[Roleo de cambio de pj] - Vuelta a los origenes [Satella]
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[Roleo de cambio de pj] - Vuelta a los origenes [Satella]
Capítulo I - Una inesperada noticia
Ciudad de Coruscant
Era un bello día en el Templo Jedi situado en Coruscant. Cientos de aerodeslizadores, naves pequeñas y naves de transporte circulaban por los alrededores de forma muy ordenada y simétrica por una especie de pista aérea imaginaria. Muchedumbres inquietas moviendose por todos lados en las largas calles y callejones de Coruscant, entrando y saliendo de bares, edificios y tiendas. Al interior del templo la mañana era bastante ajetreada; los jóvenes iniciados se vestían en sus cámaras para luego emprender trayecto hacia los patios teóricos y a los salones de entrenamientos para continuar con su formación, los padawan buscaban a sus maestros para iniciar un nuevo día de lecciones y el joven Dara Vatara recientemente ascendido a Comandante de la base clónica, se dirigía hacia las afueras del Templo en dirección a la plataforma de aterrizaje, lugar en el cual le esperaba un importante mensaje. En su trayecto, observaba como el templo despertaba y las casi mil personas residentes en él, se desplazaban de un lado a otro para cumplir con sus labores propias de el primer día de la semana. Dara aún no se acostumbraba a que los miembros de la base clónica le saludaran militarmente apenas él pasara por delante de ellos, aunque era bastante obvio ya que sólo hace unos días el Alto General le otorgó el cargo de Comandante, sin embargo, intentaba ser lo mas serio posible y ahogar las risas que querían salir de su boca al momento de asentir y decir el "descanse soldado". Continuaba caminando con sus manos atrás, bien erguido y con su túnica marrón que ondulaba mientras se desplazaba por los extensos y anchos pasillos del templo. Dara había llegado a la puerta exterior del templo construida a partir de dos pilares anchos y altos, un gran arco de mármol y una ancha y resistente puerta metálica que se abría hacia los lados. Estaba custodiada por dos soldados con arma en mano por motivos de seguridad. Apenas fue reconocido, los soldados adoptaron una posición de firmeza. Acto seguido, la pesada puerta de metal se abrió y el Comandante salió al exterior atravesando dicha gran puerta. Era media mañana y el tráfico era ya bastante, los sonidos ensordecedores de los vehículos surcando los cielos eran bastante molestos para él. No hizo falta que caminara mucho para que se encontrara con una figura destapada de un mirialano que lo observaba cuidadosamente con algo de impresión. Aquel mirialano estaba posado sobre una nave de mediana amplitud y tenía una sencilla túnica marrón algo manchada por aparentemente barro en la punta y un cinturón de cuadro metálico que sostenía unos pantalones beige bastante anchos.
- Vaya, vaya... pero mira cuánto has crecido hermano.
La primera impresión de Dara al recordar aquella peculiar voz fué correr hacia él y darle un gran abrazo. Intentó ahogar unas lágrimas que querían emerger de sus ojos pero fué inevitable no emocionarse. Era su hermano, quien no veía hace años y que residía en Mirial, su planeta natal.
- ¡Pero qué agradable sorpresa Deva!. - Dijo mientras le miraba a sus ojos con sus manos en los hombros de su hermano.
Deva soltó una agradable risa, sonrió y exclamó: - ¡Pero mira cuánto has crecido hermanito, ya eres todo un hombre! - dijo observando los tatuajes que surcaban mis mejillas de lado a lado.
- Bueno, te preguntarás por qué he venido así que quiero ser breve y espero que te lo tomes bien. - Dijo haciendo una pausa para suspirar y luego continuó: - Tarrlock se ha hecho uno con la Fuerza.
