[Roleo de Underneath] Heavy Rain

por Gallagher Lun Ago 05, 2013 5:20 am

Prólogo.

Días de tranquilidad y paz en la mayor parte de la galaxia, la Orden Jedi cumple cada vez más con su gran y humilde trabajo, protegiendo y haciendo justicia en la galaxia, su superioridad de poco a poco se va notando más, aunque nadie puede negar que el Imperio Galáctico cumplía con sus deberes de logar poder en algunos sectores de la galaxia.

En el planeta Kamino, no todo era paz, justicia y tranquilidad, una serie de asesinatos han mantenido preocupada a las distintas ciudades, un sujeto que nadie jamás había logrado ver, solo rumores hablan de que va vestido de túnicas negras y encapuchado. A sus innumerables víctimas jamás se les encontraba signos de violencia, lo único que tenían era una manta de color blanca cubriendo su rostro. La Orden Jedi situada en el planeta Coruscant había decidido tomar cartas en el asunto y no quedarse indiferente a estas series de asesinatos que mantenían preocupadas a las autoridades de Kamino, y también a su gente.

Capítulo I: Una misión inesperada.

-Coruscant; 18:30 Horas.
-17,27 centímetros cúbicos de lluvia.

-Bien Maestros, como sabemos, en Kamino una serie de asesinatos tienen preocupados a toda su población, y debemos hacer algo, no podemos quedarnos indiferentes. -Dijo uno de los Maestros

-Bien, pero ahí esta el punto ¿A quién enviar? -Respondió otro de los miembros del concejo

-Yo puedo ir. -Se ofreció el joven Guardián Jedi, miembro del Concejo.

-No, tu eres alguien importante en la fortaleza de la academia, sí te vas podríamos debilitarnos mucho. -Respondió frente a la propuesta del Guardián

-Pues yo puedo ir. -Dijo una voz que se encontraba escuchando la conversación en el patio principal.

Al escuchar esa voz, los Concejales Jedi se giraron para ver quien era el sujeto que se encontraba hablando. Era un joven Caballero Jedi, de no más de treinta años, quien seguía el camino del Centinela Jedi

-¿Connor? -Preguntó el Guardián Jedi

-Sí, creo que podría seguir la investigación en Kamino, no tengo problemas, me gustaría ir, a demás creo que me serviría como práctica. -Replicó el Caballero Jedi

Fue entonces cuando los concejales se miraron entre sí y finalmente se volvieron al Caballero Jedi, quien se habría ofrecido voluntariamente para ir. Los concejales le respondieron que podía ser muy peligroso, pero confiaban en el joven Jedi, y que sí tenía el más mínimo problema, no dudara en llamar a uno de ellos, la misión ahora estaba a manos de un Caballero Jedi, el concejo Jedi de Coruscant había depositado toda su confianza en Connor, por lo que el Jedi se sentía muy agradecido y confiado en que no tendría problemas para dar con el asesino.

por Inthar Lun Ago 05, 2013 12:33 pm

me encanta Heavy Rain, a ver que nos traes en este roleo!! espero las continuaciones escaifol

Spoiler:

por Gallagher Mar Ago 06, 2013 4:35 am

Capítulo II: Adiós.

-Coruscant - Orden Jedi; 17:46 Horas.
-19,13 centímetros cúbicos de lluvia.

El Caballero Jedi tras un rato después de que ya se le haya confirmado que el ira a Kamino a seguir la investigación, el joven Jedi se encaminó velozmente a su dormitorio para empacar unas de sus cosas, como sus vestimentas y sables. Mientras empacaba, Connor se encontró con su joven hermano.

¡Connor! -Gritó el Padawan Jedi

¿Qué pasa Ikant? -Respondió el hermano mayor

¿Donde irás? -Respondió el Padawan

Kamino -Dijo el Caballero

¿Puedo ir? -Preguntó el Joven Jedi

Algún día podrás, ahora es muy peligroso. -Finalizó el Caballero

Pero.. -Dijo el joven sin alcanzar a terminar la oración, al ser interrumpido por su hermano mayor.

Dije que no. -Finalizó Connor.

Finalmente, al terminar de empacar sus cosas, le dio un abrazo a su hermano, le dijo que se cuidará y que estudiará y entrenará, que había muchas posibilidades de que en carne y hueso no lo volviera a ver, pero el debía continuar su camino como Jedi.

