【Roleo de Taris】Sombra de la República. 【Moshto♥】

por Satella Dom Nov 03, 2013 6:50 am

I Parte.

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Taris.

Así habrían pasado los últimos días desde que habían decidido la verdadera sentencia de la pelirroja desaparecida. Así es, desaparecida. No había dado a conocer su presencia durante las últimas semanas, ni por radio, ni por mensajes, ni en persona. La última vez que se habría sabido de ella, fue en la ceremonia de Dama de la República de su última padawan: Circe Linsteck. Una joven de cabellos largos, castaños y grandes ojos que demostraban la pureza de una niña que jamás habría conocido lo que es el derramar sangre de alguien ajeno. Aquella muchacha habría sido quien estaría prácticamente liderando las búsquedas de su última maestra, estaría al tanto de cada huella, de cada lugar posible y de cada movimiento extraño ajeno a los ojos del Concejo de la Academia situada en aquel planeta tan reducido: Taris. Habrían navegado las altas, medias y hasta las profundidades, arriesgándose al peligro.
Bajo los techos de la academia, frente a uno de los enormes ventanales que darían a la ciudad de Taris, se encontraría la Dama Linsteck, sentada y dejando rozar su túnica contra los suelos. Soltaría un suspiro suave y agotador, su mirada solo demostraba el cansancio de los últimos días y de las últimas semanas, solo daba a conocer su dedicación ante aquella misión que ella misma habría pedido. - Tranquila. - Se escuchó una voz suave, serena y proveniente de un hombre conocido para ella. Sus ojos voltearían levemente ante la voz y observaría a uno de los Maestros de Taris -¿Tío..? Lo sé. - Respondió con un tono cansado y bajo, dejando que los últimos rayos de luz quedaran en su rostro y dejaran aclarar más la iris de aquellos grandes orbes de su rostro. Aquel hombre, no se vería muy mayor, apenas tendría unos años más que la Maestra de Circe, quien estaría cerca de los dieciocho años. - No creas que no hacemos nada por buscarla, Circe. - Volvió a hablar él, dejando caer sus cabellos oscuros cerca de su rostro, eran largos, pero no lo suficiente como para dejar cubrirse por estos, la túnica que él llevaba puesta era marrón, y sus prendas eran marrones oscuras con ciertos detalles negros, como su cinturón. La chica giraría su mirada hacia él y sonreiría con debilidad, pero trataba de buscar aquella fortaleza interior. - Lo tengo claro, tío. - Estaban en confianza, no había nadie más como para demostrar formalidad entre ambos más que aquella relación familiar entre ambos. Él era uno de los tíos de Circe, Talic Linsteck. Habría compartido parte de su entrenamiento en una de las antiguas Academias Jedi más conocidas en la galaxia, habrían desarrollado una pequeña competición al haber compartido las mismas enseñanzas de uno de los Maestros y tutores más antiguos de la rama de centinela, pero así como desarrollaron el sentido de la competición, desarrollaron el sentido del compañerismo y algo más que aquello. Pronto una joven entraría casi gritando donde se encontrarían Talic y Circe, ambos estarían lo suficientemente apegados como para realizar un abrazo de apoyo, más de Linsteck mayor que de la menor. Así sería como serían interrumpidos por una nueva en los lugares, la peli-castaña no dudaría en levantarse y retirarse sin mucho más que decir. La muchacha se iría a perder en los pasillos de la enorme academia, tratando de buscar una respuesta en aquellos pasos largos y rápidos, quedaría frente a los pasillos de las habitaciones. Sabía que no debía hurgar en lo ajeno, pero algo podía obligarla a que sí, algo podía incitarla. - Tal vez... - Susurró para sí misma mientras se confirmaba a sí misma que no habría nadie a su alrededor, nadie cerca, nadie espiándola. Pronto sus pasos se volverían un roce en el suelo, se movería de una manera ágil y rápida de puerta en puerta, buscando la correcta, la de Adellie. Estaba en las del final, su habitación siempre se mantuvo alejada a las del resto por razones personales de la pelirroja, en cosa de segundos, Circe estaría visitando la puerta de la habitación de la chica. Inicialmente, se hacían rumores de que ciertas habitaciones eran más amplias que algunas, pero nunca se supo si aquello era verdad, pero al momento de ella poder entrar a aquel lugar, sus ojos abrieron de par en par al observar principalmente el enorme ventanal que poseía el lugar, seguidamente sería la gran cama que tendría la habitación y muchos detalles más, se adentraría rápidamente y dejaría cerrar la puerta a sus espaldas. Sólo sería cosa de dar unos pasos para dar a conocer una pared con un enorme mapa pegado, era como la ciudad de algo, el pueblo de algo... y en un rincón, aparecería discretamente una firma la cual aquella intrusa no pudo dejar pasar y se acercaría lo suficiente para poder leerla:

''Ossus..''

De todo lo que aparecía en aquel rincón, solo pudo descifrar una palabra y fue el nombre de un planeta el cual le daría la pista clave. Según ella recordaba, su Maestra era ossusiana, o así lo habría dejado claro la mayoría de las veces que habría hablado con ella de esos temas. También cabía que ella fuera una proveniente de Alderaan o tal vez de Ilum, como su padre, pero la mayor parte de las veces, se declaró así misma como una ossusiana, por el simple hecho de haberse criado ahí, crecido y educado en el mismo lugar por su propio padre: Relan Caelum. - Claro... ¿cómo no lo pensé antes? - Se hablaba así misma en muestra de una nueva manera de llegar a obtener algo de Adellie. Inesperadamente, la puerta de la habitación comenzaría a ser golpeada, como si buscaran la respuesta de alguien, a la intrusa le daría un vuelco en su corazón y este comenzaría a palpitar más rápido de lo normal, por los nervios y el susto que se habría llevado ''Demonios.'' pensó la chica mientras buscaba donde esconderse, pero en el momento preciso de tratar de meterse bajo la cama de aquel lugar, se abriría la puerta y unos pasos pesados se escucharían caminar por el lugar. - Es extraño que ya no la pueda encontrar aquí - Se escuchó una voz conocida para ella, y seguidamente, unos segundos pasos se adentrarían igualmente. - Ni aquí, ni en ningún lado. - Nuevamente, la voz de Talic. Circe encontró cierto sentimiento de tristeza en la voz de su tío, sentía que en él algo no iba bien y podría ser respecto a lo que sucedía en estos momentos. Desde que la búsqueda se habría dado como un privilegio del momento, él no habría actuado como antes, si no que actuaba de una manera más cuidadosa y delicada. La peli-castaña trataba de respirar solamente lo suficiente para no ser encontrada hurgando en donde no debía, ni mucho menos quedar como una invasora a propiedad que solamente el concejo y autorizados podían ingresar. En cosa de segundos, volverían los pasos a dejar el lugar y en aquel momento, la Dama soltaría un suspiro de alivio, pero al parecer, sería un error descuidado. - ¿Qué haces aún aquí? - Talic habló. - Puedo atreverme a decir que siquiera estás autorizada a tocar este lugar. - Siguió, mientras veía a su familiar salir de su escondite y volvía a tomar posición frente a él, cabiz-baja. - Ossus, Talic. - Susurró Circe. Él observó, esperando que volviera a repetir las palabras que no lograría procesar inmediatamente. Sus ojos pardos estarían fijos en su sobrina, mientras aquella levantaba su brazo, señalando el mapa-tejido que estaría pegado en la pared de la habitación de gran tamaño. - Ossus. Debe estar allí. - Repitió la Dama, alzando su mirada hacia Linsteck mayor. - Gracias. - Fueron las palabras apagadas, ahogadas... y muchos sentimientos mezclados. - Sal de aquí cuanto antes, y que nadie te vea, Circe. - Se habría dado media vuelta y retirado de una manera bastante rápida, dejando a la Dama sola. En cosa de segundos, ella estaría lejos de la habitación, de aquel pasillo y solo se daría cuenta que muchos estarían moviéndose de manera rápida y apurada, y entre ellos, un pequeño grupo estarían preparándose para Ossus. - Circe, prepara tus cosas. - Apareció el único Reclutador reconocido en Taris.