Tarrlock era un viejo amigo de la infancia de Dara, con quien compartió bastantes momentos de su vida ya que vivían en casas cercanas en Mirial, donde solía vivir. Le fué bastante dificil separarse de su amigo cuando su padre, Dasa, le dijo que era sensible a la Fuerza y que debía ir a Coruscant a iniciar su entrenamiento. La noticia había remecido a Dara sin lugar a dudas, ya que era una pérdida bastante importante. Su filosofía y juicio se desmoronó por ese instante en el que su hermano le había dicho que había muerto uno de sus mejores amigos y sintió un profundo deseo de llorar en los brazos de su par y derrumbarse frente a todos, pero logró recobrar el juicio y se mantuvo firme. Alzó su vista al cielo y dijo, ahogando fuertes sollozos: - Está con la Fuerza.
- Spoiler:
- ADELLIE ME DIÓ PERMISO PARA PONER LA FOTO.
Capítulo II - Viaje a Mirial
Definitivamente, la noticia lo había choqueado, pero su viejo amigo estará siempre con él, y Dara lo sabe. Luego de aquella impactante noticia que Deva le dió a su hermano, Dara lo miró, escondió su tristeza con una sonrisa falsa y le dijo: - Gracias por venir hasta aquí y decirmelo, hermano. Lo valoro mucho. Deva le respondió con frialdad: - El funeral será en un día, por eso vine antes a decirte y a llevarte. Otra noticia fuerte: visitaría Mirial luego de años sin ver aquellos paisajes húmedos, boscosos y pantanosos propios del planeta. La única zona urbana que Mirial tenía, era la gran ciudad que estaba emplazada en el planeta. Las edificaciones eran bastante simples, y habían barrios con casas bastante grandes y cómodas. La gente circulaba con normalidad por las calles alumbradas con faroles y los niños jugaban en el lodo y en el pantano. Al menos así recordaba mi planeta natal. No podía irme así como así, debía avisar al Consejo y a los Generales de mi viaje, por lo cual ingresé rápidamente al templo en dirección al salón de meditación, lugar donde probablemente estaban la mayoría de los Maestros. Una puerta de metal que se abría apenas te acercabas unos cuantos centímetros antecedía al salón de meditación; un lugar pequeño, iluminado sólo por unas velas que destacaba por su sencillez; sillas cilíndricas con una almohada encima, sin respaldo y todas ubicadas en un gran círculo, similar al salón del consejo y unas cuantas ventanas tapadas por unas percianas a medias, que sólo dejaban pasar algunos pocos rayos de luz solar. Así lo describía Dara y era el lugar donde los Jedi iban a reflexionar y desligarse de sus sentimientos para alejarse de la tentación del lado oscuro. El jóven Comandante no quería ser imprudente, así que entró de manera muy sigilosa y tranquila, a un paso bastante lento, observando el círculo donde sólo algunos puestos estaban ocupados por caballeros y maestros. Caminó por el alrededor del círculo tratando de reconocer alguna silueta pero fué en vano. Los maestros no estaban allí. Dara salió de la misma forma que entró del lugar, y luego comenzó a caminar rápidamente hacia el panel de información ubicado en la entrada del templo. Fue entonces cuando llegó y vió que recientemente los Maestros habían viajado a resolver una crísis en un planeta lejano del borde exterior. Dara vaciló por un momento y se rascó la cabeza intentando pensar en qué hacer. El tiempo era finito,y como los Maestros no estaban y el Alto General no aparecía, decidió ir a su cámara en la planta superior del Templo y dejar un mensaje holográfico para evitar preocupaciones ante su repentina desaparición. Aprovechó también de recoger sus objetos más valiosos, todos sus sables y ropajes (pertenencias en general) los metió en un baúl de metal que luego, con la ayuda de un droide, llevó hasta la plataforma de aterrizaje donde su hermano, Deva, lo esperaba con la nave ya lista para partir. - ¿Avisaste que partes a Mirial? - Le dijo su hermano. - No encontré a nadie del Consejo, así que les dejé un mensaje. ¿Vamos? - respondió Dara, observando hacia la gran construcción que significaba el Templo Jedi, y de alguna forma, despidiéndose del lugar que lo acogió durante varios años de su vida. Los hermanos subieron a la nave que los llevaría de vuelta a casa, Deva encendió los motores mientras que Dara se sentaba en el copiloto dejando su maleta a un lado. Ambos abrocharon su cinturón, y la nave comenzó a ascender mientras que la compuerta se cerraba y se sellaba ferreamente. Dara vió por la ventanilla de su izquierda y observó quizás por última vez la gran ciudad de Coruscant, la ciudad que nunca duerme.
