{Roleo de Tython} Templanza

por Nysrogh Mar Mar 11, 2014 8:08 pm

48 DGLS - Tython

{Roleo de Tython} Templanza 2rxwrq8

Tython, mil historias que se podían contar sobre dicho planeta. Sus primeros indicios acerca de este fueron los Je'daii, una cultura que se hallaba entre el Lado Oscuro y el Luminoso, un equilibrio perfecto creado gracias al dominio de la Fuerza. Estos mismos seres en la actualidad podrían ser llamados Jedi, siervos del Ashla, o Sith, siervos del Bogan. Estos nombres dados fueron por ambas lunes que poseía Tython, en las cual, Bogan, eran desterrados aquellos usuarios de la Fuerza que se dejaban llevar mayormente por su lado oscuro. Esta misma cultura ya desapareció, tras años de incertidumbre y guerras, volvió a crecer vida aliada a la Fuerza en sus rincones. Allá, en lo más profundo de su estepa, se encontraba la Hermandad de los Jedi, última resistencia hacia la tiranía creada por el Imperio Galáctico, un Imperio que había creado caos y destrucción allá donde se encontraba su ambición de poder.

Endor, conocida por todo el universo como Jedi Élite, una Academia Jedi que poseía dicho planeta y lograba hacer frente a ese Imperio Galáctico, la unión existente en dichos miembros es lo que de verdad mostraba lo que era ser Jedi. Fuera de lo que de verdad importaba, la milicia, estaba la armonía, el poder salvar a alguien indefenso y débil. Ese era su cometido y el de todo Jedi. A pesar de todas esas guerras antiguas, hoy día sigue el recuerdo de aquella gloriosa hermandad. Muchos Jedi de la actualidad de formaron allí, llegando a ser buenos maestros y sin necesidad de serlo, simplemente lo que les llamaba a todos, el ser Jedi. La Templanza había llegado a todos los rincones, a cualquier minúscula parte del universo donde se controlaba la voluntad de los placeres y los instintos hacia los bienes creados.

Todo eso ya era pasado, un recuerdo fugaz en la mente de algunos Jedi. Lo que si cabe de destacar, es que ese recuerdo es la esperanza que le mueve a algunos para levantar a los Jedi de Tython, porque aunque uno se caiga, siempre podrá levantarse. En esa misma Hermandad Jedi, se encontraba un chico, algo tímido pero destacaba por sus habilidades frente a la política y filosofía. Este mismo de cabello largo y negro azabache, con la piel morena y tapado en sus túnicas correctamente puestas, se veía en sus ojos la llama de la esperanza, jamás se rinde. Sí, ese joven era llamado Nysrogh Caelum Jinn. Había alcanzado el rango en la Orden Jedi, más bien en la Hermandad de Caballero de los Jedi. Un título otorgado a aquellos jóvenes preparados para seguir en su especialización más avanzada y así guiar a los más jóvenes mediante su experiencia y virtud, entre las cuales destacaba la actitud y la disciplina.

Nysrogh Caelum Jinn tras su ascenso a Caballero Jedi.

Ese joven de cabello exuberante se encontraba en el jardín de meditación. Era uno de sus paisajes favoritos donde conseguir un fin, el controlar sus emociones. Todo era una mezcla de sonidos las cuales lograban que fuese más fácil dicha técnica, el rocío de la cascada erosionando poco a poco las rocas que se ocultaban tras esa capa cristalina. La brisa que provenía del norte al mover las hojas de los árboles, que bailaban al unísono, esa misma brisa movía de forma sincronizaba la hierba que se encontraba a orillas de ese celeste charco, logrando verse en él, el pasar de las nubes por el cielo azulado. En la copa de esos árboles que se les desprendían las hojas de forma suave, el cantar de los pájaros una vez más, llegando a la armonía absoluta. Ese ambiente conseguía que te concentraras de mayor forma, el vínculo creado entre el Jedi y ese jardín era algo admirable de ver, era tanto su vinculación que lograba llegar a levitar mediante la Fuerza algunas veces. Sí, era el lugar perfecto donde poder enseñarse a uno mismo los misterios que presenta la vida, y al mismo tiempo, una manera de alejarse del caos que rodea el universo entero.

