[Roleo de Achillea] En busca del Cristal Blanco
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[Roleo de Achillea] En busca del Cristal Blanco
Capítulo I: La Sorpresa.
Como era común, una infinita tranquilidad y luz interna era todo lo que sentía Sobek. Pero entonces, algo extraño sucedió, algo que pocas veces había sentido... su corazón dio un vuelco, y de un salto se incorporó. No era una presencia oscura, era algo sumamente extraño, y creía saber qué era.
El maestro Gres se hallaba en su propio jardín de meditación que se situaba en lo alto de una de las más altas montañas de Achillea, y de un cerrar y abrir de ojos, se teletransportó a la otra punta del planeta, una zona donde nadie solía estar, y allí solía descansar su gran y viejo amigo Shorz-Hai-oh. Pero esa zona estaba desierta, nadie había ahí.
Aunque Sobek pretendía mantener la calma, frunció el entrecejo, y se alzó a los aires, situándose por encima de toda la zona, entonces cerró los ojos y se concentró en la fuerza. En apenas unos segundos, detectó cada presencia, cada ser vivo situado en cada rincón más recóndito de Achillea... pero no estaba el duinuogwuin.
Con el dragón, el instructor Gres guardaba una gran conexión mental, capaz de mantener conversaciones incluso interplanetarias, pero no sentía en ningún lugar a su compañero, y los sentimientos que afloraban en él, eran contradictorios, no sabía qué hacer.
Así pues, fue en busca de respuestas, no quería coger nave ni ningún medio de transporte. Intentaba controlar sus sentimientos, pero era incapaz de sentir una pizca de rabia, que sin duda usaría contra sus enemigos. Muchos jedis afirmarían que esta no es la forma de actuar de un jedi, pero era la forma de actuar de Cade Skywalker, y también la de Sobek Gres.
Entonces, las piedras se alzaron alrededor de Sobek, las plantas crecieron, un cúmulo de energía se formó a su alrededor, y de repente, una oleada de energía que sintieron todos los habitantes de Achillea, se produjo, y el jedi desapareció del planeta sin dejar el menor rastro, decidido a encontrar a su amigo.
Capítulo II.
Un espiral se formó en un lugar rodeado de plantas en el famoso planeta de Ruusan. El espiral desapareció y en su lugar, dejó paso al maestro Sobek, el cual apareció agachado en el suelo, y se levantó apollándose en su bastón. Le cansó demasiado ese viaje interespacial Ruusan actualmente era un planeta dominado por el imperio sith, por lo que debía andarse con cuidado, pero el maestro no reparó en nada de eso, por lo que atravesó a una gran velocidad toda la superficie. Lentamente se acercaba a su destino, al Valle de los Jedis, donde se dirigía en busca de respuestas.
Atravesaba la selva a paso lento pero imparable, decidió no llamar la atención puesto que ante todo, la prudencia era algo esencial en una misión similar, nadie debía detectarlo. En poco tiempo llegó a un claro, el cual analizó lentamente. No muy lejos había algunas rocas de gran tamaño en las cuales decidió asomarse.
Tras colocarse en lo alto de las rocas con sumo cuidado, logró atisbar lo que se cocía más allá; un campamento imperial asentado en el planeta de Ruusan. Así que a partir de ahora debía de ir con mucho más cuidado aun, no quería derramar sangre innecesaria. Pero esta visión que hizo que se replantease un par de cosas...
*Quizás sea una trampa* Pensó con lentitud Sobek. *Pero si así fuese, no estarían tan tranquilos. Parece que tendré que empezar a dar uso a mi querida amiga, La Fuerza* Dijo con una pícara risa, entonces sus manos comenzaron a brillar.
Haciendo acopio de energías, entró en sintonía con la energía del universo, casi comunicándose con la mismísima fuerza, formando parte de toda materia existente, así vio reflejada en su mente todos los parajes de Ruusan. Se centró en un punto en particular, que desde un plano superior, un plano astral, todo su ser se vio transportado al instante.
Una vez más, apareció arrodillado, y se incorporó al instante.
No necesitaba girarse para ver dónde se encontraba, puesto que lo sabía muy bien: Por fin se encontraba en el valle de los jedis.
