[Roleo de Ossus] Batalla en Ossus
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[Roleo de Ossus] Batalla en Ossus
Capítulo I
El Caballero Jedi, encapuchado, paseaba por los pasillos de Ossus. Éste, escuchando ruidos al fondo del pasillo, dirigió su mano a su sable láser y lo encendió. Las voces empezaban a sonar más cercanas a medida que avanzaba. El Caballero Jedi, buscando de dónde provenían las voces, no encontraba resultado. Después de 5 minutos, tras haber recorrido todo el Templo, se sentó en un almohadón de tono grisáceo al lado de las grandes puertas de la Biblioteca. El Jedi, observaba el panorama mientras daba vueltas en su cabeza el qué podría haber sucedido. Un sonido que procedía de fuera del Templo le llamó la antención a la única persona que habitaba el Templo en ese momento. Las antorchas empezaron a apagarse, el calor se desvanecía mientras el frío se asentaba en el Templo.
El Caballero, se acercó veloz a la puerta principal del Templo, observando que una nave había descendido. Por los estímulos que percibió, pensó en un usuario del Lado Oscuro. El Jedi, se dirigió a la superficie con prisa mientras encendía de nuevo su sable láser. Al llegar, pudo observar un aura oscura al lado de una nave. El individuo se quitó la capucha, provocando una pequeña humareda negra.
-Hola Rakdos- decía el individuo.
-¿Quién eres?- preguntaba Rakdos.
-No te hagas el tonto y volvamos al Templo...-decía mientras se arreglaba su túnica.
Rakdos, se acercó a él con el sable entrecruzando su rostro. El individuo, encendió su sable de hoja verde y se puso de la misma forma que el Caballero.
-¿Jandet?- preguntaba Rakdos bajando un poco su sable.
-Pensaba que me olvidarías joven- contestaba mientras tosía.
-No Maestro, usted es uno de mis más preciados recuerdos hasta el momento- añadía Rakdos apagando su sable.
-Gracias Rakdos, este comienzo a casa es agradable- respondía el Maestro Jandet.
-Volvamos al Templo Maestro, no es el mejor lugar para hablar-decía Rakdos mientras se ponía en marcha al Templo.
Los dos jedis, de camino al Templo, iban comentando el panorama de Ossus, con la sensación de tener hormiguitas en las tripas. Delante de la puerta principal, Jandet se paró y se quitó las túnicas de colores oscuros y con rajas en la parte inferior y en el hombro derecho. Entraron al Templo y se sentaron en dos cómodos sofás en el atrio del Templo mientras conversaban.
-Maestro, ¿cómo es qué venía con esas túnicas? ¿Y por qué se apagaron las antorchas y tanto frío?- preguntaba el Caballero.
-Bueno Rakdos, no se si recuerdas que desaparecí por un tiempo, que fui en busca de un familiar mio y demás, entonces fui capturado en los caminos de Korriban, un lugar muy frio y oscuro. Me mandaron a las celdas y la única forma de liberarme era volviéndome al Lado Oscuro, entonces accedí. Empecé como Aprendiz de un Ejecutor Sith, no recuerdo bien su nombre, pero tenía una mente y un corazón muy oscuro. Después, ascendí a Caballero, y estube bajo prueba de actitud, sacando de mí unas fuertes emociones, las cuales me llevaron a ser Maestro del Sith- respondía el Maestro Jandet siendo interrumpido por Rakdos.
-Pero, ¿usted las sintió?- preguntaba de nuevo el Caballero.
-Déjeme acabar joven -respondía Jandet- Bien, después del Maestro Sith, ya contaba con la confianza de Darth Gevura y de muchos de sus miembros. Pasaron 3 semanas, cosa así y me entregaron una especie de túnicas, las que traía puestas, las cuales se utilizan en los Templos Sith para dar miedo a los enemigos y dan una sensación de poder, pero no lo es. Aquí me tienes, a concluir mi misión, Rakdos - respondía el Maestro Jandet mientras encendía su sable.
Rakdos, saltó del sofá encendiendo su sable. Jandet, riéndose al ver a Rakdos, bajó su sable y le indicó una ventana que daba a la superficie. En ella se observaba una nave imperial grande rodeada por varias naves de Sith. El Maestro Jandet y el Caballero Rakdos, se dirigieron a el cuarto de Rakdos. Pasaron por un pasillo extenso, con antorchas que aún salía el humo. Llegaron a una puerta marrón de tamaño mediano, y entraron. El cuarto del Caballero, estaba muy desordenado.
-¿Quién ha estado aquí?- preguntaba el Caballero.
-Rakdos, ¡no es momento de preguntas, el comunicador!- gritaba el Maestro
-Estaba aqui - mientras rebuscaba en el tercer cajón de su escritorio.
-Está en tu cinturón- decía el Maestro riéndose levemente.
Rakdos, mientras se daba un golpe con la mano izquierda, dirigía su mano derecha a el comunicador. Lo encendió. ´´Vengan a Ossus, estamos siendo atacados``. El comunicador, después de enviar el mensaje, se apagó y los dos Jedis salieron a la puerta principal. El panorama estaba tranquilo, sin movimientos. Los dos Jedis, observaron un movimiento detrás del arbusto situado a la izquierda del camino hacia la superficie.
Continuará...
El Caballero Jedi, encapuchado, paseaba por los pasillos de Ossus. Éste, escuchando ruidos al fondo del pasillo, dirigió su mano a su sable láser y lo encendió. Las voces empezaban a sonar más cercanas a medida que avanzaba. El Caballero Jedi, buscando de dónde provenían las voces, no encontraba resultado. Después de 5 minutos, tras haber recorrido todo el Templo, se sentó en un almohadón de tono grisáceo al lado de las grandes puertas de la Biblioteca. El Jedi, observaba el panorama mientras daba vueltas en su cabeza el qué podría haber sucedido. Un sonido que procedía de fuera del Templo le llamó la antención a la única persona que habitaba el Templo en ese momento. Las antorchas empezaron a apagarse, el calor se desvanecía mientras el frío se asentaba en el Templo.
El Caballero, se acercó veloz a la puerta principal del Templo, observando que una nave había descendido. Por los estímulos que percibió, pensó en un usuario del Lado Oscuro. El Jedi, se dirigió a la superficie con prisa mientras encendía de nuevo su sable láser. Al llegar, pudo observar un aura oscura al lado de una nave. El individuo se quitó la capucha, provocando una pequeña humareda negra.
-Hola Rakdos- decía el individuo.
-¿Quién eres?- preguntaba Rakdos.
-No te hagas el tonto y volvamos al Templo...-decía mientras se arreglaba su túnica.
Rakdos, se acercó a él con el sable entrecruzando su rostro. El individuo, encendió su sable de hoja verde y se puso de la misma forma que el Caballero.
-¿Jandet?- preguntaba Rakdos bajando un poco su sable.
-Pensaba que me olvidarías joven- contestaba mientras tosía.
-No Maestro, usted es uno de mis más preciados recuerdos hasta el momento- añadía Rakdos apagando su sable.
-Gracias Rakdos, este comienzo a casa es agradable- respondía el Maestro Jandet.
-Volvamos al Templo Maestro, no es el mejor lugar para hablar-decía Rakdos mientras se ponía en marcha al Templo.
Los dos jedis, de camino al Templo, iban comentando el panorama de Ossus, con la sensación de tener hormiguitas en las tripas. Delante de la puerta principal, Jandet se paró y se quitó las túnicas de colores oscuros y con rajas en la parte inferior y en el hombro derecho. Entraron al Templo y se sentaron en dos cómodos sofás en el atrio del Templo mientras conversaban.
-Maestro, ¿cómo es qué venía con esas túnicas? ¿Y por qué se apagaron las antorchas y tanto frío?- preguntaba el Caballero.
-Bueno Rakdos, no se si recuerdas que desaparecí por un tiempo, que fui en busca de un familiar mio y demás, entonces fui capturado en los caminos de Korriban, un lugar muy frio y oscuro. Me mandaron a las celdas y la única forma de liberarme era volviéndome al Lado Oscuro, entonces accedí. Empecé como Aprendiz de un Ejecutor Sith, no recuerdo bien su nombre, pero tenía una mente y un corazón muy oscuro. Después, ascendí a Caballero, y estube bajo prueba de actitud, sacando de mí unas fuertes emociones, las cuales me llevaron a ser Maestro del Sith- respondía el Maestro Jandet siendo interrumpido por Rakdos.
