Novela - La verdad. [Relan]

por Neitel Dom Oct 14, 2012 2:30 am

Iré colocando más partes, porque de verdad que queda mucho por colocar aquí.

CAPÍTULO I - Redención.

Todo depende de cómo se miren las cosas. Buen camino, mal camino ¿quién eres tú para decir eso? En fin, no es importante, yo ya escogí el mio.

El pequeño joven proveniente de Russan, tras cometer muchos errores, enmendó nuevamente su voluntad, aquella que había perdido y que por la cual había dejado todo, una voluntad un tanto tonta, más bien de niño que se deja llevar por su orgullo sin pensar las consecuencias. El Sith se tuvo que redimir, rebajarse ante su Señor Oscuro, que en ese entonces era Darth Exur, el cuál lo había aceptado nuevamente en la Orden de Korriban.
- A qué se debe tu visita, Neitel Tainted. – Exclamó el poderoso líder de todo el Imperio, mirando fijamente al joven ex Lord de los Sith y juntando sus manos, en signo de estar atento y pasivo, mientras esperaba la respuesta de Neitel. Éste se quitó lentamente su capucha, y de a poco subió su cabeza para estar a la altura del Sith.
- Solamente quiero pedirte que me dejes volver a donde pertenezco, a la Orden a la cuál he dedicado mucho y merece mi respeto. Sé que he cometido el mismo error dos veces, pero créeme que de ahora en adelante todo será diferente, no habrán más actos de los cuales te arrepientas de haberme aceptado de nuevo. – al terminar su frase, el ambiente se tornó un tanto frío y un poco tenso para el joven, dejando un silencio que producía temor.
Darth Exur, se dio media vuelta y le respondió con una vos firme, caminando mientras dialogaba
– Eres un Sith inestable, eres símbolo de irrespeto y rebeldía ¿eso es bueno para el Imperio, y por sobre todo, para la Academia y Orden? No lo creo. Te dejaste llevar por un hereje que solamente tenía sed de poder, y uso sucias artimañas para conseguir su objetivo, y como te habrás dado cuenta, tú, Neitel, fuiste su herramienta. La academia que se creo en contra del Imperio de la cual tú eras uno de los gestores importantes, consejero de los líderes y miembro del círculo de confianza del líder y hereje, fue un tanto peligrosa, pero como sabrás, el Imperio no tiene rival. Ellos tarde o temprano caerían. – y terminando se dio media vuelta para nuevamente ver al Sith.
- Tengo todo eso claro, pero como sabrás, yo al momento de entrar a la Orden no te juré lealtad a ti o a la misma Orden, yo le juré y le entregue mi vida al Emperador Darth Veek. Él se fue y yo me nublé con el deseo de mejorar la situación del Imperio, porque me dejé llevar por las palabras de Ethion y caí tan bajo, que llegué hasta el límite de irme de la Academia. Pero tranquilo, eso no volverá a suceder, tendré un futuro nuevo, donde recuperaré lo que me pertenece, mi rango de Lord Sith. Ahora no te juraré lealtad a ti, sino que a la Orden de los Sith. Confía en mi, Señor Oscuro Exur Kan, porque tras la vuelta de mi mentor, no fallaré nuevamente.

Luego de terminar, Neitel le entregó su armadura legendaria de Biszor a Exur, el que más tarde se la entregaría a Athred. Luego pasó a recoger sus sables láser y se los entregó también en un maletín, el cuál también contenía el sable Legendario de Biszor.
Luego entró en la academia con el rango de Aprendiz, para empezar nuevamente su camino como Sith. Lentamente fue revisando los interiores del templo de Korriban, mirando atentamente las paredes, la que a veces tocaba para intentar sentir el poder de los antiguos Lord Sith que habían dejado esta vida. Terminando un pasillo, se encontró con Athred, un viejo amigo y compañero al cuál le tenía un gran aprecio, además de que él era su primo. Era un lazo especial, basado en actos y no tanto en palabras. Neitel comenzó a hablar con el Hechicero, recordaron cosas del pasado y al final de todo, le pidió que éste fuera su maestro. Athred, mirando hacia el suelo y moviendo la cabeza, le dijo al Joven que no podía serlo.
- A ti no te veo como un aprendiz, Neitel. Lo siento, pero no puedo ser tu maestro, pero no te preocupes, estoy seguro de que el indicado llegará y te hará surgir. – Luego, mirándolo fijamente le terminó diciendo. – Cometiste muchos errores, y por eso debes empezar de nuevo. Eres un verdadero estúpido e idiota, así que paga. – Sonrió un poco y se fue a sus aposentos, quizá a estudiar como hacía normalmente y suponía Neitel, o simplemente a descansar.
El muchacho se dirigió a las aulas de entrenamiento, y se encontró con muchos aprendices y adeptos. Como era de esperarse, no eran rivales para él, puesto que como sabemos, este sujeto había sido un guardián y Lord de los Sith. Se dedicó a entrenar solo y a hablar con viejos compañeros de la Orden.

De a poco fue recuperando lo que había perdido, los malos entendidos fueron arreglándose y Neitel se fue acostumbrando a su nueva vida como aprendiz. Recuperó el poder que tenía e incluso lo superó, y así fue recuperando el respeto que tenía de las demás personas del Imperio.

Continúa *