[Roleo de Zabuza.M] Regulus; Capitulo I: El Origen.
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[Roleo de Zabuza.M] Regulus; Capitulo I: El Origen.
Autor: Zabuza.M
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Zeltros; Origen de Regulus
-Regulus al momento de nacer fue enviado a otro planeta con tal de tener un mejor cuidado y educacion, ya que se conoce que sus padres eran apostadores, perdieron la mayoria de su dinero intentando recuperar gran parte de sus ganancias perdidas en los ultimos meses, y al reconocer que no podrian mantener a un hijo lo enviaron a otro planeta con el poco dinero que tenian. Èl creciò en una casa alejada del "centro" de la zona, es decir, donde habia mas actividad social, y lo educaban en casa, ya que las personas que estaban a cargo de Regulus eran gente bien dotada en conocimientos. Tenìa un hermano que estaba entrenando para ser "un gran Jedi" como decìa su hermano. Su hermano siempre fue el modelo a seguir de Regulus, un chico carismatico y hospitalario, trabajador, y por lo que lograba escuchar de los amigos de su hermano, era un buen Jedi, aunque mas que manejar el sable sabia controlar la fuerza muy bien.
Como era de esperarse, una casa un poco alejada de la sociedad tenìa como problema que tenia poca vigilancia, y no tenian la misma oportunidad que vivir en el "centro de la ciudad" asì que si venia alguien a robarles posiblemente nadie podria escucharlos, y tenian que defenderse por si mismo.
Su hermano habia salido con unos amigos a un bar para pasar la noche con ellos, de fiesta y charlando de anecdotas de su niñez, mientras que los padres de Regulus dormian en su habitacion, y Regulus estaba sentado en la mesa de la cocina, leyendo un libro sobre Teorìa Jedi. La cerradura de la puerta estaba haciendo un ruido extraño, aparentaba que la estaban forzando para entrar, y Regulus pensò que era su hermano que habia vuelto del bar, y con toda su inocencia dejo su libro abierto sobre la mesa y fue a abrir la puerta.
Al momento de abrir la puerta, entraron 4 hombres con Pistolas Blasters en mano, y amenazaron a Regulus de dispararle en la cabeza si intentaba hacer algo, y el pequeño grito que soltò antes de que lo amenazaran con el cañon de la pistola, logrò despertar a su padre adoptivo, quien a su vez sacudiendo a su esposa se despertaron, y lograron escuchar las voces de los 4 hombres entrar, junto con sus pisadas. Uno de los hombres sacò a Regulus de la casa y lo mantuvo observandolo por si intentaba huir por ayuda, mientras que los otros 3 estaban recorriendo la casa para robarles sus pertenencias.
Su padre se levanto y su esposa atras de el, cubriendose. El padre junto con su esposa no tenia en cuenta que los hombres estaban armados, y al momento de salir y oponer resistencia ante el intento de robo de los 3 hombres, uno de los hombres, que le temblaba la mano, le disparo a los dos en el pecho, dejando una gran herida y poco despuès, la muerte. Estos ladrones tomaron lo que tenian a mano y se fueron corriendo, mientras que Regulus con esperanzas de que sus padres siguieran vivos, ya que el escucho el sonido del disparo del Blaster, entrò corriendo y gritando a su casa, solo para ver los cuerpos de sus padres tendidos en el suelo. Una hora despues llegò su hermano un poco alcoholizado del bar, y vio a su hermano dormido en una silla con la ropa mojada por sus lagrimas, y al ver al cuerpo de sus padres en el suelo, la desesperaciòn y la angustia lo atrapo, y poco despues se suicido de formas desconocidas.
19 AÑOS DESPUÉS
Ruusan
Una nave de gran tamaño estaba aterrizando en un terreno llano lejos de la población de Ruusan, al no ser visto no llamó la atención. El aterrizaje había levantado una gran cantidad de arena, la cual parte de ella cubría las ventanas de la nave y gran parte de la misma, al lograr aterrizar perfectamente, la plataforma de aterrizaje comenzaba a bajar, y cantidades de arena comenzaban a colarse dentro de la nave, ya que el clima en Ruusan era muy variado, y en ese momento había mucho viento.
