[Roleo de Achillea + Obtención] Un viaje con sorpresas (Revisado)

En el interior de la Academia Jedi de Achillea, yacía el Guardián Walsgaf sobre unas rocas meditando sobre unos acontecimientos pasados.
Tras doce largas horas meditando, el Guardián Walsgaf decidió ponerse en pie e ir a buscar a uno de sus Padawans, Storm. Éste se encontraba en una clase teórica con el Instructor Gres y varios iniciados.
¡¡Storm!!, ¿dónde estás? -interrumpió el Guardián Walsgaf la clase con su grito-
Aquí Guardián, estoy aquí... -contestó Storm ante el grito de Walsgaf-
Storm, ven conmigo inmediatamente. Tenemos cosas juntos que hacer. -le dijo el Guardián Walsgaf tras contestar Padawan Storm...-
El Padawan Storm y su Maestro, el Guardián Walsgaf, caminaron a paso ligero hasta una pequeña cueva situada cerca de la fortaleza de la Academia, donde habían rocas y hojas para que éstos pudieran meditar y descansar bien en la cueva.



Comenzaron a caminar lentamente hacia el interior de la cueva, adentrándose así cada vez más.
Una vez adentrados hasta el final de la cueva, el Padawan Storm y el Guardián Walsgaf se deshicieron de sus sables láser y de sus túnicas lanzandolas al suelo.
Una vez tiradas las cosas en el suelo, el Padawan Storm y el Guardián Walsgaf se sentaron en el frío y húmedo suelo de la cueva.
Concéntrate y deja la mente en blanco, al anochecer partiremos... -dijo el Guardián Walsgaf mientras cerraba los ojos...-

CONTINUARÁ...

Horas más tarde, avistaron un planeta a lo lejos ya conocido por ellos, Ilum.



La nave empezaba a disminuir la velocidad a medida que se iba acercando a la Superficie del planeta.
El frío rodeaba el exterior de la nave, dejando pequeños puntos de hielo por el frío extremo.
Storm y Walsgaf se detuvieron a escasos metros del suelo congelado, cuando de pronto se desplegó del tren de aterrizaje de la nave.
Una vez la nave estaba aterrizada en la plataforma de aterrizaje, Storm y Walsgaf se desabrocharon el cinturón y se pusieron en pie sobre el interior de la nave.
Ambos, Storm y Walsgaf, se pusieron sus túnicas por encima y cogieron sus mochilas de expediciones. Un sable láser colgabada de cada mochila.
Una vez estaban listos, presionaron un botón del panel de mando para que se abriera la cabina de la nave. Una vez abierta, la nave empezó a enfriarse brutalmente por dentro.
- Qué, ¿estás preparado Storm? -dijo Walsgaf mientras salía d ela nave pegando un salto-
- Sí Maestro, vamos. -contestó a la pregunta mientras salaba detrás de Walsgaf-
Ambos cayeron de pie sobre el suelo helado. Storm se revaló al caer, pero se puso en pie al momento de caerse gracias a Walsgaf.
- ¿Estás bien? -preguntó Waslgaf mientras le prestaba su mano para ayudarle a levantarse-
- Sí, no me ha pasado nada. -contestó Storm cogiendo y estirando de la mano de Walsgaf, levantándose así del suelo-
Se pusieron en pie y comenzaron a caminar con cuidado de no caerse, ya que era costoso caminar por la Superficie del planeta por la nieve.
Caminaron durante varias horas hasta llegar a una cueva. Nada más entrar, encontraron una mochila con varias cosas en su interior.
Walsgaf se agachó, abrió la mochila y observó en su interior. Dentro de ésta había un sable láser azul, un cristal azul y una túnica Jedi.
- ¿Qué hay en la Mochila, Maestro? -preguntó Storm intentando mirar la mochila-
- Pues... hay... un sable láser azul, un cristal azul y una túnica que parece ser de un Jedi... -contestó Walsgaf a la pregunta de Storm-
Walsgaf cogió la mochila con ambas manos y se la colgó de su hombro izquierdo.
Se adentraron en la cueva con cuidado, apoyándose en las paredes para no caerse al suelo. Cogieron sus sables láser y los prendieron para iluminar su camino.
. No se ve nada... -dijeron ambos a la vez- Jeje, que coincidencia.
- Sigamos más adentro. -dijo Walsgaf mientras caminaba hacia el interior de la cueva-
Tras caminar varios minutos, llegaron a un lugar en el cuál habían muchas cosas tiradas por el suelo.
- Pero... ¡¿qué es esto?! -exclamó Walsgaf al ver todas las cosas tiradas por el suelo-
- Bueno, nosotros a lo nuestro. -dijo Storm mientras cogía su sable láser con ambas manos, iluminando así su camino-
- Quedemonos aquí a descansar un poco, llevamos mucho caminando ya... -dijo Walsgaf mientras se dejaba caer al suelo por el peso de las mochilas-
- Vale, descansemos un poco. -dijo cayendose al suelo por el cansancio-
Ambos se descolgaron las mochilas una vez estaban en el suelo y abrieron sus mochilas, sacando del interior de ésta una cantimplora llena de agua natural.
Apagaron sus sables láser y pegaron un pequeño trago a la cantimplora.
- En una hora seguiremos. -dijo walsgaf mientras cerradaba y guardaba su cantimplora en la mochila-