Sin más, el Caballero se puso su mochila a la espalda y salió rápidamente en dirección al hangar de aterrizaje de la Orden Jedi de Coruscant. Al llegar rápidamente a su nave, encendió los motores y los sistemas, para luego pedir permiso a la torre de control para liberar su salida, sin más, el Jedi cerró el tren de aterrizaje y despego del planeta Coruscant, tras haber colocado a Kamino en sus coordenadas. La misión ya había empezado

por Tarak Vatara Mar Ago 06, 2013 4:39 am

Me esta gustando Under, trata de hacer capitulos mas largos pero esta chevre

Good Luck

por Gallagher Sáb Ago 10, 2013 5:46 am

Capítulo III: Llegada a Kamino.

-Kamino; 23:52 Horas
-26,3 Centímetros cúbicos de lluvia

Tras horas de un largo viaje, el Caballero Jedi llegó al planeta Kamino sin mayor problemas. En un par de minutos ya había aterrizado sobre una plataforma sobre el agua, en el que había un largo puente en dirección a una zona donde había hartas y modernas casas, el Jedi se encontraba impresionado al ver el aspecto moderno que tenía el planeta. Connor solo llevaba una mochila, su sable de luz Lucio colgado al cinturón, a la espalda por bajo de la mochila llevaba la funda de su Katana Jedi, con esta dentro, y dentro de su chaqueta de telas negras, llevaba un sable láser Force desplegable que había recibido como premio hace mucho tiempo en la academia Jedi de Endor, y debajo de su manga izquierda una daga oculta.

Connor deslizó sus pies sobre el mojado suelo, haciendo un gran esfuerzo por no resbalar en los charcos de agua que cubrían el angosto puente. Sin más, el Jedi logró llegar a la entrada de la ciudadela y observó a dos guardias que protegían esta, estos guardias eran dos soldados clones que miraron al Caballero Jedi apuntandolo con sus armas.

Quita eso de mi cara ¿Sí? -Dijo el Caballero Jedi mirando al casco del Clon.

¿Y qué piensas que me hará no pegarte un tiro y tirarte al agua? -Respondió agresivamente el Clon.

Supongo que tus ganas de vivir -Aclaró el joven Jedi

Ya basta de juegos, ¿Quién eres y qué haces acá? -Preguntó el clon, nuevamente con un tono de agresividad.

Vengo en nombre de la República Galáctica. -Dijo con seguridad Gallagher.

¿Nombre? ¿Quién te manda? ¿Qué haces acá? -Seguía hablando el clon, cada vez con más agresividad.

Eso no te interesa, vengo por la serie de asesinatos, vengo a resolver el problema -Dijo Connor

Supongo que puedes pasar. -Dijo el Clon abriendo el portón.

Sin más, el Caballero Jedi le reverenció a ambos guardias y entro lentamente por la calle principal de la ciudadela, miraba hacia todos lados atento a cualquier movimiento. Finalmente Connor llegó a los suburbios de la Ciudadela, donde supuestamente habría ocurrido el último de los crimenes del asesino.

Capítulo IV: Primeras investigaciones.

-Kamino; 12:56 Horas
-27,44 Centímetros cúbicos de lluvia

Tras llegar a la última escena del crimen, el Jedi Connor Gallagher se acercó lentamente, donde había una zona sellada, cubierta con, por lo menos, siete policías del planeta.

Hola hola -Dijo con alegría el Caballero Jedi.

Buenas noches ¿Qué se le ofrece? Sabe que no puede estar cerca de aquí ¿Verdad? -Dijo el policía que se le acerco al Jedi.

Tranquilo, mi nombre es Connor Gallagher, Caballero Jedi de la República Galáctica, Orden Jedi situada en Coruscant. -Respondió tranquilamente el joven.

¿Tiene alguna identificación? -Dijo el policía.

Sin dar ninguna palabra, el Jedi tan solo de su bolsillo izquierdo saco una tarjeta, la cual lo identificaba como el le había dicho al policía.

Bien, creo que con eso me basta, lamento decirle que de todos modos tendremos que mantenerlo vigilado. -Le dijo el policía al joven Jedi

Tranquilo, no soy de esos que usan el sable para cortar cabezas y... cortar más cabezas solo por que sí. -Dijo el Jedi con un tono humorístico.

Sin más, el Jedi se acercó lentamente al cadáver asesinado por el extraño sujeto de túnicas negras, esta víctima era una de las incontables muertes que mantenían a Kamino preocupado e inseguro. Rápidamente el Jedi se acercó al cadáver y lo observo detenidamente.

Tras unos minutos de observarlo, el Jedi tomo su grabadora, la encendió pulsando un botón azul que tenía sobre ella y comenzó a grabar lo que veía.

