[Roleo de Tatooine]

por Invitado Vie Ene 13, 2012 7:12 pm

Tatooine, un desértico planeta lleno de criaturas de lo más sorprendentes, muchos llegaban hasta aquí, pocos sobrevivían... Era una cálida noche en Tatooine, la base imperial descansaba bajo un manto de estrellas. Éramos fieles a las órdenes del comandante, habíamos sido formado en las mejores instalaciones militares, fuimos unos simples jóvenes y ahora somos el futuro de el Imperio Galáctico.

La mañana se acercaba, yo, que no lograba conciliar el sueño me retiré
de mis aposentos para respirar aire fresco. Junto a mí, había una oficial algo preocupada,
cosa que se notaba con solo contemplar sus bellos ojos, al verla mi corazón palpitó más que nunca,
era un sentimiento que nunca había sentido por una fémina, no sabía que decir, me perdía en su pelo liso y castaño.
Así que ella sin más dilación me dijo: ¿Qué haces aquí?, soldado descanse que mañana será un dia muy largo...
Al oir esto, me retiré defraudado pero mi corazón seguía igual, me dí cuenta, estaba enamorado de ella.
[Roleo de Tatooine] Jokers

La mañana se reveló, todos los soldados se colocaban su armadura y su casco; se colgaban los jet pack;
y por último se dirigían a las lanzaderas
yo, me desperté un poco tarde debido a que no paraba de pensar en ella,
en una repisa de mi camarote había una carta, ésta desprendía un fresco aroma a perfume.
No quise abrir esa carta hasta no llegar al campo de batalla, allí podía verla y me podría explicar a que viene esa carta.
Más tarde todas las tropas ascendieron de la órbita de Tatooine, nos dirigíamos a Kashyyyk ya que una potente resistencia wookiee estaba causando problemas a nuestros hermanos.
Una vez en Kashyyyk, todas nuestras tropas se desplegaron con la esperanza de aniquilar a esos asquerosos matojos de pelo.
Mientras por el camino, el mi teniente pronunció: ¡Chicos, nuestro objetivo esá ahí arriba y lo pensamos conquistar, algunas naves de asalto nos apoyarán en esta incansable lucha por la supremacía del Imperio, levantemos nuestro corazón y armémoslo de valor!