[Roleo + cambio de facción] Vuelta de un ídolo. [relan]

● Entre las Llamas ○

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⌂ Surgían las épocas en las que en el Imperio Galáctico de Yavin IV, Los Massassi habían tenido un nuevo resurgir desde su cenizas, hacía bastante tiempos que no se sabía de ellos, habían vuelto, y, además, poderosos. Yo, Kharad, era un poderoso guerrero Sensible de las filas de el Imperio Galáctico, alguien fiel y sirviente a las órdenes que los mismos me exponían, sucedía que un día al anochecer, en el planeta Yavin IV, algo alejado de las demás personas, yo estaba dando mi habitual paseo por las zonas, donde me sentía tranquilo y en paz, donde nadie me molestaría, pero vi la silueta de un sujeto recostado sobre un tronco de madera en una esquina de la noche, entre las sombras, me quedé quieto, le miraba con mi típica mirada inexpresiva. ¿Quién osaba perturbar mis horas de descanso? Únicamente me acerqué hacia el sujeto y me posé delante suya, una vez me quedé parado, le miré directamente a los ojos, esperando a que me explicara que hacía allí.

- ¿Qué se supone que haces aquí, joven encapuchado? - Le dije en un tono inexpresivo, sin más -
- S-señor no hago nada es que... No tengo donde ir, todos me ignoran, incluso mis superiores. - Me dijo el encapuchado aún sin poder verle la cara -


Me quedé callado, viendo como me observaba a través de sus túnicas, era de noche y no conseguía verle bien, así que simplemente mediante la fuerza, expulsé un empujón muy leve hacia él, haciendo que sus túnicas salieran volando y haciéndole retroceder de donde estaba sentado unos centímetros, al salir volando sus túnicas y capucha, le vi directamente, comprendiendo que era un joven Massassi, no muy alto, tampoco bajo, una complexión bastante buena, su físico era excelente, como el de un gran luchador.
Le seguí mirando, esta vez expulsé un suspiro desde mi boca y no dudé en repetírselo de nuevo, hasta que me respondiera de verdad.

- No te antes con tonterías y ve al grano, ¿Qué te sucede Massassi? - Le dije -
- D-de acuerdo, S-se lo diré... Yo soy Un Massassi, no muy reconocido entre los de mi raza señor, pues todos, incluso mis compañeros y superiores me ignoran, solo soy un esclavo Massassi más, N-no... No se que hacer, me refugio de mis pensamientos peleando, pero aún soy malo y no se como desahogarme, eso es todo, solo soy un alma más ardiendo en las llamas del infierno... - Me dijo con un tono triste -

Me mantuve callado, frío y calculador, analicé lentamente sus palabras y le miré, recopilé los datos y pensé que era un Massassi, al que todos ignoraban, alguien que se refugiaba en la pelea, ¿de qué me sonaría? me pregunté irónicamente, no dudé en sacar mi Sable Láser Rojo, y prenderlo a gran velocidad, con la otra mano le hice una señal, de que íbamos a pelear.

- Si eres bueno y me demuestras que se te da bien el arte de la pelea, yo mismo te entrenaré. - Le dije con firmeza, pues -
- ¿E-enserio? ¡Está bien! - Dijo el Massassi rápidamente, viéndome y desenfundando su Lanvarok -

Salté hacia él con firmeza y caí con una estocada sobre su cabeza, él simplemente la bloqueó, con bastante agilidad, velocidad y elegancia, algo que me sorprendió, puse una cara duditativa, esperando a ver su próximo movimiento, solo esperé y vi como se agachó intentándome barrer los pies, únicamente salté y vi que aprovechó para saltar al aire junto a mí, aprovechó mi distracción para llevar su lanvarok hacia mi pecho, lo bloquee rápidamente con el sable, y el di una patada en el mentón, ambos caímos en el suelo, pero esta vez yo de pie y el tirado, puse el sable en su cuello pero lanzó el lanvarok hacia mi mediante la fuerza, giré 180 grados sobre mi eje y lo evadí, pero movió sus dos manos hacia mí, expulsando una repulsión de la fuerza, que me mandó varios metros hacia detrás, me levanté y le miré con atención, vi como llevaba su mano hacia su lanvarok a lo lejos, para atraerle mediante la fuerza, así que puse en pie encima, y negué con la cabeza con una sonrisa pícara y fría, luego lancé mi sable hacia él, se movió evadiéndole pero expulsé una repulsión de la fuerza hacia el sable, mandándolo con más velocidad hacia el Massassi que le rozó el pecho, haciéndole un pequeño corte, que obviamente le hizo caer, posteriormente atraje mi sable mediante la fuerza y me acerqué obviamente hacia el sujeto en cuestión.

- Me has demostrado que eres bueno en pelea, has conseguido tumbarme, felicidades, ahora serás entrenado por mí. - Le dije seriamente -
- De acuerdo, Señor. - Dijo asintiendo y levantándose -
- Pero yo ya soy viejo, así que quiero que lleves mis pertenencias y no solo eso, mi legado - Le dije tendiéndole la mano -
- ¿De verdad...? Sería un honor. - Dijo mientras estrechó mi mano con una fiel sonrisa -

Procedimos a caminar hacia mis aposentos, entramos en mi casa fría y oscura, le dije que esperara en la puerta donde tras un rato salí con varias bolsas en las manos, donde estaban mis pertenencias, se las dí simplemente, me preguntó como se las daba a un desconocido, simplemente le dije que me lo había dicho la fuerza, con una sonrisa se las entregué, y en mi mente recordé el verdadero Motivo; Era alguien al que había observado durante mucho tiempo, me recordaba a mí, yo ya era viejo, y alguien tenía que seguir mi legado, que mejor que alguien al que era como yo mismo...