[PROPUESTA] Hojas imbuidas de la fuerza (Mal referidas a Katanas Jedi)

Materiales:

Acero en forma de 2 ladrillos tamaño estándar
Horno
Tenazas
Martillo
Yunque
Mucho carbón para alimentar el Horno
Piedras de pulir de distintos grosores
Muchos litros de agua en calderos
Arcilla (Lo suficiente para cubrir todo el lomo de la hoja)
Piel de animal a elección (Lo suficiente para cubrir la empuñadura)
Tiras de cuero (Lo suficiente para enrollarlas sobre la empuñadura)
Cristal de energía

Proceso de creación:

Primero se debe meditar sobre el cristal de energía para canalizar y sincronizar toda la energía del portador, de otro modo la hoja no responderá a la Fuerza de portador y no podrá fluir a través del arma una vez esté completa siendo una hoja curva simple.

Para manipular los ladrillos u hojas sin finalizar siempre usaremos las tenazas, obviamente para evitar quemaduras, accidentes y fallos por falta de pulso o precisión en el uso de manos. Así pues se introduce el ladrillo de hierro en el horno hasta que alcanza el punto de fusión sin pasarse, porque sino se convierte en líquido y perdemos el acero. Lo interesante es que esté lo suficientemente blando como para manipularlo.

Alcanzada la temperatura ideal, golpeamos con el martillo el ladrillo de modo que se hace más fino y alargado. Cuando ha alcanzado el doble de su longitud original se realiza una incisión justo en el medio y se dobla sobre si mismo hasta obtener exactamente el mismo ladrillo original, pero con dos capas de acero entre sí.

Nuevamente se vuelve a golpear el acero para alargar su longitud hasta que vuelve a ser el doble de largo, momento el cual volvemos a doblar sobre sí mismo el acero, obteniendo de esta forma un ladrillo de 4 capas de acero.

Este método de doblar el acero sobre si mismo se repite un intervalo de 8 a 12 veces, del cual se obtiene un ladrillo de acero de la misma longitud original, pero con una cantidad de entre 256 y 4096 capas de acero unidas entre sí.

Elimina las impurezas del carbón, las burbujas de aire y el exceso de carbono. Reparte el carbono homogéneamente por toda la hoja, eliminando puntos débiles. Le da su característico grano brillante.

A partir de las 12 capas la estructura del acero se debilita. Un acero doblado 20 veces (esto es 1.048.576 capas) es prácticamente inusable en combate.

Por cierto, durante este lento y laborioso proceso el acero se enfría rápidamente, de modo que hay meterlo en el horno continuamente para recuperar el punto de fusión y poder forjarlo.

Así pues, el ladrillo que hemos conseguido tiene una cantidad muy baja de carbono (entre un 1% y un 0.5%) gracias a este doblaje. Este acero es bastante flexible lo cual está bien para absorber golpes y que dure en combate, pero es posible que no sea lo suficientemente duro para obtener un buen filo (y el filo de una hoja curva debe ser extremadamente duro), de modo que recurriremos a la segunda característica de las hojas de la fuerza: utilizar dos aceros para la misma hoja.

En efecto, apartamos el ladrillo obtenido, que será el núcleo de la espada, y cogemos un segundo ladrillo sin doblar al cual le realizaremos el mismo proceso de doblaje, pero en mucha menos cantidad (unas 4 o 5 veces serán suficientes). De este modo obtenemos un acero con más carbono, lo que lo hace extremadamente duro, pero más frágil. Este será el acero que se usará para el filo.
Ahora se corta el segundo ladrillo en trozos que puedan rodear completamente el primer ladrillo.

Metemos el conjunto en el horno y lo golpeamos sucesivamente hasta hacerlo de la longitud que deseamos (unos 80 cm. de longitud).