Era una estrucutra natural de enormes dimensiones cuyos parajes, muy probablemente, eran aun desconocidos por las nuevas generaciones. Pero no había tiempo que perder. El Maestro Jedi aun se encontraba altamente concentrado en la energía del universo. Para su sorpresa detectó una presencia que se asemejaba a la de Shorz-Hai-oh... pero demasiado cambiada. Había algo que no encajaba.
El Valle de los Jedis, de por sí, era un lugar revosante de vida y de energía, el Ashla en estado puro. Pero en esta ocasión, algo le dio demasiada mala espina a Sobek. El lugar no estaba de costumbre. Incluso, empezó a notar que las temperaturas subían sin parar.
Continuó caminando en lo que le pareció un eterno descenso. Había estado ahí con anterioridad, pero no recordaba que el descenso fuese tan largo. De repente, a lo lejos, visualizó una luz rojiza. Se dirigió hacia ella y descendió sin temor a nada. Se aferraba con firmeza a su bastón del alma.
Tras unos instantes, llegó a lo que se asemejaba a una puerta brillante, con luz rojiza por los alrededores, como fuego en estado puro o lava mejor dicho. Entonces, atravesó la puerta...
Capítulo III.
Una gran ola de calor azotó con rabia a Sobek, pero no sintió nada. Entonces, de entre la oscuridad, decenas, o cientos de sables rojizos, se prendieron al unísino, y una única figura brilló en el centro.
Cuando Sobek creyó reconocerla, abrió los ojos ampliamente, quedándose sin palabras.
-N-no puede ser... estás muerto, y sin conexión alguna con la fuerza... Xakan -balbuceó Sobek.
-Ja, ja, ja -Comenzó a reir la figura-. Torpe hermano... deberías de saber que un Dios nunca muere, JAMÁS. Pero de todas formas... debo decirte que yo no soy Xakan. -Y entonces se descubrió el rostro.
-¿Lumen? Vaya, déjame decirte que tu poder ha aumentado considerablemente. -Y entonces, retomó su habitual compostura- Supongo que cuando fuiste a dar una visita a Xakan, te otorgó mucho más que un simple cristal negro, ¿me equivoco? -Dijo, sonriendo perspicazmente.
- ¿Cómo sabes tú eso? -Dijo extrañado-. Bueno, no tiene importancia. Te he traido aquí precisamente, porque esta será tu tumba. No he venido con refuerzos si eso es lo que crees... mira mejor a tu alrededor, quizás los reconozcas, sobretodo, a uno de ellos. Yo no me mancharé mis manos contigo, eres bazofia. En mi lugar, mi creación acabará contigo. Entonces, Lumen se dio la vuelta y comenzó a caminar hasta que se perdió en la oscuridad.
Sobek decidió dejarlo marchar, pero frunció el entrecejo, observando a su alrededor. Entonces se dio cuenta, de que se dejó impresionar tan rápido, que no le dio tiempo a analizarlo todo como suele hacer, así que decidió hacerlo.
Todas esas personas con sables, eran jedis, controlados por su hermano, Lumen... además, eran de piedra. Así pues, cayó en la cuenta de la historia, de los jedis que yacieron en estas tierras durante siglos, pero más tarde fueron liberadas de su maldición. ¿Cómo era posible que aun siguiesen algunos de ellos aquí presentes?
Mientras se formulaba esa junto a otra serie de preguntas, los jedis bajaron de un salto, eran cientos de ellos, lo que provocó un gran estruendo. Uno se acercó y dijo:
- Te estarás preguntando qué hacemos aquí... cuando el ejército de la luz del lord hoth fue atrapado, nosotros quedamos sepultados en las cavernas inferiores, las cuales nadie hasta el día de hoy había reparado de su existencia, cegados por el poder procedente de esta zona. Hasta que llegó Lumen Gres, y deshizo nuestro eterno descanso, y ahora nos controla. No sé la finalidad, pero tú ahora morirás.
Entonces las estatuas saltaron sobre Sobek, el cual de un rápido movimiento creó una burbuja a su alrededor. Se fijó que los atacantesal ser de piedra todabía, no podían usar la fuerza ni siquiera, por lo que no sería demasiado difícil su victoria.
