[Roleo de Zonama Sekot] El renacer en la Hermandad [REVISADO] [Aequans]
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Darth Plagueis
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Lumen Gres
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[Roleo de Zonama Sekot] El renacer en la Hermandad [REVISADO] [Aequans]
-Raiht, ven aquí.- Decía la voz tranquila de mi padre en una calurosa mañana de Alderaan.
-Padre, ¿quería algo?- Dije sonriente, mi padre siempre me inspiraba una gran seguridad y confianza, sabía que mientras él viviera nada podría ocurrirme, me protegería pasara lo que pasara.
-Sí, Raiht.- Dijo, y por primera vez note titubear su voz.- ¿Qué sabes de nosotros?
-¿De nuestra aldea o de nuestra familia?- Pregunté extrañado.
-Paso por paso, primero de nuestra familia.
-Bueno.- Pensé que contestar.- Sé que somos Karh´rk, que nos marchamos por algún motivo.
-Sí, pero, ¿por qué motivo?
-No lo sé padre, nunca me lo habéis contado y no me permitís preguntar.
-Cierto, es hora de que sepas la verdad.- Hizo una pausa.- Como has dicho, somos Karh´rk, no sé si lo sabrás, pero los Karh´rk son, o eran, una poderosa familia del Sith, afines al Lado Oscuro de la Fuerza y ufanos usuarios de la misma. En el pasado yo vivía con los demás en un sitio del que me avergüenzo recordar y prefiero no mencionar. Vivíamos en la más completa opresión, éramos tratados como esclavos, sin derechos, sin voz, sin nada. Vivíamos para la gloria de un opresor, vivíamos solo para expandir su poder. Un día me enamoré, conocí a tu madre. Los dogmas de los opresores rechazaban esa unión y me exhortaron a finalizarlo y a matarla. Esperaban que cumpliera el edicto y al hacerlo, mi ira contra ellos creciera y con ello mi poder para ser utilizado como un simple herramienta, como usan a todos los demás.- Hizo nuevamente una pausa, noté como apretaba los dientes y su entrecejo se fruncía. Prosiguió.- Me negué, hablé con tu madre y nos marchamos, huimos.
-¿Huisteis?- Dije Sorprendido.
-Sí, Raiht, tuvimos que huir de ellos.
-Pero padre, usted siempre me ha enseñado que jamás hay que huir, que debemos mantenernos firmes.
-Lo sé, hijo, pero a veces es más importante sobrevivir, si me quedaba, tu madre moriría, y eso es algo que no podía tolerar.
-Entiendo.- Dije sin saber que sentir, ¿decepción? ¿Vergüenza? ¿Admiración?
-Raiht, y, ¿qué sabes de esta aldea?
-Tampoco me permitís preguntar. Solo sé que no debemos llamar la atención, debemos cuidarnos de seguir escondidos y vivir como simples granjeros.
-¿Por qué crees?
-No lo sé, padre. Nunca habláis de ese tema.
-Cuando decidí marcharme de aquel lugar, hablé con los más cercanos a mí y con aquellos que, como yo, deseaban marcharse y estaban hartos. Marchamos sin saber a donde ir, escapamos en una vieja nave hacia no sabíamos donde. Por el trayecto tuvimos problemas con los motores, creíamos que era el final. Estábamos cerca de Alderaan, por lo que decidimos intentar alunizar allí. Elegimos una zona frondosa, para poder ocultar mejor los restos de la nave. Al contrario de lo que todos esperábamos, conseguimos aterrizar sin bajas. Aterrizamos en un curioso claro, protegido de la vista aérea de naves por unas pocas ramas sueltas que, sin embargo, permitían al sol atravesarlas y calentarnos. Las tierras parecían fértiles y estaban regadas por ríos profundos y claros. Era el lugar perfecto para vivir aislados, escondidos y a salvo, un lugar donde crear un hogar y borrar nuestro pasado.
-Pero...- Comencé a decir.
-No, hijo.- Me interrumpió mi padre.- No quiero hablar más, volveré a la aldea, ve a dar una vuelta hasta la hora de cenar.
Observé como mi padre se marchaba cabizbajo, últimamente estaba extraño, sé que había algo que no me contaba, algo le preocupaba.
