[ROLEO + OBTENCIÓN] Las crónicas del Mal. [Tyrone]

por Aleema Dom Feb 17, 2013 10:00 pm

Las crónicas del Mal
Parte 1

Cuentan las crónicas del mal, que dónde aquel edén de la oscuridad, en tiempos postergadamente remotos, yacía una brutal jauría de gritos que despertaba las templanzas de las umbrías que rodeaban al susodicho planeta. La doctrina de la noche dominaba aquel lugar donde el recuerdo de aquellos antepasados que alguna vez marcaron y declinaron consideradamente lo que algún día llegaría a ser la vigente vida que conocemos. Se hacían conocer como expertos de toda aquella parafernalia. Seguían un estricto camino encauzado hacia el génesis del crepúsculo. Aquellos seguidores del lado oscuro que alguna vez dominaron lugares y reliquias, y se dieron a conocer por sus hazañas. Las proezas que muchos conocían, otros simplemente recordaban por un nombre. Llego el periodo dónde realmente se dio a tomar el que era digno de conocer el legítimo poder.

No sabría decir si aquella umbría era un espectro, o un simple hombre que navegaba por lo que parecía un lago caído en la penumbra de una jungla ya olvidada. El agua se movía a la vez que sus largas y descosidas túnicas se emergían sobre aquel turbio estanque. Algún que otro rayo que lograba colarse por los elevados árboles que cubrían el cielo como un gran tejado, haciendo un punto perfecto de contraluz que impedía que la cara del hombre se viese por debajo de su negra capucha. ¿A qué tienes miedo? -Decía una voz a son de eco que no provenía de la boca de aquel hombre- Misteriosamente el silencio dominaba más allá del terso sonido al balanceo del agua. Podía notar como mis ojos se mantenían abierto, más no podía moverlos de la posición en la que los tenía. La pretérita barca de madera desteñida por el paso de los años, avanzaba lentamente mientras que la barba de aquella sombra la rozaba llegando casi hasta el suelo de este. Su cabeza se elevó escasamente, cuando dejó ver de sus ojos, un color amarillento que resaltaba entre toda aquella zona carente de claror Probablemente tengas más miedo del que crees -Volvió a oírse aquella voz lejana acompañada de una tosca tos proveniente de dicha sombra que rondaba perdida en los abismos de la noche- Esta dejó de moverse, mostrando su cara hacia el horizonte a la altura que se encontraban mis ojos. Mi cuerpo estaba inmóvil, petrificado por aquella mirada que se cerró a los pocos segundos. En este acto, un fuerte dolor apoderó mi cuerpo mientras mi visión comenzaba a nublarse hasta acabar completamente negra, donde empezaron a aparecer imágenes. Querido Aprendiz.. -Decía una voz en el telón negro eterno que podía ver- Un grito de dolor atronó aquella nada, viéndose durante escasos segundos representaciones de cuerpos inertes en el suelo. La tortura paró por unos segundos volviendo a aparecer en aquel estanque oculto, con el hombre, esta vez un poco más cerca. Su rostro, cabizbajo, volvió a alzarse con un sonido de esfuerzo notando como si un sable empezara a rasgarme parte de la espalda haciendo dibujos rúnicos. El panorama nuevamente cambió, esta vez dejando ver una gran planicie desierta que reconocí como Onderon, en la que tampoco me podía mover. El aleteo de unas aves se oía acercándose como una veloz sombra hasta llegar a traspasar mi cabeza como si simplemente fuese un holograma. La angustia era terrible. Esta vez preferí cerrar los ojos, notando como a pocos centímetros de mi, una exhalación profunda y apenas sin vida, como si proviniese de un cuerpo sin alma, rozaba mi cara sin el más mínimo calor procedente de su interior. Abrí los ojos lentamente, viendo como aquella barca había desaparecido. El cuerpo de la umbría, se había colocado frente a mi. Sus ojos habían perdido aquella intensidad, aquel color. Carecía completamente de vida más aun seguía con ella. Ven -Finalizó diciendo como un susurro grave y desgastado entrando dentro de mi y dominando a mi cuerpo-

Las historias solían decir que las visiones de la fuerza, nos mostraban algo que nos afiliaba en un futuro como nuestro próximo paradero. Algo que no podía cambiarse, o mejor dicho, que no debía. En un agonizante dolor volvió a su cuerpo, tumbado sobre la cama, completamente inerte sobre aquellas frías mantas que la cubrían. Sus ojos no se atrevían a dar el siguiente paso, el miedo había dominado su cuerpo. Un miedo que ella misma había creado de una manera u otra. Su vaho era frío. Sentía como si ahora mismo, un glacial interno la hubiese sometido a una tortura que la reprimiría durante siglos. Incorporó lentamente su cuerpo, sintiendo un gran alivio al notar que ahora este, ahora, si podía moverse. Buenos días Maestro -Dijo mientras realizaba una leve reverencia a este- Sathiel, se acercó a ella, rozándole la cara con un dedo. Qué ocurre -Dijo mientras observaba sus pupilas, completamente dilatadas sin dejar ver ningún color más que el negro de estas- Una visión, mi maestro -Prosiguió diciendo mientras veía como Sathiel esperaba obtener algo más de información- Onderon. Este, sonrió tardíamente, mientras frotaba sus manos siguiendo un camino sin decir ninguna palabra. Verás, joven Aprendiz -Dijo de espaldas mientras seguía caminando- A veces nosotros mismos jugamos con el futuro. Muy pocos tienen el éxito de que este sea certero o no, pero siempre está enlazado a algún parecido, o simplemente una comunicación que es necesaria para que sigamos adelante. El maestro, se paró frente a la aprendiz que lo había seguido a pocos pasos alejado de él. Este, colocó sus manos sobre su túnica. Es tuya la elección de como interpretarla -Finalizó diciendo mientras se marchaba esta vez sin la espera de que lo siguiese-