Y le damos la forma típica de una hoja de katana, para ello golpeamos el rectángulo hasta obtener el grosor del lomo (0.5 cm.) y después golpeamos la parte del filo hasta hacerlo extremadamente fino (unos pocos milímetros), de modo que pueda cortar. Esta diferencia entre la forma de forjar el lomo y el filo también es otra característica de las hojas de la fuerza y se amplía más adelante.
Es bastante feo. Y además es completamente recta. No os preocupéis, la típica curvatura se obtiene en el siguiente paso.

Hemos forjado la hoja, pero no está aún templada. El temple consiste en elevar la temperatura de la hoja hasta el punto de fusión para después introducirla en agua fría de modo que se enfríe rápidamente. Este proceso le da al acero una dureza extrema. La explicación científica es que, al elevar el acero a su punto de fusión, el carbono "sube" hasta la superficie y al enfriarse se mezcla de nuevo con el interior. Sin embargo, si se enfría extremadamente rápido (introduciéndolo en agua), el carbón queda "atrapado" en la superficie, haciendolo mucho más duro. De hecho tan duro que resulta también bastante frágil, hecho por el cual es introducido nuevamente en el horno para liberar parte de la "tensión" y que la hoja no resulte tan frágil como un cristal.

Pero nosotros tenemos un problema, resulta que queremos un filo extremadamente duro, útil para cortar y que no se melle a la primera de cambio, pero no queremos que el lomo sea tan duro, sino más flexible, para que pueda resistir los golpes que va a recibir. ¿Como lo hacemos? He aquí otra característica de la Katana: el templado diferenciado.
Lo que se hace es cubrir el lomo con una cantidad considerable de arcilla y dejar el filo con una mínima cantidad, o sin nada de arcilla.

En este momento se toma el cristal de energía que debería estar sincronizado a la energía del portador y se deja sobre la hoja con arcilla, se calienta todo en el horno y luego se templa introduciéndolo en agua fría, el cristal rápidamente fundirá con la hoja, uniéndose. Las partes cubiertas con más arcilla (el lomo) se enfrían mucho más lentamente que el filo, con lo cual conseguimos un temple duro para el filo y otro más blando para el lomo. Además presenciamos un efecto elemental: El acero que más rápidamente se endurece (el filo) "estira" al más blando (el lomo), dándole a la hoja, por fin, su tan característica curvatura y haciendo que el portador pueda hacer fluir su Fuerza a través de ella.

El Hamon, o línea de templado, tan característica en las katanas, no es sino la zona de separación entre las distintas zonas de templado. Como la arcilla se coloca manualmente, el hamon de cada hoja es completamente única. Vamos, que es una forma de huella dactilar de la Katana.

Ahora pulimos la superficie la hoja un poco para darle un aspecto completamente liso. No se le insertará frenillo a la hoja puesto a que la intención no es fundas en este tipo de hojas de la fuerza..

Y ya sólo queda el lento y delicado proceso de pulido final. Lento porque se va pasando la hoja por sucesivas piedras cada vez más finas, requiriendo gran trabajo por cada centímetro de la hoja, y delicado porque un pulido inexperto puede arruinar la simetría de la hoja, pero el resultado final salta a la vista.

Ahora falta crear la empuñadura, lo que se debe hacer es cubrir la parte inferior de la hoja con capas de piel de algún animal a elección y por encima se enrollan de manera cruzada tiras de cuero que aumentan el agarre y comodidad.

Está bien. De todos modos, recuerdo que las katanas solo pueden crearlas gran maestro herrero o sabios herreros

me parece bien, lo que pasa que habrá que limitar mucho su uso.

habra que pasarlo al modo de los nuevos modelos pero por ahora esta bien.

Hago esto ante la estipulación de que la Academia de NPC estará basada en los Je'daii. Por tanto es importante refinar el método de creación de sus famosas hojas imbuidas en la fuerza.

Hoja imbuida en la fuerza.