Me marché al bosque y jugué, como tantas otras veces, a ser perseguido por un monstruo. Hacía meses que era capaz de manipular mi entorno, creo que con la mente, no estoy seguro, me entretuve durante horas moviendo cada rama, hoja o fruto que me encontraba con la mente, no había contado este secreto a nadie, no quería que me trataran diferente. Cuando caí rendido y cansado, me di cuenta de que ya era de noche, decidí volver a casa, ya sería hora de cenar, deseaba ver a mi padre y mi madre y tenía miedo de que se preocuparan por mí. Sin embargo, esta tarde sentía algo extraño, esta tarde presentía algo doloroso, no se explicarlo.
Caminé durante una media hora por entre el bosque y finalmente, cerca del poblado, olí a humo y escuché el crepitar de árboles ardiendo. Corrí, temeroso, aquello que había sentido en el bosque ardía en mi corazón con mucha fuerza.
Al llegar al poblado, lo encontré todo en llamas, caí llorando al suelo, sin creerme lo que veía, mi familia, mis amigos, mi aldea, todo estaba destruido, todos estaban, muertos, tras de mi escuché algo.
-Dark Garlen Dum.- Dijo un oscuro ser.
-Dime, Erudito Eldier Dum.
-Hemos llegado demasiado tarde. Están todos muertos.
-Ya veo.- Dijo cabizbajo.- Espera.- Me observó.- Muchacho ven aquí.
Mientras veía acercarse a los seres de oscuros ropajes, me desmayé. Al despertar me encontraba en una sala, tumbado sobre una cama, con un ser a mi lado.
-Al fin despiertas.- Dijo el extraño que viera en Alderaan.- Me llamo Garlen Dum, soy un Dark de la Orden Dark Sith. ¿Quién eres jovencito?
-Me llamo Raiht Karh´rk. ¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado?
-Lo siento, llegamos demasiado tarde.
Me contó cuanto había pasado, noté dureza y frialdad en su voz, sin embargo, me trataba afable y de vez en cuando me llamaba hermano, no sabía quienes eran estos Dark Sith, pero me sentía seguro con ellos, como antaño me sentía con mis padres. Dijeron que tenía un gran potencial en algo llamado La Fuerza y que si lo deseaba podría quedarme con ellos y aprender. Algo que, claramente, no rechacé.
- Spoiler:
-Padre, ¿quería algo?- Dije sonriente, mi padre siempre me inspiraba una gran seguridad y confianza, sabía que mientras él viviera nada podría ocurrirme, me protegería pasara lo que pasara.
-Sí, Raiht.- Dijo, y por primera vez note titubear su voz.- ¿Qué sabes de nosotros?
-¿De nuestra aldea o de nuestra familia?- Pregunté extrañado.
-Paso por paso, primero de nuestra familia.
-Bueno.- Pensé que contestar.- Sé que somos Karh´rk, que nos marchamos por algún motivo.
-Sí, pero, ¿por qué motivo?
-No lo sé padre, nunca me lo habéis contado y no me permitís preguntar.
-Cierto, es hora de que sepas la verdad.- Hizo una pausa.- Como has dicho, somos Karh´rk, no sé si lo sabrás, pero los Karh´rk son, o eran, una poderosa familia del Sith, afines al Lado Oscuro de la Fuerza y ufanos usuarios de la misma. En el pasado yo vivía con los demás en un sitio del que me avergüenzo recordar y prefiero no mencionar. Vivíamos en la más completa opresión, éramos tratados como esclavos, sin derechos, sin voz, sin nada. Vivíamos para la gloria de un opresor, vivíamos solo para expandir su poder. Un día me enamoré, conocí a tu madre. Los dogmas de los opresores rechazaban esa unión y me exhortaron a finalizarlo y a matarla. Esperaban que cumpliera el edicto y al hacerlo, mi ira contra ellos creciera y con ello mi poder para ser utilizado como un simple herramienta, como usan a todos los demás.- Hizo nuevamente una pausa, noté como apretaba los dientes y su entrecejo se fruncía. Prosiguió.- Me negué, hablé con tu madre y nos marchamos, huimos.
-¿Huisteis?- Dije Sorprendido.
-Sí, Raiht, tuvimos que huir de ellos.
-Pero padre, usted siempre me ha enseñado que jamás hay que huir, que debemos mantenernos firmes.
-Lo sé, hijo, pero a veces es más importante sobrevivir, si me quedaba, tu madre moriría, y eso es algo que no podía tolerar.
