[ROLEO XII-ALDERAAN] Viaje a Endor.

Me encontraba en mi despacho de la Academia Jedi situada en Alderaan, acomodaba mis planos de estrategias defensivas, mis herramientas en mi escritorio, y iba saliendo de ahí cuando llegó el Maestro Esmic golpeando la puerta y deseaba hablar conmigo, le dije que hablaramos en los pasillos mientras me dirigía hacia mi recámara.

- Bueno, Maestro Esmic... ¿De que querías hablar? - Dije mientras caminaba por los pasillos de la Academia Jedi y observaba el atardecer que arropaba al planeta Alderaan.
- Maestro Kol, cómo le conozco de hace mucho tiempo, y conozco sus tácticas de búsquedas que me han impresionado a lo largo de estos años que llevo conociéndote.... Y quería mostrarte este informe que me llegó hoy esta mañana - De su bolsillo de la túnica saca un holograma y lo enciende. En el holograma se mostraba a un Anciano en una cabaña muy pequeña, el mensaje explicaba que el requería de ayuda en el planeta donde estaba, qué era Endor.
- Vaya... Es un Ermitaño Jedi... Creo que lo conozco por mis viejas aventuras de ese planeta, el me guió algunas de esas veces, no está mal para echarle una ayuda a un viejo amigo, supongo que iré mañana por la mañana, necesito descansar un poco, ya qué estoy agotado. - Lo dije mientras me detuve en el centro del pasillo donde estaba gran una fuente.
- Gracias, Maestro Kol por atenderme, y disculpeme si he llegado en mal momento pero no había podido ya que mis labores en el Templo como examinador no me daba tiempo para informarle, pero en fin ya sabe, que eso es lo vital. Y me despido, que la Fuerza te acompañe, Maestro Kol - Se despidía el Maestro Esmic mientras se marchaba a la sala de meditación para relajarse como lo hacía cada día.

Después de haber hablado con el Maestro Esmic, entré hacia mi recámara dónde me desvestí la parte de arriba del vestuario, quitandome las botas, y dejando la túnica sobre una mesa, me acosté relajadamente y giré mi cabeza hacia mi ventana donde tenía vista hacia el bosque de Alderaan, la noche comenzó a oscurecerse con los minutos hasta arropar completamente a Alderaan, la luz de la luna golpeaba a mi cara de una manera tranquila y el agotamiento me hacía cada vez cerrar un poco más los ojos hasta quedar completamente dormido.



Una perturbación en la Fuerza se me hizo sentir en la madrugada y me desperté rápidamente, no me sentí extrañado al levantarme a esa hora de la madrugada ya que soy una persona que tan tarde sea la hora siempre me despertaré antes de que el sol salga. Luego de haber sentido la perturbación me vestí rapidamente, y en una bolsa ingresé mi Comunicador, mi pica láser, mi sable láser, mi material médico, mi comida concentrada, y la multiherramienta, en fin cosas importantes para un viaje, salí de mi recámara, y comenzé a caminar por los Pasillos hasta llegar a la puerta de seguridad que llevaba acceso al Hangar de la Academia Jedi, rápidamente ingresé por ella, y observé entre varias naves, mi Caza X-Wing que resaltaba por su color dorado en su vidrio.



Rápidamente preparé mi nave, y luego se apareció mi androide de protocolo ofreciendome ayuda, pero le dije que ya conozco el camino y que no necesitaba su ayuda y comenzé a encender los motores, y comenzé a despegar al rato de haberse calentado los motores, mientras salía de la atmosfera del planeta Alderaan, comenzé a subir los hiperpropulsores llevandome más rápido a la galaxia, mientras salí de ahí, el Sol comenzaba a mostrarse en el planeta Alderaan, y me cegó un poco, y dejé la nave en modo automático, pero rápidamente me recuperé y seguí el camino hacia Endor.



Luego de haber pasado varias horas en la galaxia, observé el planeta Endor y a su luna que giraba alderedor de ella. Lentamente entro a la atmosfera del planeta Endor, y desde la altura que estoy observo el gran bosque extenso del planeta, sus lagunas, las altas chozas de los Ewoks, y comienzo a buscar un terreno plano para un aterrizaje menos forzoso. Al encontrar un terreno ideable para el aterrizaje comienzo a descender en el hasta tocar el suelo y hacer un aterrizaje perfecto, antes de abrir mi cabina, mi Comunicador emitió un ruido extraño pero no le presté atención, y comenzé a seguir el camino hacia el bosque húmedo de Endor con una bolsa sobre mi espalda.




