[Cambio de facción, de Jedi a Sith] El exilio de la Falsa Luz.
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[Cambio de facción, de Jedi a Sith] El exilio de la Falsa Luz.
"Dos mentiras no se anulan entre si, ni son una verdad"
Anotaciones previas a la lectura:
·Este relato es una novelización basada en hechos reales. Diversos puntos del relato se han adaptado con el fin de darles una coherencia y dimensión completas con respecto a la realidad.
Versículo 1: Cómo por la búsqueda del poder se corrompen los justos.
Todos estábamos muy emocionados ese día. Incluida yo.
Las academias Jedi de Ruusan y Esseles se iban a unir como una sola. Una alianza Jedi, de nuevo, tras tanto tiempo, resultaba de ensueño. Me sentía genial. Conocería a nuevas personas, haría amistades, y conocería a más sabios de los que aprender.
Me incorporé a una de las filas de personal que empezaba a ascender a las naves que partían hacia el planeta, cuando ví a Whie Tarsek, agitando su mano mientras procuraba hacerse ver para mi.
-¡Whie! ¡Espera, ahora estoy con vosotros!
-¡Vale!
Salí en cuanto pude de la columna, y caminé hacia ellos. Allí estaban Whie Tarsek, Myth Caelum y Vandir Kenobi, quien por si no lo he mencionado, era mi maestro en ese momento.
-Saludos, Maestros. Y Maestro.
-Saludos Erika.
-Me alegro de verte de nuevo.
-Saludos, mi aprendiz. Espero que estés lista para esta nueva aventura.
-Uf, eso es difícil Maestro. Mírales. El jubilo es general. No puedo esperar a conocer a todos allí.
Efectivamente, todos y cada uno de los presentes en el hangar esa tarde tenían en sus caras la viva expresión de la esperanza, de la fuerza de hacer algo grande, y de que pronto vivirían algo grandioso y emocionante.
-Espero que sigas impartiendo clases en Esseles como lo has hecho hasta ahora Erika. Estoy oyendo que todos los iniciados están realmente contentos contigo.
-Hm, me limito a enseñarles como es debido, y a educarles para que sean hombres y mujeres justos.
-Vamos, tenemos que embarcar, no querréis ser los últimos en pisar el nuevo templo.
-¡No! ¡Así que el último es una womp!-Y corrí hacia las naves, contagiada por la felicidad de todos y cada uno de los miembros de la Orden.
- "El hangar de Ruusan, en pleno bullicio.":
- "Las últimas comprobaciones antes del despegue":
El tiempo que tardamos en llegar a Esseles desde Ruusan se me pasó volando. Tuve tiempo de repasar teoría, y hablar con gran parte de los miembros de la Academia, y así evité emocionarme demasiado.
"-Hay que estar calmado para evitar errar en nuestras acciones"-pensé.
*"Salimos de velocidad hiper-espacial. Todo el personal, siéntense en la zona de retención y esperen al shock de salida."-Informó el piloto de la nave.
Yo me ajusté mi cinturón de seguridad doble, mientras abrazaba mi mochila con mis escasas pertenencias. La salida del hiper-espacio no era especialmente brusca, de hecho, la tecnología permitía que fuera casi imperceptible, pero siempre cabía la posibilidad de sufrir un leve mareo o desorientación.
Cuando empezamos a aproximarnos a la atmósfera de Esseles, el emisor volvió a hablar en nombre de su emisor:
*"Señores, nos aproximamos al Planeta Esseles. Se ruega que se mantengan en sus asientos durante la entrada a la atmósfera."
Ahora si que podías sentir que viajabas en una nave. La fricción con la atmósfera hacía que el recubrimiento externo se calentará a varios miles de grados Kelvin, haciendo que la nave tuviera un fulgor rojizo en el exterior. Nosotros no podíamos verlo. Las mamparas eran cubiertas metalicamente durante la entrada en la atmósfera, y solo se descubrían cuando llegábamos a una altura en la que la fricción con el aire no produjera un calentamiento.