El sujeto no tiene signos de violencia, tal cual como nos sale en los expedientes, lleva la capa negra sobre su torso, y al destapar este, lo único que vi fue, nada, la ropa estaba como si se la hubiera puesto hace cinco minutos, lo que logro notar es que debajo del cuerpo, esta enterrada una astilla de madera quemada, no tengo ni la más mínima idea de porque es esto, estamos lidiando con un sujeto peligroso, muy, muy peligroso. Fin de la grabación.

Tras esto, el Jedi guardo la grabadora en su mochila y ya listo para ir a su lugar de alojamiento, dio un giro en ciento ochenta grados para volver por donde venía, pero al girarse se llevó una gran sorpresa, había un sujeto, tal cual como era descrito por los expedientes, ropajes negros, y solo se le lograba notar una barba blanca que cubría su bufanda de color rojo vivo. El Caballero Jedi asustado desenfundó su Katana Jedi y le gritó al sujeto.

¡Alto ahí en nombre de la República Galáctica! -Grito algo asustado Connor.

Continuará....

por .Ozymandias Dom Ago 11, 2013 12:48 am

Quiero ver que pasa con Connor... Tiene carisma.

¡Buen roleo! Very Happy

por Gallagher Dom Ago 11, 2013 1:45 am

Capítulo V: Ni luces, ni cámaras, solo acción.

-Kamino; 1:03 Horas
-28,3 milímetros de lluvia

"¡Alto ahí en el nombre de la República Galáctica! -Gritó algo asustado Connor".

Tras gritar estas palabras, el Caballero Jedi apuntó con su Katana Jedi al pecho del sujeto, el sujeto nada más lo seguía mirando fijamente a los ojos. Connor no sabía que hacer, si tan solo acabar con todo, y atravesar al sujeto con su Katana, o llamar a la policía de un grito.

Unos segundos pasaron hasta que el sujeto ágilmente le dio un golpe en la cara al Jedi, este fue tan fuerte que hizo que el Jedi cayera al suelo, dejando caer su Katana Jedi a un lado. El encapuchado se acerco al Jedi y lo pateo al rededor de diez veces en el torso, dejando a Gallagher muy adolorido, por lo menos con tres costillas rotas, hasta que finalmente el encapuchado deslizó una navaja y puso al Jedi de espaldas, que ya nada podía hacer por su vida. El misterioso sujeto levanto la camisa del Jedi y saco un frasco con un líquido, ese líquido era veneno. Clavo la navaja en el suelo y saco una aguja, esta la llevó hasta el frasco para cubrirla entera con el veneno. Entonces, tras sacarla, guardo cuidadosamente el veneno en la mochila del Jedi, quizás para simular que la muerte de Connor había sido un suicidio, tomo una manta negra desde el interior de sus ropajes y lo puso sobre el torso del Jedi, entonces, rápidamente el sujeto clavo la aguja envenenada en la espalda del Jedi. Volvió a bajarle la camisa, le cerró los ojos a Connor y le puso la manta sobre su torso. Rápidamente el misterioso sujeto ya pensando en su última victima, se fue caminando rápidamente entre las sombras mientras el Jedi agonizaba.

Rápidamente, tras haberse ido el sujeto, Connor mareado, alcanzó a ver ese frasco antes de que el sujeto lo metiera en su mochila, ese frasco era de un veneno lento, la muerte era causada en no menos de diez minutos, por lo que aún podía luchar por su vida. Rápidamente Gallagher de su mochila saco una pequeña navaja y se murmuró a sí mismo.

Bien Connor tranquilo, esto dolerá mucho, pero es esto o morir.

El joven Caballero Jedi saco un espejo para ver la zona de su herida, se quito rápidamente sus ropajes y mientras la lluvia se deslizaba por su torso, llevo la navaja a su espalda. El Jedi observo muy bien el punto donde fue clavada la aguja envenenada, tan solo cerro los ojos, conto hasta a tres y empezó a enterrar cuidadosamente la navaja en el orificio. Al enterrar un poco la navaja, el veneno empezaba a salir rápidamente de la herida, mientras el Jedi contenía sus gritos para no alarmar a nadie, cada vez que más salía el veneno, dejaba de sentir el ardor que quemaba su cuerpo por dentro, pero el dolor de sus tres costillas rotas aumentaba hasta el punto no poder más, el Jedi se quitó el cuchillo y lo lanzó al agua, con mucha suerte, había conseguido quitar todo el veneno de su espalda y se arrastro lentamente hacia su mochila, de ella saco un spray de bacta para rociarlo sobre la herida, lanzó el spray al agua y tomó unos vendajes para cubrirse las costillas. Agonizando del dolor, el Jedi enfundó su Katana Jedi y se volvió a poner sus ropajes. Sin más, el Jedi cayo desmayado sobre la plataforma.