-Pero, ¿usted las sintió?- preguntaba de nuevo el Caballero.
-Déjeme acabar joven -respondía Jandet- Bien, después del Maestro Sith, ya contaba con la confianza de Darth Gevura y de muchos de sus miembros. Pasaron 3 semanas, cosa así y me entregaron una especie de túnicas, las que traía puestas, las cuales se utilizan en los Templos Sith para dar miedo a los enemigos y dan una sensación de poder, pero no lo es. Aquí me tienes, a concluir mi misión, Rakdos - respondía el Maestro Jandet mientras encendía su sable.
Rakdos, saltó del sofá encendiendo su sable. Jandet, riéndose al ver a Rakdos, bajó su sable y le indicó una ventana que daba a la superficie. En ella se observaba una nave imperial grande rodeada por varias naves de Sith. El Maestro Jandet y el Caballero Rakdos, se dirigieron a el cuarto de Rakdos. Pasaron por un pasillo extenso, con antorchas que aún salía el humo. Llegaron a una puerta marrón de tamaño mediano, y entraron. El cuarto del Caballero, estaba muy desordenado.
-¿Quién ha estado aquí?- preguntaba el Caballero.
-Rakdos, ¡no es momento de preguntas, el comunicador!- gritaba el Maestro
-Estaba aqui - mientras rebuscaba en el tercer cajón de su escritorio.
-Está en tu cinturón- decía el Maestro riéndose levemente.
Rakdos, mientras se daba un golpe con la mano izquierda, dirigía su mano derecha a el comunicador. Lo encendió. ´´Vengan a Ossus, estamos siendo atacados``. El comunicador, después de enviar el mensaje, se apagó y los dos Jedis salieron a la puerta principal. El panorama estaba tranquilo, sin movimientos. Los dos Jedis, observaron un movimiento detrás del arbusto situado a la izquierda del camino hacia la superficie.
Continuará...
Última edición por Rakdos el Dom Ene 15, 2012 12:27 pm, editado 1 vez
Rakdos- Mensajes : 1056
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 31
Re: [Roleo de Ossus] Batalla en Ossus
Interesante integrar a jandet, los colores bien, espero ver lo que sigue y en puedes usar " " como para ciertas cosas si es que tienes problemas para usarlo en vez de esos acentos.
Relan- Mensajes : 1758
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 32
Localización : Pekin, China
Re: [Roleo de Ossus] Batalla en Ossus
Buén roleo Rakdos sígue así!
Multiplaza- Mensajes : 371
Fecha de inscripción : 08/12/2011
Re: [Roleo de Ossus] Batalla en Ossus
Capitulo II
Después de 5 minutos de silencio, una lluvia caía sobre Ossus. No había movimiento, el silencio dominaba en aquel instante. Un rayo plateado desde arriba del cielo llamó la atención a los Jedis. Éstos, pegaron un salto en el aire, observando a lo lejos que sucedía en superficie. En la superficie, había un circulo de Sith rodeando a dos individuos, uno con túnicas negras y sable rojo y otro con túnicas beige con sable plateado. Los dos Jedis se acercaron sigilosamente. Los Jedis, viendo que el número de Sith era no muy grande, entraron en la ayuda del Jedi, quien luchaba contra el Lord Savant.
-¡Rakdos, ocúpate del Guardián! - gritaba Jandet mientras esquivaba los ataques de 2 Sith.
El Caballero Rakdos, se acercó donde el Guardián, el cual se avalanzó sobre él. Rakdos y el Guardián, situados a pocos metros del Jedi y el Lord, mantenían un duro duelo. Los Sith, caían poco a poco, reduciendo a 6 el número de Sith. El Guardián, intentándo desarmar a Rakdos, recibió un empujón de la Fuerza, pero no le sirvió de nada a Rakdos, el Guardián Sith tenía una gran resistencia. Enfurecido, éste último lanzó ahora a Rakdos contra una columna, y en el aire, lo empezó a estrangular. Rakdos, moviéndo su cuerpo de lado a lado rapidamente, quedándose sin aire, se libró del Guardián lanzándole varios ataques seguidos, los cuales casi ni le afectaron. El Caballero, se colocó espalda con espalda con el individuo que luchaba contra el Lord."Agachate cuando te de un taconazo en el gemelo" escuchaba Rakdos mediante la telepatía. Rakdos, recibió ya el taconazo, y cuando se agachó, fijó la mirada del Guardián, dejando al Jedi camino libre para cortarle la cabeza. El Guardián, ya en el suelo muerto, libró a Rakdos, quien fue a ayudar al Maestro. Éste luchaba contra dos aprendices. El Caballero, empujó a uno frente a la pared, y lanzó el sable al Aprendiz, pero el sable no volvió, dejando indefenso a Rakdos. Cuando el Aprendiz iba a por él, Rakdos atrajo su sable, el que aún estaba encendido, y atravesó al Aprendiz. Otro más que caía, ya solo quedaban 2. Ahora Rakdos se dirigió a ayudar al individuo Jedi."Ve a la derecha cuando diga izquierda y cortale el brazo derecho" le decía de nuevo por telepatía.
-¡Izquierda! - gritaba el Individuo moviéndose a la izquierda.
Rakdos, rapidamente, mientras el individuo se movía, el Lord le iba a asentar un corte, pero el Caballero, se fue hacia la derecha, y le cortó el brazo del sable. El Lord quedó indefenso. Rakdos atrajo su sable y el Lord, se quedó sin piernas después del corte del individuo Jedi. Jandet y Rakdos, se reunieron de nuevo. Habían acabado con un pequeño grupo de Sith, pero no era ni el principio.
-Buenas, Jandet. Hola Rakdos, ¿cómo estáis? - decia el individuo quitándos la capucha.
-Saludos Zeo, es un gusto verte de nuevo - respondía Jandet.
-Buenas Zeo - contestaba Rakdos - Vamos dentro del Templo y hablamos allí, aqui no es muy buen lugar - añadía Rakdos.
Los Jedis, ya en el Templo, el cual estaba más frio de lo normal, obligó a los Jedis a arroparse con mantas. Jandet, cuando se creó un silenció empezó a hablar.
-Yo sabía de éste ataque... sabía que vendrían, no debí venir - decía Jandet mientras ponía cara de mal sabor.
-No Jandet, somos Jedis, hermanos, estamos para ayudarnos en lo que sea, has hecho bien en venir- respondía Rakdos
-¿Sabes si vendrán más, Jandet?- preguntaba el Maestro Zeo.
-Vendrá, pero ahora no, ya mañana por la mañana- respondía Jandet- ahora durmamos un poco, será mejor que durmamos aquí - añadía Jandet mientras se acomodaba la cabeza en un cojín del sofá.
-Buenas noches, descansen- decían a la vez Zeo y Rakdos.
-Igualmente - respondía Jandet
Zeo se levantó, y limpiándose las legañas, observaba que un sillón estaba con una manta doblaba sobre él y colocados los cojines. En ese sofá durmió Jandet, el cual no estaba por la zona. Zeo, despertó a Rakdos, quien se levantó de un salto.
-Rakdos, Jandet no está - decía Zeo
-¿Mm? ¿Qué hora es? Habrá salido a por frutas o algo - respondía Rakdos mientras se estiraba.
-No lo sé, pero vamos a buscarlo, aséate y prepárate- comentaba Zeo colocándose su cinturón.
Rakdos, ya preparado y aseado, con unas túnicas grisáceas, estaba esperando a Zeo, el cual se puso unas túnicas del Maestro Mazer. Los dos Jedis, tras haber buscado a Jandet por el Templo, salieron a buscarlo por el exterior del Templo. Tras 15 minutos de búsqueda, no hubo resultado.
-Ya sé dónde tenemos que ir- decía Rakdos - Vamos a las naves, rápido - añadía mientras corría hacia su nave.
Los dos jedis, fueron a la superficie, buscaron su nave, se subierón, marcaron las coordenadas de Korriban y despegaron hacia allí.
Korriban
Continuará...
