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La prueba de ascenso

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Mensaje por Invitado Mar Ago 30, 2011 2:18 pm

Habían sido pocos los sucesos a lo largo de mi vida que habían conseguido ponerme nervioso. Al menos de los que podía acordarme. Los recuerdos de mi infancia eran una nube turbia en mi mente y se confundían con sueños y delirios irreales que, a veces, en mi soledad, me acechaban. Lo cierto es que toda mi vida anterior a la Academia era imprecisa, una parte de mi encerrada en algún lugar remoto que me era imposible de encontrar de nuevo. Pero de lo que recordaba, de mi vida desde que me había convertido en sith, con solo once años, sin duda esa era la ocasión en que más nervioso había estado. Ya había realizado antes otras pruebas, para ascender a aprendiz y solicitar maestro, pero eso era diferente. Había estado mucho tiempo preparándome para aquello. No habían cicatrizado aún las heridas que habían dejado en las palmas de mis manos las horas de entrenamiento con el sable que había estado haciendo. Desde hacía unos meses entrenar era lo único que ocupaba mi tiempo y mi mente. ¿Sería suficiente mi esfuerzo? Debía serlo. Debía ascender. Quería convertirme en Caballero; no, más, quería convertirme en Guardián, en Maestro, en Lord. Quería convertirme en Señor Oscuro, el mayor Señor Oscuro de todos los tiempos. Y, para eso, primero debía superar esa prueba.

Me detuve al final del pasillo central de la Academia, había estado tan inmerso en mis cavilaciones que no había reparado en que ya había llegado. Frente a mí la enorme puerta roja que conducía a la Sala de Pruebas se abría para mostrarme su interior. En medio del salón había una figura de pie con los brazos cruzados sobre su pecho y los ojos cerrados. Su piel era tan clara como oscura era su túnica. Lord Gevura Vermogen. Entré y me situé frente a él. No hizo falta que dijera nada para que supiera de mi presencia. Delicadamente deslizó su mano hasta su cinturón y sacó un sable. Abrió los ojos al mismo tiempo que lo encendía; un halo rojizo iluminó su rostro.

- Empecemos, Yun.

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