-Entiendo.- Dije sin saber que sentir, ¿decepción? ¿Vergüenza? ¿Admiración?
-Raiht, y, ¿qué sabes de esta aldea?
-Tampoco me permitís preguntar. Solo sé que no debemos llamar la atención, debemos cuidarnos de seguir escondidos y vivir como simples granjeros.
-¿Por qué crees?
-No lo sé, padre. Nunca habláis de ese tema.
-Cuando decidí marcharme de aquel lugar, hablé con los más cercanos a mí y con aquellos que, como yo, deseaban marcharse y estaban hartos. Marchamos sin saber a donde ir, escapamos en una vieja nave hacia no sabíamos donde. Por el trayecto tuvimos problemas con los motores, creíamos que era el final. Estábamos cerca de Alderaan, por lo que decidimos intentar alunizar allí. Elegimos una zona frondosa, para poder ocultar mejor los restos de la nave. Al contrario de lo que todos esperábamos, conseguimos aterrizar sin bajas. Aterrizamos en un curioso claro, protegido de la vista aérea de naves por unas pocas ramas sueltas que, sin embargo, permitían al sol atravesarlas y calentarnos. Las tierras parecían fértiles y estaban regadas por ríos profundos y claros. Era el lugar perfecto para vivir aislados, escondidos y a salvo, un lugar donde crear un hogar y borrar nuestro pasado.
-Pero...- Comencé a decir.
-No, hijo.- Me interrumpió mi padre.- No quiero hablar más, volveré a la aldea, ve a dar una vuelta hasta la hora de cenar.
Observé como mi padre se marchaba cabizbajo, últimamente estaba extraño, sé que había algo que no me contaba, algo le preocupaba.
Me marché al bosque y jugué, como tantas otras veces, a ser perseguido por un monstruo. Hacía meses que era capaz de manipular mi entorno, creo que con la mente, no estoy seguro, me entretuve durante horas moviendo cada rama, hoja o fruto que me encontraba con la mente, no había contado este secreto a nadie, no quería que me trataran diferente. Cuando caí rendido y cansado, me di cuenta de que ya era de noche, decidí volver a casa, ya sería hora de cenar, deseaba ver a mi padre y mi madre y tenía miedo de que se preocuparan por mí. Sin embargo, esta tarde sentía algo extraño, esta tarde presentía algo doloroso, no se explicarlo.
Caminé durante una media hora por entre el bosque y finalmente, cerca del poblado, olí a humo y escuché el crepitar de árboles ardiendo. Corrí, temeroso, aquello que había sentido en el bosque ardía en mi corazón con mucha fuerza.
Al llegar al poblado, lo encontré todo en llamas, caí llorando al suelo, sin creerme lo que veía, mi familia, mis amigos, mi aldea, todo estaba destruido, todos estaban, muertos, tras de mi escuché algo.
- Spoiler:
-Dark Garlen Dum.- Dijo un oscuro ser.
-Dime, Erudito Eldier Dum.
-Hemos llegado demasiado tarde. Están todos muertos.
-Ya veo.- Dijo cabizbajo.- Espera.- Me observó.- Muchacho ven aquí.
Mientras veía acercarse a los seres de oscuros ropajes, me desmayé. Al despertar me encontraba en una sala, tumbado sobre una cama, con un ser a mi lado.
-Al fin despiertas.- Dijo el extraño que viera en Alderaan.- Me llamo Garlen Dum, soy un Dark de la Orden Dark Sith. ¿Quién eres jovencito?
-Me llamo Raiht Karh´rk. ¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado?
-Lo siento, llegamos demasiado tarde.
Me contó cuanto había pasado, noté dureza y frialdad en su voz, sin embargo, me trataba afable y de vez en cuando me llamaba hermano, no sabía quienes eran estos Dark Sith, pero me sentía seguro con ellos, como antaño me sentía con mis padres. Dijeron que tenía un gran potencial en algo llamado La Fuerza y que si lo deseaba podría quedarme con ellos y aprender. Algo que, claramente, no rechacé.
- Spoiler:
Continuará.
Última edición por Lumen Gres el Jue Nov 29, 2012 2:09 am, editado 3 veces
Lumen Gres- Mensajes : 545
Fecha de inscripción : 28/09/2011
Localización : La venganza y la Sangre.