Después de 5 minutos de silencio, una lluvia caía sobre Ossus. No había movimiento, el silencio dominaba en aquel instante. Un rayo plateado desde arriba del cielo llamó la atención a los Jedis. Éstos, pegaron un salto en el aire, observando a lo lejos que sucedía en superficie. En la superficie, había un circulo de Sith rodeando a dos individuos, uno con túnicas negras y sable rojo y otro con túnicas beige con sable plateado. Los dos Jedis se acercaron sigilosamente. Los Jedis, viendo que el número de Sith era no muy grande, entraron en la ayuda del Jedi, quien luchaba contra el Lord Savant.
-¡Rakdos, ocúpate del Guardián! - gritaba Jandet mientras esquivaba los ataques de 2 Sith.
El Caballero Rakdos, se acercó donde el Guardián, el cual se avalanzó sobre él. Rakdos y el Guardián, situados a pocos metros del Jedi y el Lord, mantenían un duro duelo. Los Sith, caían poco a poco, reduciendo a 6 el número de Sith. El Guardián, intentándo desarmar a Rakdos, recibió un empujón de la Fuerza, pero no le sirvió de nada a Rakdos, el Guardián Sith tenía una gran resistencia. Enfurecido, éste último lanzó ahora a Rakdos contra una columna, y en el aire, lo empezó a estrangular. Rakdos, moviéndo su cuerpo de lado a lado rapidamente, quedándose sin aire, se libró del Guardián lanzándole varios ataques seguidos, los cuales casi ni le afectaron. El Caballero, se colocó espalda con espalda con el individuo que luchaba contra el Lord."Agachate cuando te de un taconazo en el gemelo" escuchaba Rakdos mediante la telepatía. Rakdos, recibió ya el taconazo, y cuando se agachó, fijó la mirada del Guardián, dejando al Jedi camino libre para cortarle la cabeza. El Guardián, ya en el suelo muerto, libró a Rakdos, quien fue a ayudar al Maestro. Éste luchaba contra dos aprendices. El Caballero, empujó a uno frente a la pared, y lanzó el sable al Aprendiz, pero el sable no volvió, dejando indefenso a Rakdos. Cuando el Aprendiz iba a por él, Rakdos atrajo su sable, el que aún estaba encendido, y atravesó al Aprendiz. Otro más que caía, ya solo quedaban 2. Ahora Rakdos se dirigió a ayudar al individuo Jedi."Ve a la derecha cuando diga izquierda y cortale el brazo derecho" le decía de nuevo por telepatía.
-¡Izquierda! - gritaba el Individuo moviéndose a la izquierda.
Rakdos, rapidamente, mientras el individuo se movía, el Lord le iba a asentar un corte, pero el Caballero, se fue hacia la derecha, y le cortó el brazo del sable. El Lord quedó indefenso. Rakdos atrajo su sable y el Lord, se quedó sin piernas después del corte del individuo Jedi. Jandet y Rakdos, se reunieron de nuevo. Habían acabado con un pequeño grupo de Sith, pero no era ni el principio.
-Buenas, Jandet. Hola Rakdos, ¿cómo estáis? - decia el individuo quitándos la capucha.
-Saludos Zeo, es un gusto verte de nuevo - respondía Jandet.
-Buenas Zeo - contestaba Rakdos - Vamos dentro del Templo y hablamos allí, aqui no es muy buen lugar - añadía Rakdos.
Los Jedis, ya en el Templo, el cual estaba más frio de lo normal, obligó a los Jedis a arroparse con mantas. Jandet, cuando se creó un silenció empezó a hablar.
-Yo sabía de éste ataque... sabía que vendrían, no debí venir - decía Jandet mientras ponía cara de mal sabor.
-No Jandet, somos Jedis, hermanos, estamos para ayudarnos en lo que sea, has hecho bien en venir- respondía Rakdos
-¿Sabes si vendrán más, Jandet?- preguntaba el Maestro Zeo.
-Vendrá, pero ahora no, ya mañana por la mañana- respondía Jandet- ahora durmamos un poco, será mejor que durmamos aquí - añadía Jandet mientras se acomodaba la cabeza en un cojín del sofá.
-Buenas noches, descansen- decían a la vez Zeo y Rakdos.
-Igualmente - respondía Jandet
Zeo se levantó, y limpiándose las legañas, observaba que un sillón estaba con una manta doblaba sobre él y colocados los cojines. En ese sofá durmió Jandet, el cual no estaba por la zona. Zeo, despertó a Rakdos, quien se levantó de un salto.
-Rakdos, Jandet no está - decía Zeo
-¿Mm? ¿Qué hora es? Habrá salido a por frutas o algo - respondía Rakdos mientras se estiraba.
-No lo sé, pero vamos a buscarlo, aséate y prepárate- comentaba Zeo colocándose su cinturón.
Rakdos, ya preparado y aseado, con unas túnicas grisáceas, estaba esperando a Zeo, el cual se puso unas túnicas del Maestro Mazer. Los dos Jedis, tras haber buscado a Jandet por el Templo, salieron a buscarlo por el exterior del Templo. Tras 15 minutos de búsqueda, no hubo resultado.
-Ya sé dónde tenemos que ir- decía Rakdos - Vamos a las naves, rápido - añadía mientras corría hacia su nave.
Los dos jedis, fueron a la superficie, buscaron su nave, se subierón, marcaron las coordenadas de Korriban y despegaron hacia allí.
Korriban
Continuará...
Rakdos- Mensajes : 1056
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 31
Re: [Roleo de Ossus] Batalla en Ossus
Ts.. me encantó
Thumnus- Mensajes : 193
Fecha de inscripción : 02/11/2011
Re: [Roleo de Ossus] Batalla en Ossus
Gran roleo Rakdos, me ha gustado mucho
Welfarest- Mensajes : 949
Fecha de inscripción : 20/08/2011
Edad : 30
Localización : Primus Goluud; Academia Sith
Re: [Roleo de Ossus] Batalla en Ossus
Mi nombre completo on rol: relan azazyel lucius caelum
para los demás jedis embajador relan
Tomalo en cuenta ( e.e )..
espero ver que tal sigue
para los demás jedis embajador relan
Tomalo en cuenta ( e.e )..
espero ver que tal sigue
Relan- Mensajes : 1758
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 32
Localización : Pekin, China
Re: [Roleo de Ossus] Batalla en Ossus
Capítulo III
Aterrizando ya en Korriban, unas humaredas bloqueaban a los Jedis observar a la altura que estaban. Lograron aterrizar, y rápidamente salieron de la humareda. Korriban estaba en guerra, había naves por todos los lados, cuerpos de Sith, Jedis e Imperiales por el camino. Los Jedis no sabían por donde ir, las fuertes humaredas de batalla les prohibían moverse hacia una dirección determinada. Se podía escuchar aún algunos gritos de guerra y sufrimiento, como si no hubiese terminado.
-Rakdos, lo mejor será ir a donde los gritos nos indican- decía el Maestro Caelum mientras abanicaba el humo.
-Pero no sabemos por dónde ir, no vemos nada- respondía el Caballero.
-Los gritos provienen por la izquierda, vayamos allí - contestaba el Maestro.
-De acuerdo Maestro, pero tenga cuidado - añadía Rakdos mientras seguía al Maestro.
Los Jedis, acercándose a los gritos de batalla, que iban cediendo a medida que pasaba el tiempo, prendieron su sable. Sentían una sensación de una potente Fuerza. Andaron más rápido, hasta llegar a un muro. Al llegar al muro, observaron que encima suya había un megáfono que sonaba con gritos de batalla.
-Vaya, una buena estrategia ... - decía el Maestro Caelum.
-Pero Maestro, ¿cómo es posible? ¿Y los cuerpos?- preguntaba Rakdos mientras miraba un cuerpo del suelo.
-No lo sé Rakdos, pero lo mejor será esperar a que se disuelva el humo y buscar un camino - contestaba el Maestro sentándose.
Rakdos, se agachó y analizó el cuerpo y le tocó la frente. El cuerpo estaba muy frio, como si ya llevase más de dos meses muerto.
-¡Maestro, es una trampa! - gritaba Rakdos
-¿Cómo que es una trampa? - preguntaba el Maestro acercándose hacia Rakdos.
-El cadáver está frio, las humaredas son hogueras grandes que hicieron despistarnos, el megáfono nos indicaba que había guerra, las naves serían de sus antiguos miembros y los Jedis serían prisioneros muertos - respondía Rakdos
-Vámonos Rakdos, será lo mejor, rápido - añadía el Maestro.