El viaje de Coruscant a Mirial era bastante largo, aún viajando en el hiperespacio. Un sepulcral silencio inundaba la nave de los mirialanos. Dara aprovechó la tranquilidad de la nave para ir a una habitación, en soledad, para meditar y tratar de comunicarse con su viejo amigo. Tarrlock fue uno de los Jedi que escapó de Endor cuando el Imperio Galáctico lo invadió. Hasta ese entonces, había conseguido el rango de Caballero Jedi. Tenían una conexión muy especial, podían detectarse a lo lejos y hablar telepáticamente puesto que se conocían desde muy temprana edad. Dara llegó a la habitación, se sacó su túnica marrón y la dejó sobre un estante. Se sentó en el suelo con sus pies cruzados y relajó sus manos sobre sus muslos. Comenzó por cerrar sus ojos y respirar profundamente, para controlar sus pulsaciones. Estuvo así por varios minutos, y logró despejar su mente. Por ese instante ya no estaba consciente de dónde estaba... la Fuerza le permitió viajar a través de sus recuerdos y su alma. Entró en un estado de trance absoluto, cuando de pronto su mente empezó a iluminarse y estando con los ojos cerrados, vió una brillante luz que le molestaba un poco. Entonces, se vió caminando por una superficie de color gris y brillante, veía cientos de plantas de distintos colores y grandes árboles agrupados en bosques, vió un gran pantano con hojas verdes en su superficie, animales desplazándose por el lugar, y un claro cielo azul con algunas nubes. Seguía un sendero que lo llevaba hasta una gran estructura de mármol oscuro adornado con piedras preciosas y pilares que sostenían el techo. Era el Palacio de los Vatara, una familia muy respetada dentro de Mirial por su gran linaje de sensibles a la Fuerza, particularmente Jedi. Dara entraba por una gran puerta de madera fina, y veía a varias personas de su color, paseando por el palacio, disfrutando de bebidas y frutas autóctonas del lugar. Fue cuando vio a su padre, acercándose y dándole un fuerte abrazo. Todos le saludaban y se alegraban de su visita, y le miraban con curiosidad directamente a la cara. Entonces Dara, entre el trance y la vida real, se dió cuenta que ese momento fué cuando recibió sus primeros tatuajes, característicos de su estirpe. Según la tradición, cuando un joven Mirialano alcanzaba el rango de Padawan dentro de la Orden Jedi, debía recibir sus primeros tatuajes, y los demás correspondían a la conversión de niño en hombre al cumplir los 17 años de edad. Dara retrocedió aún mas en sus recuerdos, que pasaban por delante de él como estrellas fugaces. Cuando estaba a punto de recordar cuando conoció a Tarrlock, abruptamente fue interrumpido por su hermano, quien tocó su hombro y lo despertó del trance. El recuerdo que intentaba recordar se rompió en mil pedazos y todo se alumbró en su mente. Había sido interrumpido y abrió sus ojos con molestia. Miró a su hermano, diciéndole con la mirada: "Que imprudencia". Deva se rió un poco, dándose cuenta de la situación y le dijo: - Hemos llegado, hermano. Tengo algo para ti. Sígueme. - dijo mientras salia de la habitación. Dara lo siguió con curiosidad hacia la cabina principal y entonces le vio tomando algo de una gaveta. Era un saco bastante grande de forma irregular, que su hermano le entregó en las manos. - Póntelo. - le dijo mientras terminaba de aterrizar la nave sobre la húmeda y boscosa superficie de Mirial. Dara abrió el bolso, y entonces vio un bello traje que aludía a sus costumbres que había usado en su ceremonia de conversión. Incluía un sombrero con adornos de la familia, una túnica larga y unas botas negras artesanales. Rápidamente, se puso los ropajes y ambos prepararon sus cosas para bajar de la nave. Su hermano, vestía algo similar a él, y seguramente lo habría hecho mientras Dara estaba en trance.