Al entrar al bosque en la calurosa tarde en Endor, sentí una presencia que se acercaba hacia de mi desde atrás, y rápidamente volteé hacia atrás para ver que era, y no había nada, solo mis pasos marcados en el medio bosque, y cuando seguí mi camino en el frente me encontré a alguien... era un joven encapuchado exceptuando su cara que la reconocí rápidamente y dejé caer mi bolsa de herramientas. Aquel tipo era... mi hijo, Arcier Linsteck, quién no lo veía desde que se marchó de Dantooine cuando yo estaba en Ossus, lo había creído perdido, pero no fallé mis esperanzas en volver a verlo, y rápidamente se dirigió hacia mi de forma lenta y me dirigió unas palabras...


- Kol Linsteck... el hombre que es mi padre ¿Por acá? - Me preguntó y se quedó observandome de manera fija.
- Arcier... Mi hijo, eso te digo yo a ti, buscándote por años en cualquier rincón de un planeta hasta que me di por vencido por primera vez- Le respondí rápidamente.
- Bueno, Padre, ya sabes como era yo, un joven testarudo, algo rebelde, y no estaba conforme a las normas que habían en Dantooine, asi que me perdí en la Galaxia, hice algunos nuevos amigos por Tatooine, Bespin, Coruscant, Naboo, y acá en Endor, pero he vuelto porque un viejo amigo necesita mi ayuda... - Me comentó Arcier.
- ¡Ahhh! Entiendo, supongo que también viniste a ayudar... al viejo Maestro Kavar, de la resistencia Jedi de hace muchas decadas - Murmuré al saber que también había venido por lo mismo.
- ¿Cómo sabes?. Ehhh, no sabía que tampoco lo conocías, ya que es una persona solitaria. - Me preguntaba de nuevo Arcier.
- Pues, no eres el único, en fin, tuvo muchos amigos, y soy de los pocos que quedan vivos al igual que tú... Se te olvidó algo, dame un abrazo por los viejos tiempos, hijo. - Le respondía nuevamente.
- Ahh ya veo, Padre, perdona mi reacción - lo decía mientras me abrazaba.

Luego de dirigirnos algunas palabras entre los dos, seguimos caminando en el bosque rumbo hacia la cabaña del antiguo Maestro Kavar y saber lo que quería de ambos...

Continuará después.

Muy buen roleo, las imágenes están bien puestas ya que ayudan a su imaginación. Me gusto mucho maestro

Buen roleo sinceramente... para ser un jeditukky jejejejeje

Bueno de haberme encontrado con mi hijo que no lo había visto desde hace varios años, y me había explicado las razones de su partida, y fueron cosas personales para él, pero yo debía respetar su decisión aunque quería que volviera. Ambos seguíamos caminando por el gran extenso bosque de Endor viendo todo tipos de animales, insectos, plantas, materiales oxidados y abandonados, hasta que casi al atardecer un grupo de Ewoks pasaron corriendo por un río y gritaban sonidos raros en su idioma y luego se detuvieron para mirarnos, se quedaron un rato así y luego siguieron su rumbo, iban en manada de 10 ewoks o más...



Luego de eso, Arcier y yo nos quedamos extrañados al ver esa manada corriendo y a la vez gritando como si estuvieran alertando algo. Luego de caminar un rato más siendo ya de noche, vimos una cabaña donde por la ventana sobresalía la luz de unas velas.



- ¡Ahí está la cabaña, ya hemos llegado! - Exclamé con alegría tras haber recorrido un largo camino.
- Por lo visto, creo que esta es la cabaña, padre - Respondía Arcier.
- Vamos adentro a saludar al viejo Maestro Kavar - Lo dije mientras me dirigía hacia la puerta de la cabaña.

Al tocar la puerta de la cabaña, se abrió la puerta repentinamente, y salió un joven con unas túnicas parecidas a la de un Jedi, y el joven se quedó sorprendido al ver que habíamos llegado a la cabaña, y nos preguntó:



- ¿Qué hacen ustedes acá? Nunca los había visto por acá... - Decía con una voz insegura el muchacho.
- Vengo a ver a un viejo amigo, al Maestro Kavar - Le respondía con una mirada fija y dejaba caer el bolso sobre el suelo.
- ¡Dejalo pasar muchacho! - Se escuchó una voz anciana que venía desde una habitación - ¡Es el Maestro Linsteck del que te hablé hace días!.
- ¡Ahhh, perdone Maestro Linsteck! - Se disculpaba el muchacho a la vez me reverinciaba - Es que no lo reconocí perfectamente, solo noté presencias de usuarios de la Fuerza que se acercaban, y pensé que podrían ser Sith ¡Pasen adelante! - lo dijo mientras me terminaba de reverenciar.
- Déjalo así, chico, que eres un Padawan todavía por lo visto - Le respondía amablemente, y cojía mi bolso de nuevo mientras que Arcier entraba a la cabaña.

Luego de haber entrado a la cabaña, dejé mi bolso en una silla de madera, y me dirigí junto con el muchacho y Arcier hacia la habitación del Ermitaño Jedi, al entrar, el estaba acostado en una cama, y su apariencia física era de una persona muy mayor de edad, por su cara, se notaba que pasó muchas cosas, y estaba cerca de su fin ya que eso lo presentía con la Fuerza, a su lado, tenía un bastón con el que a veces se sujetaba, su cajón de objetos personales, y sus viejas túnicas. Al vernos a los soltó una sonrisa.