II Parte.

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Verdad.

Estaban todos moviéndose de un lado a otro, especialmente en el salón principal donde se realizaban las actividades. Aunque pretendían hacerlo de una manera discreta para evitar que los padawan se exaltaran al igual que los nuevos miembros, los cuales eran aún pequeños de cinco años y cercanos a dicha edad. Pronto arreglarían la situación para mandar a algunos Caballeros fuera del tema a realizar actividades dinámicas en la academia. El Vigilante tutor estaría vigilando sus zonas, acercándose variadas veces a los Centinelas que estarían siguiendo a los investigadores, entre todo aquel grupo, estarían Tousen Kainet, un antiguo miembro de la antes fuerte Orden Jedi de Coruscant, habría sido tuteleado por la pelirroja Caelum un corto tiempo, luego sería cambiado a otro. Junto a Kainet, estaría el Centinela Gallagher, otro miembro reconocido por la Orden Jedi de Coruscant y anteriormente por Endor, una academia la cual habría sido derrumbada con los malos tiempos. Aquellos tres (Kainet, Gallagher & Linsteck) estarían en un salón cerrado, que solo daría a conocer un holo-proyector al centro en una mesa, alrededor unas cuantas sillas y a los lados un montón de papeles, aquella sala era el salón de investigadores y habrían estado trabajando en las últimas horas respecto al posible paradero de Caelum. - ¿Y bien? - Se habría integrado Talic, con una mirada cansada y un tono bajo. Aquel sujeto de pieles morenas, conocido como Tousen habría alzado sus brazos, estirándose lentamente mientras lanzaba un bostezo. - Ossus, definitivamente. - Dijo por fin, mientras miraba a Talic y luego a Gallagher - Ahí está su abuela, o eso parece. - Dijo Gallagher y tomó una pausa mientras dejaba caer sus brazos detrás de su silla. - La esposa de Crash, no recuerdo bien su nombre... pero tampoco se sabe mucho de ella. Dicen que fue su último paradero igualmente, no se puede decir del todo que se encuentre allí su abuela, pero sí tal vez esté ella - Observó a Tousen - Se puede deducir que sí está allí por todos los puntos que nos guían a pensar eso. - Dijo Tousen, esperando que Gallagher siguiera. - Nació allí, se crió allí, se educó allí. Se dice que su abuela se vio ahí por última vez. - Talic apoyó sus manos en la mesa, observando el proyector que se encontraría al centro de la mesa, a su disposición estaría el mapa de Ossus, el planeta en sí y a los segundos el proyector comenzaría a indagar en las tierras del planeta - Se podría deducir que se encontraría en los siguientes pueblos... - Dijo el de pieles oscuras, levantándose y señalando con su dedo índice los presuntos pueblos donde podría encontrarse la chica. - No son muchos. - Siguió Gallagher, levantándose y quedando a un lado de Tousen. - Bien hecho. - Felicitó Linsteck de una manera seca, fría y algo alejada. Se encontraba pensando en alguna otra cosa... o en alguien. Ambos investigadores alzaron sus brazos y chocaron las palmas, en forma de victoria.
En el hall principal, se encontrarían los Maestros, Caballeros con especialidades y Caballero en camino a especialidades. En frente del reducido grupo se encontrarían los conocidos concejales, escuchando simplemente lo que opinarían la gente y más tarde se uniría Talic, susurrando algo cerca de el Reclutador Kawomin. - Todo listo. - Respondió sin rodeos. Todos quedarían en silencio al momento de que el recién integrado Vigilante se volteara hacia ellos. - Los grupos están hechos ya. Saldremos en unos minutos, así que comiencen a moverse. - Dictó, y se retiró inmediatamente, para luego volver a hablar - Circe Linsteck, vendrás conmigo. Estaremos solo tú y yo. - Se dirigiría hacia las plataformas de aterrizaje. Al parecer, la Dama estaría lista, tendría su bolso al hombro y se retiraría siguiendo los mismos pasos de su tío. A principios habrían declarado que ella estaría con otros caballeros, pero a último minuto sería un cambio radical y estaría solo en el dueto de Linsteck. - ¿Por qué? - Preguntó la peli-castaña. - Porque presiento que no querrá ver a muchos. - Dijo en un susurro, viendo pasar a su lado al Caballero Shan. - Supongo que solo querrá ver con quienes les fue en su último tiempo, y tú has sido lo más cercano, Circe. - Suspiró, mientras salía a las plataformas de la Academia. - Entiendo. - Circe sabía que Talic tenía calculado todo, podía deducir con facilidad el paradero de, sería el momento en que ellos partirían inmediatamente, en una nave mediana.

