[Historia] Después de la Crisis

La supuesta caída del Imperio Galáctico había sido uno de los hechos mas relevantes y expandidos por toda la galaxia, llegando boca por boca, de adulto a niño y a viceversa. La realidad fue de que el imperio galáctico había desaparecido antes de la supuesta caída de este, a manos del Darth Veek Tainted, desaparecido desde hace mucho tiempo de la base de datos galáctica.
Arkania había tomado el nombre de la Orden Sith, creando la suya con sus miembros. Dando a los adeptos a Korriban, los cuales se hallaban en el campamento de Ruusan, una nueva rivalidad siendo del mismo bando y de la misma ideología. De esta manera, Lord Gevura Averag tomo el cargo de Señor Oscuro de su nueva y revolucionaria Orden Sith.
La orden Dark sith había tomado prestigio, siendo descendientes de la anterior los miembros de Drongar. Lord Xakan había llevado a su máximo esplendor junto con el Temible señor Nihilun. Entraron en un momento de pánico cuando uno de los miembros de la cámara dark sith había desterrado, y dando por muerta la orden. Esta desapareció sin dejar rastro después de un tiempo.
La orden Jedi había tomado la forma de gran potencia, la cual se situaba en Coruscant y en Tython. Coruscant había conseguido llegar a su máximo esplendor como Drongar, pero Tython no. La debilidad de la fuerza y pensamiento que la mayoría de estos tenían, hizo que sean atraídos por el lado oscuro la gran mayoría de sus miembros.
Estos acontecimientos darían una progresión de sucesos que cambiarían el parecer de la galaxia entera.


El cielo se tornaba gris en Ruusan, mientras que un grupo de miembros nos preparábamos para la gran busqueda, la gran verdad y el gran sufrimiento que tal vez nos íbamos a llevar. Partimos en un caguero de un grupo que se había alistado para dar la cara de la verdadera Orden Sith a la galaxia entera.
El listado de organizaciones que debíamos recibir información eran varias, catalogadas todas como peligrosas, ya que podían estar moviéndose, como es el caso de la Estrella de la Muerte, o con imperios armados de gran expansión, como era el ejército republicano de Tython.
Nos encontrábamos un grupo de Aprendices junto con maestros asignados a la búsqueda. El primer planeta donde hurgaríamos entre su información sería Coruscant, fuente enorme de información galáctica y sobre todo... De Jedis, que nos brindaría bases emergentes que tendrían estos alzadas sobre la galaxia.
La falta de información externa que tenía Ruusan era el principal problema que teníamos, con solo saber que la información sith era la única que podíamos brindar hacia los nuevos tratantes de el lado oscuro, era una verdadera catástrofe. ¿Como conseguiríamos ganar una guerra sin una estrategia? Debíamos estudiar al enemigo en todos sus aspectos para poder vencerlo.
El droide piloto configuró las coordenadas y la trayectoria deseadas, para luego activar la propulsión que nos llevaría al hiper espacio. Mientras viajábamos a la velocidad de la luz, estábamos cogidos de las barras de nuestros asientos esperando a que llegásemos a Coruscant.
Termino la turbulencia y por la ventana veíamos una gran placa de hierro al lado nuestro. Era una central espacial, con la que tal vez hubiésemos chocado si aquella estuviese en nuestro lugar. Miramos por las ventanas y nos dimos cuenta de que no era cualquier estación espacial, era la estrella de la muerte, la estación espacial más temida de la galaxia. Estábamos sorprendidos ya que nunca pensamos que se pudiese construir otra a pesar de su destrucción tiempo atrás. Al parecer, el grupo de desterrados de la anterior estrella de la muerte se habían esforzado para poder construir una nueva potencia como la era la anterior. Pensamos también ¿Que hacían en Coruscant? Pues, después de pensarlo un poco tal vez atacarían a Coruscant, ya que en ese lugar se encontraba el gran templo Jedi.
El campo gravitacional que tenía la gran estación espacial, atraía a la nave con demasiada fuerza, dejándonos sin un escape seguro y rápido. Nos preparamos el grupo de Siths para atacar la estrella de la muerte; Alistamos nuestras armas y nuestras túnicas para escondernos a la hora de aterrizar en la plataforma.
Cuando la nave aterrizo en la plataforma, la compuerta de salida se deslizo hacia abajo, abriéndose y dando oportunidad de entrar a los soldados imperiales. En ese momento, nuestro grupo se había escondido sobre las compuertas en forma de arco y en las partes traseras de las entradas a las diferentes secciones, ya que por si entraba algún inspeccionador,lo capturaríamos para sacarle información o bien matarlo si no sabía nada.
Escuchamos que alistaban algo, ya que daba un sonido a que ajustaban algo como su cinturón o su arma. Entonces, vimos caer un objeto de color negro, que al parecer era una granada de fragmentación. Al comprobar esto, saltamos de nuestros lugares y con velocidad salimos del carguero descolgando y encendiendo nuestros sables. Unos cuantos compañeros no habían sido tan veloces como nosotros siendo destruidos junto con el carguero.
El grupo de siths que sobrevivimos, empezamos a asesinar a los soldados del imperio que nos empezaban a disparar. Se acercaba un grupo de agentes que no parecían del imperio por nuestra derecha. Aquellos tenían ropajes oscuros con un emblema diferente al de el imperio.
Nos empezaron a atacar con sus electrovaras, debilitando a 2 o 3 siths del grupo que se mantenía en pie. Los maestros asesinaban a estos con facilidad, mientras que yo me encargaba junto con mis compañeros a matar a la infantería.
Al terminar de aniquilar a algunos de los soldados, nos adentramos un poco más a la estrella, volviendo a ser atacados por aquellos soldados extraños con vestimentas oscuras. Los maestros nos mandaron a revisar la zona ocultándonos bien, mientras ellos aniquilaban a los soldados.
Nos separamos en 2 grupos, me toco junto con el aprendiz Sedriss Caedus inspeccionar las zonas superiores. Caminábamos entre las paredes y entre pasadizos para que los soldados no nos pudiesen ver, escuchábamos al paso conversaciones sobre el nuevo "Ejército de Sombras" como Imperio Galáctico.
Nos topamos con la sala de cápsulas de escape, en donde entablamos una conversación que nunca olvidaría.

