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[Roleo de Tatooine] Un sueño algo extraño.

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Mensaje por Defiance Miér Mar 14, 2012 10:52 pm

Pasaban los días en el planeta Tatooine.
Como era habitual todos los días (salvo excepciones en las que había ataques), en Tatooine no se hacía otra cosa más que entrenar, dar clases, etcétera. Existían los compañeros, ya que al paso del tiempo, y de un modo u otro, los recultas, los StormTrooper, y cualquier usuario de cualquier rango, tenía otros de su mismo nivel y acaban por ende creando entre ellos un vínculo leve, sin que se pueda llegar a llamar amistad. Sólo era compañerismo.

Un Coronel Imperial llamado Aznacor se presentaba ante su Darth, llamado Reuz, para saludarle. Este coronel es un hombre alto, de aproximadamente 1,90. Alguien bastante frío, un gran servidor, muy fiel siempre a su Darth. Desde que agarró el primer arma, demostró ser un gran tirador. Y desde que le dieron su primer rango, demostró que sería un gran Sith. Piel semi pálida, algo morena para lo que solían ser los Sith de Tatooine, a los cuales prácticamente nunca les daba el sol.
Coronel Aznacor : Buenos días, mi Darth.
Darth Reuz : Buenos días, Coronel Aznacor, ¿qué tal hoy?
Coronel Aznacor : Muy bien, mi Darth. ¿Algo nuevo?
Darth Reuz : Sí, eso parece. Hemos pillado rondando por la galaxia una nave, de una guerrera Jedi.
Coronel Aznacor : ¿Ha sucedido algo, algún herido?
Darth Reuz : No, tranquilo Coronel. Hemos tardado bastante poco en capturar a esta escoria.
C. Aznacor : ¿Dónde se encuentra?
D. Reuz : En las celdas.
C: Aznacor : Con su permiso, Darth.
Reuz asiente con la cabeza, y como objeto de esto Aznacor rápidamente se dirige a las celdas para ver a la guerrera Jedi.
El Coronel Aznacor, se presenta en las celdas muy rápidamente, y dirige su mirada a la única celda habitada del sector donde se encontraba.
Dentro había un hombre, medio muerto, ahí tirado. Pasa a la siguiente celda. Un wookie, un tanto extraño, no daba señales de vida, debería de estar muerto.
En la siguiente celda vió algo más que a una prisionera.
En el interior de esa celda se encontraba la Guerrera Jedi, de aproximadamente 1,75 de altura. Tenía los ojos verdes, penetraban rápidamente en los tuyos si los mirabas fijamente, y aparentemente tendría unos 25 años, casi la edad de Aznacor. Su pelo rojo estaba caído por sus hombros, recordando a ríos de fuego. Se encontraba tirada en el suelo, con esposas antifuerza en manos y pies. Pese a no tener escapatoria, y a saber que su fin se aproximaba, mantenía su mirada de odio y desprecio hacia los seres que habitaban las instalaciones que la rodeaban. Cuando ve al Coronel que tiene ante él, abre más los ojos, ya que por su altura, debe de levantar más la cabeza.
El coronel no lo duda un momento y abre la celda, y se sienta junto a la Guerrera. El coronel, sonríe, lo cual resultaba extraño en él. Entonces, la Guerrera se queda unos segundos mirando al Coronel.
Coronel Aznacor : ¿Cómo te llamas?
Guerrerra Jedi : Eso no te importa. Vamos, mátame, para eso has venido.
El Coronel le da un fuerte golpe en la cara, lo cual hace que se gire por completo el cuerpo de la Guerrera.
Coronel Aznacor : No te mataré ahora, así si no quieres que te corte esas zarpas que tienes, limítate a responderme.
La Guerrera, ahora algo más temerosa, responde con lentitud.
Guerrera Jedi : Mi... mi nombre es Ashiel.
C. Aznacor : Ah bien, Ashiel. ¿Qué hacías merodeando por las proximidades de nuestro planeta?
Ashiel se queda callada un momento.
C. Aznacor : ¡Responde maldita escoria!
Ashiel : ¡Nada! Sólo había ido en misión de exploración.
Aznacor se ríe de forma arrogante.
Aznacor : Una pena que deba cortarte la cabeza.
El Coronel no duda en sacar su cañón y apuntar a la cabeza de Ashiel.
Cuando se disponía a apretar el gatillo, el Darth Reuz aparece en la celda rápidamente y grita:
Reuz : ¡Están atacándonos, Aznacor! No la mates todavía, quizás nos valga para pedir un rescate por ella. Ve el ala derecha, allí nos encontraremos. Llévate a la escoria.
Aznacor asiente, mientras guarda su cañón.
El ala derecha se encontraba en la otra punta de su posición, y con las dificultades posiblemente tardarían un par de horas en llegar.
Aznacor, coloca una cadena en las esposas de Ashiel y se la lleva.

