Roleo de Kashyyyk con varias obtenciones

por Kharn Kaissh Dom Oct 09, 2011 6:09 pm

MISIÓN EN RUUSAN - HISTORIAS DEL ENCLAVE JEDI DE KASHYYYK

- La Campaña de Ruusan fue una sucesión de batallas que provocó la destrucción de la Hermandad de la Oscuridad del Lord Sith Kaan. Pero eso sí, dicha victoria de la República fue gracias al sacrificio del Lord Jedi Hoth, que murió junto con el resto de Siths debido a la Bomba Mental que usó el Lord Sith... - explicaba el Caballero Kharn a los Iniciados de Kashyyyk..

- Señor... ¿cuántas batallas sucedieron en dicha Campaña? - preguntó un joven.

- Oh... verás Youngling... ocurrieron un total de siete batallas, todas y cada una con una serie de anécdotas que jamás serán olvidadas - le respondió el Caballero.

Un Iniciado que estaba alejado del grupo levantó la mano discretamente. Kharn se fijó rápidamente en él.

- ¿Tiene alguna pregunta, joven Seremaia?

- Sí, Caballero. El Ejército de la Luz tuvo que organizarse de una forma espléndida. ¿Usted cree que en Ruusan podrían quedar algunos escritos o mapas estratégicos de las zonas en las que sucedieron todos aquellos acontecimientos? - preguntó.

Todos sus compañeros, incluído el Caballero Kharn se quedaron asombrados por aquella pregunta.

- Bueno... - carraspeó el Caballero - No estoy muy seguro de ello, joven. Pero le prometo que investigaré en el Planeta e intentaré hallar de algún modo objetos de ese tipo, si es que todavía existen.

De repente, aparecieron dos Wookiees del Ejército de Kashyyyk en la puerta del Salón de Clases. Kharn se levantó y les recibió con una reverencia, y sus discípulos le imitaron, saludando así a los Soldados.
Uno de los Wookiees emitió un rugido.

- ¿El Maestro Micah Giett quiere verme? ¿Es muy urgente? - preguntó alarmado Kharn.

Ambos Wookiees asintieron con la cabeza.

- Entiendo... - el Caballero se giró y observó a todos los Iniciados que aún seguían de pie - Chicos, quiero que vayáis a la Biblioteca y estudéis el Origen del Código Jedi. ¡Mañana os aseguro que pondré una evaluación!

Todos los jóvenes fueron directos a la Biblioteca, y el Caballero, acompañado por los Soldados Wookiees, fueron directos a la zona de Meditación del Enclave Jedi.

Nada más llegar a aquella sala, los Wookiees abandonaron el establecimiento y dejaron a solas al Maestro Micah y al Caballero.

- Oh... saludos, Maestro Giett - inclinó así su cabeza.

- Siéntate frente a mí, Kharn. - dijo el Maestro Jedi.

El Caballero hizo un gesto con su cabeza y rápidamente se sentó en la hierba, junto a Micah. Kharn cruzó las piernas imitando la posición del Maestro.

- Debo comentarte algo bastante importante. Se trata de una misión en el Planeta de Ruusan - le explicó -. Necesito que estudies a fondo el comportamiento de las criaturas indígenas Bouncer.

- Los Bouncer... hace tiempo estudié algo sobre ellos. ¿Son esas criaturas que tienen forma de globo verde? - preguntó el Caballero.

- En efecto. Son capaces de volar y son inteligentes. Me gustaría que me trajeses un informe. Eso sí, ten mucho cuidado con los Dragones Kell, no sabes cuándo te puedes encontrar con uno de ellos. - el Maestro sonrió.

Ambos Jedis se levantaron del césped.

- Te llevaré en la Nave Pelican al Planeta en cuestión. Prepara rápido tu equipaje, te esperaré en la Torre de Control - le dijo posando su mano en el hombro del Caballero.

Kharn abandonó el salón de Meditación y fue directo a la Herrería. Allí abrió su compartimento de armas y agarró el Sable láser Seleon y su viejo Uniforme de Batalla de la SpecForce, que incluía un Cinturón Jedi con objetos como: Holoproyector, cápsulas de comida concentrada, células de energía, un respirador y un comunicador. Asímismo, se quitó la Túnica Jedi y se colocó dicho Uniforme, y colgó el Sable láser en el Cinturón. Guardó la Túnica en el compartimento y abandonó la Herrería.

Caminó durante varios minutos por los interiores del Enclave hasta llegar a la Torre de Control. Allí le esperaba el Maestro Micah Giett. Ambos se volvieron a saludar y bajaron de la Torre. Ya se podía respirar el aire limpio que rodeaba Kashyyyk.
Avanzaron hasta la Plataforma de Aterrizaje del Enclave y allí les esperaba un Piloto Wookiee, frente a la Nave Pelican. Los tres se subieron al transporte y se acomodaron en el interior.

- ¡Piloto! ¡Nos vamos a Ruusan, Borde Medio, Sector Teraab! - ordenó Micah.

