[Roleo/cambio de faccion] El final del jedi [Azeneth]

por Tragew Miér Mar 27, 2013 5:41 pm

Planeta desconocido

Ya entrada la noche , en mitad de un enorme desierto se encontraba un encapuchado, totalmente rodeado por sus desgastados ropajes, que presentaban algunos agujeros, rasguños e hilos de tela descosidos. El sol caía directamente sobre la figura que yacía entre las arenas y piedras del suelo, las cuales tenían un desnivel que hacía incómodo caminar por esas tierras.
Las manos del jedi permanecían protegidas por su túnica, la cual le daba un gran calor pero por alguna extraña razón no se había quitado dichos ropajes. Los pasos del hombre eran forzados, no tenían una dirección fija y este iba tambaleandose en diferentes direcciones, aunque continuaba andando a duras penas. No había encontrado a nadie en varios días y sus energías se agotaban cada vez más rápido. De pronto, el jedi se quedó quieto, completamente paralizado mirando hacia el frente, viendo un azul cielo y una gran luz dandole directamente en la cara. Segundos después, de su frente caía una gota de sudor, por la que bajó la cabeza y miró al suelo. En ese preciso instante sus piernas fallaron y cayó al suelo inconsciente. -Co...como puedo haber llegado a esta situación...-Murmura el hombre justo antes de caer.

Horas más tardes...

Los ojos de la persona se abrieron lentamente, sin poder ver absolutamente nada. Tras pestañear un par de veces pudo enfocar bien, lo que le permitió distinguir lo que tenía a su alrededor. Aún estaba algo aturdido y no intentó moverse. Segundos más tarde, hizo un pqueño movimiento con los brazos, que fue impedido por unas cadenas metálicas atadas a la pared. El jedi giró la cabeza hacia los lados, viendo como estaba colgando, encadenado en una amplia cueva. Cuando miró a los lados no vio a nadie, lo que le hizo extrañarse.-¿Qué se supone que es esto?-Piensa mientras tira con las pocas fuerzas que tiene de las cadenas.-No será dificil escapar si esto es lo único que me impide huir...-Murmura mientras deja de hacer presión en los metales. Este empezó a concentrar la fuerza en las uniones de las cadenas, hasta llegar al punto en el que estas se soltaron en muchos pedazos que cayeron al suelo rápidamente. Sus brazos y piernas estaban libres. Ahora podía empezar a caminar y explorar un poco la situación en la que se encontraba. Un extraño sonido que provenía de una habitación diferente a la que estaba rodeo todos los túneles. Aparentemente era el golpe de unas piedras contra el suelo, que se continuo con diferentes gritos, aparentemente de dolor. Los pasos del hombre empezaron a acelerarse, para ver que era lo que estaba sucediendo en el mismo lugar donde se encontraba. No sabía como había llegado allí pero no podia ser nada bueno. En el momento que miró hacia su cinturon se percató de que este no estaba, le habían desarmado por si conseguía escapar. -No creo que las personas que me hayan metido aquí quieran, precisamente, ayudarme...Puede que esta vez tenga que actuar de una forma más brusca.-Piensa el hombre mientras vuelve hacia atrás, para ver si están ahí sus cosas.
Al llegar a la posición anterior empezó a buscar por todas las mesas, abriendo los cajones de estas, mirando encima y debajo de ellos. Al no encontrar sus objetos salió corriendo del lugar, por los túneles de piedra, de un tamaño no muy amplio. Tenía que tener cuidado de no chocar con las piedras, a la vez de no pasarse de largo si veía a alguien. A lo lejos del tunel, se ve una figura alienígena, que sale empujada de la pared y al chocar con la opuesta cae al suelo de golpe. Se acercó con velocidad a ver lo que pasaba, miró al sujeto que estaba en el suelo y sin detenerse se adentó en el agujero que se había formado en la pared. En ese momento podía ver varas figuras, de tamaños diferentes. Estos miraban todos hacia un proyector en el que una especie de figura distorsionada les hablaba en un idioma que no podía entender.-¿Qué se supone que es esto?-Pregunto con una potente voz a las criaturas que yacían en ese lugar. Estas, se giran con velocidad hacia el hombre que gritó, lo que hizo que este se abalanzase contra uno de ellos, aplastando su cabeza contra el suelo y dejandolo tumbado en este. Girando la cabeza a gran velocidad, mirando a el resto de criaturas dice-¿Dónde estoy ahora?, ¡espero una respuesta!-Aun apoyado en el cuerpo del que había derribado otros dos vinieron a por él. Reaccionando muy rápido dio un salto hacia la derecha, haciendo que los dos se pasasen de largo y este pudiese prepararse. Desde la posición en la que quedó pudo ver su cinturon, encima de la mesa, abierto pero con todo lo que había antes. Una sonrisa apareció en la cara de este, y de un salto llegó a ese sitio, cogiendo su sable láser y encendiendolo nada más entrar en contacto con este. -Ahora es cuando empiezan las explicaciones...si es que quereis salir ilesos.-Dice mientras empieza caminar a la salida.

