[Roleo + Obtención] Un Frasco Mortal. (Sin Revisar)
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Welfarest
Ganlek Akan
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[Roleo + Obtención] Un Frasco Mortal. (Sin Revisar)
Me desperté una mañana. El cielo era negro y las enormes nubes grises acechaban el cielo de Korriban.
Me levanté de un salto y me dirigí a Arzak, el cual no paraba de hacer ruido con sus ronquidos infernales, que fue el motivo por el que me desperté.
-Ee, comilón, despierta.
-¿Awa?
-Vamos a Korriban, que ya es día.
Los ojos de Arzak mostraban una señal de sueño, y sus enormes legañas ya se superaban, me dirigí al baño y me asee un poco antes de dirigirme a mi academia, mientras el wookie, a zarpadas, se peinaba y quitaba las legañas, menudo asco que daba...
Al acabar me dirigí a mi armario y abriéndolo con gran inquietud, cogí mi túnica de aprendiz, que me puse velozmente, y mi sable rojo, el cual colgué en la parte derecha de mi cinturón.
Al acabar de vestirme bien, Arzak seguía tumbado en la cama, aun con perrera debido a que el cielo negruzco y las nubes grisaceas, provocaban algo de sueño en su mente. Me dirigí a él y le di un meneo para que se despertara de una vez. Al hacerlo, se puso su cinta diagonal de cuero, colgó su ballesta láser y se dirigió junto a mí a las puertas de Korriban.
Las casas eran algo derruidas y daba miedo solo verlas, pero la gente con cara de pocos amigos que había en sus portales, asustaba aun más.
Tras cruzar varias calles, vimos finalmente la Academia de Korriban, la cual estaba rodeada de unas nubes rojas increíbles.
Entré a la Academia abriendo las verjas de la puerta, y entré dentro de la Academia. Dentro de esta había un montón de Iniciados, estudiando juntos, y otros entrenando en mitad del pasillo, pero todos se pararon con un grito atronador que sonó desde un palco que había en la sala principal. Por ella se asomó mi maestro, el Guardián Farwek.
-¡¡¡SILENCIO!!!
Todos en ese mismo instante, pararon y rodearon la cabeza atemorizados, ante la imagen intimidante de el Guardián, el cual, con sus ojos amarillos, se clavaban en la mirada de iniciados y aprendices que había en la sala. Cerré la puerta lentamente y le miré junto a los demás.
-¡¡Silencio todos!! Tengo que hablaros de algo. Pronto se celebrará una clase impartida por mí, quien esté interesado que venga, y si aprecia su vida, tambien...
Ante esto todos quedaron atemorizados por las palabras del Guardián, pero rápidamente, antes de que se fuera, me dirigí al palco donde estaba situado. Los demás siguieron con sus tareas, y siguiendo haciendo el mismo ruido que hacían antes, el ruido de los arcaicos, y de las palabras de estudio que mencionaban los iniciados, hacían de la Academia un lugar poco acogedor, pero no me detení ni un segundo y fui a por mi maestro, el Guardián.
Rápidamente, subí las escaleras y me dirigí a la Primera Planta, donde éste estaba situado el Guardián. Él se estaba retirando hacia los interiores, cuando agarré su hombro y él rodeó, en esos mismo segundos clavé mi rodilla izquierda en el suelo y agaché la cabeza en señal de lealtad.
-Guardián...
-¿Qué deseas?... Mi aprendiz
-¿Tiene algo para mí hoy? ¿Alguna tarea o algo de interés?
-Mmmm, no tenía nada planeado, pero bueno... Bien.
-¿El qué es Guardián?
-Quiero que vayas a la Biblioteca de Korriban, allí encontrarás un libro interesante sobre venenos mortales, busca sobre ellos y cuando creas que sabes suficiente, si quieres... coge mi nave y dirígete donde veas...
-Gracias Guardián, así se ha dicho y así se hará...
En esos momentos el Guardián Farwek, se rodeó y se volvió a dirigir a los interiores, mientras me levantaba. Al estar de pie, me rodeé de lado y miré a Arzak, al cual extrañado la dije que me acompañara a la biblioteca.
