[Roleo Escrito + Obtención] Baneful Eternity.

por Aleema Lun Ene 21, 2013 11:05 pm

Baneful Eternity

«El periodo de destrucción no fue más allá que algo efímero que perduró el tiempo que seguía la guerra. En su interior una grandiosa fuerza se había liberado, haciendo que las cadenas que la oprimían y la aferraban a todos sus recuerdos y sentimientos quedasen liberadas de todo aquel pensamiento que le producía algo de lástima. Su mente había muerto, ahora quedaba completamente caótica y falta de sutileza. El reverso tenebroso la iba sucumbiendo cada día que pasaba, haciéndole saber que todo el poder que obtenía iba siendo pagado con la cuota de su misma muerte tanto física como integral. Cedía a veces en algún que otro sentimiento que rondaba por su cabeza, recordando a aquellos infames débiles a los que sabe que una vez perteneció..

.. Sabía que el bogan guardaba muchos secretos, de los que algún día sabría, y llegaría a la plenitud que todos deseaban, A la desconocida y misteriosa inmortabilidad, la vida eterna a base del poder del Lado Oscuro. La placentera llamada del pecado la hizo pensar en todo lo que había cambiado desde qué llegó a aquel planeta frío y desolado que patentaba Ziost. -Ahora mismo vivo en los plenos Suburbios, dónde nadie es mi enemigo pero tampoco mi amigo-
Sentía la necesidad de explorar lo que podría ser el recaer otra vez en la débil llama que se mantiene encendida de los Jedi, el exilio de la oscuridad, el cobijo de aquellos que se conforman con lo que el Lado luminoso les ofrece. Esto la llevó a una mujer de la que había oído poco hablar, una antigua Sith, de la tribu perdida de los Sith, que a sus ojos no era más que una simple mujer incapaz de mantener intactas sus dogmas, traicionando a la Orden Sith "Vestara Khai, aprendiz de Olaris Rhea" Sintió la tentación de estudiar más de ella, lo que la hizo tomar una de las naves pequeñas de su academia, y partir hacia lo único que sabía de aquella mujer; Kesh»

Paró por unos segundos, respirando fuertemente aquel olor tan fuerte a pureza que desprendía el planeta de Kesh. No recordaba haber estado ahí antes, pero sí haber leído algunos mapas de él que había estado viendo en sus posteriores clases. El viento golpeaba la melena de Eelena, haciendo que debajo de la capucha que llevaba y cubría con la sombría la mitad de su rostro, se viera su puro y negro pelo, junto con la cicatriz que mantenía en el ojo. Veamos.. -Dijo mientras clavó su mirada en el infinito de montañas que se veían, debido a que había aterrizado en las afueras de aquel lugar para no llamar demasiado la atención- Se colocó una de sus manos encima de sus cejas, para poder ver más allá de lo que la luz le impedía, haciendo un esfuerzo por afinar su vista. Parece qué.. Sí, allí al fondo hay un océano.. por ende quizás sea el que rodea a las Montañas Takara.. -Dijo mientras se apartaba la mano de su rostro- Si llegó hasta allí con cuidado, podré guiarme. Comenzó a caminar recordando el lugar dónde había dejado aquella nave, que en un principio no llamaría la atención por su escaso tamaño. Mantenía su mirada siempre entre los lados, siéndole un poco incómodo guiarse debido a una leve ventisca que movía completamente la arena, convirtiéndose en un arma más que podía a llegar a ser muy molesta. Dejó de guiarse por sus ojos, manteniéndose concentrada en sus oídos y reflejos para saber si algo ocurría fuera de lo normal. No entiendo como alguien es capaz de vivir en este clima -Comentó repugnada mostrando su breve ira en alto- Alzó su mirada, notando como una sombra devastadora le cubría a ella y a unos metros más. La arena empezó a retirarse dejando ver unas grandes montañas que destacaban sobre todas las demás.