De la nave salía un chico con la capucha puesta y con el brazo en alto para cubrirse de la arena que se dirigía hacia el, la arena se le pegaba a la túnica que llevaba al estar un poco mojada, era Regulus, que había llegado con un navegante al cual le había pagado una suma desconocida de Dactarios para un viaje hacia Ruusan, que justo detrás de Regulus venía el navegante, también tapandose la cara con su brazo en alto por la arena.
- Y bien, ¡ya hemos llegado a Ruusan! ¿Que te pareció el viaje, chico? - Decía el navegante, con una sonrisa de oreja a oreja en la cara. Regulus miraba hacia los lados, estaba completamente parado en medio de la nada; la nave había aterrizado demasiado lejos de la población... ahora les iba a costar un buen rato llegar hacia el centro de la población.
- ¡Prometiste dejarme cerca de la ciudad y ahora estamos en el medio de la nada! Ahora tendremos que caminar y caminar y caminar, y mi traje está cubierto de arena por tu estúpida nave que levantó demasiada tierra. - Regulus se notaba enojado y frustrado. El navegante caminó hacia Regulus dando zancadas, con la cara roja de furia y tomó a Regulus desde el cuello de la camisa que llevaba debajo de la túnica. - Escúchame niño imbécil, no viajé desde Zeltros hacia Ruusan para que empieces con esas estupideces, si crees que eres tan débil como para no poder ir solo hasta la población, yo te acompañaré - El navegante soltó a Regulus, y Regulus mostraba una cara de agradecido al escuchar su propuesta - ... pero, eso va a costar unos dactarios más... ¿sabes? - Dijo el navegante - ¡¿Acaso no viste cuanto me cobraste por este maldito viaje?! ¡¿Y ahora quieres que te pague más para acompañarme?! ¡Estoy en la pura ruina! ... Sabes... ahora que lo pienso, tengo una idea. Tengo un par de trabajos que hacer en Ruusan, podrías ayudarme con los trabajos, y repartiré el dinero que me den para poder pagarte a ti -
- ¿Acaso me ves cara de esclavo? ¡Ni en sueños te ayudaré a hacer TÚ trabajo! ¿¡Sabes qué?! ¡Me voy! No necesito tu maldito dinero, ahora tendrás que irte tu solo caminando hacia Ruusan, a ver cuanto duras solo, niño - El navegante comenzó a calmarse luego de gritarle, el tono de su cara volvió a su estado normal, y enfurecido camino hacia adentro de su nave, cerró la plataforma de aterrizaje y comenzó a ascender, levantando una gran cantidad de arena, por suerte Regulus le dio la espalda a la arena, y logró salvarse.
- Maldito idiota... - Pensó Regulus.
El sol le daba de cara a Regulus. Éste parecía que tenía un río de agua que le caía desde debajo de sus ojos, la túnica se le manchaba con gotas de sudor; Regulus estaba bastante cansado, no le quedaba mucha agua y tenía pensado ahorrarla para cuando se quedara en la ciudad.
A lo lejos, el chico logró observar una serie de puntos que venían hacia el, este estaba muy cansado como para ver bien que era, así que se quedó parado para intentar verlos mejor. Entre-cerró los ojos, las criaturas se acercaban más, más y más, hasta que al final llegaron a estar a pocos metros de el, eran Bouncer's, 3 específicamente.
El Chico saltó hacia atrás para hacer un poco de tiempo y alejarse de ellos, en el aire abrió hacia los costados su túnica, dejando ver su cinturón, el cual tenía el sable láser que usaba su hermano en sus tiempos de Jedi, antes de morir. Tomó el sable desde el mango y lo deslizo desde su lugar, encendiendolo, dejando ver el resplandor y el calor del Sable, era un sable azul. No sabía usarlo muy bien, unas pocas veces había visto a su hermano usar el sable, principalmente en entrenamientos, pero al menos tenía algo con lo que defenderse.
Las criaturas parecían que se acercaban a grandes velocidades, Regulus comenzó a agitar el sable hacia arriba para intentar impactarle a las criaturas o al menos ahuyentarlas, pero estas en vez de ir directo hacia el, parecía que estaban huyendo de algo; cerca de ellas venía alguien, parecía ir en saltos de gran altura y a gran velocidad se acercaba hacia ellas, pero al ver a Regulus parado en medio del camino se detuvo, y lo observó de pies a cabeza.