Tras atravesar interiores, llegué a la biblioteca, la cual estaba llena de Iniciados con libros, y esto me preocupó ya que pensé que quizás estuvieran leyendo ese libro...
Miré y miré cada lado de la biblioteca, cada esquina y finalmente, vi a uno de los Iniciados, en ese momento me acerqué a él y le dije.
-Iniciado, buscaba este libro, gracias puedes marcharte.
-Pero ese libro lo he...
-Gracias, puedes marcharte he dicho.
En esos momentos, el iniciado enrabietado se rodeó y se fue junto a los demás, buscando otro libro de su interés. Mientras abrí el libro y me senté en uno de los asientos de la biblioteca. Tras muchas páginas leidas, el aprendiz vio la cantidad de venenos que había, pero uno de ellos le sobrextrañaba.
Rápidamente cerró el libro, se lo guardó en uno de sus bolsillos de su túnica y se levantó del asiento junto a Arzak.
Fui corriendo a la plataforma de aterrizaje con las llaves de mi maestro en las manos, pero al llegar un Almirante Imperial, custodiaba la zona de aterrizaje. Al verle, este me hizo un gesto con la mano en señal de que me frenara y con la voz algo sulfurada y jadeante le dije.
-Buenos días... almirante.
-Buenos días, aprendiz, ¿qué se supone que hace aquí?
-El Guardián Farwek me dio permiso para coger sus naves. Dije mientras enseñaba las llaves de su nave en mis manos.
-Bien, en ese caso, te dejaré ir, pero avisaré a la Academia...
-Vale, gracias.
Mientras el aprendiz esperaba a que el Almirante lo confirmara con la academia, se dirigió hacia Arzak, el cual acababa de llegar, y con una voz algo triste le dijo que no cabían en la nave, ya que era solo para una persona, al cual el Wookie se decepcionó, pero le comentó que se quedaría esperando en la plataforma de aterrizaje a su llegada.
Al acabar su conversación, vieron como el Almirante volvía a la plataforma de aterrizaje y éste les dijo.
-Esta bien, acceso confirmado, puedes pasar.
-Vale Almirante.
-Perdone las molestias aprendiz.
-No importa, era su trabajo.
En eso el aprendiz subió a la nave del Guardián y se dirigió a Yuuzhan'Thar. Cerró la cabina y ascendió saliendo de la atmósfera de Korriban en la nave del Guardián. Tras largo rato, llegó a Yuuzhan'Thar, el cual era un planeta lleno de vegetación. El aprendiz descendió y aterrizó en la superficie del planeta, bajó de su nave y miró a sus lados.
-Bien... será mejor que comenté el libro de la biblioteca.
El aprendiz sacó el libro de su bolsillo y lo abrió por la página que tenía marcada, la cual revisó de arriba abajo y se dirigió corriendo al bosque de los interiores de Yuuzhan'Thar.
Tras varias horas, el aprendiz vio un pantano de color verde oscuro y lleno de matorrales en el interior del bosque. El aprendiz, extrañado se dirigió a este, se agachó y sacó de su cinturón y pequeño frasco de cristal, lo abrió y sin meter los dedos en el líquido del pantano, lleno el frasco de cristal de este líquido, cerró el frasco, lo elevó a la altura de sus ojos y lo agitó varias veces. Tras hacerlo abrió de nuevo su libro, lo apoyó en la pierna que no tenía apoyada y empezó a pasar páginas con una mano, finalmente, descubrió que ese veneno era veneno de Irksh, naciente de los pantanos de Yuuzhan'Thar.
El aprendiz se levantó y guardó de nuevo el libro en su bolsillo trasero de su túnica, luego, guardó el frasco de cristal con cuidado en su bolsa de tela, y colgó ésta.
Lentamente se retiró del perímetro del pantano, y siguió sus recorridos en el bosque mientras repetía las mismas palabras.
-Veneno de Irksh, interesante, estoy deseando probarlo...
Mientras lo repetía pensaba en el montón de venenos que le quedaban por encontrar y lo que le quedaba por hacer. A los varios minutos vio una especie de bruma de color verdosa acercarse a él, el cual el aprendiz, la reconoció rápidamente y se tapó la boca y nariz con su túnica, con la otra mano sacó otro frasco y lo abrió con el dedo pulgar, dejó que se llenara y a los cinco segundos volvió a cerrar el frasco.