Ossus

Ossus con el tiempo, después del cataclismo que habría sucedido en sus tierras, comenzaría a arreglarse poco a poco. No todo el planeta habría sido arreglado, pero era lo suficiente como para volver a revivir aquellas faunas, floras y habitantes. En un pueblo rodeado de árboles nuevos, de flora nueva se encontrarían un número reducido de habitantes que al parecer habían sido participes de la lucha contra la contaminación en el lugar y estarían dando frutos con su esfuerzo, poco a poco ciertos lugares habitados estarían volviendo a aquellos extensos y espesos bosques que harían destacar a Ossus, tiempos atrás. En uno de aquellos pueblos que mantenían esas pequeñas poblaciones, se encontraría una pelirroja que estaría ayudando a movilizar grandes troncos para seguir armando las pequeñas cabañas para aumentar poco a poco. Se apreciaba a aquella mujer de una manera tranquila y relajada, se veía armoniosa a su alrededor y al parecer, en aquel tiempo que se habría integrado, tomaría un puesto importante en dicho lugar, como sanadora, consejera, mediadora de pleitos y mucho más. - Adellie. - Llamó una mayor a la pelirroja mientras esta ayudaba a uno de los trabajadores a acomodar un tronco cortado que ambos llevaban. La pelirroja luego de haber descansado unos pocos segundos, se acercaría a quien le llamaba - ¿Sí? - Preguntaría, mientras se quitaría el sudor de la sien y se sacudiría las manos. - ¿Estás segura de esto? - El peinado de la mayor era sujetado en una cola, tenía rasgos conocidos ya por Adellie, pero solo se dirigía de ''usted'' hacia dicha persona. - Y-Yo... - Tartamudeó y demostró la duda en su voz. Ella quedaría con sus brazos colgando a sus lados, observando el suelo y pensando la situación. Aquello había sido tan espontáneo... que hubiera vuelto a sus tierras por una las dudas en su mente. Se sentaría en una butaca que estaría cerca de la mayor, ella no la presionó, sabía la respuesta. Adellie quedaría con sus manos posadas en sus rodillas, suspirando y manteniendo una respiración lenta y profunda, meditabunda. Fue cosa de los siguientes segundos cuando ella alzaría su mirada para responder a aquello, su respuesta mental era lo contrario a lo que diría, ella quería estar al servicio de la República, ser una soldada de la República. Servir a quienes lo necesitaban, pero solo se ocultaba por su miedo a fallar, nuevamente. En aquel momento preciso en que decidió responder, sería interrumpida por un miembro de la pequeña aldea, que al parecer, llegaría de una manera exaltada, como si hubiera corrido desde lejos… Adellie se le quedó observando, ¿Qué pasaría? Antes de empezar a preguntar que pasaba, aquel sujeto de pieles morenas, cabello oscuro y rostro cansado comenzaría a hablar sobre que había visto naves llegar a Ossus, a las superficies de una ciudad abandonada y no muy lejos de donde se encontraban ellos. Los ojos de la pelirroja se abrirían de par en par y se levantaría inmediatamente, e iría por sus pertenencias de pelea, para luego correr hacia uno de los animales de montura que eran de una apariencia similar a los varáctilos, pero no eran uno de ellos y tampoco se detendría a preguntar qué eran. Simplemente sería cosa de minutos cuando se encontraría en camino hacia la dirección mencionada en aquel animal.
