.

Los Sith usaron su velocidad de la fuerza, para ir rápidamente a la cima de la colina, prendiendo sus sables. Xeried Prendió su sable láser con rapidez, observando a la cara, controlando a ambos sith. Los clones, comenzaron a disparar hacia los sith, a lo que estos se defendían como en un juego, acercándose más. Los clones sacaron sus dc-15s sin más, removiendo el seguro y dispararon... Los sith se acercaron, cortando a uno, una mano, y enterrando el sable en su abdomen, a otro, decapitándole en el acto, al sargento, cortándole las piernas, y enterrando el sable en su cabeza, y al último soldado, lo mataron atrózmente, a cortes.

Xeried al ver la bizarra y horrible escena, atacó por igual a los sith, peleando a cortes limpios, sin fuerza. Con rabia por sus compañeros, recién conocidos pero leales clones, cada vez se centró más en el caballero, a quién asestó un tornado con la fuerza, tirándole al suelo, y lanzando su sable láser contra su cuello, lo cual impactó, matándole en ese instante. El sith, aprovechó que no tenía sable, para asestarle un golpe mortal en la cabeza. Xeried, con muchos reflejos, se agachó con rapidez, barriendo y empujando con la fuerza al sith. Acto seguido, atrajo su sable y el del sith, utilizando el difícil Jar'Kai. Los predió, ondeandolos con maestría, mirando al sith con rabia. Este, levantándose, hizo un gesto de lado, el cual significo que los mandalorianos atacaran... Estos dispararon a Xeried hacia todo su cuerpo, intentando este esquivar todos los disparos, salvo tres, que impactaron en su pierna, en su hombro y en su brazo.

Este, herido casi de muerte, calló por la montaña hacia abajo, rodando. Una vez en el suelo, casi muerto, herido sin poder levantarse, se arrastró hacia los sujetos que le dispararon. El sith saltó rápidamente, con fuerza hacia el suelo, andando, al lado del cuerpo casi sin vida de Xeried. El sith prendió su sable con fuerza, y cuando menos, se lo esperaba, recibió un disparo en el pecho, en su armadura, de uno de los soldados que le enterraron el sable en el abdomen y le cortaron una mano, que seguía vivo, con sus últimos minutos de vida...

El sith calló al suelo con fuerza, herido, mientras los mandalorianos y el cazarrecompensas se giraron a ver de donde provenía. Xeried dibujó una pequeña sonrisa en su rostro demacrado por los golpes. El cazarrecompensas recibió un tiro en su cráneo, muriendo en el acto, el primer mandaloriano igual, hasta que, una vez sabiendo de donde venían los tiros, los mandalorianos restantes concentraron su fuego en el pobre soldado, quien acabó muriendo.

Para sorpresa de estos, al ver el cuerpo de Xeried, vieron que este estaba levantado, con un aura rodeando su cuerpo. El consejo jedi sabía con la mente lo que pasaba, y transfería la energía necesaria a Xeried para sobrevivir. Prendió su sable, pasándo al lado del Guardián Sith, creyendo que estaba muerto. Con fuerza, Xeried despedazó a los mandalorianos restantes. Una vez todos muertos, La energía de Xeried se fue, quien se quedó atónito frente al destrozo atroz que hizo. Pues con rapidez, sintió como un sable láser penetraba su abdomen, caliente como un géiser. Xeried se dio la vuelta, con su último aliento, y miró al guarián detrás suya. Sin pensarlo, Xeried prendió su sable y le dió un tajo en el cuello, decapitandole sin más...

Xeried: - Adiós, Sith... - Dijo con un tono de voz muy flojo y cansado.

Xeried agarró su transmisor, llamando, ya de rodillas, ensangrentado, con lágrimas de pena y odio en sus ojos, y un agujero en su abdomen, al consejo jedi. Este explicó su situación con detenimiento mientras el consejo se asombraba por momentos. El consejo ordenó una alerta roja en toda la academia, y envió con rapidez naves de auxilio, con médicos clones y sanadores jedi.

Xeried se encontraba en el suelo, aún vivo, sufriendo en silencio, con los ojos abiertos, observando el cielo azul y despejado que le rodeaba. Este sonrió un poco, observando todo eso. Xeried cerró los ojos lentamente, cuando de repente oyó unas voces de clones y de jedi.

Médico Clon: - Está ahí, ¡El Jedi está ahí!

Sanador Jedi: - ¡Está aquí señores! ¡Xeried!

Sanadora Jedi: - ¿Tiene pulso? Xeried, ¿me oyes? Despierta...

