[Roleo de Trian] El camino de la bestia.

Se lograba apreciar una figura asomada en un enorme ventanal, que llevaba a un extenso paisaje... El silencio y la soledad, predominaban mientras solo las respiraciones de esa persona, se escuchaban en la habitación. Pensativo, no se lograba apreciar bien de quien se trataba... Solo unas túnicas negras cubrían su cuerpo al igual que su rostro. Su vida.. ¿Que había sido su vida? Se dice que los Siths son inmortales, pero esta persona estaba comenzando a cuestionarlo.

Muchos rostros, nombres, experiencias y sucesos.. Desde lo mas mínimo e insignificante, hasta lo mas grande y poderoso. Toda su vida había sido igual.. Nunca se había propuesto abrir los ojos para dejar de vivir, cegado por una cortina creada entre pensamientos nubosos.

Era el momento... Al girarse, la poca luz dejo observar el rostro de Thanaton, que había decidido, el momento perfecto para comenzar con su Holocrón.

Los recuerdos eran distorsionados en su mente.. Totalmente nublados e irreconocibles. ¿Su origen?.. ¿Cual era su origen?. Trataba de recordar lo ultimo o lo primero.. Pero, era difícil.. Todo había comenzado en una pequeña sala.. Situada en la academia Sith de Arkania. El era tan solo un niño, solitario e indefenso. Una persona, dejándose llevar por la suerte, tomo a aquel joven con un supuesto potencial escondido. Con el pasar del tiempo, este mismo estaba siendo instruido en las artes oscuras sin que se enterará... Simplemente, se había acostumbrado a ese estilo de vida. Poco a poco, el joven incrementaba sus poderes ya que habían descubierto que era un sensible a la fuerza.

El tiempo pasó.. Los años, poco a poco fueron influyendo en el joven, haciendo que ganara edad y tamaño. Un Caballero Sith.. Despiadado y poderoso, capaz de aniquilar a cualquiera que se le cruzara. Este fue... El comienzo de una bestia.

Un día como cualquier otro, una nave aterrizó en el planeta. Antes de poder llegar, la misma había desaparecido. El joven, cumpliendo su deber y objetivo, se acercó en busca de cualquier amenaza.. Pero, sin ningún aviso. Simplemente cayó al suelo, perdiendo su conciencia..
Al poco tiempo, el joven despertó. Una potente luz, en el techo lo cegaba impidiendo ver los rostros de las personas, que ahí se encontraban observándolo como una rata de laboratorio o un muñeco de prueba. "Socramista" se escuchó por el corredor, mientras un sujeto moreno con largos cabellos negros, le contestaba y salía de la habitación. En pocos segundos, el joven quedo completamente solo.. Luego de varios minutos, otra figura ingresó a la sala... Las luces bajaron su intensidad y este se poso a la orilla de la cama criogenica donde se encontraba el joven.



- Ya entiendo a que te refieres.. - Dijo el sujeto, como si estuviera afirmando algo.

Tras una señal con sus dedos, el joven comenzó a perder la respiración... Hasta que finalmente, falleció. Se fue de este mundo tan rápido como llegó. Los miembros de la Orden Sith, habían creado un nuevo clon en base a la genética de este joven. Un pequeño niño, había sido creado.. El cual salió de una pequeña cámara rodeada de vapor.

- Tu nombre.. ¡Sera Tempus! - Se escuchó una voz que recorrió todo el cuarto.

El joven bajó las pequeñas escaleras mientras el vapor se disipaba y sin decir ni una sola palabra, simplemente asintió y caminó en el sentido de aquellas personas.

Thanaton, abrió sus ojos... Tras ese recuerdo y con el corazón acelerado, se giró nuevamente a observar el ventanal.. Luego de calmarse, se sentó en un trono que se encontraba en la zona mas oscura de aquella habitación y suspiró.. Estaba listo para continuar indagando entre sus mas oscuros recuerdos.

