[Roleo de Drongar] El Reverso más Tenebroso

El Reverso Más Tenebroso



Darth Xakan miraba a sus lados incrédulo. El lado oscuro había desaparecido. Deambulaba por las polvorientas y fenecidas tierras de Korriban, observando insólito el deshabitado planeta. La Orden Sith se había extinguido, no había Señor Oscuro. No había líder, no quedaban Sith. El Lado Oscuro... disipado se hallaba. Ni tan siquiera el propio planeta de Korriban rezumaba esa oscuridad que antaño la caracterizaba. Era una vergüenza. "Solo queda una salida".

Dirigiose de tal modo a su nave y viajó hasta el planeta donde aun sentía un poderoso nexo del lado oscuro: Drongar. Se materializó en las ruinosas catacumbas, donde se hallaba una miserable aunque suficientemente potente Esfera de Meditación usada antaño por los Dark Sith, que ampliaría su capacidad en el lado oscuro de manera notoria. Tras ubicarse correctamente y entrar en un leve trance, su voz fue escuchada por decenas de individuos poderosos en la fuerza, antiguos hermanos:


Xakan concentrado en la Esfera de Meditación


- Hermanos. El Lado Oscuro se halla extinto. -Múltiples sujetos escucharon la voz retumbar en sus cabezas. Mucho de éstos eran Jedi y trataban de bloquear la transmisión, pero el Lord Sith aumentó su potencia-. Sois llamados una vez más, para acudir con vuestros Hermanos, a hacer resurgir el Lado Oscuro. Nosotros somos la Oscuridad. La hermandad es La Oscuridad misma. Venid pues, hermanos, y dejemos que la galaxia conozca una vez más... El Poder.

En ese instante, Xakan inició el ritual de Retorno de los Dark Sith. Pactos de sangre hechos  como hermandad años atrás, que reactivarían su cometido y el lado oscuro volvería a fluir por sus corazones como un torrente imparable. Tras horas de concentración y esfuerzos colosales, pues algunos Antiguos Lord Dark Sith se habían vuelto poderosos Maestros Jedi, finalmente, todos y cada uno de ellos acabaron cediendo a La Llamada, materializándose todos ellos en Drongar.


Dark Sith materializándose en Drongar con el ritual


En ese instante, Xakan concluyó su ritual y se levantó, con un haz de oscuridad que le envolvía y unos ojos inyectados en sangre entreabiertos. Se sentó en el Trono, complacido. Sin embargo, como un último resquicio, una leve telepatía residual, seguía palpitando en su cerebro. Una tenue voz, una débil voz que despertaba en él una profunda lástima por su escaso poder... En ese momento, con este último pensamiento, supo quién es y lo que debía hacer. Despidiéndose de sus hermanos brevemente, prometiendo que volvería, Xakan cogió su nave para dirigirse a un asteroide perdido en la galaxia.

Cuando llegó al asteroide, en él se hallaba una nave que emitía finas columnas de humo blanco. Xakan aterrizó justo al lado y fue al socorro de su hermano.

-Nicolas Viciouss... nunca cambiarás... eres un débil Dark Sith, debes de fortalecerte o arrastrarás a la hermandad contigo... -Lo miro Xakan con una mirada penetrante llena de odio. Sin embargo al final cedió y le tendió la mano-. Vamos, reunámonos en Drongar con todos.

-... Perdón, maestro -Fue lo único que dijo el desvalido Dark Siht.

Horas más tarde llegaron a la explanada donde aun se concentraban todos los Dark Sith, y muchos más que habían llegado en sus naves tras la Llamada de los Dark Sith. El ritual había sido un éxito y todos los hermano se hallaban nuevamente juntos, haciendo resurgir a la Oscuridad. Darth Xakan se dirigió a su trono, sentándose y cruzando las manos complacido:

-Bienvenidos hermanos. Demos paso a la Nueva Era de Oscuridad.



Señor Oscuro Xakan