[Klarhet] The Revenge of the Light
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[Klarhet] The Revenge of the Light
The Revenge of the Light
- Spoiler:
Caminaba en silencio por un sendero desértico, un sendero de arena gris clara, que se confundía con el ambiente. Hierba plateada rodeaba el propio sendero hasta donde alcanzaba la vista, sin dejar ver ninguna otra variación en toda su extensión. Por el mismo sendero se veían dos figuras que en un lento caminar, avanzaban sin mediar palabra, con el rostro oculto bajo la sombra de dos capuchas, una blanca y otra gris. Iban caminando uno al lado del otro, casi pegados, sin hablar, sin mirarse, simplemente se movían cabizbajos recorriendo el sendero marcado por la arena blanca. No había más silencio que el de sus repetidas pisadas, las cuales hacían un constante eco en la misteriosa estancia.
Todo había pasado ya: el miedo, el dolor, la ira, el sufrimiento. Nada de éso le afectaría de ahora en adelante, no al menos a nivel personal. La muerte, con la cual había convivido durante gran parte de su vida, desde su entrenamiento como un Jedi Oscuro, hasta convertirse en un Señor de los Sith había tocado a su fin. Dejaba a sus espaldas una oleada de masacres, de crímenes, de muerte y de dolor... ¿Qué había delante? No lo sabía, ni quería averiguarlo antes de tiempo. Pero había algo de su futuro que sí que sabía, que el pincel de la luz sería el que trazaría sus pasos y dirigiría su camino.
Luz y oscuridad...
En su tiempo esos conceptos dejaron de importarle, dejó de valorarlos por un tiempo. Sin embargo, finalmente cayó presa del conflicto y se adentró en un mundo donde sólo unos pocos se mantuvieron con vida. Él no habría sido capaz, pero por suerte logró recapacitar, pensar y escapar.
Sin embargo, aún no era libre. Su mente y su alma, todo lo que le representaba era puramente luminoso. Pero en las profundidades de su corazón se extendía una sombra más allá de lo imaginable, una sombra que se alimentaba de todo signo vital.
La luz debía disipar la oscuridad.
A pocos metros, según avanzaban, se podía vislumbrar notablemente una especie de altar edificada en roca de mármol, tan blanca y pura como la arena del sendero que abandonaron las dos figuras, para llegar finalmente al ascenso al altar, que consistía en unas pulcras escaleras. Ascendieron por ellas, todavía en silencio, hasta llegar a lo alto del altar, donde reposaba la legendaria daga de Mortis. La primera figura, ataviada de blanco la recogió y la examinó atentamente, mientras que la figura ataviada de gris permaneció a la espera. Jamás te vi capaz, hermano...Murmuró la figura que ahora sostenía la daga, volteándose hacia su acompañante. Éste se quedó mirándolo un instante, para apartar seguidamente sus brazos de su pecho, dejándolo al descubierto. Hazlo ya. Armado, el primero se acercó a paso lento hacia aquél que le reclamaba actuar, y sin pensárselo dos veces, enterró parte del filo de la daga en su pecho. Al instante, el filo de la daga se vio rodeado por un aura verde intensa que iluminó a ambos personajes, viéndose así sus rostros por primera vez. El agresor se mostraba sorprendido pero firme, mientras que el otro se esforzaba por mantenerse impasible ante su herida. Del pecho del oprimido no emergió más que un líquido negro, que goteaba en el suelo perturbando su perfecto tono blanco. Cayó al suelo, de rodillas, mientras que su agresor le retiró la daga y alzó su mano libre hacia el pecho de su acompañante. Un aura cegadora los rodeó al momento, volviéndolos invisibles en el entorno. Fue entonces cuando por mediación de aquél que se sostenía en pie, una grieta se formó en el pecho del caído, y una corriente de humo negro emergió del mismo, con un grito desgarrador que parecía no provenir de ningún sitio. La corriente oscura salió del mismo aura hasta sostenerse sobre ella. Parecía un ser pensante, un ser que los miraba con desdén. Sin embargo, no tardó en disiparse. La herida del pecho del caído comenzó a cerrarse, sirviéndose de dos pequeñas gotitas de luz que no se sabía de dónde habían salido, pero que actuaban como una especie de cicatrizador instantáneo. Bienvenido a la luz, hermano... Murmuró la figura que se sostenía en pie, tendiéndole la mano. Su acompañante se irguió, y le miró a los ojos. Cabía destacar que sus ojos ya no eran ni amarillos ni negros, habían cambiado a un iris azul grisáceo. Dónde.. está.. Preguntó con la respiración entrecortada, a la par que la herida de su pecho se cerraba completamente. Su acompañante paseo la mirada por la estancia un momento, como evaluando la situación. Se ha ido, y no creo que vuelva a por ti. Te has desvinculado al fin de éso, pero pese a no ser mi elemento contrario, sigues siendo mi hermano. Pronto, serás capaz de hacerle frente, tenlo en cuenta. Y ahora, acude conmigo, pues hay algo que debemos hacer. Todo lo dijo en voz baja pero humilde. Y su hermano sabía a qué se refería.
Se encontraban en el cielo, sobre el ruinoso templo de Carida. Había sido salvado a tiempo de que sufriese daños irreversibles, y gran parte del mismo se mantenía en pie. Las fuerzas de la República, alarmadas por el ataque de Ziost, acudieron en ayuda de sus aliados, aunque desafortunadamente, tarde. Sin embargo, no todo estaba perdido. Habían iniciado la reconstrucción de los elementos del templo, el cual en unas pocas horas, gracias a los jedi y a la fuerza, se veía de nuevo en plena y notada restauración. Los dos hermanos, ahora gemelos en la luz, permanecían con los ojos cerrados, rodeados por un aura azul que alguien, sin duda poderoso en la fuerza, proyectaba desde abajo. Las plantas, por mediación de ambos, y sobretodo por guía del mayor de ellos, volvían a la vida a una velocidad asombrosa. Los árboles que no habían sido consumidos por el fuego, regresaban a la vida. Las flores nacían de todas direcciones, al compás de la respiración de los hermanos, que exhalaban la vida desde sus pulmones. Los enfermos, con ayuda de los hermanos y de los sanadores de las academias aliadas, pese a que eran pocos, fueron sanados de inmediato, y la poca vida que les quedaba luchó contra la debilidad que presentaron, y volvieron a caminar.
Qué fue si no, el acto belicoso de la oscuridad... Muerte y destrucción. La luz entretanto lo convirtió en vida y creación. Una batalla inútil donde las haya, pero ahí estaba, imperturbable, cada hombre, cada criatura con su ideal, su forma de ver el mundo, la galaxia, el Universo.
Jensaarai- Mensajes : 5197
Fecha de inscripción : 27/08/2011
Re: [Klarhet] The Revenge of the Light
Escoria hereje tuviste que volver con la cola entre las piernas maldito traidor
Gran roleo jensa, como siempre. Te felicito
Gran roleo jensa, como siempre. Te felicito
Bergkamp- Mensajes : 1782
Fecha de inscripción : 30/07/2012
Re: [Klarhet] The Revenge of the Light
Muy buen roleo escrito, le doy la calificación de BUENO.
Invitado- Invitado
Re: [Klarhet] The Revenge of the Light
Me ha encantado <3 muy lindo tu roleo.
Naidath- Mensajes : 137
Fecha de inscripción : 09/06/2012
Re: [Klarhet] The Revenge of the Light
Me gusto y está bueno.
Darth Veek Tainted- Mensajes : 2233
Fecha de inscripción : 31/10/2011
Localización : Alpirsbach
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