Re: [Roleo de Zonama Sekot] El renacer en la Hermandad [REVISADO] [Aequans]
Más colores, está bueno
:)- Mensajes : 1324
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Re: [Roleo de Zonama Sekot] El renacer en la Hermandad [REVISADO] [Aequans]
Tremendo roleo, nada más que decir.
Darth Plagueis- Mensajes : 1410
Fecha de inscripción : 05/02/2012
Re: [Roleo de Zonama Sekot] El renacer en la Hermandad [REVISADO] [Aequans]
Garlen demostrando su dote con los infantes...
Buen roleo.
Buen roleo.
Tokvz- Mensajes : 2615
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 29
Re: [Roleo de Zonama Sekot] El renacer en la Hermandad [REVISADO] [Aequans]
Trata de seguir la historia, y ponerle imágenes y algo de pantallazos, ya que se vería bien.
Relan- Mensajes : 1758
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 32
Localización : Pekin, China
Re: [Roleo de Zonama Sekot] El renacer en la Hermandad [REVISADO] [Aequans]
Si, iba a tener imagenes, pero se me ha olvidado ponerlas, ahora mismo modifico.
Y si, esto es la introduccion.
Seguire consejo.
Y si, esto es la introduccion.
Seguire consejo.
Lumen Gres- Mensajes : 545
Fecha de inscripción : 28/09/2011
Localización : La venganza y la Sangre.
Re: [Roleo de Zonama Sekot] El renacer en la Hermandad [REVISADO] [Aequans]
El primer amigo.
Pasaron los años, al principio fue un infierno mi nuevo hogar, todos los integrantes de esta Orden parecían tan fríos tan ajenos, que no me atrevía a interactuar con ellos. Durante las primeras noches me asediaban pesadillas sobre mi familia muriendo y diciéndome con el último hálito de su vida “¿por qué nos dejas morir?” o soñaba con la imagen de mi aldea en ruinas, destruida por completo y decorada con los cadáveres de mis antaño seres queridos. Despertaba asustado en la noche, sin nadie a quien acudir, me sentía solo, muy solo.
Pronto un Caballero advirtió que era un chico taciturno, solitario, triste. Los Dark me llamaron ante ellos y me interrogaron. Al principio, temeroso de su posible severidad me mostré reacio a contar nada. Al ver mi actitud, los Dark se abrieron y me mostraron una faceta que no conocía. Les conté lo ocurrido y me hicieron ver que bajo la disciplina y severidad de la Orden, todos somos hermanos entre nosotros, vi que tras la apariencia de fría indiferencia y dura efigie, se encontraban seres tremendamente fraternales y preocupados por sus iguales. Tras esto comencé a mantener relaciones de amistad con mis compañeros, empecé a asistir a clases y me convertí en un Seguidor Dark Sith.
Con los años, crecí y me ascendieron, ya era un miembro de pleno derecho de la Orden Dark Sith, ya era un Aprendiz.
-Raiht Karh´rk.- Me llamó desde lo lejos un Aprendiz de mi edad.- He oído que eres el nuevo ascendido, vaya, no sabía que ahora permitían a los más inútiles ascender, sin embargo, ¿no eres demasiado mayor como para acabar de ascender?- Dijo con sorna e ironía.
-Bueno.- Dije sonriendo.- Según me han contado los Maestros, han esperado tanto, no por lo tarde que me uní a la Orden sino para daros algo de ventaja y no ridiculizaros.- Dije mirándole fijamente.
-Vaya, ¿qué te parece? Tenemos un Aprendiz un poco creído en el grupo. Que interesante. Y dime, ¿eres capaz de defender tus palabras con actos?
-Dime cuando quieres que te arregle tu cara.- Dije fijando mis ojos a los suyos.
-Vaya, parece que no conoces bien las directrices por las que nos guiamos los Dark Sith. Por suerte para ti, yo sí, sino, ahora mismo estarías arrepintiéndote.- Dijo devolviéndome mi mirada con un deje de vulgaridad.
-¿Qué quieres?- Continué.
-Solo conocer al nuevo Aprendiz del que tanto hablan. Solo eso.
-Ya me has conocido, ahora lárgate.- Añadí pronunciando ampliamente la última palabra.
-Tranquilo chico, relájate, no es para tanto. Oye, ¿qué te parece si nos divertimos un rato?- Dijo haciendo un grotesco gesto con las cejas.