Si cualquier viaje con alguien siempre es difícil, imagínate entre dos enemigos naturales. Aunque, bueno, nunca se sabe.

Los dos seres discutían constantemente, sin parar. Aznacor siempre creía llevar la razón, y si Ashiel se atrevía a decirle algo, no dudaba el Coronel en encañonarla, sin disparar, ya que el Darth Reuz le había dicho varios minutos antes que no la matase.
Él sólo se limitaba a obedecer la orden, sino... sino posiblemente Ashiel estaría despedazada ya.

En uno de los largos pasillos, un grupo de Jedis, esperaba en las puertas laterales para toparse con el Coronel y el reo.
Rápidamente, un maestro rompe la puerta y no duda en atacar al Coronel. Él, raudo y veloz esquiva rápido su ataque y desenfunda su cañón. Mientras tanto, Ashiel queda en el suelo, ya que el Coronel se ve obligada a soltarla. Un guerrero se acerca por detrás rápidamente para agarrar a Ashiel, pero Aznacor, salta y gira en el aire. En el giro una bala rapidísima sale hacia la cabeza del guerrero y le impacta de lleno, acabando con su existencia. El Coronel sale corriendo a por la presa, y se encierran en un pequeño sótano de armas, en ese mismo pasillo. El Maestro se lamenta, y llegan rápido al encuentro otros dos Maestros.
Dentro, el Coronel y Ashiel se dejan caer al suelo, por la fuerte experiencia que acaban de vivir. Ambos han estado a poco de morir, y necesitan tomar oxígeno un segundo.
El Coronel, adopta rápido una posición erguida, y se postra ante la puerta, y grita:
Aznacor : ¡Si os atrevéis a derribarla, la mato!
Ashiel en ese momento no puede evitar gritar :
Ashiel : ¡NO!
Entonces, Ashiel, luchadora como siempre, se lanza con fuerza contra el Coronel, a pesar de estar desarmada. Éste rápido agarra a la prisionera del cuello, la levanta y la encañona de nuevo sin disparar. Aznacor ajusta más las esposas y la deja caer al suelo.
Fuera, los Maestros Jedi se mantenían en silencio, esperando que Aznacor pensase que se habían marchado.

¿Quién podría predecir lo que sucedería después? Si algo sabemos, es que estos dos seres eran humanos, y como humanos había cosas que aunque fuesen enemigos naturales no podían evitar.