Y cuando se descubrieron...
El cielo crepuscular de Esseles se abrió ante nosotros en todo su esplendor, ofreciéndonos una visión que jamás olvidaré.
Empezó a llover en el filo de mis ojos, y es que tal espectáculo me hizo sentir exaltada.
Me enjuagué las lagrimas con el dorso de la mano, y observé como descendíamos a la superficie, que pronto revelaba su naturaleza. Pude ver un par de pequeñas localidades, cerca de una extensión arbórea de varias hectáreas. No ví ninguna costa, pero si una cordillera montañosa bastante antigua.
-Es increíble, ¿verdad?
El maestro Vandir se había sentado a mi lado sin darme cuenta.
-Lo es. Es un planeta precioso.
-Nuestro nuevo hogar. Ahora también es nuestra responsabilidad protegerlo.
Me quedé callada, lo cual motivo al Maestro a continuar la charla.
-¿Sigues molesta por mi marcha?
-No lo se. Me resultó un tanto desmoralizador. Se fue sin decir nada.
-No tuve tiempo. Era una misión de prioridad 3. Salí con lo puesto.
Nunca me había sentido afiliada a mi maestro. Tal vez por mi independencia y facilidad para hacer las cosas por mi misma. Y el tampoco me había dedicado mucho tiempo. Pero es comprensible. La tarea de un Maestro Jedi es increíblemente pesada, y a veces de aspecto infinito.
- "La nave de Avalon entra en la atmósfera de Esseles":
El templo Jedi de Esseles era una joya arquitectónica, que inspiraba a la glorificación de la Orden Jedi. Incrustado en el bosque, parecía haber surgido de entre los árboles sin haber intervenido en lo más mínimo con su medio natural.
Se nos recibió calurosamente, toda la Orden Jedi de Esseles estaba allí, consejo incluido, para recibirnos a pie de pista. Vi a muchos maestros hablando entre si, y dándose afectuosos abrazos.
De pronto, una figura pidió calma y atención, subido a un pequeño podio, y mirándonos a todos nosotros.
-Saludos. Soy el Maestro Nysrogh Skywalker. Quiero daros la bienvenida a Esseles. Hoy comienza una nueva época de cooperación y progreso entre los Jedi. Todos y cada uno de ustedes, que han sido nuestros aliados, son ahora parte del enorme movimiento que ejercemos en la Galaxia. Buena suerte, y que la Fuerza nos acompañe.
Todos aplaudimos ante las palabras del Maestro Jedi, continuando la oleada de empatía que nos cubría.
Cuando empezamos a organizarnos, fui llevada al dormitorio que pasaría a ocupar desde ese momento.
Y allí estaban.
Dos jóvenes altos, de aspecto fornido, y con pinta de haber combatido en más batallas de las que se pueden contar con los dedos de las manos. El, de pelo oscuro, y algo más bajo que yo misma. Ella, una humana de cabello castaño, largo y ondulado, y que tampoco me llegaba a la altura de los ojos. Pero abultaban. Y parecían muy compenetrados, como delataba el símbolo del escuadrón defensivo de Esseles en sus uniformes.
-Tu debes ser de los nuevos. Me llamo Elena Kainet.
Ella se movió hacia mi, pero no me tendió la mano. No parecía muy contenta con nuestra presencia.
-Espero que disfrutes de la estadía por aquí y todo eso. Estamos en el mismo pasillo, así que si necesitas lo que sea, dimelo.
Por el tono de sus palabras, parecía dispuesta a cualquier cosa menos a que fuera en busca de su ayuda.
-Lo tendré en cuenta.-Me limité a contestar.
-Bien. De todas formas, para lo que me queda aquí...
Seguidamente, tanto ella como su compañero abandonaron la sala.
"¿Qué habrá querido decir con eso...?" Pensé. Era una chica con una actitud realmente firme, pero no parecía tan animada como el resto por la unificación.