¡Agh! -Dijo la joven respirando fuertemente al poner un pie fuera de su nave- Prefiero el frío. Observó lentamente todo el lugar, viéndose en una gran planicie nada parecida a aquella jungla que había visto en su visión. El clima era templado, parecía que la periferia dónde había dejado su nave, estaba alejada de la supuesta civilización que rondaba aquel planeta. A simple vista parecía una misión suicida, poco más sabía de Onderon a parte de su situación en la galaxia. Tomó entonces su túnica, colocándosela y ajustándose la capucha para soportar mejor el viento. El camino parecía libre de peligros, no se oía más que los pasos que ella misma daba por aquel solitario planeta Espero que el destino no haya jugado conmigo -Se dijo hacia dentro colocándose sobre una pequeña roca en aquel lugar- Sacó lentamente unos prismáticos de su cinturón, observando a lo lejos aquellos colosales suburbios carentes de vida alguna, para poder centrarse en seguir algún camino más preciso. Nada resultó extraño, todo parecían grandes extensiones que jamás acababan, exceptuando una pequeña zona que se podía observar un cuidado hacia el noroeste, dónde unas pequeñas montañas a la lejanía resaltaban entre aquel terreno llano. Ahora entiendo eso de que jamás son certeras -Dijo suspirando mientras tomó su camino centrándose en el punto de las montañas- El clima en aquel planeta era templado, ni frío, ni calor, más comparado con lo que para ella era habitual, las temperaturas eran algo altas para su gusto personal. El viento corría exiguamente, aun que el poco que había, traía grandes temperaturas áridas y muy molestas con él. Qué extraño, parece como si creciesen de la nada -Comentó observando desde los pies de estas, las altas montañas de aquel planeta- El ambiente seguía exactamente igual, parecía no haber civilización presente por aquellas zonas pintorescas en las que ahora mismo andaba. Caminó un poco más rodeando aquellas montañas, y frenándose al ver como un gran acantilado debajo de estas, impedía el paso hasta la siguiente zona. Tomó nuevamente sus prismáticos, colocándose al borde del precipicio. De la nada, la joven, soltó rápidamente sus prismáticos cayendo secamente hacia el precipicio, mientras que su sable rojo se prendía marcando su tenue y rojiza luz. Colocó este a su lado, haciendo que el disparo que había sonado a sus espaldas acabase disipado. La Sith, se giró lentamente moviendo su mano hacia arriba, y arrojando a la criatura que había lanzado el disparo fuertemente contra una de las montañas. Esta, algo molesta, observó como sus prismáticos terminaban rompiéndose contra las piedras de debajo de aquel precipicio. Se acercó lentamente ondeando su sable y apagándolo, manteniendo a aquella criatura de grandes y brillantes ojos, inmovilizada en aquella roca. Cuando se colocó cerca de sus pies, la dejó caer, tomando mediante la fuerza, el arma que portaba y lanzándola contra el acantilado. Se agachó hasta donde se encontraba aquel Aqualish, colocándole el sable a unos centímetros escasos de su cuello. Hm.. ¿A qué viene tanta violencia? -Dijo la sith mientras se reía sarcásticamente rozando con sus dedos la cara de la criatura- Ésta, apartó la mano de la sith, escupiéndole en la cara, y gritando unas palabras en un idioma desconocido. La cara de la joven cambió bruscamente, apartándose la saliva con un dedo de su mano y lanzándola hacia el suelo. Seguídamente se levantó disponiéndose a tomar a esta por el cuello mediante la fuerza y empezando a ahogarla. Estúpida aberración, desgraciada has sido, has cometido un error que te costará el precio de tu mísera vida -Gritó observando como esta se intentaba soltar- Aun que aun puede que si lo haces bien, tu muerte no sea tan dolorosa y patética como lo está siendo tu vigor.. La Sith, soltó un poco su cuello dejándolo lo suficiente para hablar. ¿Dónde se encuentra Iziz? La criatura empezó a departir en un idioma completamente forastero al suyo. Isis, se acercó rápidamente hacia su cara, cortando precisamente su lengua al ver que no servía de nada más que molestia sus palabras. Manteniéndola inerte por el dolor y la fuerza que la oprimía, metió la mano en uno de los bolsillos que llevaba la ropa, y quitándole de este un trozo de pergamino envuelto. Se giró lentamente dejando al Aqualish retorciéndose de dolor en el suelo, mientras que desenvolvía el pergamino e intentaba darle vueltas a lo que parecía un mapa. Al girarse, noto como la criatura la apuntaba con otra de las armas que guardaba bajo el cinturón. Isis, miró hacia abajo guardando su sable paulatinamente, y saltando hasta colocarse al otro lado del Aqualish. Esta se llevó las manos a su cinturón, tomando la parang que posteriormente había encontrado, mientras que la criatura intentó dispararla Fallaste.. -Dijo mientras levitó un poco mediante su fuerza esquivando el disparo- Seguidamente, cayó a un centímetro de la criatura tomando su pistola con la mano y lanzándola hacia atrás. Agarrada aún de su muñeca, golpeó de una patada fuertemente su estómago haciendo que cayese hacia el suelo. Negó lentamente con la cabeza mientras veía como esta intentaba levantarse, lanzando su parang la cual cortó su cabeza en el mismo acto.

