[Roleo + Obtención de Zonama Sekot] Los viejos [Ergeron]

Colores distintos: Cambio de narrador.
-Rojo: 1ra persona.
-Verde: 3ra persona.

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"Demasiadas infiltraciones en el planeta, incluso furtivos acosan el reducto de Dark Sith y sus planetas, los habitantes nos piden mayor protección de la que Dark Sith pueden darles sin una buena flota, el Aprendiz Dark Sith Jaster ha sido enviado a conseguir algunos cruceros, pero aun así es insuficiente para cubrir tanto espacio, creo que deberé hacer uso de ella..."

-Mi Dark, ¿se encuentra?. - Dijo Nathan Tairon Gres.
-Si, ¿qué ocurre?
-He oído cosas.
-Si aprecias tu lengua, sé más específico.
-La Sareas.
-Ah, sí.
-¿Estás loco, abuelo?
-Vuelve a llamarme abuelo, si te atreves, mi nieto.- Dije con desdén y mostrando amenaza.
-Perdón. El caso, he oído que pretendes usarla para algún motivo.
-Eso no es de tu incumbencia.
-Sí, sí lo es, eres nuestro Dark, el líder de los Dark Sith, y el Heredero de Sangre. Sabes perfectamente lo que ocurrirá si usas la Saeras.
-Lo sé, la diseñé y construí yo mismo, te recuerdo.
-¿Entonces? ¿Te arriesgarás a morir o ser consumido por ella misma para lograr quien sabe que?- Con un rápido movimiento me levanté y me coloqué frente a él, puse una mano sobre su frente y pronuncie, casi susurre, unas palabras en un idioma que él no logró reconocer.
"-Mira tu mano- le dije mientras éste la observaba y notaba como se deshacía en gránulos de arena- ¿Me tomas por un idiota? ¿Crees acaso que renunciaría a mi poder y mi vida por esos esclavos? No soy un idiota, ten siempre eso presente.- Dije mientras deshacía el ilusionismo."
-¡Ah! - dijo jadeante Nathan Tairon Gres- ¡Mi mano!
-Calla, era una ilusión, tu mano esta intacta.
-Mi Dark.- Dijeron dos Devotos Dark Sith.
-¿Qué ocurre ahora?
-Todo está listo.
-Bien, llamen a Dark Garlen Dum y mi hijo, el Asesino Sherz Gres.
-Bien, mi Dark.
-Decidles que cojan unas naves pequeñas y algún Merodeador y vayan a hacer la misión encomendada.
-Está bien mi Dark. - Dijeron ellos.
-¿Qué hacéis aun ahí parados, deseáis morir? Vamos.
-¿Ellos también les meterás? - Dijo mi nieto, Nathan Tairon Gres.
-Sí, ellos también.
-Espero que no intentes usarles como sacrificio.
-A ellos no...
-¿Entonces es cierto?
-Inútil, ¿Acaso crees que mataría a mi Discípulo que también es mi hijo?- Y sin mediar palabra alguna más, abandoné la estancia.

Las sombras me cercaban, danzaban coléricas en mi túnica ondulante por la brisa que se colaba entre los muros sombríos de la Academia Dark Sith. Pensando en la misión que debía hacer note un escozor en mi rostro, pose mi mano sobre las marcas blanquecinas de mi piel y recordé como el Lado Oscuro antaño, antes de encontrar mi Cristal Personal me consumía.

"Si esta misión salía mal, debería sacrificar algunos esclavos para poder conseguir mi objetivo, mi cuerpo no aguantaría tanta extracción de energía del Lado Oscuro."

En estas divagaciones andaba cuando, sin darme cuenta, me encontré frente a las lanzaderas.