De esta forma la Nave comenzó a ascender hasta lograr abandonar la atmósfera del Planeta. Durante el viaje, los dos Jedis estuvieron charlando amistosamente.

- ¿Cómo te ha ido con los Iniciados, Kharn? - preguntaba el Maestro Jedi.

- La clase ha ido bastante bien. He visto a los jóvenes bastante activos preguntando cosas interesantes sobre la Campaña de Ruusan - le explicaba Kharn.

- Siento que algo de la clase te ha llamado la atención. ¿Podría saber el qué?

- Oh... claro. Me ha sorprendido una pregunta del Iniciado Seremaia. Decía que tal vez podrían existir aún escritos o mapas estratégicos que elaboraron los Jedis durante la Campaña, y me he visto obligado a prometer a los Iniciados que investigaré sobre el tema. - respondió.

- Vaya... qué pregunta tan espontánea... - sonrió Giett - ¿Usted cree que puedan existir aún ese tipo de mapas?

- Por supuesto. Sé que todavía hay ruinas de las avanzadas que construyeron nuestros antepasados, y quizás allí estén escondidos numerosos objetos de la época.

- Te entiendo. Comparto tu opinión, y es más, me gustaría que tú mismo buscaras e investigaras sobre esto que estamos hablando... - carraspeó el Maestro - Quiero que además del informe que te he pedido encuentres algún objeto de este tipo. Si tras un gran esfuerzo no logras obtener algo, no pasará nada.

- Haré lo que esté en mi mano, Maestro. - le respondió el Caballero.

El Piloto Wookiee gritó fuertemente.

- Al parecer ya hemos llegado al Sistema Ruusan. Acabamos de salir de la velocidad de la luz - le comentó el Maestro a Kharn.

La Nave penetró la atmósfera de Ruusan y poco a poco fue descendiendo hacia la superficie. El Piloto hizo desplegar el tren de aterrizaje y la Pelican aterrizó en un espacio libre.

- Que la Fuerza te acompañe, Kharn. - se despidió el Maestro abrazando al Caballero Kaissh.

- Lo mismo le digo a usted, Micah. Hablaré con usted por el Holoproyector. ¡Estaremos en contacto! - de esta forma Kharn bajó de la nave y la susodicha despegó rápidamente hacia el espacio.

Kharn lo primero que hizo fue mirar a su alrededor y respirar el aire de la atmósfera.
Hacía muchísimos años que no pisaba Ruusan y eso le hizo emocionarse un poco. Recordaba las batallas que tuvo con sus hermanos del Legado Jedi antaño, luchando contra las fuerzas del Imperio. Se le vinieron a la cabeza muchas escenas, así que despejó su mente para concentrarse al cien por cien en la misión que le habían encargado.
A lo lejos se divisaban una sucesión de bellos lagos y bosques que hacían del paisaje un lugar armónico para la vista humana.
La prioridad sin duda era el informe sobre los Bouncers. Lo poco que sabía era que se localizaban en zonas mayoritariamente desérticas, así que pensó que debía buscar un transporte para llegar al desierto.

El Caballero caminó durante minutos e incluso horas, hasta dar con una pequeña cabaña cerca de un lago. Kharn se acercó a la puerta de madera y llamó repetidas veces a la puerta. A los pocos segundos ésta se abrió y apareció la figura de un leñador.

- ¿Un Jedi? ¿Es usted un Jedi? - preguntó emocionado el leñador.

- Hola. Soy el Caballero Kharn Kaissh, del Enclave Jedi de Kashyyyk. Busco ayuda urgentemente - le explicó Kharn.

- ¡Pase, pase! ¡Los Jedis siempre son bienvenidos en este humilde hogar!

- No sabe cuánto se lo agradezco - le dijo mientras se acomodaba en el interior de la cabaña -. ¿Cuál es su nombre?

- Katak, encantado. ¡Siéntese en esa silla, siéntese! - le exclamaba - ¿En qué podría servirle, Kharn?

- Verá, estoy en una misión muy especial asignada por el Consejo Jedi de Kashyyyk... y necesito llegar a un desierto para estudiar una especie. Los Bouncers. - le decía el Caballero.

- ¡Oh, claro, los Bouncers! Esos globos verdes asquerosos... he tenido varios problemas con ellos, pero no pasó a mayores. ¡Pues está de suerte usted, Caballero! ¡Cuento con una Spyder prestada por un viejo conocido mío! Vamos, salgamos a fuera y se la muestro - ambos salieron del hogar y fueron a la parte trasera de la cabaña.

Allí mismo se encontraba la Spyder, un poco sucia pero totalmente válida para pilotarla.

- ¡Venga, no perdamos el tiempo! ¡Suba! - le ordenó el leñador mientras se montaba en el transporte.

- Gracias de nuevo Katak.

Kharn se acomodó en la Spyder y se dirigían hacia una zona desértica cercana. Tardaron varios minutos en llegar hasta allí, pero lo consiguieron. Ambos se bajaron del transporte.

- Muchas gracias, amigo. No sé cómo puedo agradecérselo. - le dijo Kharn.