-Lo siento, guárdate tus insinuaciones homosexuales para otro.- Le corté.
-Que gracioso, muy gracioso... ¿o quizá tienes miedo y sabes que solo eres un perdedor?- Dijo con cuanta ironía era capaz en su voz.
-Vamos.- Terminé añadiendo a mi respuesta una fugaz mirada cargada de odio.
Avanzamos por los pasillos. Ambos teníamos obligaciones que hacer, el quien sabe cuales y yo ir a conocer a mi nuevo Maestro, sin embargo, ambos optamos por desatenderla en pos de un enfrentamiento sin sentido.
Salidos del recinto del Templo Dark Sith en dirección a los bosques de Zonama Sekot.
-Bueno.- Comenzó cuando llegamos a un claro- ¿Ves ese lago? ¿Y si comenzamos por sumergirnos y ver quien aguanta más?
-¿Eso es todo?.- Dije perplejo y apunto de comenzar a reír.
-No, solo la primera prueba.
-Adelante.
Nos quitamos las túnicas, deje a un lado mis dos espadas y el su sable láser y nos lanzamos al lago. Bajamos a un profundidad de dos metros, los rayos de la estrella más cercana atravesaban en agua para hacernos compañía, quizá curiosas de saber que ocurría en el fondo del lago.
Parecía una prueba sencilla, ya en mi aldea siempre tuve una gran capacidad pulmonar, la cual había aumentado con el paso de los años y del entrenamiento.
Al principio mi rival me observaba casi con la misma curiosidad que yo a él, pero, pasado un minuto, cerró los ojos, se cruzó de brazos y no volvió a hacer ni un solo movimiento.
Los minutos pasaban, sentía como iba ahogándome, empezaba a sentir miedo y el agua comenzaba a hacerme sentir pánico, quería salir a la superficie, necesitaba respirar, pero mi rival seguía impertérrito.
Finalmente no pude más, expulsé el poco aire que quedaba en mis pulmones y nadé hacia la superficie, había perdido la primera prueba.
Instantes después de mí, subió él.
-Vaya, creo que he ganado.- Dijo sin dejando notar en su tono de voz su desprecio.- Sigamos, ¿ves ese sendero? ¿Una carrera?
Ni me digné a contestar, me preparé, espere su señal y comenzamos a correr.
Correr entre la maleza de un bosque, ¿podía haber algo más sencillo para mí que me crié escondiéndome en los bosques de Alderaan?
Al principio corríamos a la par, yo ligeramente por delante. Notaba como mi rival, al igual que en la prueba anterior, me observaba. Está era mi prueba, aquí le ganaría. Comencé a tomar ventaja, por lo que miré atrás y le mostré, en gesto de burla, mi lengua. Él, como respuesta cerró los ojos, como hiciera en el agua, instantes después comenzó a correr con una desorbitada velocidad, era imposible que corriera tanto, pronto me alcanzó e instantes después me había sobrepasado y desaparecido en la frondosidad del bosque. ¿Qué había sido eso?
Seguí corriendo siguiendo el rastro dejado por mi rival.
No parecía detenerse nunca. Comencé a notar el cansancio en mis piernas. No podía más estaba apunto de caer rendido cuando sentí algo que no puedo explicar, me giré y al mismo tiempo, mi rival caía sobre mí y me inmovilizaba en el suelo.
-¿Qué haces idiota? ¡Suéltame!- Comencé a gritar lleno de ira.
-No está mal para no haber iniciado aun tú adiestramiento, tenían razón en lo que decían de ti.- Dijo mientras observaba mi cara de incredulidad y me soltaba.- Me llamo Kalium.- Continuó mientras se levantaba y me tendía la mano ayudarme a levantar sonriéndome.- Espero que no te tomaras a mal lo de antes.
Increíble, solo quería evaluarme y acercarse a mí, extraña forma tenían algunos Dark Sith de hacer amistades. Nuestros días comenzaron con conflicto, sin embargo, desde ese día, no hemos vuelto a separarnos.
Pasaron los años, al principio fue un infierno mi nuevo hogar, todos los integrantes de esta Orden parecían tan fríos tan ajenos, que no me atrevía a interactuar con ellos. Durante las primeras noches me asediaban pesadillas sobre mi familia muriendo y diciéndome con el último hálito de su vida “¿por qué nos dejas morir?” o soñaba con la imagen de mi aldea en ruinas, destruida por completo y decorada con los cadáveres de mis antaño seres queridos. Despertaba asustado en la noche, sin nadie a quien acudir, me sentía solo, muy solo.
