[Roleo/Obtención] El viaje hacia Kuat

Me encontraba en la superficie de Ruusan esperando la orden de mi maestro para viajar hacia el planeta más apestoso de esta galaxia... Kuat. La verdad es que en ningún momento acepté haber querido viajar hasta este planeta de expedición; a lo que realmente me mandaron, pero era una orden que mi maestro me había dado, y si no la cometía sería una falta realmente terrible.
A lo que le vi acercándose, y la verdad es que estaba seguro de ya que me iba a decir, así que adelante subiéndome al carguero pequeño donde me mandaban. Una vez llegando mi maestro hacia la nave, me dio la orden de despegue, y me alcé sobre las nubes de ruusan.
En las afueras de la atmósfera de Ruusan, podía observar el pavimento lleno de árboles que tenía este dando su hermosura al máximo placer humano. Activé el control de hiper-espacio y me alcé sobre las estrellas que arropaban el espacio y arrobaban la persona que tenía cada uno.

No tarde mucho en acercarme a Kuat, y no por sorpresa realmente, más que decir por instinto, me encontré con los gigantescos astilleros que rondaban la atmósfera planetaria. Asqueroso realmente, saber que un planeta tan hermoso como era Kuat, en las historias leídas en los libros de la orden sith se veía reflejada por la mentira de basura espacial que rondaba por el planeta. Las plantas desde mi punto de vista eran casi imposibles de encontrar. porque desde el espacio se podía observar grandes cantidades de mar contaminados por la gran extracción de minerales que existían allí.
Me acercaba poco a poco hacia la atmósfera, y entre los astilleros se podían encontrar miles de naves y prototipos pequeños que daban publicidad a cada compañía de astilleros que se situaban entre aquellos grandes depositos.

Bajé la velocidad y me acerqué poco a poco a la troposfera del planeta, aterrizando en un pequeño lugar donde existían plantas.




Una vez aterrizada la nave en un lugar llano como para poder encontrarla, me puse mis túnicas oscuras y bajé de la nave para ponerme a investigar sobre el planeta. Al empezar a dar pasos, conseguí encontrarme con un camino de piedras por donde circulaba demasiadas razas vivientes, que tal vez, iban en busca de trabajo o nave para poder viajar.
Desde los caminos se podía observar las cantidades de agua sin procesar que se echaban a su gran mar que yacía contaminado por todo lugar; O bien no les daba la tremenda gana de abrir un centro de procesamiento o solamente usaban el planeta para fabricación y contrabando, La verdad es que un planeta que andaba lleno de vida en las épocas pasadas sea usado para el comercio me parecía demasiado estúpido, tal vez se cogería un ejemplo positivo como el de mustafar, una luna que ha andado en colapso durante milenios.
Un humano se acercó a mi a preguntarme si necesitaba alguna de sus ofertas, el cual daba a conocer que tenía comida de cualquier tipo, hasta de carácter curativo; La verdad es que no me interesaba su oferta, Mientras el me hablaba, unos pequeños niños me giraban correteando por todo lugar uno a uno, que al parecer jugaban.
Negué al comerciante porque la verdad no me interesaban sus ofertas, y se alejó de mi.
No paso mucho tiempo la verdad desde que el comerciante se alejó, y en un momento escuché el sonido de un propulsor cuyo sonido se podía escuchar desde el lugar donde estaba, osea, no muy lejos de donde andaba. Y me di cuenta, que lo que estaba despegando era mi nave. Al parecer, los críos eran hijos del comerciante que suponía serlo, porque ahora por mi mente venía siendo un delincuente.
Alcé mi mano sobre el cielo después de pensarlo lentamente, y concentré mi fuerza para poder apagar los motores de la nave. Así que lancé un impulso que hizo que la nave se cargara y apagara, para que terminase cayendo en el suelo. Fue rápido y certero, porque no había ninguna pertenencia mía dentro de esa nave.

Me encamine sobre los caminos donde yacían diferentes tiendas de los lugareños, como "Venta de Propulsores de segunda", "Venta de vainas", "Venta de fármacos ilegales", "Venta de estrellas" y demás tiendas que parecían de el comercio negro y profundo, pero nunca faltaba aquella tienda que vendía órganos de seres vivos, los cuales repugnaba en lo más profundo de mi ser.