Capítulo VI: Segunda investigación

-Kamino; 15:35 Horas
-20,46 Centímetros cúbicos de lluvia

Tras horas y horas, el Jedi despertó en un lugar muy lejano al que estaba, estaba en el hospital de los policías de Kamino, se intento de levantar muy adolorido, cuando llegó el policía que estaba a cargo y le comenzó a hablar.

Te recomiendo que no hagas eso, hasta por lo menos tres días. -Le dijo suavemente el policía.

Yo sabré que haré ¡Arghh! -Dijo intentando de levantarse el Jedi

Si no es porque tienes los huevos de enterrarte un cuchillo para sacarte el veneno, ahora mismo estarías siendo investigado para saber cual fue la causa de tu muerte. -Dijo el Policía

¿Y qué? ¿Debería agradecerte por eso? -Dijo irónicamente el muchacho

No, deberías agradecerme por arreglarte tus costillas, y debo decirte que casi una te perfora el corazón, ya tienes mucha suerte. -Respondió el policía.

Bueno, te lo agradezco, supongo. -Dijo nuevamente el joven Jedi

Sabes, te seré sincero, ayer ese sujeto te dio una real paliza, como te dije, si no hubieras tenido los huevos de sacarte el veneno tu mismo, con las costillas rotas y envenenado no hubieras ni llegado a donde estaban los investigadores. Te recomiendo, sinceramente, que des media vuelta y te vayas a Coruscant, te agradecemos mucho lo que hiciste, casi das la vida por todo un pueblo, pero lamentablemente no nos fuiste de gran ayuda -Dijo el policía, solicitando sutilmente que Connor se largara de una vez, prácticamente llamándolo inútil.

Ya te dije amigo mío -Dijo el Jedi colocandose sus ropajes, armas y mochila.- Yo sabré lo que hago.

Pues te veo mañana aquí, y mañana no será gratis -Dijo el policía.

Pues sigue esperandome, que pronto vendré a dejarte a ese sujeto. -Finalizó el Caballero Jedi.

Rápidamente, el Caballero Jedi Connor Gallagher abandonó el hospital y caminó rápidamente a la zona donde había recibido la paliza. El Jedi llegó y observo detenidamente la zona, el Jedi de su mochila saco su grabadora y pulsó el botón azul para comenzar a grabar.

Grabación número dos: El día de ayer por la noche, o más bien hoy por la madrugada,a las 1:03 horas de la madrugada, recibí una real paliza, bien, admito que le deje ganar -Dijo Connor irónicamente-, gracias a la paliza descubrí la forma de asesinar del sujeto usa una pequeña aguja, la cual la envenena para clavarla en la espalda de sus victimas, la aguja es tan delgada que la herida no se puede ver a simple vista, menos mal, logré localizarla y quitarme todo el veneno, gran error del sujeto -Dijo el joven Jedi levitando la aguja con la fuerza-, el sujeto dejo la aguja en la escena del crimen, idiota. Ahora tenemos una pista para dar con ese infeliz. Tres costillas rotas me costo esta primera investigación, ahora veremos que tal me va con la segunda, espero lograr dar con el asesino en no más de veinticuatro horas, para ya en veintiséis tenerlo en mis manos, fin de la grabación.

Sin más, el Jedi guardo la aguja en el frasco sin tocarla, y se levantó lentamente, ya que seguía adolorido de las costillas, el Jedi se encamino lentamente hacia la oficina de policías nuevamente, para esta vez ir al laboratorio.

por Gallagher Mar Ago 13, 2013 9:09 pm

Capítulo VII: En casa del asesino

Kamino; 18:56 Horas
25,4 Centímetros cúbicos de lluvia

Tras pasar por el laboratorio, el Jedi Connor Gallagher falló en su intento de dar con el asesino utilizando la aguja, el asesino llevaba guantes, por lo que no dejo huella alguna sobre su aguja. Pero tras un par de investigaciones, logro dar con el hogar del asesino.