Pronto un Caballero advirtió que era un chico taciturno, solitario, triste. Los Dark me llamaron ante ellos y me interrogaron. Al principio, temeroso de su posible severidad me mostré reacio a contar nada. Al ver mi actitud, los Dark se abrieron y me mostraron una faceta que no conocía. Les conté lo ocurrido y me hicieron ver que bajo la disciplina y severidad de la Orden, todos somos hermanos entre nosotros, vi que tras la apariencia de fría indiferencia y dura efigie, se encontraban seres tremendamente fraternales y preocupados por sus iguales. Tras esto comencé a mantener relaciones de amistad con mis compañeros, empecé a asistir a clases y me convertí en un Seguidor Dark Sith.
Con los años, crecí y me ascendieron, ya era un miembro de pleno derecho de la Orden Dark Sith, ya era un Aprendiz.
- Spoiler:
-Raiht Karh´rk.- Me llamó desde lo lejos un Aprendiz de mi edad.- He oído que eres el nuevo ascendido, vaya, no sabía que ahora permitían a los más inútiles ascender, sin embargo, ¿no eres demasiado mayor como para acabar de ascender?- Dijo con sorna e ironía.
-Bueno.- Dije sonriendo.- Según me han contado los Maestros, han esperado tanto, no por lo tarde que me uní a la Orden sino para daros algo de ventaja y no ridiculizaros.- Dije mirándole fijamente.
-Vaya, ¿qué te parece? Tenemos un Aprendiz un poco creído en el grupo. Que interesante. Y dime, ¿eres capaz de defender tus palabras con actos?
-Dime cuando quieres que te arregle tu cara.- Dije fijando mis ojos a los suyos.
-Vaya, parece que no conoces bien las directrices por las que nos guiamos los Dark Sith. Por suerte para ti, yo sí, sino, ahora mismo estarías arrepintiéndote.- Dijo devolviéndome mi mirada con un deje de vulgaridad.
-¿Qué quieres?- Continué.
-Solo conocer al nuevo Aprendiz del que tanto hablan. Solo eso.
-Ya me has conocido, ahora lárgate.- Añadí pronunciando ampliamente la última palabra.
-Tranquilo chico, relájate, no es para tanto. Oye, ¿qué te parece si nos divertimos un rato?- Dijo haciendo un grotesco gesto con las cejas.
-Lo siento, guárdate tus insinuaciones homosexuales para otro.- Le corté.
-Que gracioso, muy gracioso... ¿o quizá tienes miedo y sabes que solo eres un perdedor?- Dijo con cuanta ironía era capaz en su voz.
-Vamos.- Terminé añadiendo a mi respuesta una fugaz mirada cargada de odio.
Avanzamos por los pasillos. Ambos teníamos obligaciones que hacer, el quien sabe cuales y yo ir a conocer a mi nuevo Maestro, sin embargo, ambos optamos por desatenderla en pos de un enfrentamiento sin sentido.
Salidos del recinto del Templo Dark Sith en dirección a los bosques de Zonama Sekot.
- Spoiler:
-Bueno.- Comenzó cuando llegamos a un claro- ¿Ves ese lago? ¿Y si comenzamos por sumergirnos y ver quien aguanta más?
- Spoiler:
-¿Eso es todo?.- Dije perplejo y apunto de comenzar a reír.
-No, solo la primera prueba.
-Adelante.
Nos quitamos las túnicas, deje a un lado mis dos espadas y el su sable láser y nos lanzamos al lago. Bajamos a un profundidad de dos metros, los rayos de la estrella más cercana atravesaban en agua para hacernos compañía, quizá curiosas de saber que ocurría en el fondo del lago.
Parecía una prueba sencilla, ya en mi aldea siempre tuve una gran capacidad pulmonar, la cual había aumentado con el paso de los años y del entrenamiento.
Al principio mi rival me observaba casi con la misma curiosidad que yo a él, pero, pasado un minuto, cerró los ojos, se cruzó de brazos y no volvió a hacer ni un solo movimiento.
Los minutos pasaban, sentía como iba ahogándome, empezaba a sentir miedo y el agua comenzaba a hacerme sentir pánico, quería salir a la superficie, necesitaba respirar, pero mi rival seguía impertérrito.
