Inicio en la Oscuridad [Relan]
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Inicio en la Oscuridad [Relan]
Sith
Los gritos de dolor rasgaban la noche en Rhen Var. El poblado entero estaba ya al tanto de que una de sus inquilinas, Fyla, la esposa del cazador, contenía en sus entrañas un bebé. Un bebé que había pasado casi diez meses en gestación, y esa misma tarde había mostrado estar listo para ver la luz del mundo.
En el hogar de Fyla (en vista de que en Rhen Var no habían centros médicos cercanos) permanecían ella, dos droides médicos, Neork, el cazador, y un misterioso encapuchado, que según aseguraba él, le seguía la pista a alguien inombrable.
Fyla gritaba cada vez más fuerte, y sus gritos, acompañados de sus lágrimas, mostraban un profundo dolor. Tras unos instantes de alaridos continuados, el encapuchado gritó también.
- ¡ Empuja Fyla, ya casi está ! ¡¡¡ EMPUJA !!! . -
Y con un tremendo grito, superior a todos los demás, Fyla apretó la mano de su esposo, y se inclinó levemente hacia adelante, haciendo apego de todas sus fuerzas para expulsar de su interior a su bebé.
Fyla dejó de gritar para iniciar un continuo jadeo, mostrando su cansancio. Los jadeos fueron únicamente rotos por el llanto de una criatura que acababa de abrir los ojos.
La voz del encapuchado, que sostenía a la criatura en sus brazos murmuró con una sonrisa.
- Es un niño. Enhorabuena -
Y entregó al niño a lo brazos de la madre, que jadeaba, pero también lloraba de felicidad. Neork también lloraba de felicidad, y besaba la cabeza de su mujer.
Lo que ninguno se imaginaba, es que ese niño significaba también la condena de todo un pueblo.
Horas más tarde...
A pesar de las altas horas de la noche, aún jugaban niños entre la nieve. Era algo que pasaba muy a menudo, pues en medio de la nada, el compañerismo y la diversión eran buenos contrarios del tedio, que asolaba a diario a cualquier persona activa.
Sin embargo, hacía rato que los niños se habían callado. Y se habían callado todos de golpe, que era lo más raro se la situación. Fyla se había dado cuenta de ello, y la curiosidad la inundaba por dentro, pero se sentía demasiado débil como para levantarse. Demasiado hacía permaneciendo despierta, y observando a su hijo, que reposaba en un pesebre improvisado.
Pero de repente, la puerta de la caseta se abrió, y una figura apareció en el umbral, despertando al cazador.
Iba vestido completamente de negro, salvaguardado por una armadura y una máscara, intimidando a Fyla y a Neork. Además, portaba un sable láser, que mostraba un haz de luz rojo. Ese sable emitía de su interior, más allá de circuitos y cables de plata, un tremendo poder. Neork tomó su pistola Bryar del suelo. Había oído hablar de los Sith, y no le gustaban lo más mínimo, pero no iba a pararse a averiguar por qué habían ido a buscarlos.
Disparó sin piedad contra la figura oscura, que se había adentrado ya en la casa. Sin embargo, con simples movimientos de sable, que al parecer realizó sin el menor esfuerzo, desvió todos los disparos de Neork. Y los mismos disparos que el cazador efectuó, fueron a parar contra su cuerpo. Neork se desplomó con un sonoro ruido en el suelo muerto.
Entonces Fyla comenzó a gritar de terror.
- ¡¡ NO !! ¡¡ SOCORRO !! . -
El encapuchado avanzó en silencio hacia Fyla, y hablo con total seguridad.
- Demasiado tenéis como para que me haya dignado a venir hasta aquí.