Pero de repente, un gran estallido se produjo. La estancia era enorme, pero había un lugar, donde descansaba un gran vulto, que hastael momento, Sobek había considerado más que roca, pero ahora cambió. Se movía, rugía, y destrozaba lo que se encontraba a su alrededor. Y degolpe, se alzó, destryendo hasta la cúpula de la sala.
Formó una enorme esfera blanquecina, pero de oscuro poder sobre su cabeza, y la lanzó contra Sobek. Este ataque, hizo quebrar la defensa del maestro gres, el cual tuvo que reponerla rápidamente, y observar a su nuevo enemigo.
El dragón destrozó sus cadenas, había algo raro en él... su poder, su furia, su cólera, sus incontrolables ansías de sangre, eran ilimitadas y en ese instante la imponente figura cruzó una mirada con Sobek, el cual lo reconoció al instante: Shorz-Hai-oh.
Como era común, una infinita tranquilidad y luz interna era todo lo que sentía Sobek. Pero entonces, algo extraño sucedió, algo que pocas veces había sentido... su corazón dio un vuelco, y de un salto se incorporó. No era una presencia oscura, era algo sumamente extraño, y creía saber qué era.
El maestro Gres se hallaba en su propio jardín de meditación que se situaba en lo alto de una de las más altas montañas de Achillea, y de un cerrar y abrir de ojos, se teletransportó a la otra punta del planeta, una zona donde nadie solía estar, y allí solía descansar su gran y viejo amigo Shorz-Hai-oh. Pero esa zona estaba desierta, nadie había ahí.
Con el dragón, el instructor Gres guardaba una gran conexión mental, capaz de mantener conversaciones incluso interplanetarias, pero no sentía en ningún lugar a su compañero, y los sentimientos que afloraban en él, eran contradictorios, no sabía qué hacer.
Así pues, fue en busca de respuestas, no quería coger nave ni ningún medio de transporte. Intentaba controlar sus sentimientos, pero era incapaz de sentir una pizca de rabia, que sin duda usaría contra sus enemigos. Muchos jedis afirmarían que esta no es la forma de actuar de un jedi, pero era la forma de actuar de Cade Skywalker, y también la de Sobek Gres.
Entonces, las piedras se alzaron alrededor de Sobek, las plantas crecieron, un cúmulo de energía se formó a su alrededor, y de repente, una oleada de energía que sintieron todos los habitantes de Achillea, se produjo, y el jedi desapareció del planeta sin dejar el menor rastro, decidido a encontrar a su amigo.
Capítulo II.
Un espiral se formó en un lugar rodeado de plantas en el famoso planeta de Ruusan. El espiral desapareció y en su lugar, dejó paso al maestro Sobek, el cual apareció agachado en el suelo, y se levantó apollándose en su bastón. Le cansó demasiado ese viaje interespacial Ruusan actualmente era un planeta dominado por el imperio sith, por lo que debía andarse con cuidado, pero el maestro no reparó en nada de eso, por lo que atravesó a una gran velocidad toda la superficie. Lentamente se acercaba a su destino, al Valle de los Jedis, donde se dirigía en busca de respuestas.
Atravesaba la selva a paso lento pero imparable, decidió no llamar la atención puesto que ante todo, la prudencia era algo esencial en una misión similar, nadie debía detectarlo. En poco tiempo llegó a un claro, el cual analizó lentamente. No muy lejos había algunas rocas de gran tamaño en las cuales decidió asomarse.
Tras colocarse en lo alto de las rocas con sumo cuidado, logró atisbar lo que se cocía más allá; un campamento imperial asentado en el planeta de Ruusan. Así que a partir de ahora debía de ir con mucho más cuidado aun, no quería derramar sangre innecesaria. Pero esta visión que hizo que se replantease un par de cosas...
*Quizás sea una trampa* Pensó con lentitud Sobek. *Pero si así fuese, no estarían tan tranquilos. Parece que tendré que empezar a dar uso a mi querida amiga, La Fuerza* Dijo con una pícara risa, entonces sus manos comenzaron a brillar.
Haciendo acopio de energías, entró en sintonía con la energía del universo, casi comunicándose con la mismísima fuerza, formando parte de toda materia existente, así vio reflejada en su mente todos los parajes de Ruusan. Se centró en un punto en particular, que desde un plano superior, un plano astral, todo su ser se vio transportado al instante.