Los hombres miraban como si ahora el otro hombre fuese un ser superior, asustados y con una distancia considerable. Ellos murmuraban pero ninguno de ellos se atrevía a hablar con el humano, como si su vida estuviese en peligro.-Todavía no sé donde estoy, espero las respuestas pronto-Afirma mientras se acerca hacia los hombres. Entre las manos del hombre se mantenía rígido un sable láser, que emitía un sonido continuo y una luz potente, que podía reflejarse en los abiertos ojos de los que en ese momento habían sido recluidos. Uno de estos se acercó al jedi diciendo.- Solo somos una banda, nada importante, ni si quiera actuamos fuera de este planeta. Al ver un cuerpo tirado en el suelo deducimos que podíamos sacar algo de él y por esa razón te cogimos e intentamos captura-Dice el personaje manteniendo una ligera distancia, esperando la respuesta del personaje que vestía unas túnicas desgastadas.-Suponiendo que lo que vuestro amigo ha contado sea cierto, ¿quién era exactamente el hombre con la imagen deformada de la grabación?-Pregunta mientras mira a las personas con una cara muy seria.-La verdad es que simplemente es un comerciante al que informamos de que teníamos a una persona, concretamente tú, en una de nuestras guaridas y estaba bastante interesado.-Vuelve a intervenir la persona de antes.-¿Cómo han podido informarle de eso, cuánto tiempo llevo aquí?-Pregunta algo confundido, mientras apaga su sable láser sabiendo que ahora no le atacaran.-La verdad es que fue hace un par de días, al principio pensamos que estabas muerto pero emitías sonidos a mitades del primer día, así que te atamos...-Afirma en voz baja otra de las criaturas. Tras mirar durante un largo toda la sala, viendo que no había nada de iportancia y las instalaciones parecían ínfimas, decidió marcharse, por lo que se dio la vuelta sin decir nada, dejando solas a las criaturas que había recluido. Los pasos eran lentos, golpeando bruscamente el suelo. Al llegar a la salida empujó con fuerza la puerta metálica, abriendola y pudiendo ver la luz del sol, y a sus lados, unas edificaciones no muy grandes de piedra, aunque estas aparentaban estar vacías y en las calles no había nadie. Se acercó hacia un vehículo al lado de una de las casas. Tras mirar a los lados y darse cuenta de que no había absolutamente nada cerca tuvo una idea, lo que le hizo volver hacia atrás. Al llegar de nuevo los que estaban ahí abajo se alarmaron, pero no hicieron nada salvo mirar.-¿No tendreis por casualidad una nave para poder irse de aquí?-Pregunta mientras mira fijamente al que parece ser el líder.-Eh...la verdad es que sí tenemos una nave, esta detrás de las casas, oculta, si te acercas la verás con facilidad.- Dice el hombre tartamudeando, como si tuviese miedo del humano que estaba ante él.-¡Gracias por no mentir, un placer haber tratado con ustedes!-Grita mientras se ríe y va en dirección a el punto que le dijeron los anteriores dueños de la nave.-Esto me servirá temporalmente para llegar a un lugar conocido. No sé a donde he llegado exactamente, la nave falló de pronto y perdí los sistemas, no sé donde estoy y eso puede ser un gran problema...-Murmura mientras camina igual que antes hacia la posición en la que teóricamente estaba la nave.

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Semanas después...

Galaxia

Era un día como otro cualquiera en la vida de Seltar. Había pasado un tiempo desde que marchó en su viaje por la galaxia, en busca de un planeta en el que asentarse. Los recuerdos que le venían a la cabeza eran continuos, sucesos a lo largo de su vida que habían dejado huella en él. Llevaba un tiempo pensando en lo mismo, en el motivo de su viaje. La razón no era clara, un día, sin más, decidió marchar de Endor en su nave. "¿Por qué sucedió todo de esa manera?"Se preguntaba varias veces al día."Puede que ya no piense lo mismo que antes, o que simplemente no este a gusto en aquel entorno pero..., eso no significa que yo deje de ser un jedi. Puedo verlo como una forma de volver a empezar, de decidir mi futuro y comprobar que es lo que me depara la fuerza". El maestro jedi marcó las coordenadas en su nave hacia un sistema Affavan. Recientemente había tenido noticias de un grupo de esclavos que iban a ser transportados a diferentes planetas. Sabía cuando y de donde partiría la nave, así que no sería difícil infiltrarse entre los miembros de la tripulación y una vez dentro liberar a los presos, aunque esto era más simple de como sucedería todo realmente...