Horas y horas esperando afuera de la casa, esperando a que el asesino saliera, estaba ahí Connor, apoyado en la muralla lateral de la casa, completamente fuera del campo de visibilidad del asesino. Finalmente, el misterioso sujeto, salio con sus vestimentas negras, y al ya estar considerablemente lejos, Connor se quitó de la pared y dio un par de pasos hacia la puerta trasera

Bueno, no creo que se preocupe tanto pensando que su enemigo directo esta muerto. -Se murmuró a él mismo el joven Jedi

Sin más, Connor deslizo su daga oculta y la introdujo en la cerradura, dando un par de giros con la daga dentro de esta, finalmente la cerradura cedió y la puerta se abrió. El Jedi cerró la puerta cuidadosamente y entro en la parte posterior que era la cocina del asesino. Connor caminó cuidadosamente hacia la sala principal y miro cada objeto detalladamente, no encontraba nada el Jedi. Posteriormente, se dirigió al segundo piso, donde había un gran balcón que daba con los mares que cubrían Kamino, el Jedi siguió caminando hasta la habitación del asesino, como era de esperarse, no encontro nada. Finalmente, el Jedi cuando ya había dado por fracasada su investigación, observo que desde el techo colgaba una cuerda blanca, sin más, Connor la jaló hacia abajo, cayendo de esta una escalera de madera, seguramente esta llevaba hasta el entre techo del hogar. Connor rápidamente subió y se llevó una sorpresa, muchas cajas que contenían veneno y agujas, y un gran mesón. En este había una barba postiza de color negro, una gran pila de ropajes negros, y al lado había un sable de luz, o más bien el mango de un sable de luz, uno muy desgastado. Connor tomo el sable, y este tenía una inscripción ya indescifrable. Bueno, Connor pensó que el sable de luz podría ayudar a dar con el temido asesino.

Finalmente, cuando Connor iba bajando las escaleras, sintió al asesino, ya había llegado el sujeto, rápidamente Connor se oculto dentro de un gran ropero, ocultándose atrás de unos grandes ropajes y sosteniendo las puertas para que esta no se le deslizarán y dejaran al Jedi a simple vista. El Jedi se tomo el sombrero nervioso, mientras sentía los pasos del sujeto, cuando ya había llegado al segundo piso. Sin más, Connor vio pasar al asesino indiferente frente a sus ojos y el Jedi abrió rápidamente las puertas del ropero y salto sobre el asesino, el asesino alcanzo a reaccionar y empujo al Jedi contra el balcón, entonces, el asesino aburrido ya de el Jedi saco su navaja y corrió hacia Connor, el asesino se lanzó contra el Jedi, pero agilmente el muchacho levanto sus dos pies, con su mano derecha tomo la navaja del asesino, y con los pies hizo rebotar al asesino, haciendo que este pasara de largo del vidrio en dirección al mar, pero el asesino con mucha suerte alcanzó a caer sobre una plataforma, y con sus huesos rotos volvió hacia el patio de su hogar, donde finalmente cayó desmayado.

Bueno amigo mío, creo que este es el uno a uno. -Dijo el Jedi un poco más tranquilo y abandonando el hogar por la ventana que daba a la calle.

Capítulo VIII: El asesino

-Kamino; 20:12 horas
-24,67 centímetros cúbicos de lluvia

Tras escapar de la casa del asesino, Connor se dirigió velozmente hacia el laboratorio de la policía de Kamino.

Al llegar a la estación policial, el Jedi se alejo un poco y se sentó, apoyándose en la parte trasera de un bar, sin más, el Caballero Jedi de su mochila tomo una grabadora y la encendió, pulsando con su dedo indice el botón azul que tenía la máquina negra en su parte superior.

Grabación número tres: He vuelto del hogar del asesino, viendo la casa por fuera no es nada sospechosa, es como un hogar más en Kamino, por dentro igual, un patio principal bien cuidado, una cocina y una sala principal ordenada, arriba un lindo balcón que lamentablemente ayer fue destruido, su habitación y un baño. Si no hubiera prestado atención a una cuerda que colgaba en mis narices, me hubiera ido sin nada, un entre techo en el que había un montón de cajas de veneno y agujas, y un mesón de madera, en el que había una enorme pila de túnicas negras, como sí el sujeto usara siempre la misma ropa, una barba postiza negra, por lo que no hemos descubierto su real apariencia, y lo que más me llamó la atención un Sable que ya ni encenderse podía, al salir del entre techo, tuve una entretenida conversación con el asesino, claro, una conversación de golpes, finalmente logre vencerlo y llegar con vida a la estación policial para investigar el sable de luz. Fin de la grabación.