- Bonito sable Joven Padawan, ¿de que academia viene? - Le decía el desconocido con una voz tranquila y carismática.
- Ehh... no es mi sable, y tampoco soy padawan. Mi nombre es Regulus, este sable le perteneció a mi hermano antes de que lo mataran, vengo desde el planeta Zeltros.
- Sí, me di cuenta que no eras un Padawan, esos movimientos que hiciste con el sable no los había visto nunca - El desconocido se reía a carcajadas, en forma de burla. - Un gusto conocerlo joven Regulus, mi nombre es Felline, ¿puedo ayudarte en algo?
- Ahora que me lo preguntas, sí, vine desde Zeltros hacia Ruusan para intentar entrar en la Academia Jedi, quiero seguir los pasos que siguió mi hermano y terminar con lo que él no pudo terminar, ¿tienes alguna idea de como llegar ahí? - Regulus se secó el sudor con la manga de su túnica.
- Já... ¿qué si sé llegar ahí? Conozco el camino como la palma de mi mano. Soy el Vigilante Felline de la Academia Jedi de Ruusan, si quiere llegar allí sígame... Oh, y deme ese sable si no le molesta, creo que le podría dar un mejor uso de este si llegaran a llegar más Bouncers, esas criaturas verdes son muy fastidiosas... - Regulus apagó el sable desde el mango y se lo entregó a Felline. Éstos comenzaron su camino hacia la ciudad de Ruusan, Felline le contaba anécdotas de su estadía en la Academia Jedi, y de paso le contaba un poco sobre la historia Jedi.
Regulus sabía que su camino Jedi comenzaba en ese momento, decidido a entrenar y desarrollar sus habilidades, tanto teóricas como prácticas, emprendió su entrenamiento en la academia Jedi, comenzando como un simple iniciado, aspirando llegar a ser un gran Jedi, igual que su hermano.
-Regulus al momento de nacer fue enviado a otro planeta con tal de tener un mejor cuidado y educacion, ya que se conoce que sus padres eran apostadores, perdieron la mayoria de su dinero intentando recuperar gran parte de sus ganancias perdidas en los ultimos meses, y al reconocer que no podrian mantener a un hijo lo enviaron a otro planeta con el poco dinero que tenian. Èl creciò en una casa alejada del "centro" de la zona, es decir, donde habia mas actividad social, y lo educaban en casa, ya que las personas que estaban a cargo de Regulus eran gente bien dotada en conocimientos. Tenìa un hermano que estaba entrenando para ser "un gran Jedi" como decìa su hermano. Su hermano siempre fue el modelo a seguir de Regulus, un chico carismatico y hospitalario, trabajador, y por lo que lograba escuchar de los amigos de su hermano, era un buen Jedi, aunque mas que manejar el sable sabia controlar la fuerza muy bien.
Como era de esperarse, una casa un poco alejada de la sociedad tenìa como problema que tenia poca vigilancia, y no tenian la misma oportunidad que vivir en el "centro de la ciudad" asì que si venia alguien a robarles posiblemente nadie podria escucharlos, y tenian que defenderse por si mismo.
Su hermano habia salido con unos amigos a un bar para pasar la noche con ellos, de fiesta y charlando de anecdotas de su niñez, mientras que los padres de Regulus dormian en su habitacion, y Regulus estaba sentado en la mesa de la cocina, leyendo un libro sobre Teorìa Jedi. La cerradura de la puerta estaba haciendo un ruido extraño, aparentaba que la estaban forzando para entrar, y Regulus pensò que era su hermano que habia vuelto del bar, y con toda su inocencia dejo su libro abierto sobre la mesa y fue a abrir la puerta.