Decidí que, lo mejor que podía hacer en ese momento, era reposar la cabeza. Quería asentarme y acostumbrarme a la pesada atmósfera de Esseles. Ya me despertaría para la hora de la cena...
- "El dormitorio de Esseles":
- Los bosques aledaños al templo Jedi:
Versículo 2: Como Judas a Jesús, como Pilatos al Pueblo.
"Entonces Pilato, viendo que nada adelantaba, sino que más bien se promovía tumulto, tomó agua y se lavó las manos delante de la gente diciendo: «Inocente soy de la sangre de este justo. Vosotros veréis.»"
Evangelio de Mateo 27: 24
Evangelio de Mateo 27: 24
Pasaron 6 días. 6 días de vacio. Con la salvedad de las clases, y los simulacros, la actividad en el templo Jedi era la que se podía esperar. Sin embargo, se notaba la opulencia que otorgaba el estatus económico de la academia, que contaba con unos buenos ingresos.
Pensaba que mi existencia se limitaría a mi preparación académica, a los paseos por los bulevares entre las estancias, y a la discusión y debate con otros miembros.
Hasta esa noche...
Esseles, Sector Darpa, Mundos del Núcleo. 57 DGLS.
Caminaba en la noche de Esseles, atravesando las calzadas de adoquines, camino de mi dormitorio tras dar clase a un iniciado bastante rebelde y gruñon, cuando escuche una conversación. Nunca se me ha dado bien fingir que no he escuchado y girarme con la boca cerrada. Me acerqué al muro de rocas, y agudicé el oído, esperando...
*Estoy listo. ¿Y tu?
*Si, estoy preparada. Tengo ganas de ver como serán las cosas en Fuerza Sith.
"¿Fuerza Sith? Esto pinta feo. ¿Quiénes son esos dos?" Uno de ellos era un hombre, pero la otra voz sonaba más atimbrada. Seguí oyendo como mascullaban.
*Nos largaremos por sorpresa, no tienen que esperarselo. Cuanto más rápido, menos espacio para su acción.
*Mh-hm. Empezaba a estar aburrida.
*Te quiero...
*Y yo a ti...
Ambas figuras se aproximaron la una a la otra, en al parecer un beso pasional. Y la luz de la luna, brillante en el cielo despejado, me permitió alcanzar a ver una prenda verdosa que colgaba del cuello del aparente besador.
"Joder. Joder. Tengo que informar de esto a Skywalker. Dios."
Empecé a temblar. Había sido testigo de la planificación de dos... ¿Jedi? para irse del templo. A la Fuerza Sith. ¿Un ejercito oscuro? Los temblores se intensificaron. Estaba muerta de miedo. Me moví en la penumbra, y corrí a mi dormitorio. Esperaría hasta mañana para hablar con el Maestro Nysrogh.
No había dormido. Era imposible.
Me levanté, y corrí a vestirme. No podía perder el tiempo. Si esperaba solo 10 minutos más, empezaría a dolerle la cabeza.
Entonces, salí en busca del Maestro Nysrogh Skywalker.
Claro que, no tenía ni la más remota idea de donde encontrarle.
Así que, como preguntando se llega a cualquier sitio, empecé a preguntar a todos.
Hasta que dí con un Caballero Jedi que me informó de donde estaba el maestro.
-Pero yo que tu no iría, está en una reunión, y esas cosas no se interrumpen.
-Uh, está bien, gracias.
Fingí que me distraería, y en cuanto pude, me dirigí rápidamente a la localización del Maestro.
Y cuando irrumpí en la sala, me encontré con la siguiente escena: Todos los miembros de poder de Esseles, incluidos el Maestro Jedi Skywalker, reunidos frente a los Jedi que ví en mi dormitorio, Elena Kainet. y su amigo. Entonces vi la bufanda verde oscura que prendía del cuello del Jedi que la acompañaba. ¡Ellos eran los traidores!
