[Roleo Tython] Era de tinieblas.

ACTO PRIMERO

Frio… siento mucho frio. Es lo único que siento, al parecer. No veo nada, durante unos segundos, pero, para lo que veo después, preferiría haber seguido ciego. Mire a donde mire, hay caos, muerte, destrucción, y un olor nauseabundo que apenas deja respirar. Al parecer, estoy boca arriba, e intento levantarme, pero mis piernas no responden. Sigo sintiendo el frio dentro de mí, y miro hacia mis piernas, conteniendo la respiración, esperando a encontrarlas. Afortunadamente, siguen allí, pero encima de ellas hay un cadáver, con un prominente agujero entre ceja y ceja. De un empujón, lo lanzo hacia una dirección, ni siquiera me entero de hacia dónde, lo único que quiero es levantarme. Lo consigo, después de mucho esfuerzo, y lo que me encuentro delante hace que me estremezca.
A pesar de ser un general clon, con años de experiencias de batallas, no puedo evitar que espute un pequeño vomito: Cadáveres aquí y allá, muchos de ellos compañeros e inferiores, descuartizados y mutilados. Hay cadáveres enemigos, siths e imperiales, pero no son ni una cuarta parte de los cadáveres clones, y también jedis. Toda la base esta derruida y destrozada, tan destrozada como mi uniforme. Mire por donde mire, pase por donde pase, solo hay cadáveres que pisar, pero no suelo firme. Al fondo, en la fortaleza totalmente derruida, observo una patrulla imperial, disparando a algunos cadáveres, clones por supuesto. Instantáneamente, me agacho entre unas pilas de cadáveres, y me arrastro entre ellas.
Lo que veo a continuación me llena de esperanza: Un caso clon se mueve, entre cadáveres. Sin dudarlo, voy hacia él, y suavemente le quito el casco. Su cara esta andrajosa y con heridas, pero me reconoce. Parece que va a hablarme, pero antes de eso le tapo la boca rápidamente, ya que la patrulla se acercaba poco a poco. No sé si es suerte, o azar, pero la patrulla pasa de largo, haciéndonos el clon y yo los muertos. Cuando la patrulla está lejos, levanto al clon como puedo. Intenta hablarme, pero no puede, algo se lo impide. Durante varios minutos el camino se hace tortuoso, era como pisar arena, pero al fin llegamos a mi nave. Meto al clon como puedo, y, cuando la cabina se cierra tras de mí, el ruido es bastante para alertar a la patrulla que estaba por la base, y corren hacia nosotros disparándonos. La nave se avería, pero solo un poco, nada que R2-D3 no pueda arreglar. Rápidamente, activo los escudos y salgo pitando del planeta. En mi mente no hay nada más que el siguiente paso: Debemos ir a Achillea, fuera del peligro…

CONTINUARA.
P.D: Si quieren aparecer en la historia, me lo dicen.
P.D.2: Aunque han visto que no ha habido ningún dialogo, tranquilos que en el próximo capítulo ya lo habrán, pero me parece que es más importante narrar que dialogar.
P.D.3: Algunos ya saben que no soy de los que ponen imágenes, respeto a quienes lo hacen, pero no es mi tipo.

Me gusto tu forma de narrarlo, me gustaria que me metieras en la historia jejeje

Los motores están casi sin combustible, pero tienen suficiente para llegar a Achillea. Queda poco, pero como debía haber previsto, los imperiales nos seguían en sus cazas. Intento disparar los misiles dirigidos traseros, pero un mensaje del control de la nave me avisa de que no hay munición. Esto es el fin, los disparos inundaran la nave de un momento a otro… Se oyen los disparos, como pensaba, pero nuestra nave sigue viajando. Miro hacia atrás, confundido, y observo como los cazas imperiales caen al vacio de la Galaxia, y detrás de ellos cazas republicanos.

-Uohhhhhh- oigo un exclamo de alegría en el tele comunicador- Caza republicano con número de serie 0325-Z, ¿Pueden oírnos?-

-Sargento Wil, muchacho, ¿Qué hace usted aquí? - Me sorprendo, ya que he visto muchos cascos verdes, entre otros, en los cadáveres de Tython, y he supuesto que él era uno de ellos, además de que le vi en el ataque- Escólteme hasta Achillea, sargento, no tengo munición.-

El sargento Wil aterriza en Achillea minutos después. Allí esperan unas camillas transportadoras, junto con por lo menos una veintena de jedis. Aunque los aliados nos ayudan, llevo al soldado herido hasta la camilla más cercana. Quieren tumbarme en otra, pero me niego, ya que aun puedo andar y no quiero parecer débil ante nadie, por mucho que me duela todo el cuerpo. Los jedis me acompañan, hasta la fortaleza, donde nos abren.
Despierto en una cama apacible. Observo que estoy en paños menores, y me han dejado un uniforme como el mío en la mesita. Después de lavarme, me pongo el uniforme y salgo fuera. Unos jedis me hacen señas, y les sigo hasta una sala que parece una cámara.

-General Bastand Sake Korak, General del Ejercito de la Republica y miembro del escuadrón replegado en la Base del planeta Tython.- comienza a hablar el más viejo de todos los jedis que veo, haciendo un corro, donde me ponen en el centro- Nos han informado de que ayer, caída la noche, atacaron su base, y la destrozaron por completo, matando a todo ser viviente. ¿Cómo es que usted sigue vivo, y, aunque muy malherido, también un trooper?-

- Maestro, me encantaría responderle, créame que sí, pero también créame cuando le digo, que no tengo ni idea de cómo sigo aquí. Supongo que alguien me debió de dar un golpe en la cabeza y se olvido de mi.- No sé si le estoy mintiendo, en realidad, pero me parece lo más lógico.