- Oh... nada nada. Es más, como hace tiempo que no veía a un Jedi, me gustaría regalarle algo para que se acordase de mí...

De esta forma, el leñador agarró de su espalda una espada.

- Esta espada fue forjada en Iridonia. A mí me la entregó mi padre, y en teoría debo entregársela a mi hijo. ¡Pero como soy estéril... no tengo descendencia! Así que se la entrego a usted porque sé que hará buen uso de ella. - Katak le entregó la espada a Kharn, y éste la cogió con gratitud.

- De verdad, la Galaxia y la República necesita gente como usted... gracias por todo amigo mío. ¡Espero verte pronto! - se colgó la espada en la espalda.

Se dieron un último abrazo antes de irse cada uno por su cuenta.

- ¿Cómo volverá a su nave? - preguntó Katak.

- Oh... no tengo nave. Me ha traído aquí un Maestro Jedi. Yo mismo le llamaré cuando terminé mi misión y vendrá a recogerme - le respondió.

- Entiendo. ¡Adiós Kharn! - Katak se subió al Spyder y abandonó la zona, dejando a Kharn solo ante el posible peligro.

Kharn observó a su alrededor, concentrado. Había un silencio poco común. Pero rápidamente dio con la solución. Encima de su cabeza volaban en grupos numerosas criaturas esféricas, de un color que apenas podía diferenciarse.

Poco a poco los Bouncers descendían más y más, y eso favoreció al estudio de Kharn, que iba tomando nota en su cabeza de cada uno de los movimientos de las criaturas.

Tras unos minutos de observación, el Jedi decidió que ya era suficiente para informar al Maestro Micah. Rápidamente pensó en la otra misión que le habían encargado. Tenía que encontrar una antigua avanzada Jedi para lograr su objetivo: obtener objetos que sirvan al Enclave para mejorar los conocimientos sobre las Batallas de Ruusan.

Kharn caminaba y caminaba, sin cansarse en ningún momento hasta que encontró una especie de entrada a un canal subterráneo. El Caballero descolgó la espada de Iridonia de su espalda y realizó cortes en la superficie. Nada. Volvió a colgar su espada y entonces cogió de su cinturón el Sable láser Seleon. Lo encendió y lo clavó en el suelo y y abrió un gran boquete que permitía su paso por el canal.
Mantuvo su Sable láser sujeto mientras caminaba a regañadientes por la cavidad subterránea. Parecía un laberinto sin salida, pero se guió de su instinto para lograr encontrar una sala bastante amplia, que era el resultado de los canales que constituían aquel lugar.

A su alrededor habían numerosas estatuas de piedra, y varias estanterías de madera semiderruidas, llenas de polvo y tierra. Todas estaban vacías, menos una en particular. En ella había un libro pequeño, fabricado al parecer con técnicas arcaicas. Kharn se acercó a la estantería y agarró el libro lentamente. Apartó de él el polvo y en la portada estaba escrita una frase:

Campaña de Ruusan - Capítulos 1 y 2 [Las cinco primeras Batallas]

El Caballero ojeó rápidamente las páginas que constituían el libro y llegó a la conclusión de que era el diario del gran Lord Hoth, aunque era dudable si era simplemente una novela escrita por otra persona o si era de él mismo. Kharn pensó que ese diario era un objeto que serviría muchísimo a la Orden Jedi, por eso mismo se lo llevó consigo. Gracias a su concentración en la Fuerza, salió de aquel canal subterráneo y volvió a estar situado en medio del desierto. Apagó su Sable láser y se lo colgó del cinturón, mientras mantenía con la otra mano aquel libro.

Rápidamente agarró su Holoproyector y envió una transmisión al Maestro Giett.
Kharn sabía que su misión había sido un éxito, e iba a ser muy bien recibido en Kashyyyk por sus hermanos Jedis...

Spoiler:

por DREKJU Dom Oct 09, 2011 6:15 pm

Muy bueno man , pero procura meter imagenes.

por Invitat Dom Oct 09, 2011 6:23 pm

Tienes una muy interesante y bastante completa forma de narrar.
Me gusta como mezclas los colores, ya que no molestan tanto a los ojos.
Me gusto el roleo por completo, espero que sigas haciendo más.

por Nysrogh Dom Oct 09, 2011 6:44 pm

Muy bueno, la falta de imágenes es clara, me gustaría que hubiera alguna pero la narración y los colores te dan mas ganas de leerla al ser atractiva y no tan sencilla, mi enhorabuena y que ojalá te la legalizen.

por Kharn Kaissh Dom Oct 09, 2011 6:47 pm

Sikurd escribió:Muy bueno, la falta de imágenes es clara, me gustaría que hubiera alguna pero la narración y los colores te dan mas ganas de leerla al ser atractiva y no tan sencilla, mi enhorabuena y que ojalá te la legalizen.

Mi objetivo era hacer imaginar las escenas al lector sin necesidad de imágenes jeje, pero bueno, en el próximo roleo las añadiré sin objección alguna.
¡Gracias!