Con el pasar de los años, el niño comenzó a crecer... De igual manera, desde pequeño había sido instruido inconscientemente. El niño, había sido creado para obedecer las ordenes de sus "creadores" Una maquina asesina que poco a poco se estaba formando. Primus Goluud, era el planeta en el que se encontraban. Una extensión de la Orden Sith.. Sus aposentos en dominio, la oscuridad en su máxima expresión. Un Guerrero Sith... Llamado así luego de que el joven Tempus, ya hubiera demostrado sus habilidades al máximo. Su tutela se separó en muchas etapas, pero una persona se había echo cargo de el.. Una persona, que logró observar mas allá de sus habilidades esplendidas en el combate. Esta persona era... Athred Tainted.. Un Maestro Sith, de Primus Goluud y la Orden.

Ciertamente, el tiempo no se detuvo... Muchas experiencias que había vivido, mucho conocimiento impartido y recibido, lo estaban convirtiendo en mucho mas que un simple sith... Lo estaban convirtiendo en una bestia.. Una máquina asesina. Fue entonces, cuando un nuevo sujeto apareció.. Escoltado por un ejercito de Massasis. Al parecer, ya era conocido.. Pero había desaparecido un largo tiempo. Su maestro, Athred.. Lo reconoció al verlo y murmuró su nombre..



- Nalba Krag..

Este mismo, al internarse a la academia.. Se incorporó con el rango de Maestro Sith. El tiempo pasaba y no parecían haber muchos cambios.. Pero, Nalba Krag, poco a poco comenzó a interesarse en el joven Tempus y de una u otra manera, comenzó a brindarle su ayuda. Conocimientos, habilidades, destrezas... Se convirtió en un mejor Guerrero, un Sith mas poderoso y completo.

Su hermano, Exodus.. Lo había acompañado todo este tiempo. Estos mismos, habían sido creados juntos.. Habían crecido juntos, entrenado juntos, vivido juntos. Pero cada uno tenía una ruta distinta. No había otra persona, en la que confiaran mas que su propio hermano. Eran gemelos, totalmente iguales. Caballeros Siths, poderosos e indomables. Era un lazo, imposible de romper. Guardián Sith.. Finalmente Tempus, se había convertido en uno, mientras que Exodus, se había convertido en un Maestro Sith. Juntos, siempre... Apoyándose el uno del otro, aunque también con la ayuda de sus maestros y miembros de la Orden que ya confiaban en ellos, habían depositado confianza y mucho mas.

Tempus y Exodus, comenzaron a intercambiar diversas ideas. Eran tan poderosos, que el poder que tenían no era suficiente... Entonces, comenzaron a buscar maneras de amplificar su poder. Aún mas del que tenían. No eran capaces de conformarse con el amplio poder que se les había brindado con el pasar de los años y la evolución. Se colocaron de pie y sin pensarlo, se introdujeron en la biblioteca privada del Emperador. Sin que nadie lo sospechara, comenzaron a investigar entre los libros de Hechicería y Alquimia mas avanzados.. Tanto que esos conocimientos estaban fuera de lo imaginado. Si.. Si había una forma de obtener mas poder. Tempus y Exodus, estaban preparados. Salieron de la habitación, como si nada hubiera sucedido y mucho menos, sin que alguien los hubiera visto. Deslizaron su sable de Luz y entre los miembros menos reconocidos, comenzaron a recolectar cuerpos pero sin matarlos... Encerraron a estos mismos, en un lugar determinado donde pudieran divisar su posición y comenzaron con el ritual..



- ¡El poder que todo mortal ansía! ¡Los secretos que cualquier persona desearía saber!... ¡Ahora Hermano! Ahora.. Seremos inmortales. - Dijo Exodus, mientras realizaba el ritual con la ayuda de su hermano.