Me encontré en una plaza, donde yacía la gran fábrica de los astilleros de propulsores Kuat, la fábrica con la mayor red de productos armamentísticos y de transporte.
En la plaza, me encontré con un neimoidiano con ropajes rotos, que yacía cerca de las vallas de los contenedores de propulsores pidiendo limosna y demás. Por otro lado, encontré también a varios músicos callejeros que pedían créditos galácticos o algún tipo de comida, donde yacía un niño que pedía la limosna mientras los demás tocaban.
Y como no faltar, los hombres que se ponían a contar chistes, estúpidos, reales, fríos o tal vez oscuros que de todas maneras hacían reír a todos los hombres de por allí.
Logré escuchar lo que contó, un chiste verdaderamente friolero para todos los que escuchábamos, el cual me evito contar (OOC: Me evito un ban). Y seguí dando vueltas sobre aquel lugar mirando el cielo donde se veía la gran linea de astilleros espaciales y tan pocas nubes.
Aquel día frío, me encontraba sin nave a donde ir, mirando al repugnante mar de color verdusco al cual prohibían acercarse, ya que era altamente tóxico como para poder ser tocado. Y al mirar al piso encontré una moneda, que tenía grabada la cara de un gungan por una cara, donde debajo estaba grabada la frase: "No importa quien eres, lograrás tener todo" y atrás decía: 10 Naboos en letras grandes, y en la parte inferior "República de Naboo". Me pareció realmente interesante, así que lo guarde dentro de mis túnicas para poder examinarlo después.
Mientras pensaba mirando hacia el infinito, un hombre se puso a hablar cerca de una pileta que no arrojaba agua diciendo cosas que jamás pensaría alguien decir.




Tuvo razón, pero no para todas las personas, en especial para esos que le empezaron a tirar piedras. Estar en este planeta cada vez más me daba un terror que inundaba mi ser, porque no podía encontrar otra cosa más que maquinaria estúpida y más contrabandistas estúpidos de más, que no hacían nada mas que daño para el planeta.
Se me ocurrió una idea, que resultaría realmente fácil. Me acerqué a las puertas de la fábrica y las abrí usando la fuerza, las cuales ascendieron hacia sus respectivos depósitos y yo pasando.




Encontré un montón de trabajadores mirándome, pero después siguieron conversando. Pero a lo lejos, pude observar a uno que se acercaba a una cabina de telecomunicación, que andaba pegada hacia una pared. Pensándolo un poco, mi llegada fue algo imprevista, lo cual hizo que entraran en alerta.
Vi llegar por unos pasillos largos unos droides de ataque, que empezaron a dispararme hacia los lados; Eran demasiado estúpidos y no puntuales para ser inteligentes, a los cuales burle empujándolos con la fuerza hacia las paredes, los cuales terminaron destruyéndose. Luego, encontré a un Droideka que preparaba su posición de ataque. Yo rápidamente descolgué mi sable de luz, lo encendí y me puse a dar vueltas cerca del droideka, haciendo que este sea incapaz de dispararme o de hacerme daño.
A la hora de destruir su campo de fuerza, hice añicos su tecno-esqueleto. Así que después de destruirlo, seguí caminando tranquilamente con el sable encendido en la mano.
Lo que buscaba era una plataforma de aterrizaje, donde se encontraran las naves listas para ser enviadas o para ser vendidas. Entonces al encontrarme con otro pasillo, me di con la sorpresa de otra tarta de bienvenida, un grupo de droides de guardia avanzados con blasters se encontraban delante mío, a los cuales les burle los disparos con el sable laser, y a la vez con la otra mano, hice que algunos chocasen dando una fuerte mini-explosión que dejaría a los otros incapaces de observar para que por mientras yo, saltase a la acción cortándolos en dos.
Al dejar el pasillo sin ninguna amenaza, camine hacia la izquierda, di media vuelta y me encontré con lo que deseaba... ¡Naves completas! No me dedique a elegir cual; porque quería largarme de este lugar de una vez por todas, así que cogí un caza "Y", abrí su compuerta con la fuerza, me subí y la cerré con una de mis manos.
Antes de que llegasen los droides a atacar la nave, me propuse a activar el sistema concentrándome con la fuerza y uniéndome con la nave para poder encontrar su punto de partida.
Así que en el momento que lo encontré, no se acercaba ningún droide, porque tal vez ellos sabían que una nave no iba a ser tanto como para las que tenían en tremendo hangar.
Me alcé sobre la atmósfera, y me dirigí a ruusan implementandome sobre el hiper-espacio.

Obtengo:

- Caza "Y".
- Moneda de 10 Naboos de la República de Naboo.

PD: Gracias Z4CK3R, las salas estan muy bien.

Gracias por el Roleo en Kuat, por fín alguien se anima..  

[Me ha gustado Bastante, pero la contaminación de Kuat es más bien exterior, ya que se supone que el Astillero de propulsores está fuera de la Atmósfera terrestre y el aire dentro del planeta es totalmente respirable, además de que hay bosques y llanuras llenas de vegetación.]

Un Saludo.

Lo primero, perdón por no revisarlo antes.

El roleo podría ser más largo para la nave, además de hacer algo más elaborado, porque si no la gente rolearía lo mismo que tu, encuentras la nave y te marchas. No lo veo razonable. La moneda no es nada importante así que te la valido.
Para la próxima vez intenta darle algo más de complicación a tus obtenciones, no solo encontrarlo.