Nadie puede ayudarte, nisiquiera esa escoria Jedi que me estaba persiguiendo. Pero tranquila, deberías estar orgulloso. El niño que ha nacido de tus entrañas alcanzará un día un puesto en la cima del poder. Yo me encargaré personalmente de ello. -
Y con las mismas, sin darle tiempo de replicar, enterró el sable láser en el estómago de Fyla, que quedó boquiabierta. Estaba demasiado débil como para luchar contra la muerte, y cerró los ojos, para siempre.
El niño había roto a llorar debido al continuo ruido provocado por los otros tres, de los cuales solo uno quedaba vivo. El Sith apagó su sable y lo ocultó en su manga. Avanzó entonces a un lado de la cama, y tomó al niño del pesebre, alzándolo sobre él.
Lo sostuvo entonces con un brazo, apoyándolo en él, y posó su mano libre sobre el cráneo del niño. En tan solo un segundo, el niño cerró los ojos y se quedó profundamente dormido.
Años más tarde...
Hola, Aprendiz.
Archmage asintió a modo de saludo, y murmuró.
Saludos, Maestro.
Los gritos de dolor rasgaban la noche en Rhen Var. El poblado entero estaba ya al tanto de que una de sus inquilinas, Fyla, la esposa del cazador, contenía en sus entrañas un bebé. Un bebé que había pasado casi diez meses en gestación, y esa misma tarde había mostrado estar listo para ver la luz del mundo.
En el hogar de Fyla (en vista de que en Rhen Var no habían centros médicos cercanos) permanecían ella, dos droides médicos, Neork, el cazador, y un misterioso encapuchado, que según aseguraba él, le seguía la pista a alguien inombrable.
Fyla gritaba cada vez más fuerte, y sus gritos, acompañados de sus lágrimas, mostraban un profundo dolor. Tras unos instantes de alaridos continuados, el encapuchado gritó también.
- ¡ Empuja Fyla, ya casi está ! ¡¡¡ EMPUJA !!! . -
Y con un tremendo grito, superior a todos los demás, Fyla apretó la mano de su esposo, y se inclinó levemente hacia adelante, haciendo apego de todas sus fuerzas para expulsar de su interior a su bebé.
Fyla dejó de gritar para iniciar un continuo jadeo, mostrando su cansancio. Los jadeos fueron únicamente rotos por el llanto de una criatura que acababa de abrir los ojos.
La voz del encapuchado, que sostenía a la criatura en sus brazos murmuró con una sonrisa.
- Es un niño. Enhorabuena -
Y entregó al niño a lo brazos de la madre, que jadeaba, pero también lloraba de felicidad. Neork también lloraba de felicidad, y besaba la cabeza de su mujer.
Lo que ninguno se imaginaba, es que ese niño significaba también la condena de todo un pueblo.
Horas más tarde...
A pesar de las altas horas de la noche, aún jugaban niños entre la nieve. Era algo que pasaba muy a menudo, pues en medio de la nada, el compañerismo y la diversión eran buenos contrarios del tedio, que asolaba a diario a cualquier persona activa.
Sin embargo, hacía rato que los niños se habían callado. Y se habían callado todos de golpe, que era lo más raro se la situación. Fyla se había dado cuenta de ello, y la curiosidad la inundaba por dentro, pero se sentía demasiado débil como para levantarse. Demasiado hacía permaneciendo despierta, y observando a su hijo, que reposaba en un pesebre improvisado.
Pero de repente, la puerta de la caseta se abrió, y una figura apareció en el umbral, despertando al cazador.
Iba vestido completamente de negro, salvaguardado por una armadura y una máscara, intimidando a Fyla y a Neork. Además, portaba un sable láser, que mostraba un haz de luz rojo. Ese sable emitía de su interior, más allá de circuitos y cables de plata, un tremendo poder. Neork tomó su pistola Bryar del suelo. Había oído hablar de los Sith, y no le gustaban lo más mínimo, pero no iba a pararse a averiguar por qué habían ido a buscarlos.