Una vez más, apareció arrodillado, y se incorporó al instante.
Era una estrucutra natural de enormes dimensiones cuyos parajes, muy probablemente, eran aun desconocidos por las nuevas generaciones. Pero no había tiempo que perder. El Maestro Jedi aun se encontraba altamente concentrado en la energía del universo. Para su sorpresa detectó una presencia que se asemejaba a la de Shorz-Hai-oh... pero demasiado cambiada. Había algo que no encajaba.
El Valle de los Jedis, de por sí, era un lugar revosante de vida y de energía, el Ashla en estado puro. Pero en esta ocasión, algo le dio demasiada mala espina a Sobek. El lugar no estaba de costumbre. Incluso, empezó a notar que las temperaturas subían sin parar.
Continuó caminando en lo que le pareció un eterno descenso. Había estado ahí con anterioridad, pero no recordaba que el descenso fuese tan largo. De repente, a lo lejos, visualizó una luz rojiza. Se dirigió hacia ella y descendió sin temor a nada. Se aferraba con firmeza a su bastón del alma.
Tras unos instantes, llegó a lo que se asemejaba a una puerta brillante, con luz rojiza por los alrededores, como fuego en estado puro o lava mejor dicho. Entonces, atravesó la puerta...
Capítulo III.
Una gran ola de calor azotó con rabia a Sobek, pero no sintió nada. Entonces, de entre la oscuridad, decenas, o cientos de sables rojizos, se prendieron al unísino, y una única figura brilló en el centro.
-N-no puede ser... estás muerto, y sin conexión alguna con la fuerza... Xakan -balbuceó Sobek.
-Ja, ja, ja -Comenzó a reir la figura-. Torpe hermano... deberías de saber que un Dios nunca muere, JAMÁS. Pero de todas formas... debo decirte que yo no soy Xakan. -Y entonces se descubrió el rostro.
-¿Lumen? Vaya, déjame decirte que tu poder ha aumentado considerablemente. -Y entonces, retomó su habitual compostura- Supongo que cuando fuiste a dar una visita a Xakan, te otorgó mucho más que un simple cristal negro, ¿me equivoco? -Dijo, sonriendo perspicazmente.
- ¿Cómo sabes tú eso? -Dijo extrañado-. Bueno, no tiene importancia. Te he traido aquí precisamente, porque esta será tu tumba. No he venido con refuerzos si eso es lo que crees... mira mejor a tu alrededor, quizás los reconozcas, sobretodo, a uno de ellos. Yo no me mancharé mis manos contigo, eres bazofia. En mi lugar, mi creación acabará contigo. Entonces, Lumen se dio la vuelta y comenzó a caminar hasta que se perdió en la oscuridad.
Sobek decidió dejarlo marchar, pero frunció el entrecejo, observando a su alrededor. Entonces se dio cuenta, de que se dejó impresionar tan rápido, que no le dio tiempo a analizarlo todo como suele hacer, así que decidió hacerlo.
Todas esas personas con sables, eran jedis, controlados por su hermano, Lumen... además, eran de piedra. Así pues, cayó en la cuenta de la historia, de los jedis que yacieron en estas tierras durante siglos, pero más tarde fueron liberadas de su maldición. ¿Cómo era posible que aun siguiesen algunos de ellos aquí presentes?
Mientras se formulaba esa junto a otra serie de preguntas, los jedis bajaron de un salto, eran cientos de ellos, lo que provocó un gran estruendo. Uno se acercó y dijo:
- Te estarás preguntando qué hacemos aquí... cuando el ejército de la luz del lord hoth fue atrapado, nosotros quedamos sepultados en las cavernas inferiores, las cuales nadie hasta el día de hoy había reparado de su existencia, cegados por el poder procedente de esta zona. Hasta que llegó Lumen Gres, y deshizo nuestro eterno descanso, y ahora nos controla. No sé la finalidad, pero tú ahora morirás.
Pero de repente, un gran estallido se produjo. La estancia era enorme, pero había un lugar, donde descansaba un gran vulto, que hastael momento, Sobek había considerado más que roca, pero ahora cambió. Se movía, rugía, y destrozaba lo que se encontraba a su alrededor. Y degolpe, se alzó, destryendo hasta la cúpula de la sala.