Al momento de abrir la puerta, entraron 4 hombres con Pistolas Blasters en mano, y amenazaron a Regulus de dispararle en la cabeza si intentaba hacer algo, y el pequeño grito que soltò antes de que lo amenazaran con el cañon de la pistola, logrò despertar a su padre adoptivo, quien a su vez sacudiendo a su esposa se despertaron, y lograron escuchar las voces de los 4 hombres entrar, junto con sus pisadas. Uno de los hombres sacò a Regulus de la casa y lo mantuvo observandolo por si intentaba huir por ayuda, mientras que los otros 3 estaban recorriendo la casa para robarles sus pertenencias.
Su padre se levanto y su esposa atras de el, cubriendose. El padre junto con su esposa no tenia en cuenta que los hombres estaban armados, y al momento de salir y oponer resistencia ante el intento de robo de los 3 hombres, uno de los hombres, que le temblaba la mano, le disparo a los dos en el pecho, dejando una gran herida y poco despuès, la muerte. Estos ladrones tomaron lo que tenian a mano y se fueron corriendo, mientras que Regulus con esperanzas de que sus padres siguieran vivos, ya que el escucho el sonido del disparo del Blaster, entrò corriendo y gritando a su casa, solo para ver los cuerpos de sus padres tendidos en el suelo. Una hora despues llegò su hermano un poco alcoholizado del bar, y vio a su hermano dormido en una silla con la ropa mojada por sus lagrimas, y al ver al cuerpo de sus padres en el suelo, la desesperaciòn y la angustia lo atrapo, y poco despues se suicido de formas desconocidas.
19 AÑOS DESPUÉS
Ruusan
Una nave de gran tamaño estaba aterrizando en un terreno llano lejos de la población de Ruusan, al no ser visto no llamó la atención. El aterrizaje había levantado una gran cantidad de arena, la cual parte de ella cubría las ventanas de la nave y gran parte de la misma, al lograr aterrizar perfectamente, la plataforma de aterrizaje comenzaba a bajar, y cantidades de arena comenzaban a colarse dentro de la nave, ya que el clima en Ruusan era muy variado, y en ese momento había mucho viento.
De la nave salía un chico con la capucha puesta y con el brazo en alto para cubrirse de la arena que se dirigía hacia el, la arena se le pegaba a la túnica que llevaba al estar un poco mojada, era Regulus, que había llegado con un navegante al cual le había pagado una suma desconocida de Dactarios para un viaje hacia Ruusan, que justo detrás de Regulus venía el navegante, también tapandose la cara con su brazo en alto por la arena.
- Y bien, ¡ya hemos llegado a Ruusan! ¿Que te pareció el viaje, chico? - Decía el navegante, con una sonrisa de oreja a oreja en la cara. Regulus miraba hacia los lados, estaba completamente parado en medio de la nada; la nave había aterrizado demasiado lejos de la población... ahora les iba a costar un buen rato llegar hacia el centro de la población.
- ¡Prometiste dejarme cerca de la ciudad y ahora estamos en el medio de la nada! Ahora tendremos que caminar y caminar y caminar, y mi traje está cubierto de arena por tu estúpida nave que levantó demasiada tierra. - Regulus se notaba enojado y frustrado. El navegante caminó hacia Regulus dando zancadas, con la cara roja de furia y tomó a Regulus desde el cuello de la camisa que llevaba debajo de la túnica. - Escúchame niño imbécil, no viajé desde Zeltros hacia Ruusan para que empieces con esas estupideces, si crees que eres tan débil como para no poder ir solo hasta la población, yo te acompañaré - El navegante soltó a Regulus, y Regulus mostraba una cara de agradecido al escuchar su propuesta - ... pero, eso va a costar unos dactarios más... ¿sabes? - Dijo el navegante - ¡¿Acaso no viste cuanto me cobraste por este maldito viaje?! ¡¿Y ahora quieres que te pague más para acompañarme?! ¡Estoy en la pura ruina! ... Sabes... ahora que lo pienso, tengo una idea. Tengo un par de trabajos que hacer en Ruusan, podrías ayudarme con los trabajos, y repartiré el dinero que me den para poder pagarte a ti -
- ¿Acaso me ves cara de esclavo? ¡Ni en sueños te ayudaré a hacer TÚ trabajo! ¿¡Sabes qué?! ¡Me voy! No necesito tu maldito dinero, ahora tendrás que irte tu solo caminando hacia Ruusan, a ver cuanto duras solo, niño - El navegante comenzó a calmarse luego de gritarle, el tono de su cara volvió a su estado normal, y enfurecido camino hacia adentro de su nave, cerró la plataforma de aterrizaje y comenzó a ascender, levantando una gran cantidad de arena, por suerte Regulus le dio la espalda a la arena, y logró salvarse.