Sonrió taimadamente, agachándose y tomando un poco de arena con sus manos, mientras contemplaba dichas montañas. Volvió la mirada de nuevo a la arena de sus manos, dejándola caer hacia su lado izquierdo, donde finalizaban el rodeo que hacía el océano por estas. Hoy no tengo tiempo para investigar este lugar.. -Dijo ella entre dientes, sintiendo curiosidad por saber que se escondía en aquel sitio- Si no me confundo, y debido a la dirección del viento.. -Volvió a decirse a si misma mientras miraba hacia el oeste- Allí tiene que estar Tahv.. Finalizó poniéndose de pie y marchándose con cuidado de no encontrarse con nadie por su camino. Mientras iba llegando a las afueras de la ciudad, parecía como si sombras huyesen de ella, percatándose de su presencia. Suponía que eran esclavos que aun vivían des civilizados del resto de la población, por lo que Eelena, continuó su camino sin prestar demasiada atención. Ella se cruzó de brazos al observar algunos de los edificios que simbolizaban la entrada a Tahv. Por las calles de aquella ciudad no había demasiada población, algunos Keshiri que parecían no molestarse de la presencia de Eelena. Bien, ahora solo necesito saber a quien he de preguntar -Se decía a si misma observando una por una las calles y las personas de Tahv- Giró en uno de los callejones que daba a una especie de mercado repleto de tiendas artesanas. Las madres paseaban con sus hijos, y compraban apaciblemente lo que necesitaban en aquellos lugares para luego marcharse a sus casas. Eelena, clavó fijamente su mirada en una de las tiendecillas más pequeñas del fondo, que resaltaba por tener bastantes maravillas hechas a base de cristal.

Spoiler:

Puso rápidamente sus dos manos sobre la mesa de aquel anciano de piel morada y pelo grisáceo que atendía la tienda,rompiendo en este gesto de brutalidad algunos de los pequeños objetos artesanos. El hombre, quedó pasmado y bastante molesto, por lo que se levantó apoyado sobre un bastón, lanzandole a Eelena una mirada de odio. Buenos días señor, venía a preguntarle sobre una antigua Sith de este planeta -Dijo Eelena, sonriendo de una forma sutil notando la molestia del hombre- Este se acercó un poco hacia Eelena, haciendo énfasis sobre sus cejas del enfado que portaba. ¿Intentas preguntarme después de haber hecho este destrozo en mi tienda? ¡Márchese! -Gritó el hombre mientras le señalaba a la entrada del callejón- Eelena, sonrío un poco apaciblemente, mientras se apartó la capucha de su cabeza. Rápidamente, sacó su sable rojo, prendiéndolo con velocidad y cortándole las manos al hombre, sin posibilidad de poder esquivarlo. Todo el callejón, se vació rápidamente. Las madres, corrían a sus casas con sus hijos, creyendo la llegada de los sith en busca de guerra. Creo que malinterpretó mis intenciones -Dijo ella mientras miraba al hombre, retorciéndose del dolor y desangrándose sobre su mesa- Cuando dije pregunta, esperaba una respuesta, que por cierto, aun la espero. El anciano, miro completamente asustado y pidiendo clemencia hacia Eelena, la cual ondeaba su sable rojo lentamente. Vestara Khai.. -Comenzó a decir a duras penas debido al dolor que casi le imposibilitaba el habla- ¡No sé a penas de ella! Recu..recuerdo su nombre.. probablemente haya sido una sith.. Creo que mi abuelo me contó algo de ella.. hace ya demasiados años.. algo de que era una amiga de uno de los nuestros.. un amigo de su padre -Continuó diciendo, sin desviar la mirada del sable de la Sith- ¿Qué quieres saber de ella precisamente.. ? Acabaríamos antes.. Eelena se acerco lentamente hasta la cara del anciano, apagando su sable y colocando dos de sus dedos cerca de su cara. Dígame donde murió - Respondió ella con un tono amenazante, mientras con un sutil movimiento, comenzó a estrangular al anciano, dejándolo casi sin respiración - Dejó caer sus dedos, haciendo caer al mismo hombre al suelo con no demasiadas esperanzas de vida. Le pro..prometo que no sé dónde murió.. -Decía exhalando todo el aire que podía mientras se tocaba el cuello para poder respirar mejor- Tan solo puedo decirle.. qué pasó parte de su vida en dathomir.. No sé más, se lo juro. -Termino diciendo el anciano cayendo al suelo inconsciente- Eelena, se acercó al suelo levantándolo con una de sus manos y observándolo fijamente. Confío en su palabra, espero que sea verdad.. No me gustaría tener que volver expresamente a matarle -Dijo mientras lo lanzó contra el suelo, y empezó a caminar hacia las afueras de Tahv-