- Parece que debemos retroceder.- Dije yo al ver las capsulas de escape.
- Tienes que irte ahora.- Me dijo Sedriss con una mirada penetrante- Hasta aquí ha sido tu trayectoria en este lugar, lo se yo y lo sabes tu.
- ¿Pero que estas diciendo?- Exclamé sorprendido.
- Si es que quieres morir aquí en mis manos, puedes quedarte. Te estoy dando la oportunidad de morir después, y no ahora.- Me miró riéndose.

Al escuchar eso; que no pude soportar, me lancé contra el empuñando mi sable encendido directo hacia su pecho, pero el bloqueo el corte. Sedriss era extremadamente poderoso, porque llevaba una práctica con el lado oscuro muy grande, tanto que podía vencer a un maestro tal vez con los ojos cerrados.
En ese momento tan ilustre, el me empujo con la fuerza a una cápsula de escape, que luego cerro con velocidad mientras que yo no podía hacer nada. Mi sable estaba perdido dentro de la cápsula y no lo lograba ver. Voltee a ver la compuerta visible, y vi como Sedriss apagaba su sable, lo colgaba en su cinturón y era ejecutado por unos soldados, siendo disparado por todo el cuerpo. Y yo, caía hacia Coruscant.


El cielo de Coruscant se armaba mientras caía, y yo buscaba mi sable entre las cosas que estaban ahí. En el momento de encontrarlo, pensé que en Coruscant no había un lugar donde aterrizar, así que mire hacia la otra compuerta y pude notar que me acercaba con velocidad a la superficie de una plataforma. Di un salto con fuerza hacia la compuerta trasera, la cual se rompió, y floté justo en el momento que la cápsula cayó y se despedazo por todo el lugar.
Caí en medio de una plataforma de aterrizaje que parecía ubicarse en un lugar lejano de la orden Jedi.
Debía llegar a donde los Jedis de una forma rápida, porque nos habíamos marcado el punto de encuentro en donde ellos, para poder iniciar la extracción de información de sus grandes bibliotecas holocrónicas.
Vi pasar una nave colectiva y salte en el techo de esta, cayendo con suavidad, hasta llegar hacia el templo Jedi.
Pude observar el templo Jedi desde lejos, y como la nave se acercaba con rapidez. En el momento preciso, salté a la plataforma de aterrizaje, la cual estaba llena de naves donde me pude esconder para no ser avistado bruscamente por los jedis.
Me escondí entre mis túnicas y salí de mi escondite, cuya nave despegó echándome una brisa de aire que entro hasta donde no debía entrar.


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En continua escritura.