Retomó el pergamino que había logrado, mirándolo minuciosamente y observando su posición actual. Se sentó sobre una de las rocas, comenzando a darle vueltas a este, que estaba algo andrajoso y mojado por cierta parte Hm.. -Se decía mientras seguía con uno de sus dedos una zona montañosa que parecía ser su posición actual- Al lado de las montañas, había un pequeño texto en el que se podía entender a duras penas el nombre de una mujer. A que acierto... -Dijo en voz baja prosiguiendo su investigación del mapa- ...Criminales. Algunas zonas quedaban completamente imposibles de leer, más entre todo ello, un punto no demasiado lejano resaltaba. "Iziz" , ponía en el centro de este, no demasiado alejado de las montañas en las que se encontraba. Parecía la única ciudad de todo aquel planeta, los gráficos no se comprendían demasiado bien, más parecía que simbolizaba una muralla al rededor de esta. Dispuestos a que no había nada más a la vista, impartió su nuevo rumbo tomando de nuevo todas sus pertenencias, sumando esta vez el mapa de aquella criatura.

Interesante.. -Comento la Sith observando la altura de la muralla que rodeaba completamente aquella árida ciudad- Desvió su mirada hacia unos twi'lek que parecían dirigirse a la ciudad, con una pequeña nave abierta cargada de pieles y sacos llenos. Corrió rápidamente hacia ella saltando y escondiéndose debajo de los sacos. ¿Esto es todo? -Dijo la twi'lek observando a otra criatura que terminaba de cargarle el último saco- Sí, eso es todo.
Ambos se asintieron mientras que la twi'lek le pagaba y tomaba el control dirigiéndose hacia dentro de Iziz. Aparté uno de los sacos para poder ver el exterior, observando una ciudad desvastada y baldía, con algunos edificios de mayor tamaño y plazas entre las callejuelas repletas de gente. La twi'lek empezó a descender un poco más hasta rozar el suelo en uno de los callejones solitarios que daba de salida a un barrio repleto de comerciantes. Gracias -Dijo la sith prendiendo su sable rápidamente y cortando la cabeza de la twi'lek sin ningún preámbulo-

Saltó del transporte, caminando hasta el barrio de comerciantes, en el cual muchos de los ciudadanos, observaban a la Sith intranquilamente, siguiendo con sus negocios para no llamar la atención. Isis terminó el camino hasta llegar al final de todo aquel lugar repleto de gente, y viendo a lo lejos una pequeña plaza con un ambiente mucho más tranquilo. Al fondo de esta, resaltaba en una de las esquinas, una pequeña Cantina fúnebre y prácticamente vacía en el exterior. Abrió la puerta de esta, entrando con el sonido de unas campanas que hacia la puerta al abrirse, mientras todos los hombres de aquel lugar, se giraban a verla y volvían a su posición Buenos días -Dijo la Sith colocándose en uno de los asientos de la barra- El dependiente, tomó una de las bebidas que parecía ser la más famosa de aquel lugar, y se la colocó en la barra. ¿La puedo ayudar en algo? -Dijo aquel hombre observándola de pies a cabeza- Isis, tomó un trago de la bebida dejándola al lado Efectivamente, vengo buscando algo... -Dijo con incertidumbre para proseguir hablando, mientras el resto permanecía en silencio- Busco al gobernante de este lugar.. Todo el bar comenzó a reírse, incluyendo así al tabernero de aquella fría cantina. La sith, tomó al hombre del cuello alzándolo unos pies No vengo a que me tomen el pelo -Comentó secamente dejándolo en su sitio de nuevo- La taberna permanecía entonces completamente en silencio asombrados de las acciones de la chica Sé que hay una fuente de poder aquí, y necesito encontrarla -Prosiguió mientras el tabernero, asustado, la miró fijamente - ¿Poder? .. Quizás en un pasado. Este volvió a reírse, culminando con la paciencia de la sith. La cantina fue iluminada por la luz de un sable láser. Colocó este a pocos centímetros de la cara del tabernero, mientras le miraba fijamente a los ojos Parece que no sabe cuando acabar una broma.. ¿No? -terminó la sith mientras atravesó el cuello de este que llorando, pedía clemencia- Algunos de los clientes salieron aprisa de la cantina, mientras que un grupo vestido también con túnicas que les llegaban hasta los pies, 2 hombres, ancianos exactamente, se giraron de la silla observando a la sith, que apagó su sable. Uno de los ancianos, empezó a hablar con una voz que le resultaba completamente conocida, tosca y seca ¿Un sith aquí? -Empezó a decir mientras se acercaba con una mirada muy particular clavada en ella- Entiendo.. El otro anciano, se levantó a su vez, apoyado sobre un bastón que lo hacía más bajo de lo que ya era, y que a veces pisaba su larga y enmarañada barba grisácea El Rey Ommin, seguro -Le dijo a su compañero apoyando su mano en su hombro- Ambos me miraron, haciéndome una señal de que los siguiera. Algo hizo que confiara extrañamente en aquellos insólitos ancianos, que raramente me recordaban en gran parte a la visión que posteriormente tuve Aquí es -Dijo uno de los ancianos haciéndome una seña de que saliera de aquel transporte- Buena suerte. Se encontraba después de un corto trayecto en lo que parecía una entrada a una guarida que parecía tener una entrada subterránea. Se giró una vez más para observar a aquellos ancianos, que aun no habían salido de allí Joven.. abstente por tu bien a no ser una simpleza, escéptica como muchos de los que han intentado adueñarse del poder -Dijeron los ancianos a unisono, mientras se marcharon como dos sombras antes de poder debatir nada- Las palabras de los decrépitos extrañamente no habían echo que se sintiese molesta, algo hacía que me resultasen peculiarmente seguros, algo que hacía que mi certidumbre en ellos fuese mayor. La entrada parecía haber sido derrumbada en gran parte, las piedras caídas hacían que el descendimiento por las escaleras casi rotas fuese mucho más complicado. Algunos cadáveres reposaban aun en las entradas de esta, produciendo un pestilente y desagradable olor mientras ibas ascendiendo.