Los dos Jedis, se fueron rápidamente pero surgió un obstáculo en su camino. Un rostro pálido, con túnicas negras en perfecto estado, se les paró delante. Éste prendió su sable y silvó con la otra mano en su boca. Del silvido, aparecieron 4 Guardiánes Sith. El Maestro reconoció a uno de ellos, era el Guardián Grawn, pero esta vez mucho más agresivo y con otras túnicas. Los guardianes y el Lord, encendieron sus sables. Se podían observar los rostros por el reflejo de la luz del sable, pero el panorama no se veía.
-Veo que escuchaste las voces, Rakdos - decía el Lord.
-¿Qué voces Rakdos? - preguntaba el Maestro Caelum.
-Cállate débil, ahora sois prisioneros de Korriban - respondía agresivo el Lord.
-No somos esclavos de nadie, y menos de ustedes - añadía el Maestro Caelum mientras se colocaba en soresu.
-No has cambiado, sigues siendo el mismo idiota - contestaba el Lord mientras daba indicaciones a sus guardianes.
Los guardianes, se echaron encima de los Jedi. Éstos, dieron un salto de la Fuerza y en el aire, observaban como un Guardián Sith caía a manos de otro. Los Jedis, después del salto, empezaron a luchar contra los guardianes. El Maestro Caelum, encendió dos sables para luchar contra los dos Guardianes mientras Rakdos se ocupaba de Grawn. Éste último, con su agresividad, lanzó a Rakdos contra un tronco, el cual sus ramas se clavaron en el hombro izquierdo de Rakdos, suerte que era diestro. El Caballero, tendido en el suelo indefenso y herido, veía como el Guardián Grawn le iba a clavar su sable y matarlo, pero el Maestro Caelum le lanzó su sable, dejándolo sin mano. Rakdos, prendió rápidamente su sable y le corto la otra mano que la tenía apoyada a la altura de la cintura. Sin manos el guardián hecho a correr, pero Rakdos le lanzó el sable, que le cortó por la mitad. El torso del Guardián se separó de su cintura, quedando tendido muerto y mutilado en el suelo. Rakdos, rápidamente y con el sable en la mano derecha mientras el izquierdo lo tenía lleno de sangre, fue a ayudar a el Maestro Caelum, el cual estaba echando arrodillado un pulso de sables contra los dos guardianes. El Caballero Rakdos, empujó a uno y el Maestro Caelum giró sobre si mismo mientras se levantaba y dando casi ya una vuelta, el Guardián quedó sin cabeza. Ahora el Maestro y Rakdos tenían todas las de poder escapar, pero acabaron antes con el otro Guardián. Éste quedó arrestado, los Jedis no querían más sangre. Al terminar con él, cogieron el cuerpo del Guardián y fueron dirección al Hangar de la nave. Justo cuando iban a subir a sus naves, situadas entre una multitud de naves, una voz familiar les llamó la atención.
-Eh ... -decía una voz mocosa.
-¿Quién eres? - preguntaba el Maestro Caelum.
-Soy Jandet - respondía mientras tosía.
-¡Jandet! ¿Dónde has estado? - preguntaba Rakdos mientras iba hacia él
-Rakdos, no vayas - decía el Maestro Caelum
Rakdos ya estaba enfrente de Jandet cuando el Maestro Caelum hablaba. Rakdos, pudo observar un rostro pálido que le sonaba. De repente, ese rostro pálido cambió por el rostro del Maestro Jedi Jandet. Éste último tenía en su mano la cabeza del Lord Sith con el que se habían cruzado Rakdos y el Maestro Caelum. Pero no era todo, el Maestro Jandet tenía un brazo suyo para atrás. Tenía algo oculto. Éste se retiró hacia un lado y el Caballero y el Maestro observaron la figura de un joven Padawan. Era el hijo y aprendiz de Rakdos.
-¡William¡ ¿Dónde has estado? ¿Qué te han hecho? ¿Qué haces aquí? - preguntaba Rakdos mientras saltaba sobre él con lágrimas en su rostro de alegría.
-¡Padre! - decía el Padawan mientras su rostro era invadido por lágrimas - Salí de excursión con el Caballero Guiomar y me trajo aquí. Él está dentro del Templo y a mi me capturaron, y luego en el Templo Sith, Jandet estubo cuidando de mi y me ha liberado - decía mientras se limpiaba las lágrimas.
-¿El Caballero Guiomar? - preguntaba Rakdos - Bueno, vamos a las naves, volvamos a Ossus, es mejor irse de aquí - añadía mientras iba con su hijo a la nave.
Los 4 Jedis, se subieron a las naves, el Padawan con su Maestro y los dos Maestros en la nave del Maestro Caelum. Pusieron coordenadas del planeta Ossus y se dirigieron hacia allí.
Continuará ...
Aterrizando ya en Korriban, unas humaredas bloqueaban a los Jedis observar a la altura que estaban. Lograron aterrizar, y rápidamente salieron de la humareda. Korriban estaba en guerra, había naves por todos los lados, cuerpos de Sith, Jedis e Imperiales por el camino. Los Jedis no sabían por donde ir, las fuertes humaredas de batalla les prohibían moverse hacia una dirección determinada. Se podía escuchar aún algunos gritos de guerra y sufrimiento, como si no hubiese terminado.
-Rakdos, lo mejor será ir a donde los gritos nos indican- decía el Maestro Caelum mientras abanicaba el humo.
-Pero no sabemos por dónde ir, no vemos nada- respondía el Caballero.
-Los gritos provienen por la izquierda, vayamos allí - contestaba el Maestro.
-De acuerdo Maestro, pero tenga cuidado - añadía Rakdos mientras seguía al Maestro.
Los Jedis, acercándose a los gritos de batalla, que iban cediendo a medida que pasaba el tiempo, prendieron su sable. Sentían una sensación de una potente Fuerza. Andaron más rápido, hasta llegar a un muro. Al llegar al muro, observaron que encima suya había un megáfono que sonaba con gritos de batalla.
-Vaya, una buena estrategia ... - decía el Maestro Caelum.
-Pero Maestro, ¿cómo es posible? ¿Y los cuerpos?- preguntaba Rakdos mientras miraba un cuerpo del suelo.
-No lo sé Rakdos, pero lo mejor será esperar a que se disuelva el humo y buscar un camino - contestaba el Maestro sentándose.
Rakdos, se agachó y analizó el cuerpo y le tocó la frente. El cuerpo estaba muy frio, como si ya llevase más de dos meses muerto.
-¡Maestro, es una trampa! - gritaba Rakdos
-¿Cómo que es una trampa? - preguntaba el Maestro acercándose hacia Rakdos.
-El cadáver está frio, las humaredas son hogueras grandes que hicieron despistarnos, el megáfono nos indicaba que había guerra, las naves serían de sus antiguos miembros y los Jedis serían prisioneros muertos - respondía Rakdos
-Vámonos Rakdos, será lo mejor, rápido - añadía el Maestro.
Los dos Jedis, se fueron rápidamente pero surgió un obstáculo en su camino. Un rostro pálido, con túnicas negras en perfecto estado, se les paró delante. Éste prendió su sable y silvó con la otra mano en su boca. Del silvido, aparecieron 4 Guardiánes Sith. El Maestro reconoció a uno de ellos, era el Guardián Grawn, pero esta vez mucho más agresivo y con otras túnicas. Los guardianes y el Lord, encendieron sus sables. Se podían observar los rostros por el reflejo de la luz del sable, pero el panorama no se veía.
-Veo que escuchaste las voces, Rakdos - decía el Lord.
-¿Qué voces Rakdos? - preguntaba el Maestro Caelum.
-Cállate débil, ahora sois prisioneros de Korriban - respondía agresivo el Lord.
-No somos esclavos de nadie, y menos de ustedes - añadía el Maestro Caelum mientras se colocaba en soresu.
-No has cambiado, sigues siendo el mismo idiota - contestaba el Lord mientras daba indicaciones a sus guardianes.