El aprendiz corrió fuera de esa zona, y tras mucho tiempo estando sin respirar, empezó a jadear como un perro. Miró el frasco lleno de humo verdoso, el cual supo identificar como veneno senflax, una potente neurotoxina. Por suerte no repiró en ningún momento y aunque casi muere ahogado por si mismo, consiguió otro frasco de veneno, el cual guardó de nuevo en su bolsa de tela junto el otro frasco.
El aprendiz ya se cansó de tantos venenos, ya que le parecían bastantes, asi que se dirigió al lugar donde habia dejado la nave. Empezó a quitar la maleza de los arbustos que le tapaban la visión pero finalmente, cuando llegó a la superficie, vio un 3 yuuzhan vongs comiéndose a un humano muerto. Estos se rodearon y me miraron y sin dudarlo y segundo, descolgué el sable y lo prendí. Su hoja roja intimidaba solo verla y los Yuuzhan Vongs vieron mis intenciones y decidieron guardar las distancias, uno de ellos me miró y con un acento extraño me dijo.
-¿Qué buscas en estas zonas?... ¡Sith!
-Nada de tu incumbencia, mejor que sigais a lo vuestro sino quereis tener problemas.
-No sith, el que tiene problemas eres tu...
En esos momentos los Yuuzhan Vongs que parecían algo alejados de la población y tenían pinta de ser desterrados, desenrroscaron sus anfibastones y se dirigieron a por mí, pero raudo y veloz hice un amago y me fui corriendo hacia el otro lado.
Tras vario tiempo corriendo llegué a ver mi nave y me frené en seco. Los Yuuzhan Vong frenaron junto a mi y me rodeé. Les miré a los ojos, los mios anotaban un amarillo sulfúrico y en ellos un símbolo sith se apreciaba, con tono grave les dije.
-He dicho que me dejeis en paz...
Los Yuuzhan Vong calleron al suelo y enrroscaron su anfibaston. Lentamente, se arrodillaron y con la boca abierta me miraron a los ojos, y soltaron cada uno un bote de cristal, el cual estaba lleno de veneno de raíz de manax. Estos con voz jadeante y tartamudeante me dijeron.
-Lo...Lo sentimos mucho...se...señor.
-¡Marchaos de aquí de una vez, no quiero volver a veros!
Estos se levantaron y salieron corriendo hacia donde estaban al principio, sin saber nada de lo que había pasado.
El aprendiz se agachó y cogió el bote de veneno con ambas manos. Lentamente fue a su nave y guardo el bote en ella, donde después se dirigió a Korriban, donde el Lado Oscuro había ayudado a conseguir todo lo que necesito...
Al llegar, aterrizó su nave y salió de esta, dirigiéndose rápidamente donde se encontraba su maestro para devolverle las llaves de su nave.
Este se encontraba entrenando con otro, en cuanto el aprendiz le lanzó las llaves a su maestro.
-Gracias Guardián. Dijo con una leve arrodillación.
-Todo un placer aprendiz.
Obtenidos: Frasco de Veneno Irksh, Frasco de Veneno Senflax, Bote de Veneno de Raíz de Manax.
Me levanté de un salto y me dirigí a Arzak, el cual no paraba de hacer ruido con sus ronquidos infernales, que fue el motivo por el que me desperté.
-Ee, comilón, despierta.
-¿Awa?
-Vamos a Korriban, que ya es día.
Los ojos de Arzak mostraban una señal de sueño, y sus enormes legañas ya se superaban, me dirigí al baño y me asee un poco antes de dirigirme a mi academia, mientras el wookie, a zarpadas, se peinaba y quitaba las legañas, menudo asco que daba...
Al acabar me dirigí a mi armario y abriéndolo con gran inquietud, cogí mi túnica de aprendiz, que me puse velozmente, y mi sable rojo, el cual colgué en la parte derecha de mi cinturón.
Al acabar de vestirme bien, Arzak seguía tumbado en la cama, aun con perrera debido a que el cielo negruzco y las nubes grisaceas, provocaban algo de sueño en su mente. Me dirigí a él y le di un meneo para que se despertara de una vez. Al hacerlo, se puso su cinta diagonal de cuero, colgó su ballesta láser y se dirigió junto a mí a las puertas de Korriban.
