[Crónica] The Inner Struggle

Saludos, hermano mío. Lamento no haberte escrito antes, ni haberlo hecho jamás. Fue bueno verte, me motivaste a seguir tu crecimiento, lástima que no pueda verlo ya. De todas formas, aquí me dirijo a ti con muchas incógnitas, pero eres mi primer y último recurso. No sé qué será de mí al terminar con todo esto, pero sólo sé que te beneficiaras de todo esto.

¿Alguna vez supiste de nuestra madre? Creo que poco la conociste, una lástima, pero siempre estuvo en aventuras. Ya no me dirigiré hacia el hereje de tu padre, es una lástima que se perdiera de tal forma tal guerrero como él a quien en cierto punto de mi vida admiré tanto. Lamento que haya tenido que suceder todo de la manera que sucedió, pero ya no era el mismo, así como sé que tú no lo eres. La familia lo es todo, lo he aprendido de la manera más dura, de la manera en la que más duele y esa es separarme de todos. El día que nuestra madre partió para no volver jamás sólo me miró, pero no con dulzura, como solía hacerlo, pero sé que la expresión en su cara no era algo de lo que debía alegrarme… Y me sentí un fracaso el resto de mis días, hasta que empecé a ver las consecuencias de la depresión en la que caí, y para cuando me di cuenta de que necesitaba hacer algo para frenar, ya era muy tarde. Opté por tomar un camino más fácil por un tiempo, necesitaba algo con que despejar mi mente, necesitaba alejarme de todos antes de hacer algo peor. Fue lo mejor que se me ocurrió en el momento, dejar la orden, dejar todo… Dejarte a ti.

¿Me perdonarías? No sentí rencor al verte, pero si estuvimos frente a frente como dos desconocidos. No sé si repararé ese error jamás, pero sé que leerás mis palabras, sé que el eco llegará hasta donde necesite ser escuchado. Te recalco, no se que hacerte esperar, pero sólo quiero acercarme a tí. Sólo quiero que podamos ser familia y que evites seguir los pasos que yo tomé.

No necesitas responder, pero sería bueno saber de ti más seguido.