Los hermanos caminaron por un sinuoso sendero de rocas circulares rodeado por arbustos llenos de flores a ambos lados del camino que tenía como fin el gran Palacio de los Vatara, esta vez adornado por lienzos negros aludiendo al luto y antorchas rodeando la entrada. Los padres de Tarrlock, ya ancianos escoltaban la puerta de entrada saludando a los nuevos visitantes y recibiendo los pésames. Dara y Deva llegaron a la entrada y la madre de Tarrlock, evidentemente, afectada por la pérdida de su hijo, rompió en llanto y le dió un fuerte abrazo a Dara. Este, recibiendo el abrazo de la anciana, tocó su mejilla y limpió sus lágrimas con el pañuelo que ella portaba en su mano. - No hay por qué estar tristes. Tarrlock estará siempre con nosotros, se ha hecho uno con la Fuerza. - Dijo Dara para consolarla. La anciana ya más tranquila, asintió y le indicó a los hermanos entrar al lugar y saludar a las demás personas.
Los hermanos caminaron por un sinuoso sendero de rocas circulares rodeado por arbustos llenos de flores a ambos lados del camino que tenía como fin el gran Palacio de los Vatara, esta vez adornado por lienzos negros aludiendo al luto y antorchas rodeando la entrada. Los padres de Tarrlock, ya ancianos escoltaban la puerta de entrada saludando a los nuevos visitantes y recibiendo los pésames. Dara y Deva llegaron a la entrada y la madre de Tarrlock, evidentemente, afectada por la pérdida de su hijo, rompió en llanto y le dió un fuerte abrazo a Dara. Este, recibiendo el abrazo de la anciana, tocó su mejilla y limpió sus lágrimas con el pañuelo que ella portaba en su mano. - No hay por qué estar tristes. Tarrlock estará siempre con nosotros, se ha hecho uno con la Fuerza. - Dijo Dara para consolarla. La anciana ya más tranquila, asintió y le indicó a los hermanos entrar al lugar y saludar a las demás personas.
Capítulo III - El Funeral
Dara y Deva ingresaron en el Palacio adornado con lienzos negros e insignias de la familia. En el centro del hall principal, se ubicaba una tumba rodeada por hermosas flores y una luz que se asemejaba mucho al sol. El cuerpo de Tarrlock yacía tapado por una manta blanca con insignias de la Orden Jedi. El jóven mirialano ya había superado la muerte de su viejo amigo y se regocijaba al saber que él estaba con la Fuerza. Habia muchísima gente en el funeral de Tarrlock, paradas con las manos juntas hacia adelante en señal de duelo, muchos con vestimentas ceremoniales y varios mirialanos con túnicas cubriendo sus cuerpos. Dara logró distinguir varios Maestros Jedi de Endor y Coruscant que asistieron en señal de respeto a darle la despedida de este mundo al ex Caballero Jedi. Dara avanzó un poco por el lugar y se posicionó junto a los familiares y mas cercanos, mientras observaba el cuerpo cubierto de su viejo amigo.
- Spoiler:
Recordó las palabras del Maestro Yoda en el funeral de Tutso Mara y los otros tres Jedi que cayeron en un ataque al Templo de Coruscant: - "Uno con la Fuerza ellos están... y nuestro trabajo es recordar, que llegado el momento nosotros también lo estaremos. Seres luminosos somos, pero nuestros cuerpos son sólo recipientes prestados por un tiempo... un minuto de silencio, he de pedir, para recordar... y avanzar". Entonces, llegado el momento, Dara quiso hacer los honores y decir unas palabras por su fallecido amigo. Siguiendo su filosofía y su formación como Jedi, dijo las palabras precisas, similares a las que había recordado del Maestro Yoda y luego contó una historia vivida con Tarrlock, cuando estaba con él en Endor. Una vez que Dara terminó de hacer los honores, se puso a unos metros de distancia de la tumba, que luego, mediante la fuerza hizo bajar a una especie de cámara incineradora. La compuerta se selló y un haz de luz amarillo salió disparado por una abertura central de la tumba. Ahora, Tarrlock se había hecho con la Fuerza en cuerpo y alma.