Sintió como mientras entraba empezaba a tener leves visiones y recuerdos, notando en aquel lugar una gran acumulación de fuerza. Pasó su mano lentamente por una de las paredes de aquella fortaleza sintiendo un gran placer. Agh, ¡Bendito frío! -Dijo mientras comenzó a notar un ligero temblor allí dentro- Apartó su mano rápidamente, viendo como el temblor aumentaba cuanto mayor era su estancia en aquel lugar. Algunas de las rocas empezaban a caer taponando una parte de la salida, lo que hizo que corriera hacia otra. La oscuridad se hacía mayor cuanto más se adentraba en aquel lugar, la noche había caído, y aquel seísmo no hacía más que dificultar las cosas. Una piedra cayó entonces sobre una de sus piernas, que hizo que esta cayera en una especia de trampa. Cuando abrió sus ojos, ya no se encontraba en aquel lugar, ni había ningún temblor aparente. Se levantó sintiendo un leve dolor de cabeza por la caída, y pensando en el tiempo que podía haber pasado en aquel lugar. Las paredes eran completamente de piedra, con dibujos rúnicos y tribales sobre ellas. En aquel lugar el frío era mayor, se podía ver desde lejos que se encontraba en una especie de catacumbas que nadie había pisado en siglos. Al fondo del todo, se podía ver como una roca sobresalía en forma redonda, como si de una mesa se tratase. Se acercó hasta ella observando una pluma y un trozo roto de pergamino en el que ponían palabras sueltas junto con un mapa que dirigía hasta la superficie desde aquellas catacumbas;

"Herederos del Legado Sith, Superficie de Onderon, Emperatriz Teta"

Continuará..

Aclaración: Obtengo Mapa de Onderon.

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Las crónicas del Mal
Parte 2

Aquella tenue y desgastada vela había quedado casi consumida en la miseria. Aquella miseria que había abarcado todo aquel lugar, frío, oscuro, sombrío. La noche, demacrada y consumida en el lamento de la soledad que se percibían en aquellos lares. No existía la claridad, no existía aquel cálido lugar dónde muchos creían poder darse el placer de sentirse seguros. Bajo un negro cobijo, una pérfida sábana que cubría la inmensidad del universo, se escondía el más álgido de los despliegues de las sombras.

Todo seguía su rumbo, una retirada nave, deambulaba por un vacío profundo y desguardado de una posterior exploración que le indicase hacia dónde tenía que ir. Las coordenadas marcaban claramente hacia una ecumenópolis en el núcleo profundo según el nombre que le indicaba aquel viejo manuscrito, medio roto por el paso de los siglos. Más todo lo insensato que podía parecer, aquel pergamino escondía muchos más secretos en tres simples palabras de los que muchos podrían llegar a ver algún sentido. ¿Qué podía significar cada palabra? ¿Y cada letra? ¿A que se refería con "herederos del legado sith"? Escondía tantas preguntas como las respuestas que alguna persona había de encontrar. Todo se cerraba en un amplio secreto que parecía no poder marcharse en paz, no poder abrirse a alguien y contarle con sus palabras lo que tantos años ha querido gritar, más nunca encontró a nadie que fuese capaz de poder oírlo. Una pobre alma en pena que vaga por el mundo escondida en un trozo de papel, ya desgastado y mustio que necesita alguien que sepa capaz de comprenderlo. Un oscuro misterio al que nadie ha puesto fin.

Impresionante.. -Alegó aquella joven al pisar por primera vez aquel frío lugar- La lluvia no había supuesto ningún problema para la mujer, que marchaba por una pequeña callejuela en la que se acumulaba gran parte del agua de la lluvia. Se subió su capucha lentamente, observando desde aquella pequeña cueva que se formaba a la altura de su rostro, los avanzados edificios que parecían estar habitados. Se podía ver a simple vista grandes avances por aquel planeta que sostenía cierta similitud a Coruscant. La noche, más oscura que nunca, mantenía la tranquilidad por aquella zona, en la que cada gota resonaba a los pies de la mujer, mientras caía sobre las gruesas rocas que habían bajo sus pies. Ella tomó lentamente el pergamino, en el cual detrás se encontraba un pequeño mapa gráfico que la había ayudado posteriormente a salir de aquellas catacumbas. Parecía que por más vueltas que le daba, las palabras eran la única base que se escondía tras aquel fino papel. Lo sostuvo con su mano, dejando que algunas de las gotas de lluvia lo estropeasen más de lo que ya lo estaba, mientras observaba fríamente el paraje periférico donde se encontraba. Demasiados edificios, parecen todos muy actuales.. -Comentó en alto mientras observaba como algunas de las luces de las casas, se apagaban a su paso por ellas- Alzó su vista entonces, observando uno de los edificios que tenía bastante similitud con los otros. Abrió la puerta de este mediante el uso de la fuerza, entrando en uno de los pisos los cuales habían apagado la luz. Manteniendo un poco de cortesía, llamó un par de veces a la puerta, esperando una respuesta temprana. Unos murmuros se escuchaban dentro, como si estuviesen intentando huir de aquella incómoda situación. Seguidamente, un fuerte portazo resonó a la vez que la voz de una mujer contestó en alto. ¡No queremos comprar nada! -Gritaba esta, culminando con la paciencia del Sith- Isis, abrió rápidamente la puerta de una fuerte patada, entrando y observando a la mujer con los ojos algo llorosos. Buenas noches, espero no haberla contestado -Dijo afablemente, mientras una sonrisa cáustica y virulenta se mostró en sus finos labios- La mujer, caminó un poco hacia atrás manteniendo la vista en el Sith. Parecía una mujer humana, o al menos eso era lo que sus rasgos aparentaban. Tranquila -Dijo entonces la joven riéndose tenazmente- Mi intención no es matarla, si no ahora mismo no estaría hablando contigo. La mujer, se había colocado delante de una puerta, como protegiendo esta mientras asentía con pánico al Sith, sintiéndose algo confusa. ¿Pu... Puedo...Ayudarla en algo? -Dijo ella, notando algo de disfemia en su voz- Exactamente -Respondió la joven mientras tomaba asiento cómodamente en uno de los sillones- Observó toda la casa rápidamente, volviendo a desviar la cara hasta aquella extraña mujer. ¿Esta es la ciudad principal? -Dijo ella poniendo sus codos sobre las rodillas y observando los negros y dilatados ojos de la mujer- La señora, negó rápidamente mientras intentaba arrancar la siguiente frase. N..nnno, no es esta, puede que se haya confundido.. verá.. -Dijo mientras corría hasta la cocina angustiada a coger algo de una chaqueta que parecía ser de su marido- Tomó un trozo de papel, acercándolo hasta dónde el Sith se encontraba, y abriéndolo con un poco de tembleque en las manos. Seguidamente, señaló un punto cercano a lo que parecía una gran ciudad Nnnosotros es..estamos aquí -Movió su dedo unos centímetros marcando a aquella gran urbe- Aquí se encuentra Cinnagar. La mujer le cedió el mapa a Isis, la cual lo tomó y observó su ubicación actual. ¿Cinnagar? -Preguntó ella mientras veía como esta, embarcaba gran parte del planeta- La señora, asintió seguidamente mientras comenzaba a explicarle Cinnagar es la ci...ci...ciudad capi..pital de este planeta. A...abarca grandes zonas del susodicho.. Es..to simplemente es unnna.. de las masas -Terminó mientras cerraba el mapa al ver que el Sith se lo cedía- Isis se levantó lentamente del sillón, observando la cara de aquella mujer, en la cual se podía más que percibir miedo. Está bien, confiaré en su palabra -Dijo mientras se dirigió hacia la puerta, apoyando su mano sobre uno de los botones que la abrían- Espero plenamente que no se equivoque, no suelo olvidar a las personas. Y se marchó por la misma puerta que había entrado.