El dragón destrozó sus cadenas, había algo raro en él... su poder, su furia, su cólera, sus incontrolables ansías de sangre, eran ilimitadas y en ese instante la imponente figura cruzó una mirada con Sobek, el cual lo reconoció al instante: Shorz-Hai-oh.
CONTINUARÁ
Invitat- Invitado
Re: [Roleo de Achillea] En busca del Cristal Blanco
Roleo buenísimo, sigue así.
Uf.. ya iba yo con la idea de hacer lo mismo.
Uf.. ya iba yo con la idea de hacer lo mismo.
Jensaarai- Mensajes : 5197
Fecha de inscripción : 27/08/2011
Re: [Roleo de Achillea] En busca del Cristal Blanco
Capítulo IV. La Batalla.
Cuando Sobek reconoció a la enorme bestia, sintió un gran odio por Lumen, pero no dejó que ello que sobrepasase, así que cerró los ojos. Respiró hondo repetidas veces, y sus manos comenzaron a brillar, así como el resto de su cuerpo, estaba canalizando enormes cantidades de energía.
Entonces llevó sus manos a su cinturón, descolgando un sable en especial; el Kaiburr. Al prenderlo, se pudo ver su manipulada hoja brillante blanquecina y plateada. Al tratarse del legendario cristal Kaiburr, las energías del maestro jedi Gres aumentaron considerablemente, y entonces, se produjo una enorme onda expansiva, producto de una explosión interna de poder.
Los que no salieron impulsados por el poder de la explosión, quedaron cegados por la potente luz. Este instante lo aprovechó Sobek, concentrarse en el Valle de los Jedis.
POR FIN, encontró lo que buscaba: el nexo de poder de la fuerza. Y en un instante, desapareció, teletransportándose hacia donde llevaba queriendo aparecer desde que se internó en la cueva.
El Nexo del Valle de los Jedis con la fuerza, uno de los lugares donde la fuerza es más poderosa de toda la galaxia. Así que Sobek, sin esfuerzo ninguno, recompuso sus perdidas energías, incluso llevó su poder más allá de lo que jamás lo había llevado. Su cuerpo rebosaba energías, y el maestro jedi teminó que pudiese explotar o algo similar, así que decidió terminar esta batalla de una vez por todas.
Su cuerpo, comenzó a elevarse en el aire, y se descompuso rápidamente. Cuando los jedis sables en mano y el poderoso y enorme dragón llegaron a la estancia donde se encontraba, se extrañaron enormemente.
Pero entonces, comenzaron a sentir algo extraño , y escuchar una voz en sus cabezas.
*Todos, habéis sidos controlados por el Bogan, y yo os liberaré de ello, no sufrais, amigos mios. No habrá muerte, no habrá más sangre derramada, no inocente* Dijo con firmeza una voz conocida en sus mentes.
Una cegadora luz comenzó a brillar en el centro donde se encontraba lo que parecía ser un pozo de energía de la fuerza. El Dragón, comenzó a formar una enorme esfera oscura delante suya, una especie de esfera de la fuerza, pero llena de oscuridad, y de odio.
La lanzó contra uno de los pilares de la zona, y la estructura comenzó a temblar. Sobek decidió darse prisa, y canalizó aun más energía del ambiente Su esencia se introdujo en cada una de los seres vivos que se hallaban en la zona, de forma que los controló, y gracias a sus extensos conocimientos, el envoltorio rocoso de los jedis, desapareció, así como su control de Lumen Gres.
- Gracias... -Susurraron al unísono todos los Jedis-. En Breves, nos iremos, pero antes te ayudaremos a derrotar a esta inmunda criatura, como favor a tu pago.
*No será necesario, lo haré yo mismo... yo le induje en el aprendizaje de la fuerza, y yo le liberaré del lado oscuro*
El Ashla casi se podía respirar en aquella zona, pero Shorz-Hai-oh seguía como antes. *No por mucho tiempo* Pensó Sobek.
Así pues, retomó forma física, y se presentó ante su amigo, y alzó una mano hacia él.
