[Roleo Yavin IV] El descubrimiento de un Asesino

Superficie Selvática; Yavin IV

Él Jóven Acólito Sith estaba paseando por la selva en busca de entretenimiento, pues se aburría en la academia de su vida tan monótona...

Tengo Hambre... - Dice mientras se toca el torso

Entre esto, observa a su alrededor para buscar un lugar donde acampar, mientras buscaba algo de comer, pues se había ido a esa densa selva sin llevar algún tipo de alimento.

El cielo estaba densamente nublado y se esperaban fuertes relámpagos y una densa capa de lluvia en el sector.

Cerca de su posición había una cueva deshabitada sin motivo aparente, el Acólito se dirige lentamente hacia ella en busca de protección y de refugio.

Ya dentro de ella, observa que hay ciertos mamíferos que van a ocultarse rápidamente antes que comience la lluvia, pero, el Acólito, intercepta a uno con un Empujón de la fuerza, estampandolo contra un árbol de un tronco muy grueso...

El Acólito, al ver morir al animal, lo atrae con la fuerza mientras enciende el fuego, en una fogata.

En ese instante siente una energía ajena a él que estaba en la misma área muy desconocida pero un poco débil para ser un Sith o Jedi.

Esto fué fácil, pero... ¡SAL DE AHÍ SEAS QUIEN SEAS! - Dice mientras observaba a sus alrededores

JAJAJAJAJAJA Me has encontrado, Sith... - Dice un hombre con una armadura Mandaloriana impulsado en el aire con un propulsor que salía de su espalda.

El acólito se levanta rápidamente y con la fuerza, atrae su sable hasta su mano derecha, oprime el botón con su pulgar y este se prende rápidamente. Observando así un par de Hojas de luz que brotaban de los dos extremos del mango.

El Mandaloriano al ver esto, desenfundaba un arma y la apuntaba contra el sith, mientras le retiraba los seguros.

¿Qué haces aquí y quien te mandó? - Pregunta el Sith ante el hombre de la Armadura

Eso es confidencial, solo te diré que... Serás mi victima hoy. Afirma el Mandaloriano.

Veremos que tal te va, débil ser... Añade el Sith

Y Dentro de varias carcajadas, el Sith se impulsa con la fuerza hacia el Mandaloriano, mientras estira su brazo, con la que sujeta el sable para decapitar al Hombre enmascarado.

Éste empuja el brazo del sith, desviando el sable, en este ademán, dispara su arma tres veces contra el Acólito.

El Jóven Cae al suelo rápidamente y reflecta los disparos con su sable de luz, girándolo.

¿Éso es todo?

Aún ni empiezo...

El Mandaloriano estira su brazo, izquierdo y dispara un misil de su antebrazo que va directa y rápidamente hacia el Jóven Acólito.

Éste, se impulsa con la fuerza hacia el aire, en ese momento, canaliza los midiclorianos de su entorno probocando así cinco esferas que las dispara directamente al Mandaloriano.

El mercenario, desactiva sus propulsores para caer rápidamente al suelo y evitar las esferas, mas sin embargo, le logra dar una en el pecho, descontrolando algunos sistemas de la armadura.

Ya te tengo, estúpido ser. - Asegura el Acólito

El Mandaloriano, en un momento de desespero se retira la armadura y su casco, y descuelga una espalda de su pierna derecha para ir directamente a por el Acólito

El Jóven hace un ademán con su mano apuntando al Mercenario para así lanzar otro empujón de la fuerza, al hacer esto, impacta el mandaloriano contra un árbol y hace que suelte su espada y su pistola.

El Mandaloriano, saca unos compartimientos de la armadura de su piernas (Que aún no se las quitaba) y las apunta directamente al Sith, estas sueltan unas ráfagas de disparos casi indetectables.

El Acólito gira su sable dual, lo mas rapido que puede dentro de su eje, desviando casi todos los disparos, mas sin embargo, dos le logran dar en su pierna izquierda.

Maldita sea, hijo de Jabba - Dice el Acólito en forma de burla.

Ahi tienes uno de mis truquitos, Joven aprendiz.

Usted no me ha enseñado nada, maldito ser... Aghhh

El Acólito va directamente con un salto hacia el mandaloriano, este estampado en la pared se le complica el movimiento, este intenta rodar y salir del márgen del arbol, pero justo antes el Sith lanza otro empujón de la fuerza y deja inmovilizado al mercenario.

El jóven cae frente a el y le clava el sable de lúz al mercenario justo en el centro del pecho, dejándolo sin aires y sin otra oportunidad...

Aghh! - Agoniza el Mandaloriano

Ahora me vas a decir quien te mando y porqué! - Pregunta y exclama a la vez el Sith.

¡Aghh! Me han envíado los Jedis por una buena cantidad de dactarios, pero aún esto no termina...

Al decir esto el mercenario, comienza a sonar un dispositivo que esta dentro de su cuerpo un "pipipi"
A los pocos segundos de esto, explota el cuerpo del mandaloriano con una gran fuerza, enviando al jóven acólito al otro lado de la superficie, dejándolo inconciente.

*Mente de Tahs*

Era una tarde y su madre le tendía la mano mientras unos guardias oscuros se la llevaban con ellos, mientras el niño, Tahs, gritaba por su madre para que la devolvieran y la dejaran en paz...