Ya se hacían altas horas de la madrugada, cuando uno de los primeros rayos de sol, rozó todo aquel planeta, despertando alegremente la vida de algunos ciudadanos. El génesis de la noche había sido largo, al igual que el camino que había disputado desde que oyó las palabras de aquella señora. Había un gran cambio tanto social como turístico desde las zonas que había provenido. Aun se podían ver a los lados, gente que salía de "after clubs" de baile, tumbados por la calle durmiendo, o simplemente inconscientes. Los edificios se habían vuelto más numerosos, y tenían a su vez un toque añejo. Paseó durante un largo rato, pasando por plazas repletas de gente, en la que la vista de todas las personas se clavaban en ella, quizás por su ropa, o simplemente por el hecho de no ser algo común en aquel lugar por estos tiempos. El día aun no se había puesto completamente cuando ya, cientos de personas se sentaban con sus familiares a desayunar en pequeños bares y restaurantes donde comían alegremente mientras charlaban. Por otro lado, se encontraban grandes zonas en las que únicamente se podían ver tiendas, tiendas amplias dónde parecía poder encontrarse todo lo que se necesitaba. Ella proseguía caminando por uno de los callejones de tiendas, sin desviar su mirada del frente, dónde algunas personas se iban retirando a su camino, y otras más despistadas seguían su vida corrientemente. Al fondo de todo ello, un gran club parecía llamar la atención entre todos aquellos antiguos y bellos edificios. ¿Tarjeta? -Dijo entonces uno de los dos guardias, impidiéndole el paso- Isis, sonrío concentrándose entonces, y pasando sus dedos como si le fuese a entregar esta, mientras que aprovechando el desconcierto de aquel humano, mediante el uso de su fuerza, hizo que este quedara manipulado por un tiempo reducido. No necesito tarjeta para entrar -Alegó el Sith haciéndose paso- No necesita tarjeta para entrar -El humano asintió, abriéndole el paso hacia dentro- El otro guardia, se inmutó entonces, intentando agarrar a la mujer de su espalda para colocarle unas esposas. A esto, ella reaccionó rápidamente, golpeándole el cráneo con su codo, y dejándolo inconsciente en el suelo. Ella se sacudió su ropa, aun algo húmeda de aquella fría noche, mientras se retiraba su capucha, dejando ver su lívida piel, junto a algunas de sus cicatrices. Muchas de las personas del club, parecieron girarse y molestarse con la entrada de aquella mujer. Todos vestían elegantes trajes de gala, y se mantenían charlando en la barra de uno de los bares, otros, preferían quedarse bailando en una enorme pista de baile, mientras un torpe mayordomo, caminaba frustradamente ofreciendo algunas copas y aperitivos. Al fondo, se hallaba una pequeña puerta que parecía estar aislada del resto de personas, en la que parecía poner en uno de los carteles "Salón de Juegos". Isis, caminó sonriendo, mientras entró en aquel lugar. El ambiente cambió por completo. Lo primero que notó, fue como una gran humareda rodeaba todo el ambiente, haciendo complicado el respirar. Todos estaban sentados en grupos pequeños, ordenados por niveles desde la entrada, hasta el fondo de la sala, dónde se encontraba una mesa en la que estaban sentado 5 hombres. Todos se giraron, observando a aquella extraña mujer que había entrado en la sala, y que por cierto, parecía ser la única de allí. Isis, caminó sin prestar atención a ninguna de aquellas miradas, parándose frente a aquella mesa. Ninguno de los de allí se habían girado, todos mantenían su mirada clavada en un juego que para ellos parecía ser vital. La joven, golpeó fuertemente la mesa haciendo que los dados que iban a caer, se moviesen y quedasen inválidos. Todos los hombres se levantaron terriblemente irritados, mientras que uno de ellos, que parecía más adulto que todo el resto, se volteó para darle un golpe a la mujer. Rápidamente, respondiendo a su estímulo, ella le paró la mano, doblándosela y rompiéndosela en el acto. Tch,tch,tch.. Tranquilos, vengo a jugar justamente.. -Expuso intentando colarse entre aquel ambiente de apuestas- Aquel hombre había quedado destrozado, mientras que haciendo un gesto de dolor contenido, se recolocó la mano, soltando un gemido lleno de ira. Todos habían quedado patidifusos, y se mantenían quietos sin alegar nada. El vetusto hombre, alzó su cabeza, mostrando su bigote y su barba desteñidos por las canas Habla -Dijo en un tono de voz grave- La mujer, observó entonces de un vistazo el funcionamiento del juego, volviendo la cabeza hacia los hombres ¿Sabe algo de los herederos del legado Sith? -Comentó la sith abiertamente, mientras entre los hombres hubo un incómodo cruce de miradas- Hablas.. de los Krath. La mujer, escuchó atentamente al hombre, mientras esperaba oír más. ¿Los Krath? -Alegó ella esperando más información- Recuerda.. sabrás todo lo que necesitas si me ganas.. -Respondió el hombre con un aire de superioridad- Ella, asintió sonriéndole irónicamente mientras volvió la mirada hasta aquella mesa verde. De acuerdo, uno a uno, partida corta.. será sencillo. Mi compañero sacará dos cartas, una para mi, y otra para ti.. -Comenzó a decir observando a este, y haciéndole un pequeño gesto el cual ella notó- El número que toque en esa carta, será el que tendrán que sumar estos dos dados. Ten en cuenta, que se duplica el valor de la carta.. Finalizó entonces, esperando a que su compañero respondiese, mientras este barajaba las cartas manteniendo una de ellas al principio. La mujer, que notó las extrañas acciones de este, lo miró fijamente a sus ojos, haciendo mediante uso de manipulación ligera, que moviese la primera carta, barajándolas al igual que todas. Colocó dos cartas encima de la mesa, boca a bajo. Lentamente, les dio la vuelta, cuando la sonrisa de aquel anciano hombre cambió radicalmente, haciendo que la de la sith aun aumentase más. Echó una rápida mirada al barajador, el cual se encontraba confuso y fuera ya de cualquier tipo de manipulación. Seguidamente, colocaron dos de los dados cerca de aquel hombre. 7 de corazones.. -Comentó mientras tomaba los dados entre sus gruesas y arrugadas manos- Los lanzó entonces, viendo como estos, caían en 6 y 5 respectivamente. ¡11! -Dijo aquel hombre sonriendo alegremente- 11 de 14.. a ver si consigues acercarte más. Aquellos hombres empezaron a reirse, mientras que entre ellos se golpeaban la espalda. La mujer, agarró los dados paulatinamente, mientras observaba un A en su carta, la cual resultaba casi imposible de igualar. Los hombres, al verla, comenzaron a carcajear, esperando aquel tiro tan deseado. Isis, con una de sus manos, dejó caer los dados, que antes de que llegaran a tocar la mesa, marcarían un 3 y un 5. Al notar esto, por debajo de la mesa, mediante el uso de su fuerza, igualó disimuladamente la caída a dos 1. Aquel hombre golpeó fuertemente la mesa, mientras el resto quedaron boquiabiertos ante aquel extraño echo. ¡IMPOSIBLE! -Dijo gritando, tomando los dos dados a la espera de si estaban trucados-
Ella comenzó a reir, notando el enfado de aquel tipo. Pero cierto -Alegó ella, esperando lo que tanto deseaba oír- Los Krath, dijiste..