Connor entro velozmente en la estación de policías y se dirigió al tercer piso, que es donde se encontraba el laboratorio. El Jedi pidió que le dieran cinco minutos solo para registrar completamente el sable de luz. El sable estaba completo, pero Gallagher noto que las conexiones por dentro estaban completamente oxidadas, como si el sable lo hubiera sacado de un pantano, el sable era de modelo Arc Wave, algo que jamás pudo descubrir fue la inscripción, ahora, al ver las huellas digitales, dos nombres le salieron en la pantalla, uno no estaba completo, quizás era del hombre al que le pertenecía este sable, y al pasar mucho tiempo en un pantano sus huellas se borraron de poco a poco, el primer nombre era el que no aparecía completo, solo aparecían cuatro letras las cuales eran "S, F, G, H", pero el segundo nombre aparecía claro, Connor ya sabía la identidad del asesino, tomo el sable y lo guardo en su mochila y salió rápidamente del laboratorio.

¿Qué haces? ¿Por qué no nos dejas el sable? -Dijo uno de los policías

Yo sabré que hacer con este sable -Respondió fríamente el Jedi

¿Y por lo menos nos dirás quien es el asesino? -Pregunto un curioso policía

Eso averigualo cuando te lo traiga mañana. -Dijo el Jedi mientras abandonaba la estación policial

por Evelio Mar Ago 13, 2013 9:25 pm

Buen roleo, sigue así!

por Gallagher Miér Ago 14, 2013 2:38 am

Capítulo IX: Flashback

-Dagobah; 04:31 AM Horas
-Día sin lluvia

(...)Rápidamente el Je'daii salio corriendo velozmente de la cueva en Dagobah que se derrumbaba poco a poco, al llegar a ya salir a la cueva, se encontro con una sorpresa, un sujeto de pelo blanco y piel pálida se encontraba a su espera, con un sable de luz rojo, fue entonces cuando el Je'daii deslizó su Sable de luz Arc Wave y lo encendió mirando al sujeto

Me encontraste, hoy solo uno de nosotros vivirá amigo mío -Dijo Skyfall Gallagher

Tu tumba esta lista escoria Jedi. -Respondió con un tono de arrogancia el sujeto

Veamos si no la usas tú amigo mío. -Finalizó el Je'daii

Skyfall se lanzó sobre el Sith, este último luchaba con toda su ira, pero también con movimientos elegantes y complejos, mientras el Je'daii intentaba acabar rápidamente con esto, intentando atravesar el torso del Sith con su sable o decapitarlo.

Finalmente, el Sith atrajo el sable Arc Wave de Skyfall y lo lanzo a un lago, posteriormente el Sith intento acabar con el Je'daii, pero este agilmente esquivo su sable de luz rojo y le clavo su daga oculta en la cabeza, matándolo inmediatamente.

Descansa en paz, idiota. -Dijo Skyfall cerrando los ojos del Sith

-Dagobah; 20 Años después.
-13,2 Centímetros cúbicos de lluvia

Un sujeto encapuchado, de túnicas negras se acerco a donde hace veinte años, su padre había asesinado a un Sith, que aún se encontraban sus restos ahí, bajo tierra. Pero Roan Gallagher no iba en busca de eso, sino del sable que perdió su padre, un Sable Arc Wave, Roan se acerco lentamente hacia el lago y extendió su mano izquierda hacia este, y mediante la fuerza el Sable empezaba a despegarse del musgo que lo cubría, el sable estaba completamente oxidado al ya ser extraído por completo, Roan lo llevo a su mochila y se devolvió a su nave.

Capítulo X: Ayuda

-Kamino; 21:30 Horas
-24,3 centímetros cúbicos de lluvia

El Caballero Jedi Connor Gallagher se encontraba investigando a fondo, quedaba poco tiempo antes de que el sujeto asesinara a alguien más, se nota que no temía la presencia de un Jedi en el planeta, le era completamente indiferente, aunque el sujeto sabía que el Jedi le impediría hacer su próximo asesinato en silencio, con un Jedi merodeando día y noche por Kamino. El ya no tan misterioso sujeto para Connor, había contratado a cinco mercenarios para asegurar su muerte.