Los guardianes, se echaron encima de los Jedi. Éstos, dieron un salto de la Fuerza y en el aire, observaban como un Guardián Sith caía a manos de otro. Los Jedis, después del salto, empezaron a luchar contra los guardianes. El Maestro Caelum, encendió dos sables para luchar contra los dos Guardianes mientras Rakdos se ocupaba de Grawn. Éste último, con su agresividad, lanzó a Rakdos contra un tronco, el cual sus ramas se clavaron en el hombro izquierdo de Rakdos, suerte que era diestro. El Caballero, tendido en el suelo indefenso y herido, veía como el Guardián Grawn le iba a clavar su sable y matarlo, pero el Maestro Caelum le lanzó su sable, dejándolo sin mano. Rakdos, prendió rápidamente su sable y le corto la otra mano que la tenía apoyada a la altura de la cintura. Sin manos el guardián hecho a correr, pero Rakdos le lanzó el sable, que le cortó por la mitad. El torso del Guardián se separó de su cintura, quedando tendido muerto y mutilado en el suelo. Rakdos, rápidamente y con el sable en la mano derecha mientras el izquierdo lo tenía lleno de sangre, fue a ayudar a el Maestro Caelum, el cual estaba echando arrodillado un pulso de sables contra los dos guardianes. El Caballero Rakdos, empujó a uno y el Maestro Caelum giró sobre si mismo mientras se levantaba y dando casi ya una vuelta, el Guardián quedó sin cabeza. Ahora el Maestro y Rakdos tenían todas las de poder escapar, pero acabaron antes con el otro Guardián. Éste quedó arrestado, los Jedis no querían más sangre. Al terminar con él, cogieron el cuerpo del Guardián y fueron dirección al Hangar de la nave. Justo cuando iban a subir a sus naves, situadas entre una multitud de naves, una voz familiar les llamó la atención.
-Eh ... -decía una voz mocosa.
-¿Quién eres? - preguntaba el Maestro Caelum.
-Soy Jandet - respondía mientras tosía.
-¡Jandet! ¿Dónde has estado? - preguntaba Rakdos mientras iba hacia él
-Rakdos, no vayas - decía el Maestro Caelum
Rakdos ya estaba enfrente de Jandet cuando el Maestro Caelum hablaba. Rakdos, pudo observar un rostro pálido que le sonaba. De repente, ese rostro pálido cambió por el rostro del Maestro Jedi Jandet. Éste último tenía en su mano la cabeza del Lord Sith con el que se habían cruzado Rakdos y el Maestro Caelum. Pero no era todo, el Maestro Jandet tenía un brazo suyo para atrás. Tenía algo oculto. Éste se retiró hacia un lado y el Caballero y el Maestro observaron la figura de un joven Padawan. Era el hijo y aprendiz de Rakdos.
-¡William¡ ¿Dónde has estado? ¿Qué te han hecho? ¿Qué haces aquí? - preguntaba Rakdos mientras saltaba sobre él con lágrimas en su rostro de alegría.
-¡Padre! - decía el Padawan mientras su rostro era invadido por lágrimas - Salí de excursión con el Caballero Guiomar y me trajo aquí. Él está dentro del Templo y a mi me capturaron, y luego en el Templo Sith, Jandet estubo cuidando de mi y me ha liberado - decía mientras se limpiaba las lágrimas.
-¿El Caballero Guiomar? - preguntaba Rakdos - Bueno, vamos a las naves, volvamos a Ossus, es mejor irse de aquí - añadía mientras iba con su hijo a la nave.
Los 4 Jedis, se subieron a las naves, el Padawan con su Maestro y los dos Maestros en la nave del Maestro Caelum. Pusieron coordenadas del planeta Ossus y se dirigieron hacia allí.
Continuará ...
Rakdos- Mensajes : 1056
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 31
Re: [Roleo de Ossus] Batalla en Ossus
De verdad que intriga pon rapido el numero 4, esta genial!
Invitado- Invitado
Re: [Roleo de Ossus] Batalla en Ossus
¡Simplemente Increible! ¡Sigue así!
Niltus- Mensajes : 735
Fecha de inscripción : 24/08/2011
Re: [Roleo de Ossus] Batalla en Ossus
Me encanto el roleo, continualo
Tragew- Mensajes : 752
Fecha de inscripción : 15/10/2011
Localización : -----------------------------
Re: [Roleo de Ossus] Batalla en Ossus
Capitulo IV
Después de un largo viaje por la Galaxia, llegaron al planeta de Ossus. Allí, descendieron rápidamente en el Hangar. Salieron rápido de las naves los 4 Jedis y fueron hacia el Templo. De camino al Templo, los Jedis percivían un olor muy raro, no muy común. Decidieron seguir hacia el Templo y dejarle de dar importancia al olor. Justo en las puertas del Templo, el olor era mucho más grande. Entraron al Templo y lo vieron todo desordenado, como si hubiera estado allí algún enemigo.
-¿Qué ha pasado aquí? - preguntaba el Padawan William.
-No lo sé William, cuando salímos de aquí estaba todo a la perfección- contestaba el Caballero mientras cogía un trozo de madera del suelo.
-Ha sido una trampa ... de Korriban - decía el Maestro Jandet
-¿Cómo?- preguntaba el Maestro Caelum
-Pues ... venían en mi búsqueda, ya que yo vine aquí por una misión, y como no volví pasado el tiempo máximo, avisaron de que vendrían a por mi ... Por suerte estábamos fuera - respondía el Maestro Jandet
-Jandet, ¿te das cuenta que has provocado casi 2 guerras? - respondía el Maestro Caelum
-Lo sé, yo no quería eso Maestro, yo no actúo por ellos - contestaba el Maestro Jandet
-Lo mejor será colocarlo y descansar un poco antes de que vengan más Sith - decía el Caballero Rakdos - Haremos el primer turno de guardia yo y Jandet y luego vosotros dos - añadía mientras colocaba se colocaba el cinturón.
Después de un rato, el Caballero Rakdos y el Maestro Jandet, se dividieron en los exteriores del Templo: uno en la puerta principal y otro en lo caminos y superficie. En aquel momento, el tiempo era de una noche de verano, con airecito y un cielo lleno de estrellas. Al cabo de 5 minutos, el Caballero Rakdos, en las cascadas de los exteriores del Templo, percibió un sonido detrás de la cascada y sin pensarlo, se adentró de ella. El ambiente en la cueva era húmedo y las antorchas que estaba colocadas en las paredes tenían poca llama. Rakdos, siguió el camino de antorchas, hasta que se encontró con un mini-campamento. Estaba vacio y el único sonido era el movimiento del pie de Rakdos en la arena del templo y las gotas que caían del techo al suelo. Rakdos miró hacia atrás para salir, pero un grupo de personas se encontraban detrás suya. Eran los Maestros Whie, Soul y Mazer junto con un grupo de younglings a su derecha y Caballeros y Padawans a los lados y detrás. Entre ellos pudo reconocer a sus hijos el Caballero Kraibor y el Padawan Revan, a su viejo amigo Mike Ursan, a las Padawans Naomi y Rhue, al Caballero Zez y a muchos más.
-¿Qué hacen aquí? - preguntaba el Caballero Rakdos
-Pues el Templo ha sido destruido, ayer fue atacado por los Sith cuando volvimos de Achillea. Nos dijeron que buscaban al Maestro Jandet y que si no lo entregábamos en 24h volverían a acabar con nosotros - respondía el Maestro Soul.
-En el Templo están el Maestro Jandet, el Maesto Caelum y mi hijo William- contestaba Rakdos mientras achuchaba a Revan.
-Diles que vengan aquí, faltan menos de 10 horas para que vengan los Sith - decía el Maestro Whie.
-¿Les entregaremos al Maestro Jandet? - preguntaba el Caballero Kraibor.
-Claro que no - contestaban a la vez los Maestros y Rakdos.
-Por cierto Rakdos, trae todo lo posible para mantenernos comunicados y alimentados - decía el Caballero Zez.
Rakdos, ondeando sus túnicas con la prisa en la que se fue, dejó atrás a los Jedis y fue rápido en la busca de los otros Jedis. Justo en la entrada estaba el Maestro Jandet con el sable encendido. Rakdos le saludo y entró rápido al Templo. Dentro, despertó a los Jedis y éstos, con sueño, se levantaron rápidamente y se prepararon. Recorrieron el Templo en busca de los comunicadores, alimentos, mantas, almohadas y cosas útiles para la cueva. Salieron con todo en sus espaldas y en sus brazos y se fueron hacia la cueva.