El hombre, se levantó de aquel lugar, haciendo una seña a sus compañeros de que prosiguieran jugando sin él, mientras que acompañó a la mujer hasta la salida. Este, comenzó a andar por las callejuelas de aquella preciosa ciudad, contándole la historia de los Krath, los que alguna vez, dominaron este lugar. El tiempo había pasado especialmente rápido, mientras las historias de aquel hombre, que no tiene certeza de ser ciertas, habían hecho que la tarde cayese antes de lo que cualquiera de ellos imaginaría. El día se había fundido en un atardecer de colores cálidos que cubrían el cielo. Aquí es, aquí finaliza toda la historia -Terminó diciendo mientras se detenía mirando firmemente a un enorme y antiquísimo edificio- Este se acercó lentamente, dejando proseguir a la mujer. Ciudadela de Hierro.. buena suerte -finalizó mientras volvió caminando por los mismos lares que había venido- La historia resultó completamente impactante. Aquel pequeño pergamino empezaba a coger cordura. Ahora todo parecía encauzado por el mismo hilo. Entró lentamente, notando un frío procedente los adentros de aquel edificio, el cual parecía abierto y espacioso. Un crujido sonó fuertemente, haciendo que dos de las puertas que marcaban el camino para seguir por aquel edificio, quedasen completamente bloqueadas. Seguidamente, una criatura fue liberada de una gran celda. A simple vista parecía un tuk'ata normal y corriente, que recordaba haber visto alguna vez por Korriban. Rápidamente, deslizó su sable láser, mirando fijamente como la criatura corría hacia ella con sed de sangre, para roerle y desgarrarle hasta el último centímetro de su cuerpo. Esta se dirigía directamente a su yugular, a lo que la sith, reacciono a la vez que esta saltó hacia su cuello, lanzándose debajo de ella y atravesando su cuerpo con su sable láser. Un gemido desconsolado de tortura, salió de la boca de aquella extraña criatura, que cayó al suelo en su lecho de muerte. Las puertas se abrieron seguidamente, dejando ver dos escaleras. La mujer, quedó observando ambas, sin tener una clara decisión de cual tomar. Todo lo que podía ver estaba turbio, no tenía nada claro por más esfuerzo que hiciera. Miró nuevamente al tuk'ata, mientras decidió tomar la escalera de la derecha, que estaba pegada a una gran fuente. Estas escaleras descendentes, parecían llevar a lo que era unos calabozos. El lugar se encontraba sombrío, sumergido en la penumbra, parecía haber estado abandonado y desolado durante bastante tiempo. Se podía ver como algunas de las rejas que habían en los calabozos, estaban desgastadas y oxidadas de los años. Unos sonidos de salida y entrada de estas celdas, se oía desde el fondo del calabozo, donde no se podía ver más allá de umbrías perdidas en la oscuridad. El mullir de las puertas, había hecho que la atención de la mujer quedase completamente apegada a eso. Notó como un jadeo acompañaba a aquel ruido molesto, mientras que de lo lejos, empezaron a salir 3 criaturas con cuerpo muerto. Almas andantes en un físico ya difunto. La mujer, ondeó su sable que se mantenía aun prendido iluminando aquel lugar en un tono rubí. Sin soltar ni la más mínima palabra, comenzó a cortar por la mitad a dos de los zombis, mientras que uno de ellos intentó tomarla por detrás. Rápidamente, le golpeó con una pierna lanzándolo hacia detrás, mientras que con su sable, reventó su cabeza. Se giró para pisar el cráneo de los otros dos que se encontraban en el suelo, cuando volvió a oír el mismo jadeo. Al girarse, vio como 2 zombis más se encontraban muy pegados a ella. Soltó un pequeño grito, lo que hizo que su fuerza se incrementara, lanzando a los dos zombis contra dos de las rejas de aquel lugar. Descolgó de su cinturón su parang, corriendo hacia uno de los zombis, y clavándole el sable en el ojo, mientras que el otro zombi, que iba hacia ella corriendo, se encontró con la parang, la cual lanzó cortándole la cabeza sin piedad alguna. Suspiró algo cansada, observando aquella jauría de óbitos. Qué harían estas criaturas aquí.. -Pensó, dirigiéndose nuevamente hacia la salida de los calabozos- Los pasillos seguían igual de fríos que antes. Mientras subía las escaleras, notaba como la intensidad de la luz subía a su vez progresivamente. Se encontraba nuevamente en lugar inicial, no había avanzado desde aquel entonces. La tarde ya había comenzado a caer, lo que complicaba en cierto punto las cosas, más se encontraba demasiado lejos como para no proseguir.