Connor acababa de salir del departamento de policías, se dirigía a la plataforma donde había recibido la paliza del sujeto a ver si algún otro rastro quedaba para tener las suficientes pruebas para culpar al sujeto. Al llegar a la plataforma, tres sujetos llegaron y tomaron sus armas rápidamente

Llegó tu hora Jedi -Dijo uno de los mercenarios

Son las 21:30 amigo mío. -Respondió el Jedi irónicamente

Te dije que llegó la hora de tu muerte ¡Idiota! -Dijo otro de los mercenarios

Idiota serás tú ¡Qué son las 21:30! -Repitió el Jedi

Este idiota nos esta tomando el pelo ¡Acabemos con él! -Gritó el mercenario de armadura amarilla

Bien, creo que me quieren cortar el pelo -Dijo Connor desenfundando su Katana Jedi

El mercenario de armadura roja disparo tres veces en contra del Jedi, rápidamente el Jedi esquivo dos, pero el tercero le dio en el pie izquierdo, Connor al caer al suelo, entre los otros dos mercenarios le dispararon repetidamente en el torso, Connor logro esquivar muchos de ellos, y para su suerte los que dieron fueron en partes no mortales, herido el Caballero Jedi dejo caer su Katana y observo que los mercenarios guardaban sus armas mientras otro de armadura verde se le acercaba con una pistola y la ponía sobre su cabeza.

Te llego la hora Jedi -Dijo poniendo su dedo sobre el gatillo

Connor cerró los ojos, listo para su muerte, no dijo nada, cuando de repente volvió a abrir los ojos y vio una hoja negra atravesar la cabeza del mercenario, cayendo la pistola al suelo junto al difunto mercenario, y vio también a los lados a los otros dos mercenarios muertos, luego vio una mano de color verde que lo ayudaba a levantarse, adolorido Connor tomo su Katana y la enfundo. Finalmente se dio vuelta y vio quien era su salvador.

¿No me darás las gracias? Mal agradecido -Dijo Tarak mirando a Connor adolorido

Gracias viejo, ¿Qué haces acá? -Respondió Connor con voz de cansancio

Salvándote la vida, idiota -Dijo con un tono de alegría Tarak

Bueno, supongo que debo agradecertelo, de por vida. -Dijo el Jedi mientras se reponía

Después de levantarse, Tarak le dijo a Connor que el Consejo lo había mandado tras no haber recibido información de Gallagher por días, lo que le preocupo, Tarak ya debía volver a cumplir sus labores a Coruscant y así fue, Connor acompaño a su amigo a donde había dejado su nave, lo despidió y le agradeció repetidamente como le salvo la vida. Sin más, tras que Vatara abandonará Kamino, Connor se dio vuelta y observo al asesino sobre un edificio, mirándolo fijamente, Connor por algún motivo sabía que ese sujeto lo estaba llamando para una batalla final, también noto un montón de patrullas buscando al asesino por todos lados. El joven Caballero Jedi sin pensarlo dos veces, se encaminó lentamente en dirección al edificio.

por Tarak Vatara Miér Ago 14, 2013 2:47 am

~~Mmm que entrada tan sexual~~
Muy bueno el roleo Under ya quiero ver como termina.

por Gallagher Miér Ago 14, 2013 3:41 am

Capítulo XI: La grandeza de los humildes (FINAL)

-Kamino; 23:15 Horas
-32,98 Centímetros cúbicos de lluvia

Tras que Tarak abandonará Kamino para volver a Coruscant e informar que el Jedi Connor Gallagher seguía vivo, Connor al girarse vio al asesino sobre un edificio, mientras un montón de patrullas lo buscaban, por algún extraño motivo, Connor sentía que el asesino lo llamaba, el Caballero Jedi no lo dudo dos veces y se encaminó al edificio.

Al entrar el edificio, el Jedi se mantenía indiferente a los guardias que le pedían su identificación, se subio al ascensor rápidamente y pulsó el botón que era para llegar a la azotea del edificio. Tras un par de minutos en el ascensor, logro llegar a la azotea, en ella estaba el asesino. Connor mientras desenfundaba su Katana Jedi observo al asesino quitarse la capucha, soltarse la barba postiza y girarse para ver a Connor.

Así que eres tú, tras años, ¿Porqué lo hiciste? -Dijo el Caballero Jedi mirando la cara del asesino

Porque simplemente necesito hacerlo, desde que abandonaste la aldea me siento vació -Respondió el asesino.

Pudiste haber pedido ayuda, no era necesario acabar con toda esa gente, ¿Asesinabas gente inocente solo para sentirte completo? -Dijo Connor mirandolo a los ojos

No lo entenderías Connor -Replicó el asesino

¿Por qué no intentaste de hablar conmigo en vez de quebrarme tres costillas y envenenarme? -Dijo el Jedi acercandose al asesino

No, lo, entenderías, Connor -Repitió el asesino

Lo que no entiendo es porque hiciste esto ¿Qué pensaría Skyfall? -Dijo el Jedi a un paso del asesino

Deja de hablarme así. -Dijo el asesino mirando al Jedi a los ojos.

