[Roleo de la Estrella] Al borde de la muerte.

por Kalix Sáb Mayo 19, 2012 10:53 pm

Estaba entrenando con el Teniente Hazer cuando por megafonía nos dijeron que fuéramos hacia el despacho del Gran Moff. Sentí una perturbación en la fuerza, algo malo había pasado, miré a Hazer y él tampoco estaba tranquilo, pero de todos modos fuimos a ver que pasaba. Una vez dentro del despacho del Gran Moff empezamos a hablar.

- Muy buenas señores -Dijo el Gran Moff Dagon con las manos en la mesa.
- Saludos Gran Moff, ocurre algo -Dije mirando a mi compañero.
- Sí, sí sucede algo, uno de nuestros cruceros ha caído en manos de la república, este crucero transportaba unas armas muy antiguas de la antigua Arkania, tenemos que recuperarlo.
- Sí señor, ¿nos llevará usted en su nave? -Dijo Hazer atento de todos los detalles.
- Sí, os llevaré yo, iréis vosotros dos y un soldado a controlar los controles de la nave, mientras yo me quedaré protegiendo mi nave. Os espero allí.
- Sí señor.

Nos fuimos rápidamente a prepararnos, a coger las armas, etc.. Y cuando estuvimos preparados fuimos hacia la nave del Gran Moff, y como él mismo dijo ahí estaba, esperándonos. Cuando entramos vimos a 8 soldados sentados en los asientos de la nave entre los cuales estaba el que nos habían encomendado para ir con nosotros. Dagon nos comunicó que era uno de los mejores soldados de los que disponían así que podíamos confiar en él. Al cabo de diez minutos despegamos de la superficie de la Estrella de la Muerte.

Destruímos las naves de los alrededores del crucero rápidamente ya que había pocas y poco potentes. Fue fácil aterrizar en el gran crucero, pero una vez dentro las cosas cambiaron. Dagon abrió las compuertas y nuestros soldados salieron disparando mientras el teniente Hazer, el soldado Van Zedd y yo nos quedamos más atrás pues nuestra misión no estaba ahí. Mientras los soldados luchaban nosotros nos infiltramos en el crucero por una puerta trasera de la nave.

- Bueno, ya está hecho lo más difícil ahora solamente hay que ser sigiloso -Dije tranquilo.
- Tienes razón, soldado guarde silencio, no diga ni una sola palabra -Susurró Hazer.

Por suerte, Hazer poseía un mapa del crucero así que sería relativamente sencillo llegar hacía la zona de control de la misma. Justo cuando Hazer abría el mapa dos cloones nos descubrieron pero de un movimiento rápido del brazo conseguí mover una mesa mediante la fuerza y distraerles. Justo en ese momento Van Zedd, sin decir una sola palabra mató a los dos clones con dos disparos certeros a la cabeza.

- Bien, ya hemos llegado a la zona de control -Dije mientras observaba una gran puerta metalica-. Esta puerta no será problema.

Sin pensarlo dos veces, saqué mi sable láser morado y empecé a hacer un agujero en la pared por la que podíamos pasar, mientras les iba explicando la jugada. Cuando terminara de caer la puerta, me retiraría mientras que Hazer y el soldado harían fuego de covertura. Eso hicimos, cuando la puerta cayó Hazer y el soldado empezaron a disparar cuando terminaron de disparar y yo y Hazer pasamos, nos dimos cuenta de que no quedaba nadie hasta que un jedi, bastante viejo se dejó ver.

- ¿Un jedi? Parece bastante fuerte, déjamelo a mi Hazer, dile al soldado que no actúe, solamente si estoy al borde de la muerte, atacadle -Dije mientras apuntaba con mi sable láser al viejo jedi-. Saludos amigo ¿tienes miedo a la muerte?
- No existe la muerte, existe la fuerza -Dijo el jedi mientras sacaba un sable verde y lo encendía.

Rápidamente salté hacia él efectuando un corte hacia su cabeza que esquivó muy agilmente y dando una vuelta intento cortarme las piernas, ataque que también bloquee. Hice un empujón con la fuerza y le impulse un poco hacia atrás, esto me dio tiempo para lanzarle algunas bolas, pero no era suficiente. El jedi vino corriendo hacia mí y me hizo un corte en la pierna así cortándomela. En el suelo y con la mano abierta apunté hacia Hazer que actúo rápidamente matando al jedi.

- Bien hecho Hazer, sin ti no hubiera sobrevivido, llévame a esa silla y toma los mandos de la nave por favor, yo estableceré la comunicación con el Gran Moff -Dije dolorido.
- Será mejor que te tratemos en cuanto antes, dígale a Dagon que venga.

Llamé a Dagon por radio, y acudió en cuanto antes a sanarme, me puso una pierna robótica, pero lo más importante era que todo había salido bien, más o menos, yo seguía como siempre y habíamos conseguido aquellas armas.