[Roleo de -Exar] Nómada.

por **Habbo Wars** Dom Nov 01, 2015 6:31 pm

Autor: -Exar

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En algún lugar lejano.

Sus ojos no parpadeaban, su piel pálida como la Luna. Su rostro duro, hacía meses no mostraba ninguna expreción mas que la de alguien muerto.
Intentaba pasar desapercibido, pero siempre terminaba actuando, siempre alguien terminaba pagando por sus actos.
Abordando lanzaderas para escapar de sus perseguidores. ¿Porque lo seguían? Las personas no olvidan.

Vagando sin destino, la locura llegó a su mente, ya no le encontraba el rumbo ni razón a su existencia, lo más lógico era terminar con todo.
Un planeta sin vida inteligente, no le fue difícil encontrar a su verdugo, el gusano hambriento no lo juzgaría, no lo provocaría, a diferencia de este hombre, el si deseaba sobrevivir y para eso debía alimentarse. ¿Que mejor anzuelo que un hombre deprimido? Pero ese fue su peor error.

La bestia no tardó en devorarlo pero no se dio cuenta que se estaba drogando. Se tragó una pequeña píldora, llena de sufrimiento, sin vida, una droga.
Su intento fue en vano, la fuerza tenía otro destino para el. Nunca subestimen a la fuerza, el lo hizo y su plan fracasó por esa razón.

Los sicarios mas inteligentes y despiadados lo seguían, siempre lo encontraban, el no se movía rápido, ya que no tenía nave.
Aveces eran diez, cincuenta, cien. Antes de morir les recordaba, que no debían subestimar a la Fuerza.

Los recuerdos lo atormentaban, pero el creía en la esperanza, seguía su instinto sin reprochar, la fuerza lo guiaba por la galaxia, para los ojos de cualquiera,sin rumbo.

La fuerza lo llevo a un basto desierto, vagando solitariamente por la arena, no había mas que eso,arena, adelante y atrás. Un desierto sin fin.
El no se alimentaba ni se detenía a descansar, la fuerza lo mantenía vivo. ¿O el ya estaba muerto?.

Semanas sin parar y solo se veía la amarillenta arena, de repente, un punto negro.
No dedujo nada, ni analizo la situación, le habían enseñado a esperar el momento, aunque toda su vida fue imprudente.
El punto se volvió en una imagen, un edificio o una montaña, no podía distinguirlo y paciente continuó.
Su mente vacía, solo se concentraba en caminar, porque pensar mucho en un plan nunca le dio resultado.
Ya no era un edificio, una criatura. Era su destino y a los pocos días era un humano y enseguida una mujer y al final, su perdición.

Se miraron, la fuerza los había juntado. No sentía aprecio por nadie, no pensaba en nadie y muchas como ella habían aparecido frente a el, pero nunca se interesó.
Ahora si, sentía una sensación rara.
Un sable de luz, era una Jedi y el no era nada. El siempre atacaba primero, pero esta vez no. El se defendió, no iba a decepcionarla.
El siempre luchaba para ganar, siempre atacaba para derrotar, pero esta vez, el estaba cegado, no pensó en su futuro ni analizó su situación, en su mente antes vacía ahora estaba su hermoso rostro.
Y fue derrotado como pocas veces, nunca se dejó dominar ni humillar por nadie, pero ella era la excepción.
Después de meses razonó y pensó que esa era su historia pero ella le perdonó, capturado y esposado y sin querer escapar. Le gustaba ser su prisionero.

Dentro de su nave, sus droides se ocupaban de ella, un droide astromecánico rojo R2 y un droide piloto. Por lo que ella podía apreciar a su nueva presa.
Le costó abrir su boca, habían pasado meses desde que no la usaba, el le confesó su admiración, ella se rió. No le interesó, pero lejos estaba de sufrir, el era fuerte.

No le importaba y pensaba venderlo a los señores del crimen que tanto lo buscaban. Su precio era muy valioso y ella lo sabía, no solo ella.

Varios cazadores abordaron su nave, ella luchó para defenderse pero fue derrotada y Exar volvía a estar vivo y ahí comprendió todo.
Aunque nunca estuviera cerca de ella, aunque no podía verla, el siempre se preguntó porque era un buen duelista, porque era inteligente, porque era valiente y porque tenía voluntad? La respuesta era ella, siempre fue su motor, su motivación. Siempre tuvieron un vínculo aunque nunca lo imaginaron y como siempre decía, nunca subestimes a la fuerza.

Su cuerpo vació ahora estaba lleno de amor y eso le permitió liberarse, sin compasión, sin piedad, sin dudarlo. Con movimientos muy despiadados y sádicos, usando el sable de ella, los exterminó.

-La fuerza pelea conmigo.

Pero ella se volvió a reir, lo embistió por detrás, el sabía que lo haría pero estaba totalmente dominado,empezó a golpearlo sin piedad, su rostro y nariz sangraban, su abdomen y pecho se llenaban de moretones pero nada le dolía, estaba totalmente cegado y fue capturado nuevamente.

Muchos asesinos como los anteriores aparecian y Exar los enfrentaba para nuevamente ser capturado, algo que se convirtió en rutina y a pesar de su desinterés, el sabía o se imaginaba que ella ya lo quería, aunque no lo demostrara y eso lo mantenía con vida y motivado.

Quizás se hartó o quizás ya le daba lastima, pero es una pregunta que lo atormenta en cada noche. Ella lo abandonó en el mismo desierto y el quedó solo.
Su rostro no mostraba emoción, pero por dentro se moría de angustia, muchos meses sentado en el desierto esperando su regreso y cuantos mas meses pasaban, más pensaba que no volvería, pero la esperanza de saber que volvería a verla lo mantenía con vida.

Ella regresó y aunque se hizo el difícil, como si nada hubiera pasado, el había vuelto a vivir. Pero nuevamente caza recompensas los interrumpían y lo de siempre pasaba, ella se marchaba y aunque pareciera que lo utilizaba, le gustaba ser utilizado, antes que no ser nada.
A los pocos días volvía a aparecer y era golpeado nuevamente sin piedad. Ella sabía que el lo amaba y no importaba que le hiciera, que cosas le dijera, el siempre le iba a ser leal y siempre iba a estar para satisfacer sus necesidades.

Por eso siempre digo, nunca subestimes a la fuerza...

FIN..