Las casas eran algo derruidas y daba miedo solo verlas, pero la gente con cara de pocos amigos que había en sus portales, asustaba aun más.
Tras cruzar varias calles, vimos finalmente la Academia de Korriban, la cual estaba rodeada de unas nubes rojas increíbles.
Entré a la Academia abriendo las verjas de la puerta, y entré dentro de la Academia. Dentro de esta había un montón de Iniciados, estudiando juntos, y otros entrenando en mitad del pasillo, pero todos se pararon con un grito atronador que sonó desde un palco que había en la sala principal. Por ella se asomó mi maestro, el Guardián Farwek.
-¡¡¡SILENCIO!!!
Todos en ese mismo instante, pararon y rodearon la cabeza atemorizados, ante la imagen intimidante de el Guardián, el cual, con sus ojos amarillos, se clavaban en la mirada de iniciados y aprendices que había en la sala. Cerré la puerta lentamente y le miré junto a los demás.
-¡¡Silencio todos!! Tengo que hablaros de algo. Pronto se celebrará una clase impartida por mí, quien esté interesado que venga, y si aprecia su vida, tambien...
Ante esto todos quedaron atemorizados por las palabras del Guardián, pero rápidamente, antes de que se fuera, me dirigí al palco donde estaba situado. Los demás siguieron con sus tareas, y siguiendo haciendo el mismo ruido que hacían antes, el ruido de los arcaicos, y de las palabras de estudio que mencionaban los iniciados, hacían de la Academia un lugar poco acogedor, pero no me detení ni un segundo y fui a por mi maestro, el Guardián.
Rápidamente, subí las escaleras y me dirigí a la Primera Planta, donde éste estaba situado el Guardián. Él se estaba retirando hacia los interiores, cuando agarré su hombro y él rodeó, en esos mismo segundos clavé mi rodilla izquierda en el suelo y agaché la cabeza en señal de lealtad.
-Guardián...
-¿Qué deseas?... Mi aprendiz
-¿Tiene algo para mí hoy? ¿Alguna tarea o algo de interés?
-Mmmm, no tenía nada planeado, pero bueno... Bien.
-¿El qué es Guardián?
-Quiero que vayas a la Biblioteca de Korriban, allí encontrarás un libro interesante sobre venenos mortales, busca sobre ellos y cuando creas que sabes suficiente, si quieres... coge mi nave y dirígete donde veas...
-Gracias Guardián, así se ha dicho y así se hará...
En esos momentos el Guardián Farwek, se rodeó y se volvió a dirigir a los interiores, mientras me levantaba. Al estar de pie, me rodeé de lado y miré a Arzak, al cual extrañado la dije que me acompañara a la biblioteca.
Tras atravesar interiores, llegué a la biblioteca, la cual estaba llena de Iniciados con libros, y esto me preocupó ya que pensé que quizás estuvieran leyendo ese libro...
Miré y miré cada lado de la biblioteca, cada esquina y finalmente, vi a uno de los Iniciados, en ese momento me acerqué a él y le dije.
-Iniciado, buscaba este libro, gracias puedes marcharte.
-Pero ese libro lo he...
-Gracias, puedes marcharte he dicho.
En esos momentos, el iniciado enrabietado se rodeó y se fue junto a los demás, buscando otro libro de su interés. Mientras abrí el libro y me senté en uno de los asientos de la biblioteca. Tras muchas páginas leidas, el aprendiz vio la cantidad de venenos que había, pero uno de ellos le sobrextrañaba.
Rápidamente cerró el libro, se lo guardó en uno de sus bolsillos de su túnica y se levantó del asiento junto a Arzak.
Fui corriendo a la plataforma de aterrizaje con las llaves de mi maestro en las manos, pero al llegar un Almirante Imperial, custodiaba la zona de aterrizaje. Al verle, este me hizo un gesto con la mano en señal de que me frenara y con la voz algo sulfurada y jadeante le dije.
-Buenos días... almirante.
-Buenos días, aprendiz, ¿qué se supone que hace aquí?