- Lumen, sé que me estás escuchando a través del duinougwuin. Bien, pues te has equivocado de divinidad a la que rezar... Xakan poseía un gran poder, pero no el suficiente. El Lado oscuro ofrece una rápida obtención de poder, pero ineficaz. El Lado oscuro, te ofrece un gran poder, a través de la meditación y de la paz interior, ¿es más complicado de llevar a cabo? Seguramente, sí, pero la luz es el verdadero camino, hermano mío, y tú escogiste erróneamente.
Alzando su otra mano, apuntando al dragón, un enorme fogonazo de luz se produjo, dejando todo lo demás en la más absoluta oscuridad. La luz se dirigió a Shorz.
Capítulo V. El Regalo.
Lentamente, todo volvió a su luz natural, y el dragón que hasta hace unos segundos se encontraba rodeado de fuego y con un odio interno incontrolable, había deasparecido.
Sobek se arrodilló en el suelo, aferrándose a su Kaiburr, y reponiendo energías, y dado que se encontraba cerca del Nexo de la fuerza, no le fue muy dificil.
-¿Qué ha pasado con el dragón? -Preguntó una de las estatuas.
El Maestro Gres se fijó en que todos los hombres de piedra habían guardado sus sables, y ahora se encontraban en fila junto a él. Entonces todos alzaron las manos, en forma de sumisión.
-Está en un lugar mejor, recuperándose -Dijo sonriendo Sobek, el cual alzó las manos, y las dirigió hacia todas las estatuas. Las piedras comenzaron a romperse, y de las grietas emanaba una luz blanquecina.
Rápidamente las piedras terminaron por destruirse, y los espíritus de los jedis se alzaron en el cielo.
-Muchas gracias, venerable maestro jedi. Tu acción nos ha salvado de años de sepultura. Por tu honorable acto, procederemos a realizar nuestro último acto de voluntad.
Una vez más, el núcleo de fuerza comenzó a brillar, pero esta vez, parecía que algo surgía de la luz del universo. Algo blanco, que parecía emanar pureza pura por doquier.
-Es tuya... -Susurraron los espíritus.
Entonces una perla blanca se posó sobre las manos de Sobek, el cual la miró sonriente, pero apenado por la marcha de los jedis.
-Ahora, sigue tu camino, ya eres un viejo jedi, pero aun te quedan muchas proezas que realizar, Que La Fuerza Te Acompañe, Maestro... -Gritaron todos, mientras desaparecían lentamente.
Sobek se arrodilló en el suelo -Que la fuerza os acompañe, venerables jedis.
Y así, con el cristal blanco en mano, Sobek se dirigió al nexo de la fuerza, y usando todo su poder, volvió a casa, junto a su amigo el duinuogwuin...
Obtención: Cristal Blanco.
Cuando Sobek reconoció a la enorme bestia, sintió un gran odio por Lumen, pero no dejó que ello que sobrepasase, así que cerró los ojos. Respiró hondo repetidas veces, y sus manos comenzaron a brillar, así como el resto de su cuerpo, estaba canalizando enormes cantidades de energía.
Entonces llevó sus manos a su cinturón, descolgando un sable en especial; el Kaiburr. Al prenderlo, se pudo ver su manipulada hoja brillante blanquecina y plateada. Al tratarse del legendario cristal Kaiburr, las energías del maestro jedi Gres aumentaron considerablemente, y entonces, se produjo una enorme onda expansiva, producto de una explosión interna de poder.
POR FIN, encontró lo que buscaba: el nexo de poder de la fuerza. Y en un instante, desapareció, teletransportándose hacia donde llevaba queriendo aparecer desde que se internó en la cueva.
Su cuerpo, comenzó a elevarse en el aire, y se descompuso rápidamente. Cuando los jedis sables en mano y el poderoso y enorme dragón llegaron a la estancia donde se encontraba, se extrañaron enormemente.
Pero entonces, comenzaron a sentir algo extraño , y escuchar una voz en sus cabezas.
*Todos, habéis sidos controlados por el Bogan, y yo os liberaré de ello, no sufrais, amigos mios. No habrá muerte, no habrá más sangre derramada, no inocente* Dijo con firmeza una voz conocida en sus mentes.
Una cegadora luz comenzó a brillar en el centro donde se encontraba lo que parecía ser un pozo de energía de la fuerza. El Dragón, comenzó a formar una enorme esfera oscura delante suya, una especie de esfera de la fuerza, pero llena de oscuridad, y de odio.
