[Roleo de Drongar] - Moi Lolita

-Drongar, academia Dark Sith, de noche:

Mientras Ahri residía retenida en una celda anti-poderes, en las entrañas de Drongar se planeaba algo...

Lord Xakan, porto nuevas para usted. - Menciona uno de los guerreros Dark Siths, acercándose a un trono con un hombre verdaderamente siniestro.



El guerrero, después de presentarse y formar una reverencia, comenzó a explicarle todo lo que sucedió en la Cantina, además, mencionó el rumor de Ahri, a lo que Xakan apenas se inmuto, quizás un leve movimiento de dedo indice sobre el reposa brazos de su trono y poco más.

-¿Y eso? Creía que la luz iluminaba en la oscuridad... ¿Porqué tener miedo a eso...? Mmm... Puedes retirarte. - Dice Xakan con una voz fría e indiferente a todo.

-Lord Xakan, ¿Podemos ayudarle? - Un grupo de guerreros Dark Sith se acerca al lord dispuestos a ayudar.

-No... no es necesario. - Al mencionar esto, los guerreros se quedaron con ansias de acompañarle, guerreros feroces, oscuros y crueles.

Yavin, enclave mercenario, de día:




Ahri comenzó a recobrar la consciencia, aunque algo le impedía ver. Al rato de despertarse, la voz de una mujer, un tanto familiar, se entonó.

-Por fin te has despertado, pronto será tu traslado, así que no te acomodes. - La dama Caelum, satisfecha por su trabajo, comienza a caminar.



- ¿Dónde estoy...? - Ahri entona asustada e insegura.

- No te preocupes del lugar, es hora de trasladarte a tu hogar durante un tiempo. - Mientras Adellie charlaba, tecleaba en unos monitores haciendo que las maquinarias de Ahri se movilizaran.

Dejaron a Ahri en una celda, con unas vendas en los ojos para que no pudiera ver, pero algo más la hacía sentir insegura, sentía como algo la observaba y se movía alrededor de ella...



Una chica, mercenaria, se adentró a las celdas para ver a Ahri, la cual sonrió al verla.

- He oído hablar de ti, ¿Qué has hecho para que te encierren? - Dice la mujer sonriendo y con una voz dulce.

- Nada... Yo estaba cantando en mi trabajo y de repente me cogieron... - Responde Ahri algo cansada.

-Yaaa... cantando, eso dicen todos. - Contesa Rogue mientras camina hacía unos interruptores.

- Noo... es cierto, no he hecho nada... - Ahri insistente, contesta.

- Bueeeno, me presentaré, mi nombre es Rogue, tu Ahri, he leído tu expediente. - Lo dice sonriente, mirándola.

Rogue era muy agradable, estuvieron hablando durante bastante rato, incluso la muchacha se estaba compadeciendo de Ahri, no le gustaba ver a personas encerradas, no era una mercenaria común.



- Sabes, mi padre lleva este sitio, siempre me dice: Haz esto, haz lo otro... Y si no has hecho nada, no se que haces aquí, te voy a soltar.

- No deberías hacer eso... te voy a dar problemas. - Contesta Ahri algo confusa.

- Cosas peores he hecho. - Al Rogue decir eso, pulso el botón para que la puerta se abra.

De repente, el rostro de Ahri cambió, como si un ser diabólico se apoderara de ella.



- Ahora vengo, iré a buscarte algo de equipo para que puedas escapar. - Rogue se marchó.

Al pasar 2 minutos, Ahri comenzó a caminar fuera de la celda, un mercenario la vio salir, al pasar por ahí, sin duda alguna se dirigió hacía ella para detenerla, pero algo raro sucedió, un aura rosada comenzó a rodear a Ahri, estallidos eléctricos brotaban de su piel.

- ¡Alto ahí! - El soldado cada vez se acercaba más a ella.

- Lo haré por ti... Lord Xakan - Murmuraba, sonriente, Ahri.



El soldado intentó golpearla, pero en un acto reflejo de Ahri le hizo sujetarle de las manos, y, tras ello comenzó a electrocutarle inconscientemente, dejándolo totalmente fuera de combate.

- ¡AAAAAAAAAHHH...! - Gritaba el soldado, sufriendo.





Pasado el rato, el aura y los estallidos comenzaban a desvanecerse, pero no el ser en su interior. Rogue se acercaba, viéndola a ella parada, mirando al suelo y como una estatua.

- Ya estoy, mi padre se está comenzando a preocupar... Así que date prisa, ¿Ahri? ¿Estás bien? - Rogue preocupada, se acercaba a ella.



Rogue, colocó su mano derecha en el hombro de Ahri, pudiendo notar que la cara de ella no era normal, esa sonrisa... no era suya, y justo al bajar la mirada, se percato del cuerpo de uno de sus aliados.

- Oh no... - De forma veloz, Rogue encendió su comunicador - Necesito ayuda en las celdas, de forma inmediata, la prisionera se ha descontrolado.

En ese preciso momento, el cuerpo de Rogue salió volando contra la pared.

- ¡Ahhh! - Rogue gritaba adolorida por el impacto.



Ahri se quedó en quieta como una estatua de nuevo, con una simple sonrisa diabólica en su rostro... Pero de repente, unas garras se poso en su hombro, comenzándose a iluminar de forma intensa y rodeada de electricidad rosada. Ahri comenzaba a gritar, recibiendo varias descargas. La electricidad rosada fue absorbida por las garras, y fue enviado en forma de descarga contra Ahri, dejándola inconsciente.

- Duerme... pequeña. - Se oye la voz de un hombre.



"Nuestra existencia no es mas que un cortocircuito de luz entre dos eternidades de oscuridad.".