Tras quebrarme tres costillas e intentar asesinarme ¿Aún quieres que te llame Papá? -Dijo Connor con un tono de tristeza

¡Hoy! ¡Hoy Connor! ¡Hoy veremos si desde ese día que tus amigos te llevaron y nunca volviste! ¡Hoy veremos sí lo valio! -Dijo el asesino mirando a su hijo mientras empuñaba una espada de metal

No puedo, no quiero pelear contra tí ¿Porqué no te vas? Prometo mi silencio. -Dijo Connor mirando a su padre a los ojos

No, no Connor, hoy la oscuridad triunfará en los Gallagher, y por fin seremos grandes ¡¿QUÉ ES LO QUE TE HACE GRANDE CONNOR?! -Gritó furioso Roan Gallagher

Mi humildad -Dijo el Jedi sacándose del cuello un collar con un anillo de plata, se lo lanzo a su padre.- "La grandeza de los humildes". El lema de nuestra familia ¿Lo recuerdas?

Sin más, Roan dejo caer el collar al suelo y empuño con ira su espada. Connor decepcionado, puso su Katana Jedi en posición defensiva.

Rápidamente, el padre de Connor, Roan intentó de cortarle la cabeza múltiples veces, pero el Jedi demostraba sus años de entrenamiento bloqueando todos con su Katana Jedi. Connor sin querer hacerlo, atacaba a su padre a las manos, pero Roan también demostraba entrenamiento bloqueando los ataques de su hijo. Segundos después, en una acción demasiado rápida, Roan con furia intento de atravesar a su hijo, pero agilmente este bloqueo la espada con su Katana, giró la Katana en círculo, cortandole las manos a su padre, y finalmente con el grito que se habrá escuchado hasta el último rincón de la zona, Connor en un acto casi involuntario, le corto las piernas y lo dejo caer.

¡¿Porqué hiciste esto Connor?! ¡Te odio! -Gritó con furia Roan Gallagher

Tú me obligaste, lo lamento padre -Dijo Connor colgándose su collar nuevamente.

No.. no Connor, por favor, no dejes que me atrapen -Dijo Roan mirando a los soldados que se acercaban cada vez más al edificio, ya habían notado al asesino y al Jedi

No puedo Padre, no -Dijo enfundando su Katana Jedi.

¡Matame! ¡Como último deseo de tu padre! -Dijo Roan Gallagher

Te quiero, aunque me hubieras intentado de matar -Dijo el Jedi deslizando su daga oculta

Perdoname hijo mío -Dijo Roan cerrando los ojos

Te perdono, espero verte alguna vez -Dijo posando la punta de la daga en el corazón de su padre

Que la fuerza te acompañe, Connor -Finalizó Roan

Sin más, una lágrima de Connor cayó sobre el cuerpo de su padre y rápidamente clavo la Daga Oculta sobre el corazón de su padre, este último tan solo grito una vez y ya había muerto. Connor se levantó rápidamente y miró a los soldados atrás de él apuntándolo. El Jedi guardo su daga oculta y corrió entre los soldados escapando del edificio.

Epílogo

-Coruscant: 14:34 Horas
-No hay lluvia.

Los jovenes Jedi se encontraban entrenando duramente, como se daba todos los días, los Maestros Jedi se encontraban reunidos en el Consejo, todos los Iniciados Jedi estaban recibiendo clases, los centinelas vigilaban los alrededores de Coruscant, los Consulares en la biblioteca estudiaban y enseñaban a jóvenes Jedi, y los Guardianes, o estaban en la fortaleza esperando acción, o estaban entrenando duramente.

En el salón principal de la academia, un par de Jedi se encontraban conversando, bebiendo agua tras haber estado estudiando y entrenando, cuando en eso entra un sujeto con sus ropajes rotos, con heridas en los brazos y una que otra cicatriz en el rostro, era Connor Gallagher, que llegaba a la sala principal de Coruscant, con su carisma de siempre.

Hola hola ¿Me extrañaron? -Dijo Connor entrando lentamente

¡Connor! ¡Qué te paso! -Dijo uno de los Jedi que se encontraba ahí

Dame un vaso de agua y te explico todo amigo mío. -Respondió Connor

Connor ¿Ya acabaste con el asesino? -Preguntó un Maestro Jedi del Consejo que acababa de llegar

Maestro, deme diez minutos y le contaré todo. -Respondió Connor

Serán cinco -Concluyó el maestro.

Siete y me estoy arriesgando -Finalizó Connor

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