En efecto, el ritual duró días y noches, tardes y mañanas... Pero fue completado. El lado oscuro había corrompido tanto los cuerpos de Exodus y Tempus, que estos poco a poco comenzaron a desintegrarse... Se desvanecían en pequeñas partículas de tela muy fina y llena de polvo. La sala se llenó de un destello potente mientras los cuerpos de los prisioneros también se desintegraban. Muchos gritos, de parte de los prisioneros e incluso de los hermanos, invadieron la sala... El pánico y lo inimaginado, se hacía presente.

Finalmente, los cuerpos terminaron de desintegrarse... Ya Exodus y Tempus, no existían...

Entre los restos de tela de los prisioneros, emergieron dos figuras... Tan negras como la oscuridad misma. El campo de la fuerza, se había perturbado totalmente.. Dos nuevos seres, habían sido creados... Estos se auto nombraron. Thanaton y Chratis..

Thanaton, nuevamente abrió sus ojos respirando agitado... Suspiraba mientras su corazón latía acelerado... Recordaba por todas las cosas que había pasado hasta donde se encontraba ahora.. No podía perder mas tiempo.. Ya estaba listo para seguir, luego de ese respiro..

Su próximo recuerdo se remonta mucho más adelante... El tiempo ya había pasado y todos se habían acostumbrado a su nuevo aspecto y cuerpo.. Thanaton y Chratis Tainted.. Ambos, se encontraban arrodillados ante el Emperador. Darth Veek Tainted, los observaba mientras alzaba ambas manos.. Entonces, deslizó su sable y señalándolos con una mano... Lo encendió.



- Thanaton y Chratis, la máxima expresión de la oscuridad... El terror en vida.. La pesadilla de sus oponentes.. Levántense.. ¡Como unos Lores Sith! - Gritó el Emperador Darth Veek Tainted, a sus nietos que poco a poco se colocaban de pie.

Fue ahí, cuando Thanaton y Chratis, ya como unos Lores Sith... Salieron de la habitación, dejando atrás todo... Todas las personas que lo habían ayudado, ya no estaban.. Practicamente habían desaparecido. Solo quedaba el Emperador, que con el pasar del tiempo.. Simplemente desapareció, dejando a otra persona al mando de la Orden Sith. Esto, poco a poco comenzó a crear algunos problemas. La gente no estaba acostumbrada a esto, solo aquellos que se encargaban de lamerle las bolas a sea quien sea el mandatario para obtener sus propósitos. Sigil Tainted, otro lord de los sith, comenzó a compartir sus ideas con los hermanos, que también opinaban casi lo mismo.. Estaban dispuestos a hacer algo al respecto. Exur Kan, el nuevo Señor Oscuro. Debía salir de ese lugar.



Se pusieron en marcha.. Los planes de rebelión, habían comenzado... Muchos movimientos, en contra del Señor Oscuro se estaban efectuando, casi al punto de crear una guerra civil sith, ante la desconfianza de quien estaría del lado de quien. Nihl Tainted, llegó luego de su inactividad de viajar por la Galaxia y ante la difícil situación, se convirtió el en el Señor Oscuro. Exur Kan, había salido de su puesto.. Quizás el objetivo estaba cumplido más a Thanaton y Chratis, solo les interesaba divertirse. Por eso, con algunos miembros de Arkania, ambos decidieron marcharse de la Orden Sith para llegar a un lejano planeta. Llamado Trian, ahí establecieron su Academia Sith, donde actualmente el se encontraba.

Thanaton abrió sus ojos... Se encontraba en total paz con sigo mismo. Toda esta exploración en sus recuerdos, tantos rostros y nombres... Esto era tan solo un pequeño resumen de su vida. Se colocó de pie y bajando las escaleras del trono, suspiró... Se dirigió hacia otra habitación y se encerró... Pasaron varios días y el aún se encontraba ahí, pero.. Cuando el mayor silencio se había echo presente. Las puertas se abrieron de par a par... Thanaton, salió caminando de la habitación.. Con un artefacto en su mano y portaba una impotente armadura con una larga capa... Este era el comienzo del fin.

Obtengo:
Holocrón de Thanaton (Solo para roleos)
Armadura de Darth Thanaton (Solo para roleos)