-Mi Dark- Dijeron los Devotos Dark Sith de antes.-¿Quienes te acompañaran?
-No vosotros, está claro.
-Entiendo.
-Ahí están los que me acompañaran.- Dije señalando a los Merodeadores Gres y a la Lady Alfabicca Gres. Avancé hacia ellos mientras la nave que nos transportaría llegaba y se posaba en la zona de aterrizaje.- Bien, iremos a cumplir la misión encomendada, como ya os dije, mientras yo extraigo la energía de la Fuerza de diversos planetas, vosotros os dividiréis en grupos, dos de vosotros protegerá la nave, otro me acompañará y el resto vigilará los alrededores, no cabe que decir, que Lady Alfaicca Gres será una de los que siempre cuidará de la nave, los Merodeadores usad vuestras habilidades de combate para inspeccionar la zona por si hay posibles peligros y mi acompañante, serás tu Garek, se encargará de ir por delante mía, inspeccionando la zona.
-Bien.- Dijeron todos al unísono.
-Marchemos.- Dije mientras montábamos en la nave.
-¿A donde vamos?- Preguntaron los Capitanes encargados de pilotar la nave.
-A Felucia.
-¿Felucia, mi Dark?- Inquirió el Merodeador Hannibal Gres- Eso esta plagado de clones.
-¿Temes acaso?.
-Nunca, mi Dark.

Despegamos y atravesamos la Galaxia para llegar al planeta Felucia, allí, inmensas praderas nos esperaban. Una gran fauna reposaba sobre la superficie, haciendo casi intransitable y mucho peor, casi imposible el aterrizar, para conseguirlo debimos aterrizar aplastando cuanto hubiera debajo, a riesgo de despertar algún Rancor o de sufrir algún daño la nave. Tres este fortuito aterrizaje, bajamos al planeta.

Spoiler:

-Agh...
-Mi Dark, ¿le ocurre algo?
-La Fuerza es poderosa aquí, muchos seres vivos, la Fuerza Viva es realmente poderosa aquí, y no nos quiere en su planeta.
-¿Qué debemos hacer?
-Nada, seguid con la misión. Merodeadores, quedaros con la Nave y los Capitanes, Lady Alfabicca frente a la nave y Tokvz Gres en los al rededores. Hannibal y Tarlock Biszor inspeccionad la zona en un radio de 150 km, Garek tu vendrás conmigo.
-Bien. -Dijeron todos al unísono mientras marchaba cada uno a su posición y misión.

Avanzaban el Maestro y el Merodeador por la tundra de Felucia, las plantas de extrañas formas cercaban cada camino, convirtiéndolo en un callejón sin salida. Cualquier emboscada aquí seria sencilla.

-Tarlock, ¿qué sientes?
-Mmmmmh.- Dijo mientras se concentraba en la Fuerza Viva.- Al noroeste, a unos pocos km se encuentra un destacamento clon.
-¿Algo de que preocuparse?
-Tú sí, yo no.
-Insolente inútil.
-Jajaja.- Rió Tarlock,
-Bien, vayamos.

Avanzaron por la espesura, haciendo uso de su sigilo hasta encontrar el pequeño destacamento. No parecían una patrulla, más bien un simple destacamento pacificador.

Spoiler:

-Contamos hasta tres y vamos- Susurro Tarlock.
-Bien, ¡tres!.- Gritó Hannibal Gres.
-Idiota...- Dijo Tarlock siguiendo a su compañero.

Se trataba solo de una pequeña avanzadilla de cinco soldados clones, los cuales habían abandonado la seguridad de su AT-TE para descansar en su camino. Seguramente se dirigieran a ver que ocurría en la zona donde nosotros habíamos aterrizado.
El centinela, puesto a quejarnos, no estaba muy atento a su labor y descansaba placido apoyado en un árbol. Hannibal le vió al pasar cerca suyo y antes de que este pudiera gritar y dar la voz de alarma, Hannibal le había atravesado la cabeza con su sable láser.
Tarlock avanzó raudo por entre las plantas, preparando sus garras láser para cuando los dos soldados mas próximos se acercaran y así poder rasgarles sus preciosas armaduras. Mientras Hannibal aguardaba sobre una planta, escondido, esperando el momento en que Tarlock degollara a esos dos soldados. Para abalanzarse sobre el último, el que se encontraba en la torreta del AT-TE.
Cuando estuvieron cerca los soldados, Tarlock salió de su escondite.