Ella se encontraba con su túnica de color oscuro, similar al negro, sus prendas eran con las que se encontraba trabajando, pantalones oscuros, anchos, una camiseta que le protegía hasta un poco más arriba de los hombros y se había acomodado una bufanda de tonalidad oscura con el pequeño detalle de su cinturón, con un sable láser dual en su espalda. ‘¿Quiénes serán?’ sus pensamientos estaban siendo llenados ante locas suposiciones de quienes podrían estar invadiendo Ossus, un planeta que se habría mantenido tanto tiempo lejos de los problemas… No observaba ninguna nave aún, aunque aquel hombre había mencionado que solo era una o eso había visto él, ¿Separatistas? ¿Republicanos? Era algo que ella debía investigar y rápido. No accedería a problemas en dicho lugar, menos si se encontraba tan cerca, solo sería ponerlos en peligro. Pronto los terrenos cambiarían radicalmente, de lo que sería el verdoso césped, cambiaría a tierra y poco a poco lo que estaría siendo el extenso bosque, comenzaría a cambiar poco a poco, dejando la totalidad desértica a la vista y más adelante, una ciudad abandonada. Sabía en su interior que aquello solo eran en zonas que poco a poco estarían siendo reducidas, si es que el imperio no empezaba a inundar el planeta con sus malas jugadas y su contaminación airada. ‘¿Por qué esta ansiedad?’ entre-cerró los ojos mientras obligaba al animal a correr mucho más rápido y se dejaba llevar por sus pensamientos.
Al momento de llegar a la desgastada plataforma de aterrizaje, solo lograría observar una nave de mediano tamaño ‘Tarde.’ Pensó ella, mientras se maldecía en susurro así misma. – Shh, shh… - Susurró mientras su mano, al parecer vendada, estaría acariciando el lomo de la bestia que montaba, esta se veía algo inquieta, por lo mismo, ella trataba de tranquilizarla mediante caricias. Una de sus manos aún sujetabas las riendas de la criatura, esta se movía de lado a lado, alzando sus patas de no gran tamaño, era un animal bastante bajo pero rápido, se podría decir que tendría un parentesco cercano con los varáctilos. La pelirroja hizo un ruido con sus labios, de seguido siguió el murmullo – Vamos, vamos. – Le dijo a su acompañante quien le tiraría levemente las correas que conectaban a sus fauces y comenzaría a correr hacia la dirección indicada. El animal, de escamas oscuras y manchas anaranjadas comenzaría a escalar sin problema algunos las pareces, correr por estas y comenzaría a dar pequeños saltos para ganar velocidad, alejándose de allí y yendo a dirección contraria de la que habían venido.