- Spoiler:
Luego de que el funeral finalizara, todos fueron al vestíbulo del Palacio a hacer vida social y a superar la pérdida. Dara y Deva caminaron por el lugar recibiendo reverencias de sus familiares mirialanos, ya que en Mirial todos los ciudadanos se respetan entre sí a muerte, no hay delincuencia ni atentandos contra la vida de otro ya que es defendido a muerte. Si un mirialano común y silvestre era respetado, un mirialano Jedi era casi una eminencia. Llegaron hasta la ventana que daba al piso de abajo y a los terrenos del territorio de los Vatara que por cierto era bastante extenso y abarcaba un quinto de la superficie total del planeta. En el territorio de estos, también habían poblaciones y villas de familiares y de gente común que eran amparadas y protegidas por la familia casi como un contrato de vasallaje. Los residentes en el lugar cultivaban la tierra y producían materias primas y objetos para venta o para ellos mismos, y los patriarcas les otorgaban vivienda y seguridad. Dara tomó una copa de una bebida refrescante y todos hicieron un brindis por la memoria de Tarrlock. El jóven un poco desconcertado escuchaba las conversaciones de la gente que estaba conversando alegremente, haciendo bromas y riendose. Había una gran cantidad de personas en este lugar modesto de suelo de mármol blanco, muebles muy finos y caros y candelabros de cristal que tenían el tamaño de un Nexu. En el lugar Dara pudo ver variadas clases de personas: habían Jedi, personas normales, mirialanos, twi'leks, y un sinfin de gentes de distinto color y raza. A Dara le llamó especialmente la atención una bella jóven Jedi mirialana, delgada, alta, y con dotes físicos bastante llamativos. Su cabello estaba tomado en un bello moño envuelto en una cinta de color calipso y llevaba una túnica marrón claro. Se podía divisar un sable láser en su cinturón escondido entre los ropajes que llevaba. La jóven se percató de que aquel mirialano lo miraba y con el bichito de la curiosidad picandole, decidió acercarse y hablarle: - ¡Hola! - Dijo la mirialana con una suave y amable voz. - Tú eres el hijo de Dasa ¿no es cierto? - preguntó con la seguridad de que la respuesta era un sí.
Capítulo IV - Hogar dulce hogar
Dara asintió, y la conversación se tornó muy estimulante. La mirialana reía y bromeaba con Dara muy a gusto, mientras que Deva los dejó solos para que se conocieran mas y compartieran historias. Resultaba que la mujer era una Jedi solitaria, residente en Mirial. Vivió su infancia en el mismo lugar que Dara y creían ambos conocerse pero hablaban muy poco en esas épocas. La bella jóven, resultó llamarse Salem Mara, tenía 21 años de edad y estaba SOLTERA. A Dara le comenzó a gustar su compañía y a Salem también. Se contaron un sinfin de cosas y se exteriorizaron sus características, valores, virtudes y su forma de ser, que desencadenaron una fuerte atracción carnal y afectiva por parte de los dos. Después del funeral, cuando todos se fueron y ya sólo los moradores del Palacio y los sirvientes estaban en la morada de los Vatara, Dara y Salem se quedaron charlando en el patio interior. Risas, miradas y tomadas de mano fueron las estrategias de Dara para conquistar a la bella chica. Aunque sus principios decían que no debía involucrarse sentimentalmente con nadie, Dara se sentía en casa (y lo estaba) y con la libertad de hacer lo que quería. Llegó la noche y la bella jóven tuvo que irse, pero Dara no la dejó irse sola. La fué a dejar hasta la puerta de su casa y luego el tórtolo retornó a su casa donde pasó una noche muy estimuladora y tranquila. Pasaban los días en el bello planeta Mirial y Dara comenzó a recorrer todos los lugares que no veía hace años, dandose cuenta lo mucho que extrañaba su hogar y su gente. Salem y Dara pasaban mucho tiempo juntos desde el funeral, e iban a menudo al centro cívico de la ciudad a caminar y charlar. Reían y se divertían observando a los niños jugando en la fuente de agua y corriendo de un lado a otro riéndose y atrapándose en un inocente juego. Los días se convirtieron en semanas y Dara no tenía intenciones de volver a Coruscant. Cada cierto tiempo recibía llamadas del Templo Jedi pero Dara respondía con una negativa y pedía mas tiempo para regresar. Hasta que un día, el Comandante llamó al Templo Jedi y tomó una drástica decisión. - No puedo dejar de nuevo a mi gente. Hay demasiadas cosas que tengo que hacer aquí... me quedaré en Mirial hasta nuevo aviso. Dara colgó la comunicación y sabía que no había vuelta atrás. Pero también sabia que allá en el Templo, comprenderían su decisión.