-El Guardián Farwek me dio permiso para coger sus naves. Dije mientras enseñaba las llaves de su nave en mis manos.
-Bien, en ese caso, te dejaré ir, pero avisaré a la Academia...
-Vale, gracias.
Mientras el aprendiz esperaba a que el Almirante lo confirmara con la academia, se dirigió hacia Arzak, el cual acababa de llegar, y con una voz algo triste le dijo que no cabían en la nave, ya que era solo para una persona, al cual el Wookie se decepcionó, pero le comentó que se quedaría esperando en la plataforma de aterrizaje a su llegada.
Al acabar su conversación, vieron como el Almirante volvía a la plataforma de aterrizaje y éste les dijo.
-Esta bien, acceso confirmado, puedes pasar.
-Vale Almirante.
-Perdone las molestias aprendiz.
-No importa, era su trabajo.
En eso el aprendiz subió a la nave del Guardián y se dirigió a Yuuzhan'Thar. Cerró la cabina y ascendió saliendo de la atmósfera de Korriban en la nave del Guardián. Tras largo rato, llegó a Yuuzhan'Thar, el cual era un planeta lleno de vegetación. El aprendiz descendió y aterrizó en la superficie del planeta, bajó de su nave y miró a sus lados.
-Bien... será mejor que comenté el libro de la biblioteca.
El aprendiz sacó el libro de su bolsillo y lo abrió por la página que tenía marcada, la cual revisó de arriba abajo y se dirigió corriendo al bosque de los interiores de Yuuzhan'Thar.
Tras varias horas, el aprendiz vio un pantano de color verde oscuro y lleno de matorrales en el interior del bosque. El aprendiz, extrañado se dirigió a este, se agachó y sacó de su cinturón y pequeño frasco de cristal, lo abrió y sin meter los dedos en el líquido del pantano, lleno el frasco de cristal de este líquido, cerró el frasco, lo elevó a la altura de sus ojos y lo agitó varias veces. Tras hacerlo abrió de nuevo su libro, lo apoyó en la pierna que no tenía apoyada y empezó a pasar páginas con una mano, finalmente, descubrió que ese veneno era veneno de Irksh, naciente de los pantanos de Yuuzhan'Thar.
El aprendiz se levantó y guardó de nuevo el libro en su bolsillo trasero de su túnica, luego, guardó el frasco de cristal con cuidado en su bolsa de tela, y colgó ésta.
Lentamente se retiró del perímetro del pantano, y siguió sus recorridos en el bosque mientras repetía las mismas palabras.
-Veneno de Irksh, interesante, estoy deseando probarlo...
Mientras lo repetía pensaba en el montón de venenos que le quedaban por encontrar y lo que le quedaba por hacer. A los varios minutos vio una especie de bruma de color verdosa acercarse a él, el cual el aprendiz, la reconoció rápidamente y se tapó la boca y nariz con su túnica, con la otra mano sacó otro frasco y lo abrió con el dedo pulgar, dejó que se llenara y a los cinco segundos volvió a cerrar el frasco.
El aprendiz corrió fuera de esa zona, y tras mucho tiempo estando sin respirar, empezó a jadear como un perro. Miró el frasco lleno de humo verdoso, el cual supo identificar como veneno senflax, una potente neurotoxina. Por suerte no repiró en ningún momento y aunque casi muere ahogado por si mismo, consiguió otro frasco de veneno, el cual guardó de nuevo en su bolsa de tela junto el otro frasco.
El aprendiz ya se cansó de tantos venenos, ya que le parecían bastantes, asi que se dirigió al lugar donde habia dejado la nave. Empezó a quitar la maleza de los arbustos que le tapaban la visión pero finalmente, cuando llegó a la superficie, vio un 3 yuuzhan vongs comiéndose a un humano muerto. Estos se rodearon y me miraron y sin dudarlo y segundo, descolgué el sable y lo prendí. Su hoja roja intimidaba solo verla y los Yuuzhan Vongs vieron mis intenciones y decidieron guardar las distancias, uno de ellos me miró y con un acento extraño me dijo.
-¿Qué buscas en estas zonas?... ¡Sith!