CONTINUARÁ

Tras caminar durante cinco minutos, Storm y Walsgaf empezaron a ver la cueva con claridad.
Se quedaron sorprendidos por la gran variedad de colores que desprendían los colores.
Azul, morado, verde, amarillo, morado...

Spoiler:

Tras estar un largo rato mirando los cristales, ambos se deshicieron de sus túnicas dejandolas a un lado de la cueva.
Storm y Walsgaf caminaron durante otros cinco minutos con sus mochilas a la espalda, en la cuál había una pica láser y unos porta-cristales.
La cueva estaba fría y resvaladiza. Storm y Walsgaf temblaban por el frío de la cueva.

Walsgaf se descolgó el sable láser de su cinturón y lo dejó colgando de la parte exterior de la mochila.
Así no nos molestará al caminar. -dijo Walsgaf mirando a Storm de reojo-
Sí, porque si lo llevamos en el cinturón nos va rozando y nos molesta al caminar. -dijo Storm imitando las acciones de Walsgaf-
Llegaron a una zona de la cueva en la cual había una gran variedad de cristales adeganos.
Storm ilusionado, fue corriendo hacia unos cristales de color azul y morado.
¡¡Mira, mira!! -gritó Storm sonriendo al verlos-
Alrededor de los cristales a por los que fue Storm, habían unas rocas que impedían el acceso más adentro. Éstas eran pesadas, lo cuál era imposible de mover a mano.
¿No podemos avanzar más? ¡Vaya aburrimiento! -gritó Storm alterado por las rocas que impedían el paso más adentro-
Tranquilo, con paciencia todo es posible. -le contestó Walsgaf a Storm sonriendo levemente-
Al decir eso, Walsgaf se descolgó la mochila por completo y la dejo a un lado de la cueva.
¿Me ayudas a moverlo mediante la fuerza, Storm? -le preguntó Walsgaf a Storm mientras se acomodaba de pie en el suelo-
¡Claro!, ¿qué hago yo para ayudarte? -le contestó Storm a Walsgaf algo impaciente por las ansias de ayudarle-
Walsgaf se mantuvo de pie un rato mientras concentraba los midiclorianos en sus manos.
Storm, al ver que Walsgaf iba a intentar mover las rocas con la Fuerza, hizo sus mismos movimientos.
Tras varios intentos lograron mover mediante la Fuerza. Movieron las rocas una a una y las dejaron a un lado de la cueva, dejando la vía libre para seguir caminando.
Bien hecho, Storm. -dijo Walsgaf sonriendo levemente-
Gracias Maestro. -contestó Storm devolviendole la sonrisa-
Ambos cogieron sus pertenencias del suelo y siguieron caminando más adentro de la cueva, hasta llegar a una zona completamente llena de cristales...

Spoiler:

Tras haber conseguido lo que buscaban, Walsgaf y Storm caminaron hasta el exterior de la cueva.
Una vez llegaron al exterior se pusieron de nuevo sus túnicas para no congelarse de frío.
A lo lejos se observaba su nave totalmente congelada por el fuerte frío que hacía en el planeta...
Walsgaf y Storm se acercaron lentamente a la nave y se detuvieron unos metros antes de llegar a ella.
Eh, ¿cómo pasamos ahora al interior de la nave? -dijo Storm asustado por temor a no poder volver-
No te preocupes por la nave, al abrir la compuerta agrietará el hielo y podremos pasar sin problemas. -contestó Walsgaf mientras pulsaba un botón de su pulsera-
Al pulsar el botón, la nave empezó a forzar la compuerta, haciendo que ésta atravesara el hielo por la presión.
Al abrirse la compuerta de la nave, Walsgaf y Storm se adentraron en la nave y la cerraron inmediatamente.
Tras estar un largo rato en el interior de la nave entrando en calor, prendieron los motores y los paneles de navegación...
La nave empezó a ascender lentamente, replegó el tren de aterrizaje y aumentó la velocidad hasta salir de la atmósfera del planeta.
Una vez salió la nave de la atmósfera del planeta, Walsgaf y Storm se acomodaron en los asientos y pusieron rumbo a su planeta, Achillea.