Esta vez había tomado las escaleras que subían a lo que sería la primera planta. En esta, se veía nada más llegar hasta arriba, un gran pasillo que daba a diferentes despachos. Los suelos eran de un brillante y frío mármol que dejaba ver con facilidad al final del pasillo, una pequeña puerta que daba a una terraza. La mujer, caminó hasta allí lentamente, mientras sus negras túnicas rozaban el suelo a su paso, manchándolo del agua que había quedado en este. Apoyó la mano en la puerta que daba la salida hasta el balcón, cuando notó como un disparo impactaba en su brazo surdo. Ella, soltó un grito de dolor que hizo que rápidamente se girase, observando al mismo anciano que la había traído hasta aquí ¿Pensabas por algún instante que todo iba a ser tan fácil? Gracias por hacer mi trabajo -Rió el hombre mientras disparaba nuevamente a la mujer- Ella, rápidamente, esquivó el disparo, sintiendo un gran odio a su persona. Alzó su cabeza hasta este, dirigiéndose sin frenar hasta estar cerca suya, mientras esquivaba los disparos que le lanzaba con su sable láser. No eres más que otra alma en pena que conocerá el destino que le esperaba vivir.. -Dijo ella en un tono grave, mientras atraía su arma, lanzándola por una de las ventanas- El hombre, que no era demasiado hábil debido a los años, intentó escapar volviendo hacia atrás. Rápidamente, la mujer lo tomó mediante la fuerza, comenzando a ahogarlo, mientras lo llevaba hasta la puerta del balcón. Este, jadeando esperando poder tomar su último aliento, pedía clemencia desde el suelo. La mujer, sin piedad alguna, guardó su sable mientras que se acercó a la cara del hombre, dejándolo respirar por unos segundos. De nuevo, pierdes la partida -Finalizó mientras que concentraba fuerza en sus manos, lanzándosela hacia su cuerpo y acabando con su vida- Notó como de la mano del hombre, caía el pergamino que la mujer había encontrado, y el que la había llevado hasta aquel lugar. El hombre, ya básicamente muerto, lo soltó con su mano, mientras jadeó por última vez expulsando su vaho en este. Un aliento que llevaba su ahora alma muerta a otro lugar. La mujer, tomó el pergamino observando como lentamente, apareció en este una nueva frase que posteriormente no estaba, como si se hubiese formado gracias a la muerte de aquel hombre —El poder de los Sith hablará directamente, has caído con éxito al lado Oscuro de la fuerza— Rozó esta frase con sus dedos, mientras que volvía a desaparecer como si fuese simplemente una inscripción hecha por el viento. Alzó su vista al horizonte, donde observó desde aquellas vistas la ciudad de Cinnagar, ahora solitaria, y a un lado del balcón, un pequeño cofre plateado que contenía la misma inscripción que había desaparecido del pergamino. Pasó el mismo dedo que posteriormente había hecho que desapareciese dicha cláusula del pergamino, haciendo que a su vez, el cobre se abriese, y mostrando ante ella, el secreto del legado.