Spoiler:

Degollando a ambos, en ese preciso instante, mientras el soldado de la torreta le apuntaba, Hannibal saltó con la fuerza clavando su sable en su pecho.
Finalizado el combate, sin ni un solo ruido que pudiera alertar a otras patrullas circundantes, Tarlock alzó la vista e hizo un deje con la cabeza, en señal de afirmación y gratitud.

-Tranquilo pequeño, yo cuido de ti.- Dijo sarcásticamente Hannibal.
-Cuidado, me has salvado, pero quizá acabe tu vida si sigues así de inconsciente.

Mientras tanto, en la Nave, los Capitanes descansaban dentro mientras Alfabbica y Tokvz.

-Aghhh, que aburrimiento, ¿a qué nos habrán enviado aquí?
-Quizá a matarte, o esa sera la misión enemiga como sigas haciendo ruido. Cállate y cumple tus funciones.- Dijo arisco el Merodeador Tokvz Gres.
-Cuidado con tus palabras...-Dijo Lady Alfabicca mientras marchaba a los al rededores a vigilar.
Caminó en círculos durante cerca de diez minutos y finalmente encontró algo que le llamo la atención. Abandonó la ruta establecida y se acercó, sin sigilo alguno, hacia la zona donde creyó ver moverse algo. Apartó con la Fuerza unas hojas gigantes que tapaban su visión y ahí lo vio.

Spoiler:

-Tokvz, creo que deberías venir.- Gritó con calma Lady Alfabbica.
Al rato llegó el Merodeador Tokvz con el sable láser prendido en la mano.

-¡Oh! ¡Maldita sea mi Lady! ¿Qué has hecho para atraer a un Rancor?
-Nada, estaba aquí.
-¿Cómo que estaba aquí? Aghh, bueno, habrá que acabar con él.- Dijo preparándose para lanzarse al combate.
-¿Makasi? No creo que sea la forma de combate más indicada, además, tengo una idea, comunica a los Capitanes que preparen los cañones menores. Le atraeremos hacia la nave y lo mataremos.
-Muy bien genio, ¿y el ruido no alertara a los soldados clones, no?
-Para eso están Tarlock y Hannibal, que les entretengan y si tienen problemas, bueno, nosotros mataremos a los soldados clones restantes.
-Bien pensado...

Ya que el Rancor parecía algo confuso y no se dignaba a atacar, los dos Dark Sith lanzaron una ráfaga de la Fuerza para llamar la atención del Rancor y provocar su furia, y que así les siguiera hasta la nave.

-¿Ese es todo tu poder? ¿De verdad esa es tu invocación de la Fuerza?
-Cállate débil, verás ahora.- Dijo Tokvz mientras lanzaba una segunda oleada de rayos de la Fuerza, esta vez más poderosa que la anterior, aunque con el mismo resultado, el rancor no parecía más que quemado superficialmente, sin embargo, esta vez sí lo colerizaron y éste salió corriendo hacia ellos.
Usando su gran velocidad los Dark Sith, sin escapar de la visión del Rancor, avanzaban a pequeños tramos y paraban para que le Rancor creyera que les iba a coger y después proseguían la carrera.
Tras cinco minutos de carrera llegaron a donde la nave aguardaba. Cuando el Rancor salio de la espesura, los Capitanes abrieron fuego aniquilando al Rancor.



Avanzábamos Garek y yo por la inhóspita jungla, sin encontrar nativos, ni animal alguno, algo que parecía incomodar al Merodeador.

-¿Qué te ocurre Garek, siento tus dudas?
-Mi Dark, creo que nos dirigimos a una trampa, no siento ser vivo alguno.
-Lo sé, pero no, no es una trampa, es la Fuerza, que alerta de nuestra presencia.
-Bien. ¿Y crees...?
-¿Que alerte a las tropas aquí destinadas? No, los soldados clones no son capaces de sentir las perturbaciones en la Fuerza, quizá si hubiera jedi, pero no, están todos en sus templos recluidos.
-Entiendo.
-Mi Dark, ¿cual es nuestro objetivo?
-Eso.- Dije señalando hacia delante.