-General, el sargento wil vino por su mismo pie aquí, y el nos advirtió de lo sucedido. Una escuadra de cazas republicanos se dirigían a su base cuando les vieron y destruyeron a los cazas imperiales que les seguían.- Claramente, el jedi usa un tono irónico, pero no me importa, se que wil es de confiar, y así se lo dije.

Una vez cerrada la sesión, en la que no me han hecho más que preguntas, voy hasta la plataforma de aterrizaje, donde hay paz y puedo relajarme. Pero observo que wil también viene. No quiero ni necesito compañía en este momento, pero supongo que no me vendrá mal charlar con alguien que no lleve túnica.

-Bastand- Su tono me sorprende, ya que normalmente es un sargento bastante respetuoso- ¿te acuerdas de algo de lo que te paso? Es decir, porque estás vivo.-

-No, wil, no recuerdo nada, solo recuerdo un golpe en la cabeza- Le contesto formalmente.

Entonces él se ríe, y cuando le doy una palmada en el hombro, para ver que le pasaba, me quita la mano y rápidamente me clava una daga en el estomago. Con dificultad, me pongo de rodillas, pero me da un rodillazo en la cara, haciendo que sangre de la nariz.

-¿Tenias que sobrevivir, verdad hijo de perra?- Parece nervioso, su respiración me lo confirma-No quería verte así, pero no me dejas elección.-

Miro alrededor, y al ver que no hay nadie, me estampa la cara contra el asfalto y me mete en su nave. Seguidamente se mete él, y despega muy rápidamente. Malherido, intento observar a que coordenadas nos dirigimos, pero me lo impide el dolor. Vuelvo a sentir frio, como en Tython, y me envuelve en un gélido abrazo…

CONTINUARA...

Nada mal.

Muy bien si señor xD.
¿Me puedes poner en el proximo acto?
Gracias

ACTO TERCERO
Cuando abrí los ojos, la nave aterrizaen un planeta boscoso, al parecer. Wil me lleva a rastras, y de repente de para.
-¿Otra vez tu, escoria clon?- La voz se calla y se pone enfrente mío. Parece un comandante imperial, por su uniforme.- Ah, me has traído un regalito.- Dice sonriendo.
Cuando me va a mirar a los ojos fijamente, le escupo en un ojo. El comandante me coge por el cuello, me tira al suelo, y lo último que veo es su planta del pie acercándose a mi cara. Me despierto de pie, atado por los brazos a dos cuerdas que llegan hasta el techo. El comandante sigue mirándome, pero cuando intento volver a escupirle, me coge la cara y me da un puñetazo. Miro hacia abajo, ya que el golpe me deja atontado, y observo que la herida del cuchillo ha desaparecido.
-¿Quieres que te cuente como pudimos atravesar vuestras defensas, Bastand- Sonríe, y se carcajea en mi cara. Al no ver gesto alguno en mi rostro, continúa –Tu amigo, el sargento, quería un puesto entre nosotros, y que mejor forma de demostrar su valía que abrirnos las puertas de la fortaleza. Me dio pena cuando le dije que un ser tan rastrero como él jamás podría estar con nosotros. Según me he enterado, el muy cabron fue a Achillea para que nos pillaran. Suerte que pudimos irnos antes, ¿Eh?
-Tiene gracia, le decís que no puede estar con vosotros por ser un rastrero, y resulta que los que le mentís sois vosotros-
El imperial me oye atentamente, y cuando me va a responder, le escupo de nuevo. Entonces me coge la cabeza, me da un puñetazo en el pecho, el cual siento con dolor, y después con el codo me da en la nariz, de la que empiezo a sangrar.
-Escúchame, asqueroso republicano, si estás vivo es porque el Gran Moff así lo quiere. Te aseguro que de ser por mí estarías sin piel ahora mismo.-Parece que le repugna decir eso, pero aun así lo dice.
-Vamos, comandante Tronger, puede dejarle en paz, al fin y al cabo ellos solo saben escupir y patalear.- El comandante se ríe de la gracita. “lameculos”, pienso para mí mismo.- Bueno, Bastand, ¿Te gusta la decoración de esta sala?, no te preocupes, tu celda es aún peor, en todos los sentidos.- Cuando ve que no le respondo, me habla de nuevo -¿Sabes que fui yo el que te dejo inconsciente en el suelo? Contaba con que después de eso vinieras con nosotros, te dieras cuenta de lo patéticos que sois, pero tuviste que ir a Achillea a pedir ayuda. Eso refuerza mi idea de patéticos. Pero te doy otra oportunidad, ¿Quieres unirte a nosotros? Hombres como tú siempre son bienvenidos entre nosotros.
Me acerco mi cara a la suya, y, cuando parece que le voy a escupir otra vez, respondo algo que ni siquiera había pensado, que algo superior a mi me hace decirlo.
-Acepto- Digo secamente.
EL moff sonríe para sí, y se marcha, no sin antes dándole ordenes al comandante para que me lleve a mi “habitación”.
CONTINUARA…

P.D: Los que pidieron salir, saldrán en el siguiente acto

QUIERO APARECER EN TU ROLEO MUY BUENO CASI LLORO DE LA EMOCION