VARIOS AÑOS DESPUÉS
Dara y Salem vivían en una casa bastante acogedora a las afueras del planeta, con un bello patio lleno de flores y árboles rodeando el lugar. Se habían casado hacia ya varios años por la tradición mirialana, y habían recibido sus tatuajes de adultez, ambos. La radiante cara del ya adulto mirialano evidenciaba que estaba mas felíz que nunca, con la mujer que amaba en la tierra que amaba. Además, la Fuerza les había dado una gran bendición; una bella niña de ojos claros como los de su padre y la piel verde clara de su madre. También había recibido de herencia genetica la sensibilidad a la Fuerza de sus dos padres y de hecho, estaba recibiendo entrenamiento de los dos. No la enviaron al Templo Jedi como lo hizo Dasa con su hijo Dara, sino que decidieron esperar a que aprendiera de la cultura de su tierra y sus costumbres, antes de partir. La bella muchachita ya bastante crecida y rebosante de juventud, con su cabello negro largo y sedoso corría por los alrededores de la colina de donde vivían, y observaba los oníricos paisajes que les rodeaban. Solía ir a meditar a la cima de la colina mientras el viento azotaba su cabello y lo hacía ondular. Las formas sinuosas de su cabello y túnicas la hacían parecer el viento mismo. Fue entonces cuando una mañana, Dara se levantó de su cama y caminó hacia el exterior de la casa. Vió a su joven aprendiz e hija rebosante de juventud y fuerza, lo que le hizo darse cuenta que ya estaba lista. Barba, canas y arrugas aparecieron en Dara hacia unos años... ya no estaba tan joven como antes y sentía que le había entregado todo a su hija. Todo lo que él aprendió durante su vida, de sus Maestros, se lo transmitió a su bella hija. Esa misma tarde, luego de tomar el té en el patio interior, Dara aprovechó la reunión familiar para comunicarse con su hija; - Mi bella Luminara... nombrada en honor a nuestra ancestra... te entregé todos mis conocimientos, amor y valores. Ahora eres mi igual, hija mía... y estás lista para partir. - Le dijo mientras miraba al cielo. - Te esperan grandes aventuras e historias por vivir y luego contar. La familia entera salió de su casa y se dirigieron al centro de la ciudad. Deva esperaba a Luminara en una nave ya cargada con sus pertenencias y las de su padre. Dara le había dejado todas y cada una de sus cosas a su hija, para que nunca se olvidase de él. Llegó el momento de despedirse... Luminara subió a la nave con su tío, y ambos despegaron de la superficie de Mirial para empezar la travesía a Coruscant. En el Templo, esperaban la llegada de la nueva Comandante y Dama Jedi con ansias. Fin ...
Aclaraciones finales.
El Comandante Dara Vatara queda en Mirial hasta nuevo aviso y en su reemplazo, su hija Luminara Vatara, vuelve a Coruscant con su mismo rango, pertenencias y conocimientos. Saludos y gracias por leer.
