[Roleo de Achillea]

por Dova Kurr Sáb Feb 25, 2012 8:18 pm

En lo más profundo de Arkania se encuentra una cabaña alejada de la capital. En ella hay tres individuos, al parecer con pintas mediocres.
Se respira paz y armonía, algo inusual en Arkania, todo el día arriba y abajo con los mercados. En esa cabaña vive un joven llamado Dova Kurr, un metro setenta y dos de alto, robusto y con un cabello marrón tirando más a castaño. Trabajaba con su padre forjando espadas
a los extranjeros que les visitaban a cambio, tenía un gran dominio de ésta arma. Como cada mes unos mercenarios pedían su salario ya que éstos protegían a la familia Kurr. Tras un mes de escasos pedidos, el patriarca de la familia entristecido tuvo que pagarles con sus pocos ahorros que les quedaban para mantener a su familia. La madre de Dova enfurecida y llorando empuñó una de las espadas forjadas de cristal que había fabricado su marido y se arremetió contra los cazarrecompensas intentando un corte en la crisma pero rápidamente el cazarrecompensas sacó de una funda una pistola Bryar y le acestó a ésta varios disparos que le dejaron en el suelo sin vida. El joven Dova Kurr vió como su madre caía al suelo muerta por culpa de esos cazarrecompensas. Empezó a enfurecerse, se apretó los nudillos. Sentía en él algo que rondaba por su cuerpo, tenía la sensación de sentirse con más fuerza que nunca y, aprovechando este momento se dirigió a los cazarrecompensas, estiró sus brazos y de ellos salieron unas potentes ondas expansivas que lo que hacían era empujar al rival.

Spoiler:

Tras esta fuerte onda se desmayó. Su padre rápidamente loe nvolvió en una túnica, lo cogió en brazos y lo llevó a su spider.
Al parecer se dirigía al templo jedi de Achillea donde creía que podrian instruir en las artes del lado luminoso, pero no todo sería
un camino de rosas, tras un largo tiempo una nave clase aguja se acercaba al transbordador de los Kurr y ésta rápidamente abrió fuego
a los asteroides haciendo que se rompiesen en pedazos e intentando que los Kurr chocaran contra estos. Pero el padre era un ''manitas'' por así decirlo en las carreras de vaina y para él esto era un juego de niños. Por suerte, los propios mercenarios le dieron al padre una docena de misiles contra artillería pesada para su protección y, éste los pensaba utilizar contra ellos. Plegó el tren de aterrizaje y dió lugar a los misiles que éstos rápidamente se lanzaron contra el enemigo pero una vez más la nave se escabullía de los Kurr dando tiempo al patriarca de dirigirse a Achillea. Tras llegar a Achillea lo primero que hizo fue aterrizar en una selva. Tras atravesar la selva observó detenidamente unas casas, parecían monumentos.

Spoiler:

Cada una de las estatuas parecía representar un monumento, no sabía cual era más gloriosa con exactitud. El patriarca de los Kurr
dejó a su hijo a las puertas de la academia. Tras ésto el Guardián Black que, vigilaba por los alrededores lo vió. Abrió la verja y se dirigió hacia él junto al caballero Kerth, en la túnica había una nota: ''No me creerán pero... ví como mi propio hijo utilizaba los midiclorianos de su entorno y los cargaba en sus puños de tal manera que creara una onda expansiva dejando a todos los que les rodeaban en el suelo. No estoy loco, creanme. Espero que les instruyáis en las artes del lado luminoso, yo ahora no puedo cuidarlo. Necesito que el cuide de la galaxia, por favor, hacerme ese favor.'' Tras leer la carta el guardián miró al caballero y éste asintió de manera que se llevasen a Dova al concejo. El concejo, que no creía lo que decían mandó a que lo revisaran por si era verdad, y sí, tenía un gran número de midiclorianos
pero éstos mayormente estaban concentrados en sus brazos, al siguiente día, Dova se despertó. Hoy comenzaba su historia.

por Dova Kurr Sáb Feb 25, 2012 11:22 pm

Dova Kurr se despertó de la habitación. En ella habían dos individuos más: Un togruta que tenía grandes conocimientos en la fuerza y, un humano egoísta que tiene un gran dominio con el sable láser. Pasaban las horas y Dova se aburría, jugaba con una pelota a tirarla al techo y recogerla mientras que los otros dos se divertían jugando a las cartas. El maestro Khan irrumpió en la sala. Es la hora de la teoría, vestíos, desayunar y venir al hall principal. -decía el maestro Khan-. Tras esto se colocó sus atavíos, se ató el cinturón y se dirigió al comedor. En el comedor había centenas de iniciados, diferentes razas, diferentes personalidades. Tras ver a tanta gente, Dova Kurr se sentó en una mesa alejada del resto, prefería estar solo. Se acercó al mostrador para ver que tenían de comer, chuletas de bantha y zumo de Endor. Eso le quitó el hambre. Rápidamente se dirigió al hall principal donde había varios soldados de la República. El caballero Dave les explicaba las 7 formas del sable láser mientras que una iniciada llamada Sue y Dova se intercambiaban risas. Dova estaba muy contento, nunca había tenido una amiga así y tenía que aprovecharla. Y bien...¿Dova me puede explicar la forma Soresu? -preguntaba Dave mosqueado-. Dova estaba confuso, por suerte para él, los maestros Andrew y Khan interrumpieron la clase. Dova, al área de simulación, vamos. -decía el maestro Andrew-. Se dirigieron a la sala de simulación donde estaban varios soldados clon y algún que otro wookie proveniente de Kashyyyk. Los soldados entraron a la primera sala de simulación y prepararon sus armas.

Spoiler:

Dova era un novato pero Xalqt Tankar le había enseñado bastante bien a reflejar los disparos de bláster. Velozmente empezó a reflejar disparos sin dar a droides pero siempre cubriéndose. Los soldados clon se abrían camino por la enorme ciudadela pero, el fuego enemigo era demasiado fuerte como para contenerlo. Cogieron un lanzacohetes y lanzaron sus proyectiles contra las torretas mientras que Dova, Khan y Andrew se adentraban en el centro. Andrew velozmente empezó a reflejar los disparos de un droide mientras se iba aproximando a éste hasta llegar a un cara a cara donde le cortó la cabeza metálica. Khan, desviaba cualquier disparo y desarmaba a sus oponentes utilizando su bláster como defensa, un droideka se aproximó a él velozmente pero éste lo desvió contra un depósito de droides que se encontraban atacando al escuadrón Nova. Mientras que Dova reflectaba las ráfagas y, con suerte les daba algunas veces a los droides. Los tres saltaron hacia una torre y empezaron a eliminar a las chatarras mientras que los escuadrones Leviatán y Sombra se abrían paso por el cementerio de droides. Ahora era el turno de los droides asesino. Descolgaron de sus espaldas sus vibrocuchillos y empezaron un cara a cara contra los maestros Andrew y Khan. El guardián Black Bendu entró en escena. Desprendió de su túnica un sable láser de doble hoja de cristal verde sintético. Se abalanzó contra los enemigos cortándolos en dos. Velozmente se unió a la fiesta el los aprendices Aucxil y Ishlos que rápidamente arremeterion contra los droides.