Los dos nuevos integrantes de Ossus estarían caminando entre la frontera de lo vivo y lo muerto. Circe permanecía callada al igual que Talic, ambos Linsteck mantenían una distancia prudente respecto a su brusca relación. Circe observaba el bosque que se encontraría a un lado, mientras el Vigilante estaría viendo el destrozo del otro lado. Curioso. La vida y la muerte en una línea, aunque a pesar de encontrarse allí, se podría indagar más a fondo de cada lado, pero las disputas entre ambos no era la ayuda apropiada, empezando por los pensamientos de distintos calibres. Al seguir avanzando, pasarían los minutos y más tiempo, no veían ninguna señal de las que ellos estaban buscando. – Increíble – Dijo la Dama de cabellos castaños. – Increíble no encontrar nada que nos de señal. – Siguió molesta mientras bajaba la cabeza lentamente. Ella solo escuchó un suspiro de Talic, quien estaría pasos adelante. A los pocos segundos de que Circe hablara, se comenzarían a escuchar movimientos a sus alrededores, donde se encontrarían árboles, ruinas y cosas parecidas que lograrían bloquear su vista más allá de aquellos objetos. Ambos se detendrían y comenzarían a observar de lado a lado, tratando de limitarse a ruidos mayores. En los siguientes segundos a espaldas de Circe se observaría una silueta oscura y sería el segundo preciso donde Talic estaría girándose y en un acto de acción y reacción, alzaría su mano, expulsando a la silueta de las espaldas de Circe con la fuerza que este expulsaría desde su propia energía. - ¡Muévete rápido! – Gritó Talic mientras detrás de él se encontraría un segundo atacante, pero antes de que él o la Dama pudieran hacer algo, una bestia de gran tamaño saltaría sobre dicha silueta y sobre la bestia, estaría su jinete. La bestia lanzaría un grito al caer con sus escamosas patas en la espalda del sujeto y este gritara por dolor, encima del animal se encontraría su jinete encapuchado. Circe rápidamente se alejaría del sujeto que estaría a sus espaldas - ¡Arriba! ¡Los dos! – Gritó una voz femenina y conocida para ambos. Circe no dudó y corrió rápidamente hacia la bestia de montura y saltó a espaldas de la encapuchada y se apegó a ella, tomando sus túnicas, Talic, al contrario de ella, se quedó observando a la encapuchada y esta giraría su mirada, dejando ver su rostro, alzó su mano hacia el hombre, manteniéndose firme ante las riendas del animal. –Vamos. – Y antes de esperar una respuesta haría correr al a bestia, tomando del brazo a Talic y obligándolo a montar, quien sería ayudado por Circe. Una vez ya acomodados y afirmados, cambiarían de dirección hacia la zona viva del planeta, la zona de los bosques. - ¿Cómo sabías? – Preguntó Circe. – Demasiado obvio… - Respondió la pelirroja encapuchada mientras seguía obligando al animal a correr unos metros más, para luego derrapar en seco y solo escuchar que uno de los salvados se bajaba sin decir más - ¿Qué? – Preguntó la Dama, mientras se bajaba igualmente. La bestia de montura respiraba agitadamente, Adellie se bajaría de esta igualmente mientras le soltaba levemente las riendas y la montura, dejando que esta respirara y descansara, dándole el espacio suficiente para que comenzara a pastar cerca de ellos. - ¿Por qué no volviste? – Se escuchó a Talic. Hubo un silencio por unos minutos, la pelirroja se habría quitado la capucha y habría dejado ver su rostro con aquella cicatriz que cruzaba desde su ceja hasta el pómulo. – La pregunta es… ¿por qué te fuiste? – Circe presionó un poco más. – No lo sé. – Respondió a secas. – Tampoco debo darles explicaciones a ustedes – Comenzaría a verse la mano de una manera desinteresada. – Debes hacerlo. No entiendo el por qué a negarnos tus razones. – Exigió Circe. – No, no debo hacerlo. No quiero hacerlo, realmente. – Respondió Caelum. – No es algo que debamos entender, Circe. Es algo que debemos saber, simplemente. – Dijo Talic, de una manera seria. – Exacto. – Apoyó la pelirroja, mientras soltaba un suspiro ahogado y cerraba sus ojos de una manera lenta. La chica mayor comenzaría a caminar en dirección central del bosque, donde la bestia estaría siguiendo sus pasos, luego Circe y más tarde, el último en quedar en dicho lugar. – Hemos venido por ti. – Dijo la Dama Jedi, mientras se mantenía ciertos pasos atrás. Adellie guardaría el silencio mientras apoyaba su mano en la cabeza del animal que se encontraría a su izquierda – ¿Oh no? – Siguió la chica peli-castaña, dirigiéndose hacia Talic, quien guardaría silencio estando a más pasos de ellas por la espalda. – Ushh… - Murmuraría la Dama algo molesta al ver el silencio que este otorgaba.- Aparte, deberías entender que yo nací aquí – Adellie observó de reojo a la chica, mientras volvía a mirar hacia el frente, ya apareciendo una especie de pueblo a una distancia un poco larga – Aquí están mis raíces, familiares… mi planeta natal, Circe. – Resumió todo en una frase. – Y supongo que a donde vamos es donde naciste, ¿no? – Preguntó Talic, mientras alzaba levemente su rostro, observando un pueblo. – No. Te equivocas en eso. Ahí es donde crecí, realmente. Donde nací ya no existe. – Dijo a secas la pelirroja, mientras ya estaban adentrándose al pueblo...