La lanzó contra uno de los pilares de la zona, y la estructura comenzó a temblar. Sobek decidió darse prisa, y canalizó aun más energía del ambiente Su esencia se introdujo en cada una de los seres vivos que se hallaban en la zona, de forma que los controló, y gracias a sus extensos conocimientos, el envoltorio rocoso de los jedis, desapareció, así como su control de Lumen Gres.
- Gracias... -Susurraron al unísono todos los Jedis-. En Breves, nos iremos, pero antes te ayudaremos a derrotar a esta inmunda criatura, como favor a tu pago.
*No será necesario, lo haré yo mismo... yo le induje en el aprendizaje de la fuerza, y yo le liberaré del lado oscuro*
El Ashla casi se podía respirar en aquella zona, pero Shorz-Hai-oh seguía como antes. *No por mucho tiempo* Pensó Sobek.
Así pues, retomó forma física, y se presentó ante su amigo, y alzó una mano hacia él.
- Lumen, sé que me estás escuchando a través del duinougwuin. Bien, pues te has equivocado de divinidad a la que rezar... Xakan poseía un gran poder, pero no el suficiente. El Lado oscuro ofrece una rápida obtención de poder, pero ineficaz. El Lado oscuro, te ofrece un gran poder, a través de la meditación y de la paz interior, ¿es más complicado de llevar a cabo? Seguramente, sí, pero la luz es el verdadero camino, hermano mío, y tú escogiste erróneamente.
Alzando su otra mano, apuntando al dragón, un enorme fogonazo de luz se produjo, dejando todo lo demás en la más absoluta oscuridad. La luz se dirigió a Shorz.
Capítulo V. El Regalo.
Lentamente, todo volvió a su luz natural, y el dragón que hasta hace unos segundos se encontraba rodeado de fuego y con un odio interno incontrolable, había deasparecido.
Sobek se arrodilló en el suelo, aferrándose a su Kaiburr, y reponiendo energías, y dado que se encontraba cerca del Nexo de la fuerza, no le fue muy dificil.
-¿Qué ha pasado con el dragón? -Preguntó una de las estatuas.
El Maestro Gres se fijó en que todos los hombres de piedra habían guardado sus sables, y ahora se encontraban en fila junto a él. Entonces todos alzaron las manos, en forma de sumisión.
Rápidamente las piedras terminaron por destruirse, y los espíritus de los jedis se alzaron en el cielo.
-Muchas gracias, venerable maestro jedi. Tu acción nos ha salvado de años de sepultura. Por tu honorable acto, procederemos a realizar nuestro último acto de voluntad.
-Es tuya... -Susurraron los espíritus.
Entonces una perla blanca se posó sobre las manos de Sobek, el cual la miró sonriente, pero apenado por la marcha de los jedis.
-Ahora, sigue tu camino, ya eres un viejo jedi, pero aun te quedan muchas proezas que realizar, Que La Fuerza Te Acompañe, Maestro... -Gritaron todos, mientras desaparecían lentamente.
Sobek se arrodilló en el suelo -Que la fuerza os acompañe, venerables jedis.
Y así, con el cristal blanco en mano, Sobek se dirigió al nexo de la fuerza, y usando todo su poder, volvió a casa, junto a su amigo el duinuogwuin...
Obtención: Cristal Blanco.
Invitat- Invitado
Re: [Roleo de Achillea] En busca del Cristal Blanco
muy bueno el roleo sobek, Espero que te lo legalizen
Kadion Dum- Mensajes : 279
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 28
Re: [Roleo de Achillea] En busca del Cristal Blanco
Está re bien. Obtienes el cristal blanco.
Jensaarai- Mensajes : 5197
Fecha de inscripción : 27/08/2011
Re: [Roleo de Achillea] En busca del Cristal Blanco
webona de roleo, está buenísimo. Me tienes que enseñar hacer roleos y sanación.
OKSI, sigue así men.
OKSI, sigue así men.
Horus- Mensajes : 1399
Fecha de inscripción : 22/08/2011
Edad : 29
Localización : Venezuela
Re: [Roleo de Achillea] En busca del Cristal Blanco
Mmm, padre.. roleos tan buenos como siempre, continúa así y mi enhorabuena
Nysrogh- Mensajes : 1953
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Edad : 30
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