-¡Padawan! ¿Qué hace aquí? No sabe qu-
-Qué pasa aquí...- Decidí ser muy suspicaz, e hice una pregunta trampa:-¿Hablabais de la Fuerza Sith?
-No-Dijeron al unísono la Sombra Kainet y el Maestro Skywalker.
-¡Os ví, os ví hablando, a ti y a tu amigo! ¡SOIS UNOS TRAIDORES!
-¡¿PERDÓN?!
Toda la sala me miraba con asombro desmedido, sin entender de que diablos iba todo aquello.
-¡PADAWAN, FUERA DE AQUÍ AHORA MISMO! ¡¡FUERA!!-Estalló el Maestro Skywalker.
Entonces me fuí, aun más nerviosa, si no más bien frenética.
Entonces, tras unos momentos, el Maestro Jedi salió acompañado por un hombre de rango militar y otro Jedi.
-No se quien te has creído que eres, pero si crees que tildando a nuestros miembros de traidores vas a desestabilizar a esta academia, estás muy equivocada. Seguro eres una agente enemiga, una sucia corrupta que busca deshacerse de dos de nuestros miembros más activos con acusaciones infundadas.
Padawan Erika Avalon, quedas expulsada de esta Orden.
No quiero volver a verte por aquí. ¡Jamas!
Versículo Tercero: De como la Luz rechaza a su vástago, de como la Oscuridad lo rodea y ensombrece.
Se retiraron. Y yo me quedé allí, inmóvil, petrificada.
"¿E-Expulsada...? ¿De la Orden...?"
Y me derrumbé de rodillas. Tal vez si me hubiera callado podría haber pasado de otra manera.
Lloré. Lloré con una profunda amargura, apretando los dientes mientras las gotas caían en el suelo como lapidas.
Apreté los puños, mientras gemía, desesperada, incapaz de verme lejos de todo aquello a lo que siempre había aspirado. Lejos de mis Younglings. De mis Maestros. De mis amigos.
Entonces fue cuando la ví.
Una mujer, vestida de negro, que me miraba desde la espesura del bosque. Ella avanzó hacia mi, caminando sin pausa entre los árboles, lentamente, con gracia perfeccionada, y pronto su aura negra me la presento ante mi como una Sith.
-Saludos, jovencita...
-¿Q-quien eres tu...?
-Me llamo Venesia... Venesia Ankh
-... Eres una Sith. Aléjate de mi.
-Tranquila. He venido a consolarte. Escuché tu llanto... escuché tu llamado.
-¿Qué? ¿Mi llamado...? A qué te refieres...
Me sentía confusa. Dolorida. Y traicionada. Pero no me dejaría corromper fácilmente. Sabía perfectamente que se había acercado a mi como una hiena se acerca a su presa herida...
-Si. Estás clamando por alguien. Ahora que te han abandonado. Te han traicionado, Erika, a ti y a todos...
¿Cómo diablos sabía mi nombre? Seguramente sus poderes se extendían a ese nivel. No la temía. Nunca.
-Si has venido a que me una a ti, búscate a otra, por que yo se a quien le debo lealtad y que soy miembro del Ashla.
-Venga ya... ¿Lealtad? ¿Qué lealtad han mostrado ellos? ¿Acaso crees que ellos representan a la Orden Jedi? ¿Qué se respaldan? Son una mentira, una mentira revestida de plata... ven conmigo, Erika. Te prometo una venganza sobre quienes te han desterrado.
-... La venganza no es la motivación de una Avalon. Además, ¿cómo se que ellos son los traidores...?
No me había fijado en su mirada. No la había mirado a los ojos. Pero cuando lo hice, fue un viaje. A lo desconocido. Un viaje... sus ojos grises amparaban tantas posibilidades...
Y ella también se fijó en mi mirada. Muy fijamente.