Continuará.

Por la República

por Rudcheart Dom Nov 03, 2013 6:56 am

Me gusto mucho adellie, sutilmente aparecimos yo y kenny jaja...

Me gusta mucho como escribes , sigue asi Smile

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por Beitom Dom Nov 03, 2013 7:01 am

Buen roleo como siempre, sigue así.

Tu forma de narrar es bastante buena, tienes buena ortografía y sabes expresar bien las situaciones metiéndote dentro de pleno en el roleo, tienes buena imaginación y sabes usarla de una manera provechosa, como dije anteriormente sigue así.

por Bergkamp Dom Nov 03, 2013 1:31 pm

Nada mal, hace tiempo no veía como alguien narraba pero con las acciones de otro personaje, creo que eso es lo que más puedo destacar de este roleo (como te metes en el personaje de Circe) ya que no lo haces mal. Lo sigo con ansias <3

por Defiance Dom Nov 03, 2013 5:42 pm

por Dara Vatara Dom Nov 03, 2013 5:52 pm

q lindo escribes mi bb felicidades. me parecio interesante asi que lo seguiré :3 ~

por Invitado Lun Nov 04, 2013 5:41 pm

Grande mi moshta bb

bye lo lei todo y espero seguir leyéndolo

Y el roleo es mío

Bye

por Reptilia Lun Nov 04, 2013 11:17 pm

Está bien ~~caguai~~ genial. Y me encanta la manera en que lo vas narrando, definitivamente lo seguiré.. *_*

por Satella Dom Nov 10, 2013 6:16 pm

¡Parte 2 colocadaa!

¡Gracias por leer Smile

!

por Annibal Dom Nov 10, 2013 7:05 pm

Está muy bien pequeña saltamontes, al menos lo que he leído jajaja. Sabes como soy, ya me lo leeré después <.<

por Beitom Dom Nov 10, 2013 7:18 pm

Me gusta mucho como escribes, tienes una forma de expresarte única, eres una de las mejores roleadoras de Habbo Wars y eso lo puedo decirlo con certeza. Espero con bastantes ganas la 3ra parte.

¡Buen trabajo!

por Reptilia Lun Nov 11, 2013 12:15 am

Al fin.............. La parte 2............................. ~~Jodidamente hermoxo~~ Tan bien narrado como siempre, maldita que pone ''continuará'' lo quiero ahora, salud2.
~~*lanzarme encima*~~

por Invitat Mar Nov 12, 2013 3:27 am

Que curioso, es interesante tu manera de rolear. Narrar en tercera persona tiene su arte y algo que encanta, que hechiza.

Describir es un arte, que hace que se avive el relato a los ojos del lector, aunque hay que tener cuidado, abusar de esto puede llegar a causar confusión para el lector. Aún así, tu trama, tu narración, todo bien y excelente.

Ya tendremos el chance de hacer algo junto, eh.

Smile

por Shrek Mar Nov 12, 2013 4:45 am

Buen roleo, hizo que dejara la actividad de troll amateur por un rato para ponerme a leer

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【Roleo de Taris】Sombra de la República. 【Moshto♥】

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