Elevó su mirada hacia el cielo observando como el día ya había caído, y estaba dando lugar al atardecer. Los colores de este, conjugaron a la perfección con los de la misma arena, haciendo de cielo y suelo solo uno. Así que Dathomir eh.. -Se preguntó a ella misma riéndose levemente- Un ruido de un sable láser se prendió a sus espaldas, haciendo que Eelena, se girase rápidamente prendiendo en suyo en los pocos segundos que tardó en observar a un Sith con la mirada clavada en ella. Compartieron sus miradas cargadas de odio por unos segundos, cuando él se lanzó hacia ella intentando cortarle la cabeza directamente con su sable. Con facilidad lo esquivo, realizando un gran salto mediante la fuerza. Seguidamente, antes de que este pudiera reaccionar, Eelena le empujó concentrando la fuerza en sus manos y lanzándola hacia él a través de bola, la cual le impactó directamente. ¡Aghh! -Se oía murmurar al sith ondeando su sable también rojo, sintiendo el odio detrás de su máscara- Sin decir nada más, Eelena, vio como el Sith saltó sobre su cabeza intentando cortarla nuevamente, y reaccionó con velocidad estrangulándolo mediante la fuerza. Este, cayó al suelo, mientras que ella, sin piedad, acabó con su vida haciendo rodar por el suelo su cabeza, y dejando un rastro de sangre por las áridas arenas.

Alzó su mirada observando como algunos Sith más aparecieron, ondeando sus túnicas negras dañadas por la arena de la zona. Qué cálida bienvenida -Comentó Eelena en un tono sarcástico mientras que se concentró en su propia fuerza para correr a más velocidad y salir de Tahv- Los sith comenzaron a seguirla, aun que no a tanta velocidad. El día estaba acabando, y la noche ya cubría con su manto oscuro gran parte del planeta. Uno de los sith la había alcanzado, por lo que ella, se paró en medio de la nada, mirando fijamente cada movimiento del sith, mientras que el viento golpeaba sus ropajes, y su pelo se movían al son de este. El Sith, sin saber que hacía, corrió hacia ella de una forma brutal intentando cortar su cuerpo en dos para finalizar con su vida. A poco menos de un metro, Eelena después de haber visto los movimientos del otro Sith, se agachó rápidamente prendiendo su sable y cortándole las piernas. ¿Realmente triste.. no piensas? -Decía ella mientras caminaba en círculos rodeando al sith en el suelo- Rápidamente mediante la fuerza, atrajo su sable cuando vio que intentó cojerlo. No, no.. -Negó por ultima vez mientras se agachó al suelo rozando la cara del Sith- Prendió el sable de este, que parecía echo por sus mismas manos. Vas a morir a manos de tu propia creación, lamentable por parte de un sith -Finalizó mientras clavaba su sable en su pecho acabando con su vida, y lanzando el sable dentro de toda la arena-