Spoiler:

-No entiendo, ¿venimos a por plantas? Tiene en su laboratorio semillas de casi cualquier planta existente.
-No, no lo entiendes, lo sé, por eso estoy yo aquí, en vez de en Zonama Sekot. Vamos, adelántate y cúbreme, necesito tiempo y no ser molestado, cuento contigo, si pierdo la concentración, el ritual fallará.
-Si, mi Dark.- Dijo el Merodeador Garek mientras desaparecía en la nada.

Aprovechando los momentos de quietud, la calma en los al rededores, la ausencia de fauna o nativos, saqué una piedra ritual oscura, la sujeté con mis manos y la coloque frente a mí. Me concentré en la Fuerza, cerré los ojos. Sentí la Fuerza fluir en el ambiente. Seguidamente siento las plantas y la energía de la Fuerza que desprende la naturaleza de este planeta. Seguía concentrándome en la Fuerza, entonces noté como las plantas de este planeta desprendían una gran cantidad de energía. Concentrándome así en la energía de la Fuerza que fluye en el entorno, la siento fluir a mi alrededor. Al sentir los midiclonianos de la naturaleza que me rodeaba, empecé a atraer su energía de la Fuerza hacia la piedra ritual oscura, esta comenzó a absorberla y a irradiar una especie de luz.
Continué así una media hora hasta que hube terminado y Merodeador Garek volvió alarmado.

-Mi Dark, he sentido una grave perturbación en la...-Se calló pálido al observar lo ocurrido- Mi Dark, ¿qué ha ocurrido?

Spoiler:

-Mi Dark- repitió Garek- ¿Qué ha ocurrido? ¿Dónde está la vegetación?
-Aquí.- Dije mostrándole la piedra ritual emanando un oscuro brillo.- Está todo aquí, y ahora vámonos.

Volvimos a la nave, los Capitanes, los Merodeadores, la Lady Dark Sith y yo. Pusimos rumbo hacia un crucero que teníamos orbitando en Zonama para patrullarlo y ahí vimos como las naves de Dark Garlen y mi hijo, el Asesino Sith Sherz Gres, ya habían regresado.

-Mi Dark- Dijeron Dark Garlen Dum y Sherz Gres inclinándose.- Aquí tiene las piedras ritual que pidió.
-Perfecto.- Dije cogiéndolas.- Ahora regresa con los demás Dark Dum, Sherz, vendrás conmigo a la Sareas.
-Padre, ¿qué haremos?
-Lo verás pronto.

Marchamos hacia la Saeras en una nave mediana de transporte cargada con los 150 droides de combate conseguidos recientemente por mi hijo Netdark Gres en el Templo Sith en ruinas de Ygziir. Al llegar pasamos el control establecido por los Soldados allí destacados y entramos en las instalaciones.

-¿ Querías saber qué haríamos, cierto Sherz?
-Sí, Padre.
-¿Recuerdas el uso de la Saeras?
-Sí, solo un miembro de la Sangre Gres puede accionarla.
-Sí, pero, ¿cómo funciona?
-Ah, cierto. Hay que sacrificar una gran cantidad de energía de la Fuerza y con la manipulación del Lado Oscuro y la Alquimia Sith, se puede, a través de energía, crear materia.
-Exacto.- Dije mientras colocaba las tres piedras rituales llenas de energía de la Fuerza en la Saeras y comenzaba el ritual a la vez que la monstruosa máquina hacía su función.
-Entonces, ¿qué harás con ella?

Le ignoré, no respondí su pregunta, estaba muy concentrado en el ritual.
Pasada una hora de ritual, se materializó frente a la Saeras, para consternación del destacamento militar que tenia allí para protegerla, toda una Flota Estelar.

Spoiler:

-Ahí tienes tu respuesta, Sherz. Es la Pegasus II.

Off rol:

Obtengo: Flota Estelar Pegasus II. (Solo roleo)

Ficha en firma.

Ya había tenido el privilegio de leerlo antes de que estuviera aquí, y enserio, está buenísimo...

Oks.