Última edición por Vulrek Vatara el Miér Sep 11, 2013 5:14 pm, editado 12 veces
Dara Vatara- Mensajes : 815
Fecha de inscripción : 27/01/2012
Edad : 29
Localización : Chile
Re: [Roleo de cambio de pj] - Vuelta a los origenes [Satella]
Veamos que tal sigue... JEJEJE
Darth Plagueis- Mensajes : 1410
Fecha de inscripción : 05/02/2012
Re: [Roleo de cambio de pj] - Vuelta a los origenes [Satella]
Me dan miedo los fines escritos en tu misión de habbo
Luz- Mensajes : 57
Fecha de inscripción : 04/04/2013
Edad : 27
Localización : Argentina
Re: [Roleo de cambio de pj] - Vuelta a los origenes [Satella]
Buen roleo. Deberías hacer más, redactas bien.
Kythmnr- Mensajes : 2972
Fecha de inscripción : 15/01/2012
Localización : Desconocido.
Re: [Roleo de cambio de pj] - Vuelta a los origenes [Satella]
Capítulo II editandose en el mismo tema ^^. Gracias a todos por sus comentarios.
Saludos.
Saludos.
Dara Vatara- Mensajes : 815
Fecha de inscripción : 27/01/2012
Edad : 29
Localización : Chile
Re: [Roleo de cambio de pj] - Vuelta a los origenes [Satella]
Buen roleo me gusto bastante estare atento haber como continua.
Tarak Vatara- Mensajes : 575
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Edad : 33
Re: [Roleo de cambio de pj] - Vuelta a los origenes [Satella]
Estupendo roleo Dara Ya quiero la parte III te lo dije desde ayer ¬¬ :c Así que ha escribir
Phuel- Mensajes : 112
Fecha de inscripción : 07/10/2012
Edad : 31
Re: [Roleo de cambio de pj] - Vuelta a los origenes [Satella]
Espero la siguiente parte, me gusta lo que llevas.
Darth Plagueis- Mensajes : 1410
Fecha de inscripción : 05/02/2012
Re: [Roleo de cambio de pj] - Vuelta a los origenes [Satella]
Capítulo III e IV (editandose) posteados en el mismo tema. Gracias de nuevo a todos. Creo que esto ya se termina jeje.
Dara Vatara- Mensajes : 815
Fecha de inscripción : 27/01/2012
Edad : 29
Localización : Chile
Re: [Roleo de cambio de pj] - Vuelta a los origenes [Satella]
Me sorprende, espero la continuacion
Darth Plagueis- Mensajes : 1410
Fecha de inscripción : 05/02/2012
Phuel- Mensajes : 112
Fecha de inscripción : 07/10/2012
Edad : 31
Re: [Roleo de cambio de pj] - Vuelta a los origenes [Satella]
Muy bueno e innovador, felicitaciones.
Darth Plagueis- Mensajes : 1410
Fecha de inscripción : 05/02/2012
Re: [Roleo de cambio de pj] - Vuelta a los origenes [Satella]
Hola.
Me encargaré yo.
Realmente es curioso ver este cambio de personaje & sexo. Curioso nombre le has dado a la jovenpocooriginalpls, supongo que dentro del templo no habrá problemas sobre de volver con el mismo rango, y lo de las pertenencias, veo que se las has ''heredado''. Lo que son conocimientos, ''ella'' (Referido al personaje) deberá estudiar para llegar al mismo nivel de Dasa. Fuera de eso, te felicito por tu gran progreso con los escritos.
Roleo válido. Dejaré el tema abierto para ver quien más quiere pasarse a comentar.
Me encargaré yo.
Realmente es curioso ver este cambio de personaje & sexo. Curioso nombre le has dado a la joven
Roleo válido. Dejaré el tema abierto para ver quien más quiere pasarse a comentar.
Satella- Mensajes : 1351
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Re: [Roleo de cambio de pj] - Vuelta a los origenes [Satella]
No sabía que relatabas así, Vulrek. Me ha gustado bastante, podrías hacer más roleos y te apuesto que te saldrían igual de buenos. Un saludo
Dragerion- Mensajes : 940
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Localización : In your dream
Re: [Roleo de cambio de pj] - Vuelta a los origenes [Satella]
Me asombra como redactas y un roleo muy bien elaborado y que lo tenías pensado hacer hace ya tiempo creo, me gustaría leer mas roleos tuyos.
Askreh- Mensajes : 725
Fecha de inscripción : 17/05/2012
Edad : 34
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