Disparó sin piedad contra la figura oscura, que se había adentrado ya en la casa. Sin embargo, con simples movimientos de sable, que al parecer realizó sin el menor esfuerzo, desvió todos los disparos de Neork. Y los mismos disparos que el cazador efectuó, fueron a parar contra su cuerpo. Neork se desplomó con un sonoro ruido en el suelo muerto.
Entonces Fyla comenzó a gritar de terror.
- ¡¡ NO !! ¡¡ SOCORRO !! . -
El encapuchado avanzó en silencio hacia Fyla, y hablo con total seguridad.
- Demasiado tenéis como para que me haya dignado a venir hasta aquí.
Nadie puede ayudarte, nisiquiera esa escoria Jedi que me estaba persiguiendo. Pero tranquila, deberías estar orgulloso. El niño que ha nacido de tus entrañas alcanzará un día un puesto en la cima del poder. Yo me encargaré personalmente de ello. -
Y con las mismas, sin darle tiempo de replicar, enterró el sable láser en el estómago de Fyla, que quedó boquiabierta. Estaba demasiado débil como para luchar contra la muerte, y cerró los ojos, para siempre.
El niño había roto a llorar debido al continuo ruido provocado por los otros tres, de los cuales solo uno quedaba vivo. El Sith apagó su sable y lo ocultó en su manga. Avanzó entonces a un lado de la cama, y tomó al niño del pesebre, alzándolo sobre él.
Lo sostuvo entonces con un brazo, apoyándolo en él, y posó su mano libre sobre el cráneo del niño. En tan solo un segundo, el niño cerró los ojos y se quedó profundamente dormido.
Años más tarde...
Hola, Aprendiz.
Archmage asintió a modo de saludo, y murmuró.
Saludos, Maestro.
Última edición por Revan el Mar Jul 03, 2012 8:08 pm, editado 2 veces
Jensaarai- Mensajes : 5197
Fecha de inscripción : 27/08/2011
Re: Inicio en la Oscuridad [Relan]
Jjaajjajajaja buen roleo, me gusta la trama.. el niño malo
Hakvel- Mensajes : 1139
Fecha de inscripción : 23/08/2011
Localización : Arkania
Re: Inicio en la Oscuridad [Relan]
Me gusto bastante el roleo ¿habrá continuación?
Sehil Ahad- Mensajes : 165
Fecha de inscripción : 12/11/2011
Re: Inicio en la Oscuridad [Relan]
Nightrow escribió:Me gusto bastante el roleo ¿habrá continuación?
Sí.
Jensaarai- Mensajes : 5197
Fecha de inscripción : 27/08/2011
Re: Inicio en la Oscuridad [Relan]
Jensa me encanta sabes a que me recuerda?.
Off rol: En la seria Caballeros del Zodiaco (Saga de Hades) en los ultimos capítulos Pandora ( la mano derecha de Hades) le conto a Ikki ( Fénix) que su madre dio a luz a un crío que a los minutos de nacer todos menos ella morieron en esa Mansión menos Pandora, la encargada del nuevo Cuerpo de Hades.
PD: Si no te has visto esa saga de Caballeros Del Zodiaco te la recomiendo, que te vaya bien en los sith y gracias por lo que me diste
Off rol: En la seria Caballeros del Zodiaco (Saga de Hades) en los ultimos capítulos Pandora ( la mano derecha de Hades) le conto a Ikki ( Fénix) que su madre dio a luz a un crío que a los minutos de nacer todos menos ella morieron en esa Mansión menos Pandora, la encargada del nuevo Cuerpo de Hades.
PD: Si no te has visto esa saga de Caballeros Del Zodiaco te la recomiendo, que te vaya bien en los sith y gracias por lo que me diste
Askreh- Mensajes : 725
Fecha de inscripción : 17/05/2012
Edad : 34
Re: Inicio en la Oscuridad [Relan]
No estuvo mal, para ser un principio.
Nysrogh- Mensajes : 1953
Fecha de inscripción : 18/08/2011
Edad : 30
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