La nave de Seltar ya estaba cerca de Affavan, todo estaba preparado para adentrarse para entrar al planeta. Cuanto más se adentraba se podía distinguir a una clase marginal de criaturas, que iban atadas unas a otras formando grupos iguales. Aterrizó en un hangar cercano a los grupos de esclavos que había visto. Cuando bajó de su nave se dirigió hacia ellos, para ver de que se trataba exactamente. Las distintas criaturas estaban siendo metidas en una enorme nave. Puede que esta sea la nave de la que me informaron... aunque todavía queda mucho por meter. Esperaré a que todo este listo para entrar. Murmuró el jedi dirigiéndose a un local que vio nada más bajar. El planeta estaba bastante contaminado. Unas nubes oscuras y permanentes tapaban el planeta, haciendo que respirar en este resultase incómodo para un humano y sobre todo, si no estaba acostumbrado a algo así. Continuó caminando en dirección al local, giro la cabeza hacia su izquierda y ahí pudo ver un grupo de esclavos, entre los que había una figura que destacaba sobre el resto. Era peluda y de gran tamaño, aparentemente bastante joven aunque adulto. El wookie iba esposado completamente y tenía una atención diferente al resto de prisioneros. Dos guardias le rodeaban evitando cualquier movimiento de este. Los ojos del jedi se cruzaron con los de la criatura durante unos segundos, lo que le resultó bastante curioso a Seltar. "Así que van a la nave que pronto asaltaré... hay muchos prisioneros, esto puede ayudarme a crear un desorden total". Antes de llegar al bar se dio cuenta de que en ese momento de distracción ya habían cargado la mayor parte de la mercancía. Estaba seguro de que ese era el momento exacto para adentrarse en la nave.

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Seltar se adentró en el ascensor que bajaba a las últimas plantas. En este había un panel en el cual seleccionabas la planta a la que deseabas acceder. Al marcar el segundo nivel el ascensor empezó a moverse. El trayecto era bastante corto, pero el jedi no se dio cuenta de que en el ascensor había una cámara y por esta, le habían detectado. Cuando llegó a su destino y salió del ascensor la puerta se bloqueó. Unos fuertes pitidos se emitían por toda la sala. Había sido descubierto y las cosas empezaban a ponerse complicadas. El jedi estaba tranquilo, aparentemente tenía la situación controlada. Se dirigió directamente a las celdas, en la que aunque el no lo sabía le esperaban unos droides que actuaban como guardias. "Si no me equivoco ya debería estar cerca de la gran sala que había en los planos..." Pensaba mientras caminaba en dirección a la sala.

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Tras liberar a todos los prisioneros mandó subir a todos hacia un nivel superior de la nave para que se armasen. Un grupo de ex prisioneros ya estaba armado con los objetos de los droides o con cualquier objeto con el que se pudiese golpear a alguien. La nave de los esclavistas estaba siendo amotinada y los dirigentes no sabían a lo que se enfrentaban. Todo estaba saliendo como Seltar lo había previsto una vez liberase a la gente. Los guardias eran derribados conforme avanzaban las armas de estos utilizadas por ciertos guardias. "Esto es un auténtico alboroto, no creo que me necesiten mucho más, aunque seguiré viendo como se desenvuelven en lo que me queda de estancia aquí...". Unas horas más tarde todo había acabado. Los presos habían tomado la nave y para el jedi ya era momento de marcharse. Cuando se decidió en que planeta estacionar, el jedi abandonó la nave y junto a él, el wookie que había salvado.
Unos días después el jedi volvió a la galaxia, continuando su viaje por la galaxia, aunque esta vez acompañado de un wookie al que enseñaría diferentes aspectos que en un futuro podrían llegar a servirle. Emm, compañero... ¿a dónde quieres que vayamos? Preguntó el jedi. El wookie tardó un rato en responder, aunque posteriormente dijo: A donde tu desees, no creo que esto deba ser elección mía.Te confundes, tu no me debes nada, haremos lo que se decida entre los dos...Respondió el jedi. Además, todavía no sé tu nombre, ¿cuál es? Preguntó de nuevo el humano. Mi nombre... mi nombre es Nagjraw. Decía el peludo ser. Bueno Nagjraw, si tienes alguna pregunta que hacerme o simplemente quieres decir algo adelante, considérame como tu amigo. Dijo Seltar con una sonrisa. Ahora que lo dices, no me importaría ir a comer algo, llevo mucho sin hacerlo... Dejó caer el wookie riéndose. Tras eso el humano y el wookie buscaron un lugar en el que descansar y comer, además de seguir hablando de lo que podría llegar a ser una gran amistad.

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Meses más tarde el joven y habilidoso wookie al que encontró Seltar contaba la historia de como el maestro le salvó.
Después de todo eso el jedi volvió a viajar por la galaxia, enseñándome parte de sus conocimientos, historias que conocía y muchas de sus aventuras. El me consideró como su compañero durante el poco tiempo que coincidimos pero pude aprender muchas cosas de aquel maestro. Me salvó y no pidió nunca nada a cambio, nada, excepto una cosa... Que viniese aquí, a Endor, a ayudar a la república en la lucha con el imperio. Como voluntad de mi salvador es lo que hice y aquí estoy ahora, tras la formación de un campamento wookie en este frondoso planeta. Ciertamente no sé que sucedió con Seltar, nunca volví a saber nada de él, si murió o no, es algo que todavía no sabemos aunque tengo la sensación de que todavía vive, en algun lugar de la galaxia. Le contaba el wookie a un grupo de jedi que le preguntaron por su historia antes de llegar a Endor.

OOC: Con esto paso a cambiar de facción y personaje, de un sensible a la fuerza a un wookie no sensible. El paradero de Seltar es completamente desconocido.