Los otros Sith no tardaron demasiado en alcanzarla, aun que para su desgracia, su nave estaba a poco más de unos metros, y no pudieron ver más que a uno de los suyos muertos a manos de alguien que se les había escapado. Cuando la oscuridad se había hecho en todo el planeta, Eelena se encontraba en su nave, curándose alguna que otra herida que había sufrido a manos de los Sith, aun que todas leves. Bien.. -Dijo mientras giró la cabeza hacia el droide que quedaba en la nave pequeña- Cambiamos el rumbo hacia Dathomir, algo me dice que ese hombre decía la verdad. Se levantó lentamente retomando las posiciones de control de la nave, asientiendole al droide. La nave iba a gran velocidad, no tardarían demasiado en llegar, ya se encontraban en el borde exterior, aproximaba unos 40 minutos para la llegada hasta Dathomir.

Había aterrizado en una zona de bosque, cuando bajó de la nave reconoció el planeta en el que ya había estado posteriormente un par de veces. Al menos aquí se puede pisar algo más que esa arena -Comentó sintiéndose algo más agusto en aquel planeta- Empezó a andar intentando evitar algunas de las muchas lagunas diminutas o riachuelos que se formaban en aquel húmedo bosque. El camino no daba mucho a lo que elegir, detrás de todos aquellos grandes árboles, solo se veía más fauna. La noche cubría todo el planeta de la inmensa oscuridad alumbrada por los rayos de sus cuatro lunas. No parecía por esos instantes haber ninguna forma de vida, pero a cada paso que daba, sentía como una gran fuerza me inundaba de dolor y odio, a cada paso que marcaba, parecía como si alguien que ahora no era más que un cuerpo muerto, hubiese pasado por aquí siguiendo mis pasos. Algo que tenía que estar relacionado con todo esto que estaba pasando. Acabó llegando a un claro que parecía estar esperando su llegada, Eelena no creía en el destino, pero sintió como cuando entró, un llanto agudo y completamente infantil sonó en su cabeza. Sin sentir ningún signo de compasión por esto, siguió caminando hasta quedarse en el centro del claro, donde el llanto paró formándose el completo silencio.

¿Qué es lo que eres? Y lo más importante.. ¿Qué es lo que vales? -Gritó Eelena dentro del claro apartándose la capucha con una mano- Nada respondió durante 5 minutos, cuando un rugido seco y grave se iba acercando en forma de sombra. Estupendo.. -Se dijo a ella misma viendo como se acercaba un rancor- ¿Esto es lo que vales? Ahora entiendo que nunca llegaras a ser una auténtica Sith. No eres más que una simple Jedi incapaz de hacer las cosas por sí misma.. Parecía que por mucho que intentase, su ira no salía a flote, el rancor rugía a cada paso que daba, haciendo vibrar la plataforma nevada del claro en el que nos encontrábamos. Rápidamente, Eelena sacó su sable, elevándose con sumo control y cuidado mediante la fuerza intentando alcanzar la altura de la cara del rancor. Este gruñó intentando bajarla de un arañazo, más cuando lo intentó, Eelena no dudó con cortarle el dedo de un sablazo limpio. Negó ella con su cabeza viendo como el rancor soltaba rugidos al cielo cargados de todo el odio que sentía en esos instantes. Ella bajó rápidamente colocándose entre las piernas del rancor y haciéndolo dar vueltas para marearlo. Entonces observó como uno de los troncos quedaba medio rotó unos metros atrás. Hmm.. ven aquí.. -Decía moviendo el dedo haciendo que la criatura la persiguiese con ansias de engullirla- Empezó a correr mientras observaba como el rancor la seguía a un paso más lento pero mucho mayor que el suyo. Volvía la mirada hacia él para asegurarse de que la seguía. ¡Sucia criatura! -Grito de forma aguda observando al rancor con bastante ira- Seguidamente, observo la raíz que sobresalía de la tierra de aquel árbol roto casi por completo. Aquí -Se paró Eelena asegurándose de que el rancor aun seguía caminando hacia ella, con una sonrisa aun entre labios- La bestia siguió andando, sin percatarse de la raíz. Cuando estaba a unos 6 metros de Eelena, pisó sobre aquella raíz para seguir adelante, y del peso que ejerció sobre ella, el troncó cayó terminando de romperse sobre la cabeza del rancor, aplastándolo y dejándolo inmovilizado. Eelena dio un rápido salto hacia un lado colocándose lejos de la caída del tronco. Apagó el sable observando si la criatura había quedado totalmente indefensa, por lo que miró hacia el cielo con los brazos abiertos mientras se acercaba de nuevo al lugar dejándola atrás. Bien.. ¿Ahora piensas mostrarme algo de lo que quede de tí? -Gritó en un tono agudo mientras esbozaba una leve sonrisa en sus labios pálidos como su piel- ¿O aun tienes algo más para sorprenderme?. Una risa muy lejana sonó, una risa que no era ni de lejos la voz de una mujer. Era una risa grave, algo raspada y en la que se notaba que muchos años caían encima. La risa la acompañó el llanto de una mujer, como si una escena se estuviera reiterando en aquel lugar. Eelena se subió su capucha, el silencio se hizo total, finalizando con un grito que significaba la muerte de una persona. Unos pasos se iban marcando en el suelo, unos pasos acompañados por algunas gotas de sangre que se marcaban en ellos. Ella los siguió sosteniendo con una mano su sable. Cuando los pasos terminaron, alzó su mirada al horizonte esperando ver algo, más solo una fuerte llamarada ocupó el lugar donde los pasos finalizaban. Una gran fogata que iluminó todo el bosque en la mitad de aquel desolado y sombrío lugar. Cuando el fuego se apagó, sintió como si algo le golpeara fuertemente la cabeza, que hizo que cayese inconsciente al suelo.