Las horas pasaban allí dentro. Ya hacía 2 horas que habían quedado allí encerrados, y ambos permanecían callados.
Entonces, la muchacha valerosa se atreve a hablar.
Ashiel : ¿No vas a matarme ya? A estas alturas ya habréis liquidado a los míos, y no creo que ninguno de ellos pueda rescatarme.
Aznacor : Bueno, quizá aún valgas para algo. Andamos justos de esclavos.
Ashiel : Vivir como una esclava... me parece repugnante. Si vas a hacer eso, te ruego que me mates. Sé que no te puedo pedir nada, ya que tu forma de ser te impide hacerme caso o no.
Aznacor : Pensáis que nosotros somos los malos. Es cansado que penséis que nosotros somos los malos. Sois unos bichos patéticos. Además, ya llevas mucho tiempo viviendo esclava.
Ashiel ignorando los comentarios se limita a preguntar.
Ashiel : ¿Mucho tiempo viviendo como esclava?
Aznacor : Sí.
Ashiel : ¿De quién?
Aznacor : De ti misma.
Ashiel : ¿De mí misma? -Queda con cara extrañada- ¿por qué he vivido esclava de mí misma?
Aznacor sonríe un poco.
Aznacor : Bueno. Los Jedi siempre decís que encontráis el verdadero poder en la meditación y en la represión de vuestras emociones. Dejas algo natural en ti no brotar al exterior, y ello hace que estés eslcava de ti misma. Siempre habéis aprendido que el arte de la Guerra es someter al enemigo sin luchar. Tenéis un problema: vuestro enemigo no es estúpido.
Ashiel queda callada un momento.
Ashiel : ¿Qué pretendes? Acaso piensas que seré como vosotros... una sesino.
Aznacor : Sé lo que quieras, no me importa. Cuando tenga oportunidad si continuas pensando como un Jedi, te mataré. Tú verás, si haces todo por tu supervivencia o porque pretendes vivir una vida siendo tú misma. Y no siendo un vil insecto galáctico.
Ashiel : Prefiero morir, a sucumbir a algo tan basto como la oscuridad.
En ese momento, Aznacor sonríe, y se gira hacia ella.
Puede ver como la chica tiene los ojos llorosos, y como el sudor cae por todo su cuerpo, haciendo de este un cuerpo más apetecible para cualquier hombre. Aznacor se queda pensando un momento.
Aznacor : Hay algo en ti. No sé qué puede ser, pero me llama la atención-Dice Aznacor muy seguro-.
Ashiel : ¿Ah sí? Acércate y te lo demuestro.
Aznacor sonríe, y se acerca de forma obediente pero sin bajar la guardia. Cuando Aznacor esta cerca, Ashiel le escupe en la cara. Como reacción, Aznacor le da una rápida bofetada, tan fuerte que pareció sonar en toda la base. El golpe fue la gota que colmó el vaso. Ella se echa a llorar.
Aznacor dice de forma fría :
Aznacor : Si vuelves a tocarme la cara, te mato.
Ashiel ahora no hace más que llorar, y no responde.
Aznacor, a pesar de ser un gran guerrero, siempre fue muy sabio, y le gustó siempre conocer cosas de los demás, para así sustentar su poder.
Aznacor : Me parece rastrero que esos a los que tú llamas Maestros, te manden aquí, sola, como dices tú a explorar. A ti, a una mujer.
Ashiel : ¿Una mujer? Una mujer puede obtener el mismo poder que un hombre.
Aznacor : Jajaja, no me hagas reír. Una mujer siempre será inferior a un hombre. La mujer no vale para nada más que apoyar al hombre, porque lo necesita para reproducirse.
Ashiel mira al techo poniendo mala cara.
El silencio vuelve a reinar en l cuarto durante unos minutos.
A todo esto, han pasado ya casi 4 horas desde que están ahí encerrados.
Aznacor : Si sales de aquí viva, cosa que dudo, ¿qué harás?
Ashiel se percata de que Aznacor se está volviendo un poco blando.
Ashiel : No saldré viva de aquí, así que no me paro a pensar en ello.
Aznacor : Creo que no debería de decirte esto, ya que me perjudicaría a mí. Pero ese espíritu es el que te hará acabar enterrada.
Ashiel : Bueno. Posiblemente si salimos de aquí ambos vivos, llegaremos a la superficie de este lugar, y si no me entregas a mis Maestros, quizá con un brazo menos me matarás. Y si no sucede ninguna de las dos, me tendrás aquí presa. Y como ya te he dicho antes de ser presa, me suicidio.
Aznacor : Tienes demasiadas agallas para ser una Jedi. Quizá tengas más coraje del que pensaba que tendrías.