Sharet Giett: - Xeried... Has aguantado como un héroe, no caigas ahora...

Andrew Kai: - Hay que llevarlo rápidamente al centro de sanación ¡¡YA!!

Una vez llevando su cuerpo al centro de sanación, Xeried tuvo unas operaciones y unas recuperaciones de urgencia, quedando en coma, no se sabe si para siempre, o al final iba a morir.

Cinco semanas después, por la mañana, un día soleado en Esseles, Xeried abrió los ojos lentamente, ¡No había muerto!, ¡Sobrevivió! Su habitación estaba vacía, no había enfermeros ni nadie acompañándole... Xeried se quitó la vía de su muñeca, y comenzó a andar, cojeando y muy cansado. Lentamente, oyó escándalo en el Atrio de la academia, donde Andrew daba charlas a todos los miembros de la academia, explicando, entre algunas noticias, la de Xeried, y una tal apertura en Basilisk de una base mandaloriana, donde estaría el escuadrón Werda Kyram, que no  tenía nada que ver con los mandalorianos con los que Xeried luchó, y estos serían aliados de la república.

Xeried entró en el salón lentamente, a espaldas de los que miraban a Andrew, pero Andrew y lo que estaban de pie mirando al público, le vieron entrar. Se quedaron con la boca abierta, mirándole, dado a que creían que él iba a morir... El público supuso que creían que había alguien o algo detrás, por la cara del consejo jedi, mirando así para atrás. Al verle, todos se quedaron con cara de alegría, viéndole vivo. Xeried Sonrió con ganas, mirando a todo las personas.

Un tiempo después, Xeried, se encontraba en su habitación, recogiendo sus cosas, para partir a otro planeta, y dejar Esseles por un largo, largo periodo de tiempo, y así, su vida de jedi. Sin más, antes de marchar, pasó por el consejo, donde dijo lo que iba ha hacer. Andrew Kai se levantó lentamente de su asiento, y le dijo:

Andrew Kai: - ¿Por qué tomaste esa decisión? ¿Qué te hizo cambiar tu vida de Jedi? - Dijo con intriga.

Xeried: - Cuando estaba solo, muriéndome en ese lugar seco, donde creía que mis esperanzas se agotaron, vi una pequeña luz en ese inmenso cielo azul que me rodeaba. Ahí decidií, que si en el hipotético caso que sobreviviera, dejaría un largo periodo de tiempo esta vida, y me alejaría a un rincón de la galaxia...

Andrew Kai: - Pero Xeried... No sé cómo pudiste tomar esa decisión, Jaja.

Xeried: - Yo creo que la fuerza me lo dijo... - Dijo Xeried con un tono bajo.

Andrew Kai: - Bueno, si esa decisión has tomado, no me interpondré, Que la fuerza te acompañe. - Dijo Andrew con una sonrisa en su rostro.

Una vez Xeried habiendose ido, Andrew Kai explicó la situación de Xeried, tomándosela todos bien. Xeried despegó con su caza hacia la atmósfera, para después salir a la galaxia e ir a su planeta natal, Kashi. Allí se exilió mucho tiempo, feliz, con una gran parte de su familia, nadie sabiendo donde iba, ni volviéndolo a ver.

Una semana después, en el cuartel de Basilisk del escuadrón Werda Kyram, apareció un nuevo Werda Kyram, llamado Solus'Tal, un joven de 11 años, de padres desconocidos, un poco clarito y cabello albino/grisáceo, de ojos azules, viniendo de su planeta natal, Mandalore, para entrar en las filas de los mandalorianos y combatir junto a la república.

Así llega la supuesta desaparición de Xeried. Pero, quién sabe...

FIN

Aclaraciones:

- Xeried se exilia a Kashi, despareciendo hasta nadie sabe cuando.

- Mi personaje pasa a ser Solus'Tal, que entra en las filas mandalorianas como un Werda Kyram

Gracias por ver mi roleo. Un saludo.

PD: ¿Está mejor? Jaja.

Cambio de facción válido.

Notas para el autor: Mucho mejor, me pareció un poco tajante la manera de poner fin a la escena de la muerte del Sith (sigo y seguiré pensando que no todo tiene que acabar de la misma manera siempre) y que el criterio de Andrew Kai con respecto al abandono de Xeried, para ser un maestro Jedi, careció bastante de firmeza. Quedaron algunos errores ortográficos, para roleos futuros te aconsejo que pases el texto por el autocorrector de word o similares. Bien hecho.

Bien, Lo haré, Muchas Gracias.