Cuando algunos de los rayos de luz traspasaron el interior de aquel mullido bosque, Eelena se despertó viendo como en el lugar de aquella llamarada, había algo envuelto en una tela rojiza en la que ponía el nombre de Vestara Khai, acompañado de una frase poco visible.

«Todo lo que pudo tener lo abandonó por un amor que al único sitio que llevaba era la muerte. Todo su poder se perdió en el momento que decidió traicionarme. Todo lo que tenía se rompió cuando ella misma se exilió del lado oscuro de la fuerza. Ahora es simplemente una muerte más. Las entes del poder la abandonaron, haciendo que ahora todo lo que no correspondió, pase a ser tuyo»

Aclaración: Obtengo Sable láser de Vestara Khai y Parang de Vestara Khai. Estuve preguntando si aun que en la academia actual fuese adepta, al no morir mi personaje conservaba para roleos las habilidades del posterior nivel. Eso es todo thx.

por T191 Lun Ene 21, 2013 11:12 pm

Fantástico Roleo.. Me quito el sombrero.

por Kythmnr Lun Ene 21, 2013 11:18 pm

Mmmmmm *Taparme mi parte delantera con mis túnicas*. Sin duda digno de un orgasmo el roleo.

por Defiance Lun Ene 21, 2013 11:20 pm

Para orgasmo el que está teniendo la tía de la primera imagen.

Buen roleo, me gusta casi más que tu ~~chichi~~ personalidad.

por Tragew Mar Ene 22, 2013 3:36 pm

Las razones son dos básicamente, la pelea contra un rancor, una criatura de gran tamaño, resistente y que de un "arañazo" como tu has descrito te haría mucho daño. Un árbol no es suficiente para dejar tirada a esa criatura. Además que la forma en la que encuentras sus pertenencias no me parece del todo buena, podrías haberlo hecho de otro modo.