Pasaban las horas, y en ese preciso momento, cruzado de piernas y de brazos llegó una nueva aura al lugar, se sentía una pequeña sensibilidad hacia la Fuerza, obra de algún joven iniciado. Y así era, en el mismo jardín, desde hacía un tiempo observaba cuidadosa la iniciado Candi Heart, con la curiosidad observaba que es lo que hacia el Caballero Jedi allí sentado. Cosa que ocurrió demasiado rápido y que sin darse cuenta, acabaría sentada junto a él. Ambos, sentados juntos, consiguió que el Jedi abriera sus ojos y con la misma la acabase mirando de reojo. La Iniciada sorprendida por su mirada penetrante, se ruborizó y no supo mediar palabra, la vergüenza quizás, o el respeto que podría significar miedo en ese momento que desprendía la joven, lo notaba en su interior el Jedi. Por eso mismo, acabó dirigiéndose hacia ella con unas palabras.

- El silencio es el único amigo que jamás traiciona - tras estas palabras llevaba su mano derecha hacia su cabeza para tocarla y así sacudir el cabello rosado que tenía.

La misma Iniciada, Candi Heart, se quedó pensativa con esa frase que dijo el Jedi, no la entendía muy bien, cosas normal, aún estaba en su fase de aprendizaje y no controlaría todos los términos de entendimiento acerca de la filosofía. Lo que si consiguió es que la muchacha se calmara y se relajara, algo que se había notado dentro de ella y que la impulsó a responder al Caballero.

- ¿Entonces debo estar callada, maestro? - le respondió titubeante.
- No, debes estar tranquila, escucha a tu alrededor, ¿qué oyes? - se refería el Caballero al jardín donde se encontraban.
- Pájaros cantando es lo único que escucho, maestro. Nada más. - respondió con firmeza la joven.
- Cierra los ojos y concéntrate en la Fuerza, pequeña. Hallarás la respuesta a mi pregunta, y posiblemente te quedes con más cosas que el simple cantar de los pájaros. - aconsejando a la joven que prestara más atención a su alrededor nuevamente.

Nysrogh y la Iniciada Jedi en el jardín de meditación

{Unas cuántas horas más tarde...}

La luz del sol se apagaba, escondiéndose en el horizonte mientras la oscuridad iba comiéndose cada rincón, árbol, río o ser vivo que se mantuviera en las afueras de la Hermandad Jedi. La mayoría de luces cerca del jardín de meditación se estaban encendiendo aún, creando un ambiente de relajación. En ese momento no se escuchaba a los pájaros cantar, ya iban a descansar a sus hogares, aún se escuchaba el rocío de la cascada erosionar las rocas que se encontraban en el lago, dónde en el centro de dicho lago se veía reflejada la luz de la luna.

- Vamos pequeña, se está haciendo tarde, vaya a su habitación con los demás. - le decía el Caballero de forma suave.

La Iniciada se levantó de su asiento, el cual estaba junto al Caballero y tras haberse despedido de él, se dirigió a paso ligero hacia el interior del Templo. En ese momento el Caballero se quedó solo, pensativo y escuchando el silencio que lo rodeaba, aún estaba recordando aquellas aventuras que vivió cuando era más joven, en especial, una misión que le marcó su vida.

{En la mente del Caballero Jedi, recordando la historia...}

38 DGLS - Naboo

{Roleo de Tython} Templanza 2h3ng9c

El día amanecía rodeado de un ambiente de alegría y simpatía, un aura que rodeaba a cada Jedi que por aquel Templo Jedi se hallaba. El cielo despejado y con una visión clara, dejaba paso a los rayos del sol para calentar el planeta de Naboo. El viento recorría todos los pasillos del Templo Jedi, llenando de aire nuevo y vida nueva a todas las personas de allí. Siguiendo la corriente entre pasillos y pasillos, se llegaba a un gran vestíbulo, cada seis o siete pasos podías observar a tus lados estatuas de ancestros Jedi que un día llevaron la paz en todo el universo. Más adelante, en el centro de ese vestíbulo se encontraba el núcleo del Templo Jedi, allí es donde se hacía mayormente vida entre todos los compañeros de la Orden, se entablaban vínculos cercanos entre todos ellos.