-Vamos Jandet, sígueme - decía Rakdos mientras bajaba las escaleras.
El Maestro Jandet, empezó a seguirlos extrañado. Ya llegaron a la entrada a la entrada de la cueva, donde los recibían el Maestro Whie y el Maestro Soul. Todos juntos, entraron a donde se asentaban todos los Jedis.
-Saludos a todos - decían a la vez William y el Maestro Caelum.
-Saludos. Es un placer volver a verlo Maestro Caelum. Acomódense porfavor - comentaba el Maestro Mazer, que estaba preparando el comunicador.
-Saludos Jandet - decían el Maestro Soul, el Maestro Whie y el Maestro Esmic.
-Saludos viejos amigos... - contestaba el Maestro Jandet - Supongo que no seré bien recibido aquí. - añadía mientras los miraba.
-Déjese de bobadas Jandet, eres bien recibido. A alguien como usted no se le olvida tan fácil, venga, sígame - respondía el Maestro Emic.
Los Maestros, fueron a un extremo de la cueva, apartados de los demás para hablar de lo sucedido con Jandet. Mientras tanto, Rakdos estaba con sus hijos, enseñándoles un poco para que no pensaran en lo sucedido. El Maestro Caelum estaba ahora con los demás Padawans y Caballeros hablando sobre los sables láser.
-Revan, William, decirme el Código Jedi - decía el Caballero Rakdos.
-No hay emoción, hay paz. No hay ignorancia, hay conocimiento. No hay pasión, hay serenidad. No hay caos, hay armonía. No hay muerte, está la Fuerza - decían los dos aprendices a la vez.
-Bien, ahora el Camino al Lad.. - decía Rakdos mientras era interrumpido por los Maestros.
-Bueno, creo que es hora de descansar, mañana será un día muy duro para todos - comentaba el Maestro Soul mientras se tumbaba en su saco.
-Buenas noches - decían todos los miembros de la cueva mientras se tapaban.
El Maestro Esmic fue el último en acostarse. Todos se durmieron.
Ya por la mañana, un sonido de naves les despertaba a todos los Jedis.
-¡Maestro Soul, han pasado más de 13h! - decía alterado el Caballero Kraibor.
-Lo sabemos, prepararos todos - decía tranquilo el Maestro Soul.
Continuará...
Después de un largo viaje por la Galaxia, llegaron al planeta de Ossus. Allí, descendieron rápidamente en el Hangar. Salieron rápido de las naves los 4 Jedis y fueron hacia el Templo. De camino al Templo, los Jedis percivían un olor muy raro, no muy común. Decidieron seguir hacia el Templo y dejarle de dar importancia al olor. Justo en las puertas del Templo, el olor era mucho más grande. Entraron al Templo y lo vieron todo desordenado, como si hubiera estado allí algún enemigo.
-¿Qué ha pasado aquí? - preguntaba el Padawan William.
-No lo sé William, cuando salímos de aquí estaba todo a la perfección- contestaba el Caballero mientras cogía un trozo de madera del suelo.
-Ha sido una trampa ... de Korriban - decía el Maestro Jandet
-¿Cómo?- preguntaba el Maestro Caelum
-Pues ... venían en mi búsqueda, ya que yo vine aquí por una misión, y como no volví pasado el tiempo máximo, avisaron de que vendrían a por mi ... Por suerte estábamos fuera - respondía el Maestro Jandet
-Jandet, ¿te das cuenta que has provocado casi 2 guerras? - respondía el Maestro Caelum
-Lo sé, yo no quería eso Maestro, yo no actúo por ellos - contestaba el Maestro Jandet
-Lo mejor será colocarlo y descansar un poco antes de que vengan más Sith - decía el Caballero Rakdos - Haremos el primer turno de guardia yo y Jandet y luego vosotros dos - añadía mientras colocaba se colocaba el cinturón.
Después de un rato, el Caballero Rakdos y el Maestro Jandet, se dividieron en los exteriores del Templo: uno en la puerta principal y otro en lo caminos y superficie. En aquel momento, el tiempo era de una noche de verano, con airecito y un cielo lleno de estrellas. Al cabo de 5 minutos, el Caballero Rakdos, en las cascadas de los exteriores del Templo, percibió un sonido detrás de la cascada y sin pensarlo, se adentró de ella. El ambiente en la cueva era húmedo y las antorchas que estaba colocadas en las paredes tenían poca llama. Rakdos, siguió el camino de antorchas, hasta que se encontró con un mini-campamento. Estaba vacio y el único sonido era el movimiento del pie de Rakdos en la arena del templo y las gotas que caían del techo al suelo. Rakdos miró hacia atrás para salir, pero un grupo de personas se encontraban detrás suya. Eran los Maestros Whie, Soul y Mazer junto con un grupo de younglings a su derecha y Caballeros y Padawans a los lados y detrás. Entre ellos pudo reconocer a sus hijos el Caballero Kraibor y el Padawan Revan, a su viejo amigo Mike Ursan, a las Padawans Naomi y Rhue, al Caballero Zez y a muchos más.
-¿Qué hacen aquí? - preguntaba el Caballero Rakdos
-Pues el Templo ha sido destruido, ayer fue atacado por los Sith cuando volvimos de Achillea. Nos dijeron que buscaban al Maestro Jandet y que si no lo entregábamos en 24h volverían a acabar con nosotros - respondía el Maestro Soul.
-En el Templo están el Maestro Jandet, el Maesto Caelum y mi hijo William- contestaba Rakdos mientras achuchaba a Revan.
-Diles que vengan aquí, faltan menos de 10 horas para que vengan los Sith - decía el Maestro Whie.
-¿Les entregaremos al Maestro Jandet? - preguntaba el Caballero Kraibor.
-Claro que no - contestaban a la vez los Maestros y Rakdos.
-Por cierto Rakdos, trae todo lo posible para mantenernos comunicados y alimentados - decía el Caballero Zez.
Rakdos, ondeando sus túnicas con la prisa en la que se fue, dejó atrás a los Jedis y fue rápido en la busca de los otros Jedis. Justo en la entrada estaba el Maestro Jandet con el sable encendido. Rakdos le saludo y entró rápido al Templo. Dentro, despertó a los Jedis y éstos, con sueño, se levantaron rápidamente y se prepararon. Recorrieron el Templo en busca de los comunicadores, alimentos, mantas, almohadas y cosas útiles para la cueva. Salieron con todo en sus espaldas y en sus brazos y se fueron hacia la cueva.
-Vamos Jandet, sígueme - decía Rakdos mientras bajaba las escaleras.
El Maestro Jandet, empezó a seguirlos extrañado. Ya llegaron a la entrada a la entrada de la cueva, donde los recibían el Maestro Whie y el Maestro Soul. Todos juntos, entraron a donde se asentaban todos los Jedis.
-Saludos a todos - decían a la vez William y el Maestro Caelum.
-Saludos. Es un placer volver a verlo Maestro Caelum. Acomódense porfavor - comentaba el Maestro Mazer, que estaba preparando el comunicador.
-Saludos Jandet - decían el Maestro Soul, el Maestro Whie y el Maestro Esmic.
-Saludos viejos amigos... - contestaba el Maestro Jandet - Supongo que no seré bien recibido aquí. - añadía mientras los miraba.
-Déjese de bobadas Jandet, eres bien recibido. A alguien como usted no se le olvida tan fácil, venga, sígame - respondía el Maestro Emic.
Los Maestros, fueron a un extremo de la cueva, apartados de los demás para hablar de lo sucedido con Jandet. Mientras tanto, Rakdos estaba con sus hijos, enseñándoles un poco para que no pensaran en lo sucedido. El Maestro Caelum estaba ahora con los demás Padawans y Caballeros hablando sobre los sables láser.
-Revan, William, decirme el Código Jedi - decía el Caballero Rakdos.
-No hay emoción, hay paz. No hay ignorancia, hay conocimiento. No hay pasión, hay serenidad. No hay caos, hay armonía. No hay muerte, está la Fuerza - decían los dos aprendices a la vez.
-Bien, ahora el Camino al Lad.. - decía Rakdos mientras era interrumpido por los Maestros.