- Maldito idiota... - Pensó Regulus.
El sol le daba de cara a Regulus. Éste parecía que tenía un río de agua que le caía desde debajo de sus ojos, la túnica se le manchaba con gotas de sudor; Regulus estaba bastante cansado, no le quedaba mucha agua y tenía pensado ahorrarla para cuando se quedara en la ciudad.
A lo lejos, el chico logró observar una serie de puntos que venían hacia el, este estaba muy cansado como para ver bien que era, así que se quedó parado para intentar verlos mejor. Entre-cerró los ojos, las criaturas se acercaban más, más y más, hasta que al final llegaron a estar a pocos metros de el, eran Bouncer's, 3 específicamente.
El Chico saltó hacia atrás para hacer un poco de tiempo y alejarse de ellos, en el aire abrió hacia los costados su túnica, dejando ver su cinturón, el cual tenía el sable láser que usaba su hermano en sus tiempos de Jedi, antes de morir. Tomó el sable desde el mango y lo deslizo desde su lugar, encendiendolo, dejando ver el resplandor y el calor del Sable, era un sable azul. No sabía usarlo muy bien, unas pocas veces había visto a su hermano usar el sable, principalmente en entrenamientos, pero al menos tenía algo con lo que defenderse.
Las criaturas parecían que se acercaban a grandes velocidades, Regulus comenzó a agitar el sable hacia arriba para intentar impactarle a las criaturas o al menos ahuyentarlas, pero estas en vez de ir directo hacia el, parecía que estaban huyendo de algo; cerca de ellas venía alguien, parecía ir en saltos de gran altura y a gran velocidad se acercaba hacia ellas, pero al ver a Regulus parado en medio del camino se detuvo, y lo observó de pies a cabeza.
- Bonito sable Joven Padawan, ¿de que academia viene? - Le decía el desconocido con una voz tranquila y carismática.
- Ehh... no es mi sable, y tampoco soy padawan. Mi nombre es Regulus, este sable le perteneció a mi hermano antes de que lo mataran, vengo desde el planeta Zeltros.
- Sí, me di cuenta que no eras un Padawan, esos movimientos que hiciste con el sable no los había visto nunca - El desconocido se reía a carcajadas, en forma de burla. - Un gusto conocerlo joven Regulus, mi nombre es Felline, ¿puedo ayudarte en algo?
- Ahora que me lo preguntas, sí, vine desde Zeltros hacia Ruusan para intentar entrar en la Academia Jedi, quiero seguir los pasos que siguió mi hermano y terminar con lo que él no pudo terminar, ¿tienes alguna idea de como llegar ahí? - Regulus se secó el sudor con la manga de su túnica.
- Já... ¿qué si sé llegar ahí? Conozco el camino como la palma de mi mano. Soy el Vigilante Felline de la Academia Jedi de Ruusan, si quiere llegar allí sígame... Oh, y deme ese sable si no le molesta, creo que le podría dar un mejor uso de este si llegaran a llegar más Bouncers, esas criaturas verdes son muy fastidiosas... - Regulus apagó el sable desde el mango y se lo entregó a Felline. Éstos comenzaron su camino hacia la ciudad de Ruusan, Felline le contaba anécdotas de su estadía en la Academia Jedi, y de paso le contaba un poco sobre la historia Jedi.
Regulus sabía que su camino Jedi comenzaba en ese momento, decidido a entrenar y desarrollar sus habilidades, tanto teóricas como prácticas, emprendió su entrenamiento en la academia Jedi, comenzando como un simple iniciado, aspirando llegar a ser un gran Jedi, igual que su hermano.
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Aquí termina el capítulo I de una serie de Historias contando lo que pase en la estadía de Regulus dentro de la academia, conforme se vayan desarrollando más eventos se irán agregando a las historias.
Habbo Wars- Mensajes : 223
Fecha de inscripción : 12/05/2015
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