Finalmente no pude más, expulsé el poco aire que quedaba en mis pulmones y nadé hacia la superficie, había perdido la primera prueba.
Instantes después de mí, subió él.
-Vaya, creo que he ganado.- Dijo sin dejando notar en su tono de voz su desprecio.- Sigamos, ¿ves ese sendero? ¿Una carrera?
- Spoiler:
Ni me digné a contestar, me preparé, espere su señal y comenzamos a correr.
Correr entre la maleza de un bosque, ¿podía haber algo más sencillo para mí que me crié escondiéndome en los bosques de Alderaan?
Al principio corríamos a la par, yo ligeramente por delante. Notaba como mi rival, al igual que en la prueba anterior, me observaba. Está era mi prueba, aquí le ganaría. Comencé a tomar ventaja, por lo que miré atrás y le mostré, en gesto de burla, mi lengua. Él, como respuesta cerró los ojos, como hiciera en el agua, instantes después comenzó a correr con una desorbitada velocidad, era imposible que corriera tanto, pronto me alcanzó e instantes después me había sobrepasado y desaparecido en la frondosidad del bosque. ¿Qué había sido eso?
Seguí corriendo siguiendo el rastro dejado por mi rival.
No parecía detenerse nunca. Comencé a notar el cansancio en mis piernas. No podía más estaba apunto de caer rendido cuando sentí algo que no puedo explicar, me giré y al mismo tiempo, mi rival caía sobre mí y me inmovilizaba en el suelo.
-¿Qué haces idiota? ¡Suéltame!- Comencé a gritar lleno de ira.
-No está mal para no haber iniciado aun tú adiestramiento, tenían razón en lo que decían de ti.- Dijo mientras observaba mi cara de incredulidad y me soltaba.- Me llamo Kalium.- Continuó mientras se levantaba y me tendía la mano ayudarme a levantar sonriéndome.- Espero que no te tomaras a mal lo de antes.
Increíble, solo quería evaluarme y acercarse a mí, extraña forma tenían algunos Dark Sith de hacer amistades. Nuestros días comenzaron con conflicto, sin embargo, desde ese día, no hemos vuelto a separarnos.
Lumen Gres- Mensajes : 545
Fecha de inscripción : 28/09/2011
Localización : La venganza y la Sangre.
Re: [Roleo de Zonama Sekot] El renacer en la Hermandad [REVISADO] [Aequans]
Muy buen roleo ,Sige asi !!!
Kalium.- Mensajes : 34
Fecha de inscripción : 06/08/2012
Localización : Korriban
Defiance- Mensajes : 1817
Fecha de inscripción : 06/02/2012
Edad : 27
Re: [Roleo de Zonama Sekot] El renacer en la Hermandad [REVISADO] [Aequans]
No está mal, es buena la temática fraterna.
Sería bueno que separaras más los dialogos.
Un saludo.
Sería bueno que separaras más los dialogos.
Un saludo.
Invitado- Invitado
Re: [Roleo de Zonama Sekot] El renacer en la Hermandad [REVISADO] [Aequans]
separar como¿? te refieres a las lineas¿?
Bueno, probare, es mi primer roleo con colorines, fotos y esas cosas. Gracias por el consejo.
Bueno, probare, es mi primer roleo con colorines, fotos y esas cosas. Gracias por el consejo.
Lumen Gres- Mensajes : 545
Fecha de inscripción : 28/09/2011
Localización : La venganza y la Sangre.
Re: [Roleo de Zonama Sekot] El renacer en la Hermandad [REVISADO] [Aequans]
Debido a que has hecho cierta mejoría con la interpretación y la narración, aumentaré la calificación notablemente pero yo espero personalmente que en otra oportunidad el roleo sea mucho MEJOR y que cada vez mejores el rendimiento de tus roleos y así vayas, hasta llegar a la máxima calificación.
Me ha gustado la historia, es una buena moraleja, se da uso de la fraternidad, de la hermandad, de la amistad y de los lazos con la fuerza.
Por mi parte el roleo es calificado como BUENO.
Me ha gustado la historia, es una buena moraleja, se da uso de la fraternidad, de la hermandad, de la amistad y de los lazos con la fuerza.
Por mi parte el roleo es calificado como BUENO.
Invitado- Invitado
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