-Bueno, creo que es hora de descansar, mañana será un día muy duro para todos - comentaba el Maestro Soul mientras se tumbaba en su saco.
-Buenas noches - decían todos los miembros de la cueva mientras se tapaban.
El Maestro Esmic fue el último en acostarse. Todos se durmieron.
Ya por la mañana, un sonido de naves les despertaba a todos los Jedis.
-¡Maestro Soul, han pasado más de 13h! - decía alterado el Caballero Kraibor.
-Lo sabemos, prepararos todos - decía tranquilo el Maestro Soul.
Continuará...
Rakdos- Mensajes : 1056
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 31
Re: [Roleo de Ossus] Batalla en Ossus
Esta Genial
Neguer.- Mensajes : 171
Fecha de inscripción : 21/08/2011
Re: [Roleo de Ossus] Batalla en Ossus
Éxitosamente, me gustó.
Éspero otros capitulos jejej; pido mucho...
Éspero otros capitulos jejej; pido mucho...
Multiplaza- Mensajes : 371
Fecha de inscripción : 08/12/2011
Re: [Roleo de Ossus] Batalla en Ossus
Capitulo V
Después de levantarse todos los Jedis y desayunar, se quedaron 2 Padawans y los younglings en la cueva y los demás salieron a el hangar del planeta. Al lado de las naves que ya estaban aterrizadas, se encontraban Jedis.
-Saludos, Maestro Andrew - decía el Maestro Soul mientras le estrechaba la mano.
-Saludos Maestro Soul, recibimos los mensajes en el comunicador y hemos venido todos los miembros - contestaba el Maestro Andrew.
-Muchas gracias, aún faltan los Soldados Cloones y los miembros de Kashyyyk y Alderaan - añadía el Maestro Esmic.
-Bien, los Sith están apunto de llegar me comunican - comentaba el Maestro Andrew.
-Preparémonos - añadía el Maestro Mazer.
Después de la breve conversación, un centenar de Jedis en total se fueron hacia la zona del Templo, colocándose en los 3 diferentes zonas: en la puerta principal 25 Jedis, en el extremo derecho del Templo 25 y en el izquierdo otros 25. Dentro del Templo, se organizaron alrededor de 36 Jedis. Después de 5 minutos, unas naves descendían. Por el escudo que muchos pudieron observar, se trataba de una nave imperial grande. Muchos árboles tapaban las naves en el hangar, pero un hueco les permitía a los Jedi ver la nave. Salían muchos soldados imperiales y se distinguían sus rangos por el color de su ropa. Los imperiales esperaban al descenso de todas las naves que detrás suya descendían. Ahora eran bionaves y naves Sith. El Imperio Galáctico había ido con todas las de ganar, había reclutado a todos los guerreros y Maestros de sus aliados.
-Los extremos que luego rodeen a los enemigos por los túneles subterráneos, así les haremos emboscada - decía el Caballero Kraibor.
-Lo más seguro es que deba ser así, pero mientras resistamos nosotros, no hará falta. Esperemos que vengan los cloones y los demás Jedis - respondía el Maestro Andrew.
Después de 5 minutos de silencio en la zona del Templo, empezaron a acercarse los Sith y detrás suya los imperiales. Los Jedis no se movieron de sus posiciones, obligando a los imperiales a disparar. Los Jedis, todos con sus sables encendidos, reflejaron los disparos de los imperiales, matándolos rápidamente. Después de las bajas que ocasionaron los sables láser de los Jedis, los pocos Imperiales que quedaron se entre cruzaron con los Sith, dejando a los Sith en primera fila y atacando a base de Fuerza. Poco tiempo después, se podía observar como los Guerreros Sith luchaban con algunos Caballeros y Guardianes Jedi. El Caballero Zez luchaba contra un enemigo fuerte, ya que varias ocasiones tubo éste para matarlo, pero los Jedis que se situaban cerca suya le pudieron salvar la vida. El Caballero Zez, recibió un corte a la altura de hombro, y su rival, aprovechando su corte fue a causarle un golpe definitio, pero Zez se movió a un lado rápidamente, atrajo su sable y le cortó la cabeza al Guerrero Sith, que su sable se había quedado clavado en el suelo. Los primeros Sith, caían rápidamente en manos de los Jedis de la puerta principal, pero era poco tiempo el que los Jedis irían ganando. Se podía observar como se acercaban varios Lords y Darths junto con guardianes y maestros. Los Jedis caían poco a poco, de 25 se pudo reducir el numero facilmente a 12 con la llegada de los Lords y Guardianes. El Maestro Andrew, encarado contra dos guardianes, iba debilitándose y dando puntos a los guardianes para acabar con el. El Maestro Esmic y el Maestro Soul luchaban contra Darth Exur, el cual con facilidad podía desarmarles. Los Maestros luchaban contra Exur, el cual no mostraba ni una pizca de piedad, asentando golpes brutos que hacían doblar los cuerpos de los Maestros. En ese momento, Exur con un sable en cada mano, giró sus brazos y lanzó hacia arriba los sables de los Maestros quedándose indefensos. Exur, les empujó con la Fuerza hacia la puerta del Templo. Impactados y en el suelo los cuerpos de los Maestros, Exur les levantó con la Fuerza ahogándolos. En ese momento, un disparo dió en el brazo derecho de Exur, el cual dejó libre al Maestro Esmic, que aprovechó para lanzar el sable a la mano izquierda de Exur. Al atravesar su brazo, el Darth quedó indefenso y herido. Salió corriendo, pero no a la velocidad que necesitaba para que Esmic saltara sobre el clavándole su sable. Los Maestros, tras terminar con el Darth, acudieron a la ayuda de Andrew, quien estaba arrinconado y luchando con todas sus fuerzas. Andrew aprovechó que los Maestros despistaron a los guardianes para lanzar el sable a las piernas de uno de ellos. Al cortarle las piernas, el Sith cayo al suelo e intentó huir arrastrándose dejando su marca de sangre por el suelo. Rápidamente, el Padawan William al verlo, le lanzó un empujón y el Guardián chocó contra una lámpara, cayendo muerto al suelo.
Mientras en la puerta principal se disputaba una dura batalla, los jedis de los extremos, se sumergieron en los túneles subterráneos que daban salida en el hangar. Muchos Jedis por los túneles, a pelotón, salieron por el otro extremo, y al salir empezaron su disputa con los Imperiales y los pocos Sith que había por la zona, los demás estaba en el bosque o los caminos.
Los Jedis, rodeando a los Imperiales que protegían la superficie por si venían los aliados de los Jedi, empezaron a reflejar sus disparos, pero eran una gran cantidad de Imperiales, los cuales empezaban a crear demasiadas bajas en los Jedi. El número de éstos últimos se reducía a 42 de 50. Los Jedis, al ver que no podían porque de la nave grande seguían descendiendo algunos imperiales que los atacaban por detrás, decidieron volver por los túneles. Todos los sobrevivientes, se metieron en los túneles subterráneos desapareciendo de los Imperiales. De camino a salir al otro extremo, se hundió el techo quedando bloqueados y obligados a volver por el otro extremo, pero era tarde, en ese mismo momento quedaron bajo tierra un pelotón de Jedis y algunos debajo de las rocas heridos, pero no llegaron a sufrir bajas. El Maestro Tranius Betmed junto con el Caballero Tarak, Geroth, el Guardián Kerth, los hermanos Singh y una multitud más de Jedis, intentaron abrirse hueco por el techo, pero era demasiado gordo, ya habría acabado la guerra para cuando terminasen el agujero, asi que sólo les quedó esperar.
Muchos Jedis de la puerta principal eran los sobrevivientes y aún quedaban los de dentro del Templo. Los Sith cada vez más débiles, se iban retirando poco a poco, pero no significaba una retirada del planeta. Después de un rato de batalla, todos los Sith que vivían por el momento junto con Imperiales se desplegaron al hangar, donde formaron de nuevo. Los Jedis, ese tiempo lo dedicaron para crear una pila de Sith muertos y meter a sus hermanos caídos dentro del Templo. Al acabar, formaron de nuevo a la entrada del Templo. En ese momento, empezaron a descender naves, muchas naves. Por el escudo, eran de la República. La nave aterrizó y se escucharon multitud de disparos y gritos de batalla. Los Jedis de la puerta principal, salieron a ayudar a los aliados del hangar, donde se libraba una batalla.