-Venga ya... haz un poco de memoria... ¿recuerdas lo que dijo esa Jedi cuando estabas en el dormitorio...? "Ya no me queda mucho aquí" ¿Y el maestro? Como respondieron al instante ante tu interrogante... como pretendían protegerse... Únete a mi Erika. Y te prometo el conocimiento, te ofrezco la enseñanza, y te doy un hogar...
-...¿Un hogar...? ¿Y.. enseñar.. enseñar a los pequeños?
-Si, Erika, les formarás, les volverás unos auténticos líderes, serás la responsable de toda una generación de guerreros, instruidos por ti, enseñados por ti...
-... Está bien. Te seguiré.
Ella me tendió su mano. -Levantate, Erika, alzate, y demostrarás a esos Jedi que jamás debieron convertirte en su enemigo.-Y la acepté. Me levante, y la seguí dentro del bosque, antes de que, lentamente, todo empezara a resultar abstracto, irreal...
Estaba a punto de emprender un viaje a la locura. Era consciente. No sabía si sería capaz de mantener la cordura. De no ceder. De no dejarme invadir por el Bogan. De no caer en el Lado Oscuro...
... Solo sabía que los Jedi no eran ya mi gente. Que nadie me creería. Que no tendría reputación de nuevo jamás.
Y me encaminé en la Oscuridad, guiada por ella.
Erika Avalon- Mensajes : 320
Fecha de inscripción : 29/11/2014
Edad : 28
Localización : Desconocido.
Re: [Cambio de facción, de Jedi a Sith] El exilio de la Falsa Luz.
Es una buena historia, aunque puede mejorarse mucho más. Pero ya tal cual como está, es bastante buena. La trama es sostenible y está bien relatada. Además está bien presentado, organizado y con buena estética, no es para nada difícil de seguir. Aunque me dejó con duda de qué hacía la Sith ahí tan cerca del templo, supongo que esperando a ingenuos aprendices, para seducirlos al lado oscuro, como tu personaje y los otros dos enamorados. Pero, me pareció algo dramática o brusca la decisión del maestro de expulsarte inmediatamente de la Orden, sin una reprimenda o hablar contigo antes.
Una cosa que no es molesta, pero sí facilitaría la lectura, es que no dejes los diálogos sólo con el código de colores por personaje. Agrégales acciones al final de cada diálogo, para agregarle un poco más al roleo y los personajes. Saber qué hace cada personaje mientras habla o cómo actúa. Por ejemplo hay diálogos de tu personaje en que lo aplicas, como por ejemplo: "-Lo tendré en cuenta.-Me limité a contestar." Estaría bien que lo aplicaras en algunos diálogos de otros personajes y así le agregas más al roleo.
También hay oraciones en la narración que cortas con el punto y saltas de línea, como si fuera otro párrafo. Lo tomaré como error de transcripción.
Esa parte religiosa que le has agregado a la historia, también quedó bien, aunque no tenga que ver mucho con Star Wars, pero de cierta forma se liga a lo que sucede.
Tienes talento, chica, buen trabajo sigue así. Dejaré el tema abierto por si otro quiere comentar. Roleo válido.
Una cosa que no es molesta, pero sí facilitaría la lectura, es que no dejes los diálogos sólo con el código de colores por personaje. Agrégales acciones al final de cada diálogo, para agregarle un poco más al roleo y los personajes. Saber qué hace cada personaje mientras habla o cómo actúa. Por ejemplo hay diálogos de tu personaje en que lo aplicas, como por ejemplo: "-Lo tendré en cuenta.-Me limité a contestar." Estaría bien que lo aplicaras en algunos diálogos de otros personajes y así le agregas más al roleo.
También hay oraciones en la narración que cortas con el punto y saltas de línea, como si fuera otro párrafo. Lo tomaré como error de transcripción.
Esa parte religiosa que le has agregado a la historia, también quedó bien, aunque no tenga que ver mucho con Star Wars, pero de cierta forma se liga a lo que sucede.
Tienes talento, chica, buen trabajo sigue así. Dejaré el tema abierto por si otro quiere comentar. Roleo válido.
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