Entre tantos gritos y conmoción Tahs recuerda de su infancia que nunca sabia quien era su madre y porque no estaba con él...

En su mente da una vuelta hacia el presente y abre sus ojos mediante unas gotas que caían sobre el por la lluvia que habia llegado.

¡Aghh! ¿Qué pasó?

Su sable estaba a unos pocos metros de él y la armadura, casco y armas del mercenario estaban tiradas y disperzas en el suelo.

El Acólito, herido, se levanta lentamente y observa sus manos, desgarradas por la explosión y tambien su torso. Tambien ve las armas regadas por toda la superficie, el Jóven las recoje como forma de trofeo y se va lentamente, cojeando a la academia Esperanza Oscura.

Obtención:

- Armadura Mandaloriana
- Espada Beskad
- Westar 33

Todos hacen eso para obtener algunas armas, pero estas son para roleos, nunca me verás por lo menos a mí, disparando en ataque de fortaleza y alegando LA OBTUVE EN MESA DE ROL
No, no es con esa intención.

Tashek fuera.

Academia Sith Esperanza oscura. La Tarde.

El jóven acólito esperando misiones de sus superiores para ir de inmediato, mientras pensaba en el ataque anterior que le habían lanzado los jedis, al menos, supuestamente.

No le había contado nada a nadie, pues el no tenía permiso de hacer guardia en la superficie, pero él sabía, que pronto, ese secreto se sabría.

El Acólito, habia guardado sus armas dentro de la nave pequeña que el posee, con el resto de sus otras pertenencias valiosas, que consiguió desde su niñez.

Irémos a Achillea de pasada, supuestamente habrá un ataque de nuestros aliados, estaremos allí a ver si pasa algo y ayudar. - Informa el podesoro señor, Darth Gevura.

Los miembros de la academia emocionados, pues la mayoría de los días fueron aburridos y con poca actividad.

De repente apresamos a alguien o decapitamos a varios jedis, ¿eh? - Añade el Darth

Los Siths con una leve sonrisa por el comentario, empacan sus cosas para irse a la plataforma de aterrizaje.

De repente una estela azúl atraviesa a un Guardia de la superficie y toma al joven acólito, Tahs, y lo lleva secuestrado a su nave, Los sith, con la fuerza intentan atraer la nave, pero aún no habían llegado los superiores y los aprendices no podían con tal magnitud.

¿Que carajo? ¡SUELTAME! - Comenta el Sith al verse apresado.

El secuestrador, sin ninguna palabra, activa la nave y toma los controles manuales y se dirige a un país con mucha vegetación, este era, Felucia.

Spoiler:

¡Sueltam...! - Antes de terminar, el secuestrador le tapa la boca con un paño y aterriza en la superficie de Felucia.

Ya ahí, bajan de la nave y el desconocido arroja el acólito al suelo.

¡Maldita rata, pagarás por esto! ¿Quién eres? - Dice despues de escupir el paño hacia el desconocido.

Acá no es seguro para hablarte... - Dice al ver el cielo y ver dos naves patrullando la zona...

Vámonos de aquí. - Añade la persona al retirarse varias túnicas y arrojarlas al suelo para despistar a los rastreadores.

El Sith, dudoso va con el, pues no tenía otra opción, tocando con su mano derecha el mango de su sable, esperando el momento indicado para destruirlo.

Se adentran en las densas selvas de Felucia en busca de privacidad.

Ok, de acá no me muevo ¿Quién eres y qué quieres?

Soy un Jedi, el que contrató al Mandaloriano. El ataque no era dirigido hacia tí. - Dice el Jedi mientras se retira una máscara, mostrando su identidad.

El sith, al verle la cara se pone pensativo y lo observa fijamente...

Yo te conosco de algo... ¿Padre? - Dice el Acólito con un tono de nostalgia.

Siento por haberte dejado, pero lamentablemente, tenía que ayudar a la orden con un ataque masivo, debí llevarte conmigo... Pero era muy peligroso, lo siento.

Toda mi infancia creí que habías muerto y yo sin saber nada...

Yo te envié varias cosas, pero el imperio las retuvo...

Ah, pero retomando el tema, ¿Para que envías un mandaloriano contra nosotros? ¿Qué te pasa por la cabeza? - Dice el Sith de manera ofensiva.

Era un señuelo para destruir definitivamente a la academia sith, era un golpe certero, pero se topó contigo. Eres bueno defendiendo tu academia, Jaja... - Dice riéndose.

A diferencia de ti, ellos me criaron, y se los agradesco, pero ahora que me acuerdo... - Dice el Joven mientras descuelga su sable y lo enciende.

Usted no es mi padre... - Dice el Sith al ver los atuendos y su corpulencia.

Sí lo soy hijo - Dice con un tono totalmente desconocido y su apariencia se vuelve notoria, que era un holograma.

¡Nadie juega con eso! - Al decir eso, salta sobre el sujeto mientras estira su sable hacia su cuello, para decapitarlo.

El desconocido es decapitado y por fin se ve su real identidad, era un alienigena con inteligencia en tecnología, la pregunta era, ¿Quién ha organizado todo esto?

Spoiler:

El Sith corre hacia la nave en la que vino y se devuelve rápidamente a Yavin IV, pensativo en lo que había ocurrido.

El resto de sith estaban en la superficie, buscando al acólito y se fueron escoltando al joven hacia la academia.

Continuará...