- Por fin has llegado, Kol, te ves mucho más diferente que de hace algunos años - Me decía el Maestro Kavar refiriendose a mi cambio de apariencia sobretodo con mi barba - Y veo que te encontraste con tu hijo, me alegra eso. - Murmuró.

- Jeje, viejo Maestro, ya sabes, el tiempo cambia a uno, pero nadie cambia al tiempo... Gracias por llamarnos a los dos, y creo que no solo fue coincidencia, sino que lo hiciste para que nos vieramos - Le respondía con una velocidad lenta.

- Viejo Kavar... Caí en tu trampa por lo visto, jajaja - Se entrometía en la conversación Arcier.

- Si, caíste, pero sabes que lo hecho con un buen fin para que se re-encuentren, y se conecten - Respondió el Anciano Kavar - Bueno, yendo al grano, necesito sus ayudas en este planeta, no he mandado a este chico que por cierto se llama Zek Singh - En ese momento el joven se nos presentó con su nombre - Y bueno, no lo quería mandar a él solo ya que no conoce completamente el bosque de Endor como tú, y además no puedo quedarme solo en mi edad avanzada. - Así terminaba de hablar.

- Mmm, entiendo, Maestro, ya veo que necesita nuestra ayuda, no se preocupe ya que estamos los dos acá y no le fallaremos, por ahora... Diganos... ¿Qué es lo que necesita? - Le preguntaba con un tono interrogativo.

- Bueno... - Lo dijo mientras miraba hacia abajo - Yo tenía una mascota llamada "Ritrok", era un roedor de la raza Teek, y los Ewoks no se llevan bien con ellos, y el un día para traerme algo de comida del bosque se encontró con una manada de Ewoks, y lo apresaron en su Aldea, pero el escapó según Zek que fue a ver si lo encontraba, y actualmente Zek está perdido por el bosque, y no sabe guiarse bien, y otro problema es que... los ewoks también lo andan buscando para cazarlo, y conocen mejor el bosque qué el... y necesito que lo encuentren y lo traigan para acá - Y levantó su mirada hacia mi cuando terminó de hablar.

- Vaya, ¡Con razón, ahora había un grupo de Ewoks corriendo por el bosque y gritando! - Interrumpía Arcier.

- Sí, eso es verdad - Le daba la razón a Arcier - Pero, Maestro, cómo le dije no se preocupe que acá estamos los dos, y entendemos la situación, lo ayudaremos, por cierto una duda ¿Porque los Ewoks lo quieren apresar? - Le preguntaba de nuevo al Maestro Kavar.

- Pues - Respondía rápidamente - Según ellos, un Teek es de mala suerte para su Aldea si están por ahi cerca, al parecer, Ritrok se confundió y llegó sin querer a la Aldea, supongo yo - Terminó de decir esas palabras al toser.

- Y eso que yo pensé que los Ewoks eran una raza pacífica - Se entrometía nuevamente Arcier.

- Sí, lo son, pero hay que respetar sus creencias... - Le respondía el joven Zek.

- Bueno, creo que es hora de cenen algo, y vayan a acostarse que es mejor que se despierten temprano qué por mientras sea de día es mejo la búsqueda sobretodo con ayuda de la Fuerza, ahora mi discípulo Zek los guiará a sus habitaciones - Lo decía mientras señalaba al Joven Zek y apagaba las velas al soplar - Buenas noches, y que la fuerza los guíe. - Terminó de hablar en el abrir y cerrar de ojos

[- Bueno, siganme los llevaré a sus respectivas habitaciones - Nos decía el discípulo Zek

Luego de marcharnos de la habitación del viejo Maestro Kavar, su discípulo nos llevó a unas habitaciones, y allí despojamos nuestras pertenencias, y antes de dormir, me puse a meditar durante, y luego me marché hacia la cama a dormir, al pasar las horas tumbado en mi cama tuve una visión en el cual se veía a un ser pequeño escondido debajo de un gran tronco de un arbol, se percibía que estaba asustado, y entonces me desperté, y me di cuenta que era la mascota domestica de Kavar. Luego me volví a acostar esperando que pasara la noche y que llegara al día hasta que salió el sol y comenzó a golpearme a través de unos pequeños agujeros de la cabaña de lo cual me hizo despertarme completamente, me preparé, y cojí todas las cosas que iba a llevar, desperté a mi hijo, Arcier, y ambos salimos de la cabaña a una hora muy temprana...

Buen roleo Josep xD, ya con tan solo decir que era un droide como dios se viene C3PO. xD

Me ha gustado mucho, espero que cuides bien de tu mascota

me gusto esa imagen del tekk me la pongo de avatar men

mu bueno el roleo men