Si se observaba bien, se podía ver en una esquina, quieto y tímido, a un joven de aspecto moreno y con una línea rasgada en medio de su rostro de color amarillo. Se podía asemejar a la raza Kiffar, quien podría saber si era de dicha raza o no. Sin más, aquel muchacho ese día iba a protagonizar una emocionante anécdota, la cual contar a sus más cercanos Jedi o de generación en generación.

Aquel muchacho se llamaba, Nysrogh, poseía grandes cualidades en cuanto a la habilidad con el sable láser, pero por otro lado, su afinidad a la Fuerza era singular a la media, aún era Padawan, sobretodo recién ascendido. En busca de un posible maestro que lo adopte y le enseñe sus conocimiento, él seguía en esa esquina pensativo para realizar alguna labor productiva. Sin que él se lo esperase, se le acercó un Maestro Jedi, era conocido en todo el Templo Jedi, se llamaba Rooroi Volka. No pertenecía al Consejo Jedi, pero su experiencia y conocimiento era bastante amplio. Se acercó al muchacho en calidad de saludo, ya que sus rasgos le habían resultado curiosos.

- Hola pequeño, ¿estás ahí? - le decía el Maestro Rooroi a Nysrogh, el cual parecía estar en otro mundo.
- Sa.. ¡saludos maestro! - respondió sorprendido, le había dado un susto al estar absorto en sus pensamientos.
- Vaya, vaya. Sí que eres alguien espabilado, se nota que no prestas mucha atención a tu alrededor.
- Lo.. lo siento maestro, estaba pensando en algunas cosas. - se dirigía Nysrogh con un tono tímido y suave hacia el maestro.

Los dos se quedaron allí, en esa esquina mientras los demás miembros del Templo Jedi pasaban de un lado a otro, todos tenían sus preocupaciones, el defender la paz y la justicia no tenía descanso. El Maestro Rooroi se sentó a su lado, y mientras pasaban los minutos iban manteniendo una fructífera conversación. Dicho maestro era de la raza zabrak, conocida por su planeta natal Iridonia. En la parte superior de su cráneo poseía varios cuernos de menor tamaño entrelazados con un cabello grisáceo que parecía apagado, su expresión representaba una seriedad respetuosa pero a la vez te llegaba su confianza. En su rostro aparecían dos tatuajes marcados de color oscuro, rodeando ambos ojos, seguramente típicos rituales de su cultura como zabrak.

El Maestro Jedi Rooroi Volka dirigiéndose al pequeño Nysrogh.

Continuará.

por Invitado Mar Mar 11, 2014 8:22 pm

Me ha gustado mucho Feln, de verdad, la ambientación la narración y la estética, suerte!

por Jacob Mar Mar 11, 2014 9:37 pm

Buen roleo Feln, lo que más me gustó fue la introducción y esas últimas lineas con la iniciada. Ordenado y correcto, así es como debe ser un relato.

por Annibal Miér Mar 12, 2014 12:00 am

Esa iniciada escucha a los miembros de su templo agonizar antes de morir en fortaleza.
Me encargaré yo del roleo. Pero si algún compañero quiere tomarlo, adelante.

por plon Miér Mar 12, 2014 12:09 am

Buen roleo man

por Galen Miér Mar 12, 2014 3:10 am

Muy bueno Man me gustó, Saludos

por Nysrogh Jue Mar 13, 2014 5:47 pm

Ya coloqué la siguiente parte de la historia. Sigue a partir del {Unas cuántas horas más tarde...}

por Invitado Jue Mar 13, 2014 6:48 pm

Sublime como siempre.

Nunca dejarás de tener la atención de un hermano.

por Invitado Jue Mar 13, 2014 7:23 pm

Está bien, me está enganchando, felicidades!

Es algo así como un flash back, o recuerdos mejor dicho ¿no?

por Nysrogh Jue Mar 13, 2014 9:20 pm

Así es, esta historia será un poco de todo, pero no revelaré nada para seguir enganchándote.

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