Aclaración: Sé que son objetos difíciles de obtener, por eso dividí el roleo en dos y lo hice muy mascadito, para que se viese que en ningún momento hago "PowerGaming" de que vengo sabiendo qué quiero encontrar el amuleto de Satal keto y el Libro de Hechicería de Satal Keto. Espero que les guste el roleo, y si falta algo, aceptaré críticas constructivas para hacer que sea válido, un Saludo, gracias por los comentarios anteriores.

por Satella Dom Feb 17, 2013 10:03 pm

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por Jensaarai Dom Feb 17, 2013 11:25 pm

Sus roleos mejoran con la práctica, Emperatriz Teta.

por Tyrone Tainted Lun Feb 18, 2013 5:21 am

Obtención del mapa válida
Pedes continuar con el roleo, por lo que veo necesitabas el mapa para continuar, vas bien aunque trata de no repetir el error de "la sith", no hay algo para diferenciar de mujer o hombre, simplemente somos Sith.

por Invitado Jue Feb 21, 2013 6:50 pm

Hola amor.

Como siempre, magnífico.

Embarassed

por Defiance Vie Feb 22, 2013 8:20 am

Kaar escribió:Hola amor.

Como siempre, magnífico.

MMM K CORRUPSION

Está guay el roleo, a ver cómo lo continúas.

por Saix Dom Feb 24, 2013 9:49 am

Uish mar... Has mejorado demasiado ;c Mis Felicitaciones bb cat

por Invitado Mar Feb 26, 2013 10:34 pm

El mejor roleo que existe Embarassed

por Satella Miér Feb 27, 2013 12:00 am

Kaar escribió:El mejor roleo que existe

CORRUPCIÓN.

okya

TE AMO TALGATH

por Lord Albert Land Miér Feb 27, 2013 12:28 am

Tienes un gran talento de escritora, de verdad valora eso, felicitaciones.

por Defiance Miér Feb 27, 2013 12:35 pm

Nadie me felicita así en mis roleos, tendré que ponerme tetas.

por Kythmnr Miér Feb 27, 2013 12:53 pm

Kaar escribió:Hola amor.

Como siempre, magnífico.

Kaar escribió:El mejor roleo que existe

[ROLEO + OBTENCIÓN] Las crónicas del Mal. [Tyrone] Images?q=tbn:ANd9GcRT7PmuQPMnNJEoHZ7ESDReASkZjnvzc25k3tqhCbud_LVHGQORGg

por Darth Sentrum Miér Feb 27, 2013 1:44 pm

Psych escribió:Nadie me felicita así en mis roleos, tendré que ponerme tetas.

ÉPICO

Y si, cuando una mujer escribe un roleo, uy, que contentos se ponen todos. Dejando a un lado el talento literario, claro.

por Zekk Tainted Miér Feb 27, 2013 3:09 pm

Darth Sentrum escribió:
Psych escribió:Nadie me felicita así en mis roleos, tendré que ponerme tetas.

ÉPICO

Y si, cuando una mujer escribe un roleo, uy, que contentos se ponen todos. Dejando a un lado el talento literario, claro.

+1

(tengo escudo anti: baneos, sanción y anti agregar + por si me llaman "spamero")

por Aleema Miér Feb 27, 2013 10:42 pm

Segunda parte del roleo hecha.

por Invitado Miér Feb 27, 2013 10:50 pm

Bueno, antes que nada felicitaciones por el roleo, como te he venido diciendo y aconsejado ha estado muy bien y has tomado en cuenta lo que se te ha dicho en cuanto al desarrollo del mismo, la historia está muy bien expresada y sin duda la travesía es difícil, agotadora y muy justa, por ende no abusas en su totalidad de tus habilidades, es decir, no haces powergaming y claramente te riges por las capacidades y los límites que tiene tu personaje, por mi puedes obtener lo siguiente y mi voto es válido.

Procedo a votación.

por Satella Miér Feb 27, 2013 11:35 pm

Hermoso

por Aleema Sáb Mar 02, 2013 12:35 pm

Han pasado dos días, ya hablé con los legalizadores, pero aun sigo esperando una respuesta.. Up

por Tragew Sáb Mar 02, 2013 1:09 pm

Mi voto es válido, pero no seas tan impaciente a la hora de que te califiquen un roleo, dos días no es tanto.

por Aleema Lun Mar 04, 2013 4:07 pm

Aun a la espera de un legalizador más, han pasado casi 5 días desde que se terminó, Up.

por Defiance Miér Mar 06, 2013 3:10 pm

Me ha gustado el roleo Mar, Very Happy

Actualizo las obtenciones, dado que hay un legalizador que pasa del tema, y que ya dos han dado su voto válido.
Por ende, 2/3 -> Obtención válida.

por Invitado Miér Mar 06, 2013 3:22 pm

Doy por válido este roleo, los LDR que faltan no están en sus funciones y pasarán más y más días. En caso de que vengan (algún día) pongan su voto.

Por el momento es válido.

por Tyrone Tainted Miér Mar 06, 2013 10:22 pm

Perdón por no publicar mi mensaje, lo leí ayer, pero no me dio chanse de postear.
Como sabrán estoy algo inactivo por no tener una pc directa.

Voto valido, roleo valido.

por Invitado Mar Mar 19, 2013 9:05 pm

TE AMO MAR

BUEN ROLEO COMO PARA LEERLO MIL VECES

por Rediable Mar Mar 19, 2013 9:37 pm

Kaldt escribió:TE AMO MAR

BUEN ROLEO COMO PARA LEERLO MIL VECES

Ya para de hacer lo mismo en todos los Roleos, Talgath.

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