EDIT: Tras la modificación del roleo me parece mejor forma de luchar con el rancor sin ser malherida así que, ahora sí. Voto Válido.

por Aleema Mar Ene 22, 2013 4:21 pm

Los árboles de Dathomir tienen un gran tamaño considerable (Creo haber leído que llegaban algunos a 80/90 metros), por eso pensé que de un golpe de ellos pudiese quedar "indefensa" o al menos "inmovilizada" durante cierto tiempo, y si lo hice de ese modo fue por que cuando Darth Krayt mató a la mujer, ella tiró sus pertenecias (dese así por sable..) Al fuego, en mitad del bosque. Y en segundó lugar, aquel roce que le causó daño, se supone que le dio de "refilón" al despistarse un segundo.. por lo que tampoco creí que pudiera quedar "tan dañada" Eso es todo. (En caso de que se invalide intentaré cambiar el final para conseguirlo de otra manera..)

por Tragew Mar Ene 22, 2013 4:34 pm

Qytiara escribió:Los árboles de Dathomir tienen un gran tamaño considerable (Creo haber leído que llegaban algunos a 80/90 metros), por eso pensé que de un golpe de ellos pudiese quedar "indefensa" o al menos "inmovilizada" durante cierto tiempo, y si lo hice de ese modo fue por que cuando Darth Krayt mató a la mujer, ella tiró sus pertenecias (dese así por sable..) Al fuego, en mitad del bosque. Y en segundó lugar, aquel roce que le causó daño, se supone que le dio de "refilón" al despistarse un segundo.. por lo que tampoco creí que pudiera quedar "tan dañada" Eso es todo. (En caso de que se invalide intentaré cambiar el final para conseguirlo de otra manera..)

Si aunque te de de refilón sería un golpe mortal, sus manos son garras y tienen un gran tamaño, además que si se choca con un árbol el árbol caería hacia el otro lado impulsado por la energía que trae la bestia, eso es lo que me refiero.
Si tienes algo más que decir hazlo por Mp, así no se llena el tema de mensajes.

por Invitado Mar Ene 22, 2013 10:32 pm

Por un punto lo del refilón me parece exagerado porque un golpe de un Rancor sin esquivarlo, te asesinaría, cabiendo a destacar el gran tamaño que tiene, el tamaño de sus garras pero no cuentan con un gran filo, son de empuje y para cosas grandes. Los árboles de Dathomir son lo suficientemente grandes (más que un Rancor) como para poder aplastarlos y abolirlos bajo la fuerte madera, sí, porque son similares a los árboles de Ithor, usados para armas caseras y todo tipo de materia. Sin embargo aún no daré un voto, espero la opinión de todos mis compañeros sobre esta sección

por T191 Mar Ene 22, 2013 11:02 pm

Por muy grande que sea la criatura con la que queráis tratar.. o por muchos "problemas" que le intentéis buscar a un espectacular roleo... un toque de refilón no matará a nadie.
Tu te rozas de refilón con algo puntiagudo, esto no te cortará.... Tu coges algo de refilón y probablemente se te caiga, y podríamos seguir haciendo comparaciones absurdas que no vienen al tema...
En mi opinión un árbol si que es capaz de Matar a un Rancor, ya sea por aplastamiento, o por simple mala suerte..
Tengan el cuenta que no hay impacto certero.. por lo tanto el roleo debería ser válido..

por Aleema Miér Ene 23, 2013 4:20 pm

" A petición de un legalizador, cambio la forma en que le cae el árbol al rancor y suprimo la parte en la que golpea a Eelena, sin alterar el roleo ".

por Invitado Vie Ene 25, 2013 2:26 am

Mi voto es válido.

por Aleema Vie Ene 25, 2013 6:45 pm

¿Con dos votos válidos queda validado el roleo?

por Invitado Vie Ene 25, 2013 6:50 pm

Debe ser tres votos válidos. Es decir, la mayoría ya que somos cuatro legalizadores.

por Lord Albert Land Vie Ene 25, 2013 6:55 pm

Por fin lo termine de leer, me gusto mucho

por Aleema Dom Ene 27, 2013 12:52 pm

Revivo tema por que no pasan legalizadores..

por Tyrone Tainted Dom Ene 27, 2013 5:48 pm

Voto válido.
Te aclaro que son sables que no puedes usar en combate de HabboWars.

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