-Nada de tu incumbencia, mejor que sigais a lo vuestro sino quereis tener problemas.
-No sith, el que tiene problemas eres tu...
En esos momentos los Yuuzhan Vongs que parecían algo alejados de la población y tenían pinta de ser desterrados, desenrroscaron sus anfibastones y se dirigieron a por mí, pero raudo y veloz hice un amago y me fui corriendo hacia el otro lado.
Tras vario tiempo corriendo llegué a ver mi nave y me frené en seco. Los Yuuzhan Vong frenaron junto a mi y me rodeé. Les miré a los ojos, los mios anotaban un amarillo sulfúrico y en ellos un símbolo sith se apreciaba, con tono grave les dije.
-He dicho que me dejeis en paz...
Los Yuuzhan Vong calleron al suelo y enrroscaron su anfibaston. Lentamente, se arrodillaron y con la boca abierta me miraron a los ojos, y soltaron cada uno un bote de cristal, el cual estaba lleno de veneno de raíz de manax. Estos con voz jadeante y tartamudeante me dijeron.
-Lo...Lo sentimos mucho...se...señor.
-¡Marchaos de aquí de una vez, no quiero volver a veros!
Estos se levantaron y salieron corriendo hacia donde estaban al principio, sin saber nada de lo que había pasado.
El aprendiz se agachó y cogió el bote de veneno con ambas manos. Lentamente fue a su nave y guardo el bote en ella, donde después se dirigió a Korriban, donde el Lado Oscuro había ayudado a conseguir todo lo que necesito...
Al llegar, aterrizó su nave y salió de esta, dirigiéndose rápidamente donde se encontraba su maestro para devolverle las llaves de su nave.
Este se encontraba entrenando con otro, en cuanto el aprendiz le lanzó las llaves a su maestro.
-Gracias Guardián. Dijo con una leve arrodillación.
-Todo un placer aprendiz.
Obtenidos: Frasco de Veneno Irksh, Frasco de Veneno Senflax, Bote de Veneno de Raíz de Manax.
Ganlek Akan- Mensajes : 154
Fecha de inscripción : 24/09/2011
Edad : 31
Localización : Detras de ti.
Re: [Roleo + Obtención] Un Frasco Mortal. (Sin Revisar)
Buen roleo ganlek
Welfarest- Mensajes : 949
Fecha de inscripción : 20/08/2011
Edad : 30
Localización : Primus Goluud; Academia Sith
Re: [Roleo + Obtención] Un Frasco Mortal. (Sin Revisar)
Buen roleo, aunque podrías hacerlo mucho mejor.
Sigue así.
Sigue así.
Lastkeir- Mensajes : 81
Fecha de inscripción : 01/09/2011
Edad : 29
Re: [Roleo + Obtención] Un Frasco Mortal. (Sin Revisar)
Buen roleo Ganlek, sigue así.
Vrenomize- Mensajes : 658
Fecha de inscripción : 19/08/2011
Edad : 25
Localización : Venezuela
Re: [Roleo + Obtención] Un Frasco Mortal. (Sin Revisar)
¿Esos venenos tienen alguna utilidad que interfiera en el sistema de batalla o son solo para rolear?
Jensaarai- Mensajes : 5197
Fecha de inscripción : 27/08/2011
Re: [Roleo + Obtención] Un Frasco Mortal. (Sin Revisar)
Esos venenos son como el veneno de las espadas del kaos, son por ahora rolear y a lo mejor en batalla no, pero a lo mejor de ataque sorpresa si. Un ejemplo es que haya alguien ausente y viene por detras y con un pañuelo echa unas gotas de veneno y se lo pone en la boca, pero sobre todo roleo, no lo desaprovechare en ello.
Ganlek Akan- Mensajes : 154
Fecha de inscripción : 24/09/2011
Edad : 31
Localización : Detras de ti.
Jensaarai- Mensajes : 5197
Fecha de inscripción : 27/08/2011
Re: [Roleo + Obtención] Un Frasco Mortal. (Sin Revisar)
Jensaarai escribió:Roleo válido.
Ficha Actualizada
Keldorn Gres- Mensajes : 795
Fecha de inscripción : 20/08/2011
Edad : 27
Localización : Tarragona
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