Ashiel : No importa lo que seas, Jedi o Sith. Sólo importa el ser, no el lado de la fuerza al que pertenece.
Aznacor : Permíteme. Yo no uso eso que llamáis fuerza.
Ashiel : Bueno. Ya me entiendes...
Aznacor : Vuestras enseñanzas os encierran en un yo, creado por vuestros Maestros, el cual nunca es verdadero y mucho menos cierto.
Ashiel : Vosotros pensáis de un modo, nosotros pensamos de otro. Creo que eso está más que demostrado.
Aznacor ahora mira a Ashiel con otros ojos. Ya no la ve como una presa, ahora la ve como alguien interesante.
Mientras ríe, Aznacor aún en su tono arrogante dice :
Aznacor : Me has caído bien.
Ashiel se queda callada, no sabe qué decir.
Pasan varios minutos, y al comunicador de Aznacor llega un mensaje de su Darth Reuz.
Darth Reuz : Rápido Aznacor, salid ahora mismo a la superficie, la batalla se está librando aquí.
Aznacor : ¿Qué hago con la presa?
Darth Reuz : Mátala.
La puñalada fue certera para él y para ella. Aunque más para ella. Aznacor no sabía por qué, pero le daba al sensación de que el cadáver de esa muchacha, enemiga natural suya le iba a pesar más que el de cualquier Jedi, que había matado antes. La muchacha, mientras, se mantuvo serena.
Aznacor agarra la cadena de las esposas de Ashiel y salen de ese cuarto caminando, con lentitud.
Ashiel : Vamos. Mátame, ya has oído a tu Darth.
Aznacor no responde. No sabe qué responder. Ashiel agarra el cañón de Aznacor y lo pone rápido en su cabeza.
Aznacor la mira con sus ojos fríos, pero ahora algo más expresivos. El Coronel duda un segundo que hacer, y en su cabeza se crea un dilema.
No puede matarla tan fácilmente, ese no es el plan. El plan es devolverla, ella viva. No debe de morir así. Pero, no puede desobedecer las órdenes de su Darth, o será él el muerto. Aznacor sale rápidamente a la superficie con ella aún esposada. La arrodilla en la superficie, en la que se escuchaban disparos, golpes, gritos al otro lado de un pequeño bosque. Aznacor coloca el cañón de su arma en la cabeza de la muchacha, y ella no puede evitar dejar caer unas lágrimas, y apretar los dientes. Sobre la superficie de Tatooine cae una fuerte lluvia que no tarda en mojarles a ambos. Pasan varios segundos en los que el Coronel se encuentra apuntando a la Guerrera, y ella mirando al suelo en espera de que su vida se esfume de su cuerpo.
Ashiel : ¿A qué espera Coronel? Estoy preparada para ser unir con la fuerza.
Aznacor : Te haré una última pregunta. ¿Crees que hay otra vida?
Ashiel : No lo sé. Ahora lo comprobaré.
Aznacor : Aún no te mataré, quizá me puedas servir para venderte por algunos dactarios.
Aznacor realmente no quiere venderla, sólo es una excusa.
Detrás de ellos, se escucha la atronadora voz de su Darth Reuz.
D. Reuz : ¡Vamos Aznacor, mátala!
Aznacor : ¡Un momento señor, quizá nos pueda valer como esclava!
D. Reuz : ¡Pero qué dices, vamos, mátala!
Ashiel gira su cabeza hacia Aznacor, el cual tiene la suya girada hacia el Darth Reuz. La muchacha no lo duda, y aprovecha ese momento para agarrar el cañón de Aznacor y girarlo hacia su cuerpo. La muchacha aprieta el gatillo y dispara contra el cuerpo de Aznacor, haciéndolo caer con una herida en el bazo, y medio muerto.
La vista de Aznacor de repente se nubla, y observa como un torbellino delante de él.
Entonces, despierta.
Aznacor se incorpora, sudando, y se pone rápido en pie.
Aznacor piensa : Menos mal, sólo ha sido un sueño...
Rápido se coloca su uniforme y se presenta como todas las mañanas ante su Darth Ruez.
Aznacor : Buenos días, Darth Ruez, ¿cómo se encuentra?
D. Reuz : Bien, Coronel.
Aznacor : ¿Alguna novedad?
D. Ruez : Sí, eso parece. Hemos capturado una Jedi que rondaba con su nave las proximidades de Tatooine.
En ese momento, Aznacor esboza una leve sonrisa.
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Mensaje por Neguer. Miér Mar 14, 2012 10:55 pm

que buen roleo
Neguer.
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