Continuará ...
Después de levantarse todos los Jedis y desayunar, se quedaron 2 Padawans y los younglings en la cueva y los demás salieron a el hangar del planeta. Al lado de las naves que ya estaban aterrizadas, se encontraban Jedis.
-Saludos, Maestro Andrew - decía el Maestro Soul mientras le estrechaba la mano.
-Saludos Maestro Soul, recibimos los mensajes en el comunicador y hemos venido todos los miembros - contestaba el Maestro Andrew.
-Muchas gracias, aún faltan los Soldados Cloones y los miembros de Kashyyyk y Alderaan - añadía el Maestro Esmic.
-Bien, los Sith están apunto de llegar me comunican - comentaba el Maestro Andrew.
-Preparémonos - añadía el Maestro Mazer.
Después de la breve conversación, un centenar de Jedis en total se fueron hacia la zona del Templo, colocándose en los 3 diferentes zonas: en la puerta principal 25 Jedis, en el extremo derecho del Templo 25 y en el izquierdo otros 25. Dentro del Templo, se organizaron alrededor de 36 Jedis. Después de 5 minutos, unas naves descendían. Por el escudo que muchos pudieron observar, se trataba de una nave imperial grande. Muchos árboles tapaban las naves en el hangar, pero un hueco les permitía a los Jedi ver la nave. Salían muchos soldados imperiales y se distinguían sus rangos por el color de su ropa. Los imperiales esperaban al descenso de todas las naves que detrás suya descendían. Ahora eran bionaves y naves Sith. El Imperio Galáctico había ido con todas las de ganar, había reclutado a todos los guerreros y Maestros de sus aliados.
-Los extremos que luego rodeen a los enemigos por los túneles subterráneos, así les haremos emboscada - decía el Caballero Kraibor.
-Lo más seguro es que deba ser así, pero mientras resistamos nosotros, no hará falta. Esperemos que vengan los cloones y los demás Jedis - respondía el Maestro Andrew.
Después de 5 minutos de silencio en la zona del Templo, empezaron a acercarse los Sith y detrás suya los imperiales. Los Jedis no se movieron de sus posiciones, obligando a los imperiales a disparar. Los Jedis, todos con sus sables encendidos, reflejaron los disparos de los imperiales, matándolos rápidamente. Después de las bajas que ocasionaron los sables láser de los Jedis, los pocos Imperiales que quedaron se entre cruzaron con los Sith, dejando a los Sith en primera fila y atacando a base de Fuerza. Poco tiempo después, se podía observar como los Guerreros Sith luchaban con algunos Caballeros y Guardianes Jedi. El Caballero Zez luchaba contra un enemigo fuerte, ya que varias ocasiones tubo éste para matarlo, pero los Jedis que se situaban cerca suya le pudieron salvar la vida. El Caballero Zez, recibió un corte a la altura de hombro, y su rival, aprovechando su corte fue a causarle un golpe definitio, pero Zez se movió a un lado rápidamente, atrajo su sable y le cortó la cabeza al Guerrero Sith, que su sable se había quedado clavado en el suelo. Los primeros Sith, caían rápidamente en manos de los Jedis de la puerta principal, pero era poco tiempo el que los Jedis irían ganando. Se podía observar como se acercaban varios Lords y Darths junto con guardianes y maestros. Los Jedis caían poco a poco, de 25 se pudo reducir el numero facilmente a 12 con la llegada de los Lords y Guardianes. El Maestro Andrew, encarado contra dos guardianes, iba debilitándose y dando puntos a los guardianes para acabar con el. El Maestro Esmic y el Maestro Soul luchaban contra Darth Exur, el cual con facilidad podía desarmarles. Los Maestros luchaban contra Exur, el cual no mostraba ni una pizca de piedad, asentando golpes brutos que hacían doblar los cuerpos de los Maestros. En ese momento, Exur con un sable en cada mano, giró sus brazos y lanzó hacia arriba los sables de los Maestros quedándose indefensos. Exur, les empujó con la Fuerza hacia la puerta del Templo. Impactados y en el suelo los cuerpos de los Maestros, Exur les levantó con la Fuerza ahogándolos. En ese momento, un disparo dió en el brazo derecho de Exur, el cual dejó libre al Maestro Esmic, que aprovechó para lanzar el sable a la mano izquierda de Exur. Al atravesar su brazo, el Darth quedó indefenso y herido. Salió corriendo, pero no a la velocidad que necesitaba para que Esmic saltara sobre el clavándole su sable. Los Maestros, tras terminar con el Darth, acudieron a la ayuda de Andrew, quien estaba arrinconado y luchando con todas sus fuerzas. Andrew aprovechó que los Maestros despistaron a los guardianes para lanzar el sable a las piernas de uno de ellos. Al cortarle las piernas, el Sith cayo al suelo e intentó huir arrastrándose dejando su marca de sangre por el suelo. Rápidamente, el Padawan William al verlo, le lanzó un empujón y el Guardián chocó contra una lámpara, cayendo muerto al suelo.
Mientras en la puerta principal se disputaba una dura batalla, los jedis de los extremos, se sumergieron en los túneles subterráneos que daban salida en el hangar. Muchos Jedis por los túneles, a pelotón, salieron por el otro extremo, y al salir empezaron su disputa con los Imperiales y los pocos Sith que había por la zona, los demás estaba en el bosque o los caminos.
Los Jedis, rodeando a los Imperiales que protegían la superficie por si venían los aliados de los Jedi, empezaron a reflejar sus disparos, pero eran una gran cantidad de Imperiales, los cuales empezaban a crear demasiadas bajas en los Jedi. El número de éstos últimos se reducía a 42 de 50. Los Jedis, al ver que no podían porque de la nave grande seguían descendiendo algunos imperiales que los atacaban por detrás, decidieron volver por los túneles. Todos los sobrevivientes, se metieron en los túneles subterráneos desapareciendo de los Imperiales. De camino a salir al otro extremo, se hundió el techo quedando bloqueados y obligados a volver por el otro extremo, pero era tarde, en ese mismo momento quedaron bajo tierra un pelotón de Jedis y algunos debajo de las rocas heridos, pero no llegaron a sufrir bajas. El Maestro Tranius Betmed junto con el Caballero Tarak, Geroth, el Guardián Kerth, los hermanos Singh y una multitud más de Jedis, intentaron abrirse hueco por el techo, pero era demasiado gordo, ya habría acabado la guerra para cuando terminasen el agujero, asi que sólo les quedó esperar.
Muchos Jedis de la puerta principal eran los sobrevivientes y aún quedaban los de dentro del Templo. Los Sith cada vez más débiles, se iban retirando poco a poco, pero no significaba una retirada del planeta. Después de un rato de batalla, todos los Sith que vivían por el momento junto con Imperiales se desplegaron al hangar, donde formaron de nuevo. Los Jedis, ese tiempo lo dedicaron para crear una pila de Sith muertos y meter a sus hermanos caídos dentro del Templo. Al acabar, formaron de nuevo a la entrada del Templo. En ese momento, empezaron a descender naves, muchas naves. Por el escudo, eran de la República. La nave aterrizó y se escucharon multitud de disparos y gritos de batalla. Los Jedis de la puerta principal, salieron a ayudar a los aliados del hangar, donde se libraba una batalla.
Continuará ...
Rakdos- Mensajes : 1056
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 31
Re: [Roleo de Ossus] Batalla en Ossus
Me encanta el roleo, muy buenos siguelo
Tragew- Mensajes : 752
Fecha de inscripción : 15/10/2011
Localización : -----------------------------
Re: [Roleo de Ossus] Batalla en Ossus
Excelente sígue así!
Multiplaza- Mensajes : 371
Fecha de inscripción : 08/12/2011
Welfarest- Mensajes : 949
Fecha de inscripción : 20/08/2011
Edad : 30
Localización : Primus Goluud; Academia Sith
Re: [Roleo de Ossus] Batalla en Ossus
Bueno, no me ha gustado mucho, me ha parecido...¡IMPRESIONANTE!sigue así, macho tengo intriga por saber como acaba, sin duda alguna te las apañas muuuuy bien, enhorabuena, me ha encantado.
Veickron- Mensajes : 81
Fecha de inscripción : 06/12/2011
Edad : 27
Localización : Jejeje
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