Un herrero debe seleccionar una barra de metal de alto contenido de carbono, por lo general de duracero y se martillear la barra en una hoja hasta que se tuviese la forma deseada (algunos herreros aplican muchísimo calor al metal a modo de forja tradicional), esto quiere decir que no necesariamente tiene que tener forma de Katana, sino el proceso es igual de válido para otro tipo de formas de la hoja. Una vez conseguida la forma, se canaliza la Fuerza hacia la hoja, con el fin de producir una alteración de la estructura molecular del metal generando una red reforzada. Es importante decir que este proceso de alteración molecular por medio de la fuerza, es producido por Alquimia en cuerpos inertes, por lo que no se producirá ninguna resistencia ni problemática mayores como ocurriría en la manipulación en un ser vivo. Además, durante este proceso, se elimina cualquier error que haya habido en el martilleado de la hoja previamente hecho. Muchos herreros de mayor experiencia, martillean el metal a la vez que realizan las alteraciones moleculares para generar la forma en un espacio de tiempo más corto y para evitar posibles errores que se podría generar separando los procesos. De este modo van controlando en todo momento la estructura del duracero. Además realizando ambos procesos a la vez, suponía que no era estrictamente necesario aplicar el calor tradicional para la fundición parcial del metal para unir las moléculas propias del duracero ya que esto al no estar controlado por medio de la fuerza, genera que pueda haber fallos en la propia estructura o que no esté optimizada para el combate.

El proceso de la forja son tanto física como mentalmente exigentes. La resistencia física y fortaleza mental necesaria para martillear la hoja dándole forma, mientras que se canalizaba la energía a la vez es algo muy difícil. Una vez conseguido esto, la red molecular daba un refuerzo muy elevado a la hoja de duracero y podía procederse al afilado del borde. Ya se tendría la estructura de la hoja totalmente preparada y el herrero estaría listo para los próximos pasos en el proceso de la forja.

Una vez que la hoja fue forjada, se coloca un cristal de energía en la empuñadura de la misma, y luego se entretejen  las redes de cristal y la hoja juntos. Este proceso de alteración molecular es sensiblemente parecido al anterior, usando métodos de alquimia por medio de la fuerza para conseguirlo. Esto se logra sumergiéndose uno mismo profundamente en la fuerza y luego meditar sobre el metal y el cristal hasta que la hoja, cristal y el herrero se conviertan en una sola entidad. Obviamente esto es solo una forma de hablar, lo que se pretende es que por medio de la meditación, el herrero tome la hoja y el cristal como si fuesen parte de su ser, controlando cada una de las moléculas que la forman para así poder entretejer las redes tanto del cristal como del duracero.

Una vez que las redes estaban entretejidas, el portador puede canalizar energía a través del cristal y la cuchilla hasta que ésta empezase a brillar con una aureola característica. Si ocurre esto, significa que la hoja había sido infundida en forma permanente con la fuerza.



Conceptos importantes:
- No confundir Alquimia (general por así decirlo) con Alquimia Sith, aunque ambos procesos son muy parecidos solo que uno se centra en la manipulación molecular por medio del Lado Oscuro (en muchas ocasiones para imbuir objetos, seres, etc con auras del reverso tenebroso) y el otro únicamente se centra en la manipulación molecular como si de ciencia se tratase.
- Como se explica, no es necesario el uso de un horno, sin embargo, sí que puede usarse si el Herrero lo ve conveniente. (Se recomienda el uso de la Fuerza para optimizar la estructura, no solo el calor).
- Es estrictamente necesario conocer y haber practicado Alquimia en materia no viva (inerte). Si nunca se ha practicado, se tejerán mal las redes o directamente no se tejerán, y no se ligará el cristal con la hoja. Esto puede producir una rotura del cristal, la hoja, o simplemente no conseguir la finalidad que se quería.
- Al estar la hoja imbuida en la fuerza, esta recibe una protección extra que impide que se rompa. Por eso no es necesario manipulaciones del metal generando flexibilidad y dureza extra, simplemente una armonía molecular a modo de redes entretejidas de cristal energético y duracero para el flujo correcto de la fuerza por el mismo.